martes, 9 de diciembre de 2014

Esta Bolsa puede seguir subiendo

ImageUna combinación de factores en los últimos meses posicionan a las acciones de Japón como una de las alternativas más atractivas de cara al 2015. ¿Será así o se trata solamente de un buen y efímero momento?
En 1999 comencé mis estudios de Licenciatura en Economía en la Universidad de Buenos Aires.
Recuerdo hasta el día de hoy lo que el profesor de la materia Economía, que se cursaba en el primer año de la carrera, señaló al comienzo de la clase:
“En la historia económica global existen cuatro categorías de países: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón y Argentina.”
En el caso de Argentina, nadie puede explicar cómo a comienzos del siglo XX tenía todo para ser una gran potencia y hasta la actualidad lidia con problemas arcaicos que la hacen recaer en movimientos pendulares de su economía en forma continua.
El caso de Japón es precisamente el opuesto. Es un ejemplo difícil de explicar en el sentido de que se trata de un país pequeño en extensión territorial, con escasos recursos naturales, alta densidad poblacional, ubicado en zonas de fuerte movimiento sísmico y que sufrió el impacto de dos bombas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial.
Así y todo, se transformó en la segunda economía más importante del planeta por muchas décadas y hoy ostenta el tercer lugar del ranking desplazado por el gigante asiático chino.
Precisamente Japón es mi tema central de la columna de hoy.
Y más específicamente su mercado bursátil…
Japón siempre ha sido una historia tortuosa para los inversores. Cuando parecía que sus acciones despegaban, siempre aparecía algo que las hacían retroceder.
Cuando el inversor perdía toda la esperanza y salía de ese mercado, las acciones japonesas comenzaban a insinuar una nueva suba.
Siempre Japón ha sido muy difícil de predecir para el inversor.
Pero en la actualidad podría ser distinto. Hace apenas unos días, las acciones japonesas alcanzaron un máximo de 7 años.
¿Las razones?
Una interna y dos externas.
A nivel doméstico, hace un par de semanas atrás el Banco Central de Japón decidió elevar, sorpresivamente, la cantidad de yenes que emitirá para comprar bonos en el mercado secundario. Con esto se busca dar mayor liquidez al sistema financiero y combatir una posible vuelta a la deflación.
[La deflación es uno de los flagelos más temidos en el mundo desarrollado porque afecta los incentivos de los empresarios haciendo que caiga la inversión, no se creen más empleo y, en consecuencia, cae el consumo, agravando la deflación en sí misma.]
Las otras dos razones de la reciente suba de las acciones japonesas, como mencioné, son externas.
Por un lado, la fortaleza del dólar estadounidense en el mundo ha generado una devaluación del yen – la moneda nipona – a su nivel más bajo en cinco años. Esto tiene un doble impacto positivo para los objetivos de la isla: por un lado, permite que sus exportaciones sean más competitivas, dando ventaja comparativa a las empresas japonesas orientadas al exterior; por el otro lado, hace que las importaciones sean más caras, generando una presión alcista sobre el nivel de precios para combatir la deflación.
En segundo lugar, la caída de 40% del precio del petróleo es una buena noticia para Japón. Al tratarse de un importador neto del combustible, esta caída en el precio implica un subsidio para los consumidores japoneses, pudiendo gastar más y estimulando la demanda.
Esto, de persistir, debería conllevar a un mayor nivel de actividad.
¿Cómo lo inversores pueden sacar provecho de esta situación?
Quizás el camino más fácil sea apostar al ETF que sigue a las acciones japonesas y que se puede comprar en Wall Street. El nombre del fondo es EWJ. Aunque este instrumento encuentra un limitante: al estar denominado en dólares no termina de reflejar completamente la ganancia que tienen las acciones japonesas en yenes ante una devaluación de la moneda japonesa.
Fíjense lo que le digo en el siguiente gráfico:

Mientras que en los últimos os años el índice Nikkei en yenes subió un 87% el ETF EWJ creció solo un 23,7%. La diferencia es más que proporcional a la devaluación del yen contra el dólar.
¿Cuál es un camino intermedio?
Como invertir directamente en la bolsa de Japón puede ser muy dificultoso, apostar a alguna empresa japonesa multinacional con fuerte sesgo exportador en el mundo podría ser una solución.
En este sentido, observemos el recorrido que tuvo Toyota Motors (TM) con una ganancia cercana a 50% en el mismo período considerado.
Esta acción cotiza en la actualidad a una relación Precio / Utilidad de 12,5 veces y una relación Precio / Valor Libro de 1,6 veces, ratios atractivos por donde se los mire.
[La relación Precio / Utilidad indica en cuántos años el inversor recupera la inversión al actual precio de mercado si la empresa repartiera esa utilidad en forma de dividendos a los accionistas. Por su parte, la relación Precio / Valor Libro surge de combinar el precio de mercado de la acción con el valor contable de la misma. El valor contable surge del Patrimonio Neto dividido la cantidad de acciones en circulación.]
Amén de sus bajos ratios de mercado, la caída del precio del petróleo también es una buena noticia para la industria automotriz, ya que las unidades convencionales usan intensivamente el combustible.
Creo que esta puede ser una de las mejores formas de jugar la segunda parte del “milagro japonés”, si es que efectivamente se da.
Un saludo cordial.
A su lado en los mercado.  Diego Martínez Burzaco
FUENTE: PUBLICADO EN EL INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal - Enviado por mail

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos