Por Lic. Jorge Ingaramo.
AUDAZ I: RICARDO.
La Presidenta, graciosamente, le puso tasa cero al Impuesto a las Ganancias (para el medio aguinaldo) de los trabajadores que ganen, en diciembre, menos de $ 35.000. Gran conquista sindical, si las hay. Ahora bien, anualizando la recaudación tributaria de noviembre, el sacrificio fiscal (dolorosa cesión) representa el 0,47% anual de la percepción total por Ganancias y algo más del 0,12% del total de los recursos tributarios totales.
Como se ve, una audacia sin límites. Ricardo ha cumplido una destacada labor, sobre todo en noviembre, con un aumento en el total de recursos tributarios del 38,4% y un acumulado, en lo que va del año, del 35,6%.
En esta columna, se sostuvo que la inflación podría rondar el 2% mensual, es decir que anualizada alcanzaría el 27% para 2014.Alguna explicación habrá para la audacia cometida por el "manosuelta" de Ricardo, que le diera a la Presidenta la felicidad de propiciar su anuncio en la UIA.
Si entramos en detalles, nos daremos cuenta de ciertas "audacias", de las cuales los pobres contribuyentes no podemos escapar:
- La recaudación por Ganancias, en noviembre, subió 61,8% y en lo que va del año, 44,8%. Supongamos que la inflación fuera del 28%. Entonces, estaríamos pagando un 13% "real anual", adicional, en detrimento de nuestro consumo. Como las paritarias más o menos siguieron el aumento citado más arriba (28 a 30%), salta a la vista que la concesión, en términos reales, carece de significación fiscal (aunque pueda financiar 2 o 3 días más de vacaciones, de empleados públicos exitosos).
- Lo que más resalta es el modo despiadado en que han transformado nuestros ingresos privados, vapuleados por la inflación, en importantes Ganancias, transferidas por la vía tributaria.
- No sólo en eso fueron audaces: los Derechos de Exportación crecieron nada menos que en 72,3% en noviembre, lo que le permite a la Aduana (todtal de ingresos y retenciones), una suba de 35,1% mensual y del 38,1% en el acumulado. Como sabemos, las exportaciones e importaciones están cayendo; también los precios de las commodities y, sin embargo, la AFIP, sucursal Aduana, se las arregla para recaudar muy por encima de la inflación y, ni hablar, si se considera la performance sombría del comercio exterior.
- Gracias a impactantes subas en los precios regulados de los cigarrillos y los combustibles, la recaudación acumulada de los 6 impuestos que tienen que ver con la actividad económica local, también creció 35,7% en noviembre. Una vez más, por encima de la inflación. Lo más pálido fue el IVA DGI y el Impuesto al Cheque, con aumentos próximos al 30%, que más o menos pueden reflejar precios. El chiste de propina viene de los Internos Coparticipados (48,7% de suba) y de los tres rubros de combustibles (63,2; 85,0 y 86,5%). Es decir que los ricos fuman mucho y tienen autos de alta gama, que permiten mejoras en los gravámenes sobre las naftas, que triplican el aumento con respecto a la inflación más probable.
- Así, el subtotal recaudado por Aduana creció el 35,1%; mientras que lo transferido automáticamente a provincias lo hizo al 38,7%.
¿Cómo no íbamos a ser generosos con los asalariados?. Los nuevos ricos tienen las suficientes ganancias, como para pagar altos Impuestos Internos Coparticipados y consumir caros hidrocarburos. Las provincias, agradecidas: a la impactante recaudación que perciben automáticamente, se agregan los ingresos del Fondo Federal Solidario Sojero, que deberían ser el reflejo de la suba del 72,3%, difícil de explicar, en los Derechos de Exportación.
AUDAZ II: AXEL.
El Ministro tenía compromisos en 2015, en materia de servicios de deuda, próximos a los MU$S 14.000 (depende del tipo de cambio) de los cuales un 48% aproximadamente, puede encontrar fácil refinanciación a "telefonazo limpio", con bancos e inversores pesados y el inestimable aporte de la ANSES, (que tiene recursos en su Fondo de Garantía Solidaria, por el equivalente a 8 veces los compromisos fácilmente refinanciables).
El problema era ver qué hacíamos con los MU$S 7.200 de BODEN 2015, más los compromisos de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires, entre otras durezas.
La clave estaba en sacarse de encima los más de MU$S 6.200 del BODEN. La emisión de BONAR 2024 por MU$S 3.000, permite el canje de aquellos que, rescatados al 97% de su valor, resuelven casi MU$S 3.100, por el simple expediente de cargar la mochila a gobiernos futuros, con un plus de tasa de 1,75 puntos. Si uno supone que ahorristas precavidos querrán cobrar por el 15% de las tenencias totales no canjeadas, podrían llegarse a perderse algo menos de MU$S 500 de Reservas, entre el 10 y el 12 de diciembre próximos. Dicho esto, la cuestión es ver qué hacemos por los algo más de MU$S 2.700, que hoy valen 100 y que, cerca de las elecciones van a valer 107. ¿Valdrá la pena volver a los mercados voluntarios por tan poca plata?. ¿Tendrá sentido hacerlo, cuando más de un tercio de los compromisos remanentes, que exigen Reservas, no son del Gobierno Nacional?.
Salta a la vista que, pese a que el anuncio no tuvo demasiada trascendencia, buena parte del problema de los vencimientos de 2015, que hubiera exigido un rápido arreglo con los buitres (ante el pálido comercio exterior), ya no cuenta a la hora de compararlo con el superávit comercial, que podría exhibir el país en 2015. En todo caso, el problema está bien repartido. Vanoli se haría cargo de una parte pequeña, con respecto al excedente comercial, mientras que Macri y Scioli tendrían que ocuparse de parlamentar con el Ejecutivo Nacional, cómo salir del atolladero, si es que la negociación buitre se demora, o queda definitivamente pospuesta para el próximo gobierno.
AUDAZ III: ALEJANDRO.
En una nota anterior, nos preguntábamos con gran ingenuidad, si Vanoli no sería monetarista, ya que llevaba adelante una política de contracción de pases al sistema financiero que era bastante coherente con la reducción en la tasa de inflación observada. No cabe duda que, cuando hay incertidumbre, y en La Argentina la hay, expandir el crédito, no es más que alimentar viajes a las cuevas y fugas de capitales. Por eso, ya que no íbamos a tener los beneficios de una política monetaria laxa, para fin de año, por lo menos que tuviéramos los de una "monetarista", (perdón por la redundancia), es decir que aunque no sirviera para dinamizar la muy aletargada economía real, por lo menos que aletargara la muy dinamizada inflación nominal.
El Presidente del BCRA nos sorprendió, a estar por el Informe Monetario de la institución, cerrado el 28 de noviembre pasado.
Sólo en la última semana del mes, y pese a que (recaudando muy bien) ya habían colocado BONAD (link con dólar), en cabeza del Tesoro, para cubrir el déficit fiscal, la expansión de Base Monetaria para el sector público alcanzó la insólita cifra de M$ 29.635, lo que implica un crecimiento interanual del 403%.
Se acumula, en los primeros 11 meses del año, una emisión con destino al Tesoro, de nada menos que M$ 128.587. Naturalmente, la Base Monetaria volvió a superar los M$ 409.000, seguramente para asistir "temporariamente" a la atención de los sueldos o tal vez a la liquidación de pagos demorados en cabeza del Tesoro Nacional, que no fueron atendidos por la difícil colocación de los BONAD, (que tienen la desgracia de concentrar vencimientos de capital e intereses a finish y, por ende, no están muy bien recibidos por los inversores institucionales privados, que no ven devaluación, por ahora).
¿En qué consiste la audacia de Alejandro?. Pues bien, en los dos meses que lleva de gestión, emitió M$ 52.651, de los cuales más de la mitad pasaron a incrementar la Base Monetaria, ya que por la vía de reducción de pases al sistema financiero y por la menor colocación neta de LEBACs, sólo se pudo absorber el 41,6% de la asistencia al sector público, pasando la venta de divisas a desempeñar un rol muy marginal, con respecto a la variación de Base (algo así como un 3%).
Agotado o a punto de estarlo, el ciclo del endeudamiento neto vía LEBACs, los regalos del Central, que esperemos sean provisorios, alimentan un gasto público insaciable, que no sólo requiere aumentos recaudatorios distorsivos, colocaciones de Bonos del Tesoro linkeados al Dólar, sino también expansión monetaria lisa y llana, con resultado claramente inflacionario. ¿Qué esperar para el fin de año, cuando aumente la demanda de liquidez en los bolsillos particulares y en los cajeros automáticos para las vacaciones?.
Lo cierto es que alguien/es está/n manejando con "gran astucia" la política económica que, no sólo desactiva bombas sociales sino que también alienta a pensar en un verano relativamente tranquilo y un proceso electoral, no demasiado condicionado por vencimientos de deuda difícilmente refinanciables.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO- http://www.arturonavarro.com.ar/
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