lunes, 22 de diciembre de 2014

COMERCIO EXTERIOR: UNA KATÁSTROFE.

Podríamos decir que el comercio exterior argentino de 2014, es un verdadero desastre, donde sobresale como exitoso, el sector más criticado, desde el oficialismo, que es el complejo sojero. Nos detenemos a analizar los números, con detalle, para demostrar que gracias al cepo cambiario y, en condiciones externas que difícilmente mejoren, el sector automotriz en particular y la industria no agroalimentaria, en general, son los principales perjudicados de esta katástrofe, con máxima expresión en noviembre: una caída del 20% en las exportaciones: ¡sensa joda, es una calamidad!. Y lo peor, es que no se observa ningún síntoma alentador para el comienzos de 2015.
Por Lic. Jorge Ingaramo
Noviembre fue el PIOR.
Exportaciones e importaciones cayeron 20 y 19% en noviembre, respectivamente. Por supuesto, que el saldo comercial continuó siendo positivo, pero 34% inferior al de igual mes del año pasado.
Es conocido que se está apreciando el Dólar en el mundo; que Brasil ya había empezado a devaluar desde julio; que el crecimiento mundial no es bueno y, en general, se esperan revisiones bajistas, -si tomamos en cuenta que en el corto plazo, hay más países afectados por la caída en el precio del petróleo (del cual dependen), que los que se verán beneficiados, de mantenerse este valor en el corto y mediano plazo.
También es cierto que los precios de las commodities que exporta La Argentina, en general, han venido declinando. Pero, no hay duda que la falta de divisas está afectando dramáticamente la situación del sector industrial y de las economías regionales. Paradójicamente, en el mes de noviembre, el déficit en materia de combustibles se ha vuelto a incrementar, aunque la actividad económica haya declinado.
Los números para las Manufacturas de Origen Industrial (MOI), causan cierto pánico: 28% de caída global y ningún sector con performance positiva, considerando rubros a dos dígitos. Las bajas van desde el 5% en "Metales comunes y sus manufacturas", al 100% en "Vehículos de navegación aérea, fluvial y marítima". No fue tan grave la situación para "Material de transporte terrestre", lejos el principal sub-rubro, donde la caída fue de apenas el 9%.
La baja en las cantidades exportadas, de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) y de origen industrial (MOI), fueron en noviembre, del 11 y el 26%, lo que redundó en una merma global del 14%, a la que se sumó el deterioro de los precios que, en conjunto, fue del 7%, lo que constituye un claro deterioro de los Términos del Intercambio Externo: las importaciones tuvieron precios 5% superiores, sobresaliendo curiosamente el 14% de crecimiento en los precios de combustibles y lubricantes. La escasez de divisas produjo una baja cuantitativa del 22% en el nivel de importaciones, cuya expresión más dramática es la de "Vehículos automotores de pasajeros", donde las cantidades bajaron 68%.
Las exportaciones de combustibles, en dólares, en el mismo mes, bajaron 38%, mientras que, como se dijo, las impo crecían al 15%, el grueso justificado por mayores precios. En este contexto, la comparación interanual entre los déficit energético externo, arroja una desmejora del 232%, ya que pasamos de MU$S 108 a 359 de desequilibrio.
Como el principal afectado por nuestra restricción cambiaria y la política de administración comercial de Reservas, es Brasil, curiosamente tuvimos superávit por MU$S 215, ya que le compramos un 33% menos que hace un año en tanto le exportamos ¡apenas! un 28% menos. Las MOI que le vendemos, cayeron un 29% y eso que Material de Transporte (autos) sufrieron apenas un 19%.
Como la ¿desintegración automotriz? avanza aceleradamente, importamos 19% menos de bienes intermedios y como ahora está cuotificado el aporte de divisas para ingresar autos, los vehículos automotores de pasajeros que les compramos, tuvieron una merma de ¡sólo! el 52%. Estamos convencidos que, en la reunión de Paraná, entre ambas Presidentas, algún comentario habrán hecho al respecto.
Los 11 meses (de gris a muy negro).
En lo que va del año, expo e impo cayeron 12 y 11%, respectivamente, sin que ello implique una fuerte disminución en el saldo comercial. Claro está que debemos olvidarnos de aquellos superávit de MU$S 11.000 de otrora: este año concluiremos con apenas unos MU$S 6.800. De hecho, en 11 meses, el superávit cayó 16%.
El porcentual de baja del 12% en nuestras ventas externas se agravaría, si no se considerara el relativo éxito exportador del complejo sojero. Se diga lo que se diga, lo concreto es que los cuatro subrubros, pese a la caída en los precios internacionales, aportaron, en dólares, un 1,6% más, de los cuales sólo una parte (menos de la mitad) está justificada por el cambio en el tratamiento impositivo del biodiesel de aceite de soja. Este dato se corresponde con la mejora anual, registrada hasta el 12 de diciembre, de un 2,5% interanual, en las declaraciones de CIARA-CEC. Es notable que en un año de baja en los precios de las commodities, nuestro principal complejo exportador haya aumentado su participación en el total de ventas externas, del 26,2 al 30,2%.
En lo que va del año, las cantidades totales vendidas cayeron 10%, siendo muy dramática la baja en el sector MOI: 17%. Ello "permitió" una merma en las cantidades compradas, del 12%, en la que destacan "Piezas y accesorios para bienes de capital", con una baja del 22% y, una vez más, los "Autos para pasajeros", con 50% de disminución.
En los 11 meses, sólo se mantuvieron estables (entre las MOI), en dólares, las ventas de "Químicos", seguramente por el aporte del biodiesel y crecieron un 2%, las de "Materias plásticas". El aporte total de las MOI fue 15% inferior, fundamentalmente por la pérdida de casi MU$S 1.940 de ventas del complejo automotriz (una baja del 19%).
En 2014, hay una leve suba del déficit energético externo, del 6,5%, gracias a una merma del 5% en las importaciones. Igualmente, el Banco Central tiene que saber que todos los meses debe disponer de aproximadamente MU$S 550 de aporte "extra", para alimentar con energía el pobre desempeño de la macroeconomía argentina.
También en dicho lapso, tenemos superávit (muy leve) con Brasil, ya que bajaron 15% nuestras exportaciones pero también lo hicieron un 25% nuestras compras, una vez más, justificadas por la reducción del 38% en "Autos para pasajeros".
Síntesis.
Podríamos haber dicho que el comercio exterior argentino de 2014 es un verdadero desastre, donde sobresale como único exitoso, quizás el sector más criticado, desde el oficialismo, que es el complejo sojero. Nos detuvimos a analizar los números, con cierto detalle, para demostrar que gracias al cepo cambiario y, en condiciones externas que difícilmente mejoren, el sector automotriz en particular y la industria no agroalimentaria, en general, son los principales perjudicados de esta katástrofe, cuya máxima expresión fue observada en noviembre: una caída del 20% en las exportaciones, sensa joda, es una calamidad. Y lo peor es que, pese a las recientes declaraciones de Vanoli ("ir flexibilizando en 2015"), no se observa ningún síntoma alentador, ya que parece que preocupa más tener reservas, que la economía helada.
FUENTE: ENVIADO POR ARTURO NAVARRO - http://www.arturonavarro.com.ar/vertext.php?id=1697&utm_source=INEVA&utm_medium=Email%2BMarketing&utm_campaign=NEWLETTER%2BAGROINDUSTRIAL%2BN%B0%2B13

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