Estamos casi listos para festejar Navidad. Y pronto cerraremos un año bien movido en el mundo de las inversiones globales. Otro más. Otro año más donde intentamos defendernos de aquellas situaciones y personas que amenazan nuestro patrimonio. Otro año más donde intentamos generar nuevas fuentes de ingresos y consolidar las actuales.
Todos los años el juego es el mismo, pero las amenazas y oportunidades cambian. Lo que nunca cambia son algunas estrategias que usan los inversores para lograr retornos extraordinarios. Una de esas estrategias es invertir en empresas que tengan la potencialidad de operar en un mercado donde tengan el monopolio del mismo.
Si un inversor logra invertir en una compañía que crea un monopolio logrará la rentabilidad de su vida. Es que la competencia tiene un efecto negativo para las empresas que implica borrar o disminuir las ganancias de las mismas. Y como inversores nosotros buscamos ganancias, si no las obtenemos, no tiene sentido que invirtamos. En cambio las empresas que operan en un monopolio tienen la ventaja de poder subir sus precios, lograr mayores ganancias y de esta forma, nosotros como inversores estamos contentos.
¿Pero cómo?, se preguntará, ¿no era que ustedes defendían el libre mercado y la competencia?
Bueno, sí, sin dudas. Seguimos pensando igual que siempre, defendemos la libertad y no nos gustan los políticos que quieren decidir por nosotros. Pero eso no quita que defendamos y busquemos los monopolios. Sí, entiendo que esto pueda causar sorpresa y hasta enojo. Es cierto que los monopolios tienen muy mala prensa, pero cuidado que estoy hablado de otro tipo de monopolio. Estoy hablando de los llamados “monopolios creativos”.
No estoy hablando de los monopolios que inventan los políticos para beneficiar a sus amigos. No me refiero a esos monopolios que tienen el privilegio de brindar un servicio o producir un producto ineficiente y sin competencia gracias a la protección de los políticos. Esas empresas también tienen la habilidad para subir los precios hasta donde quieran, hasta donde puedan maximizar las ganancias, hasta donde logren sacar más dinero del bolsillo de los consumidores.
Estas compañías pueden ser muy rentables por un determinado período de tiempo, pero no son las que nos interesan.
Estoy hablando de aquellos monopolios que crean las empresas cuando se esfuerzan y crean nuevos productos o servicios innovadores que cambian nuestras vidas para siempre. Estoy hablando de emprendedores que en raptos de genialidad o luego de años de intenso trabajo nos acercan una solución a un problema que no nos dejaba vivir tranquilos. O emprendedores que se las arreglan para ayudarnos a vivir mejor y de forma más plena.
Esos emprendedores creativos que crean productos y servicios innovadores se merecen el monopolio que crean. Se merecen tener muchos años o décadas de exclusividad por delante para aprovechar los frutos de su genialidad. Se merecen ganancias extraordinarias. Si nos cambiaron la vida… ¿por qué no los vamos a premiar?
Además es importante que reconozcamos que necesitamos más emprendedores como éstos. Necesitamos resolver muchos más problemas que tiene nuestro mundo en la actualidad. Esta nota no alcanzaría para nombrar todos los problemas que tenemos que resolver. ¿Y qué mejor que dar los incentivos adecuados para que los emprendedores globales se esfuercen y creen productos y servicios innovadores que nos cambien la vida?
Por ello es importante que nos demos cuenta de que necesitamos de los monopolios creativos para crecer, para progresar. Como personas libres debemos abrazar esos monopolios siempre y cuando sean fruto de innovaciones que incrementen nuestro nivel de vida y el de nuestra comunidad.
Pero vamos a algunos ejemplos concretos de empresas que hoy operan en virtuales monopolios creativos. El primero es Google. Su buscador de internet es un monopolio. Depende el país donde lo midamos, su participación oscila entre el 70% y 90% del total del mercado. ¿No es un monopolio eso? La empresa se esfuerza por convencer a los políticos para que ellos no se ocupen de romper el monopolio, y por eso entran en otros negocios que aún son marginales en cuanto a las ganancias que les brindan, que pero son importantes para crear la percepción de que Google no opera en un monopolio…
Ahora, ¿no se merece Google tener un monopolio? Si la empresa cambió para siempre la forma en que nos relacionamos con el conocimiento, ¿por qué no va a poder obtener ganancias extraordinarias como lo está logrando ahora? Por otro lado, estamos ante un monopolio natural, uno que dio el mismo mercado, porque los gobiernos no hacen nada para proteger el negocio de Google. Simplemente la empresa se las arregló para crear el mejor servicio del mercado y de esa forma ganar la voluntad de los consumidores.
Microsoft fue un monopolio por varias décadas convirtiendo a Bill Gates en el hombre más rico del mundo. Es que Gates creó el sistema operativo Windows que revolucionó el mundo de forma trascendente. Gracias a Microsoft hoy no existe oficina del mundo que no maneje su negocio con una computadora. La empresa revolucionó el mundo de la producción con una herramienta que incrementó la productividad de las empresas y de las personas en forma exponencial. ¿Por qué entonces Gates no se merecía disfrutar de ese monopolio por un largo periodo?
Luego, con el tiempo el gobierno norteamericano junto con otras empresas como Apple o IBM se las arregló para romper este virtual monopolio de Microsoft. Pero aquellos inversores que apostaron al crecimiento de Microsoft se volvieron en mega millonarios en pocos años.
Hoy existen otros monopolios que se están creando. Facebook, por ejemplo, ¿no está en camino a convertirse en un monopolio? Apple en muchos países reemplazó a Microsoft como monopolio en el mercado de aparatos electrónicos. Y muchos más aparecen y luego mueren. Estamos en un mundo hiper dinámico, donde la creación y muerte de empresas es constante. Donde constantemente se están inventando nuevos y mejores cosas. Los monopolios creativos les dan a los consumidores más alternativas, agregando nuevas categorías de abundancia al mundo.
Los monopolios creativos son motores muy poderosos para lograr una mejor sociedad. Y al mismo tiempo son la mejor herramienta que tiene un inversor para lograr un retorno extraordinario. Uno va de la mano del otro. Sin el inversor la empresa no puede existir. Sin la empresa el inversor no puede crecer. Sin el inversor y sin la empresa la sociedad no puede prosperar. Por eso los inversores aman los monopolios creativos.
Por eso todos debemos amar los monopolios creativos.
Le deseo una excelente semana de inversiones y espero que pase unas muy Felices Fiestas en familia.
Todos los años el juego es el mismo, pero las amenazas y oportunidades cambian. Lo que nunca cambia son algunas estrategias que usan los inversores para lograr retornos extraordinarios. Una de esas estrategias es invertir en empresas que tengan la potencialidad de operar en un mercado donde tengan el monopolio del mismo.
Si un inversor logra invertir en una compañía que crea un monopolio logrará la rentabilidad de su vida. Es que la competencia tiene un efecto negativo para las empresas que implica borrar o disminuir las ganancias de las mismas. Y como inversores nosotros buscamos ganancias, si no las obtenemos, no tiene sentido que invirtamos. En cambio las empresas que operan en un monopolio tienen la ventaja de poder subir sus precios, lograr mayores ganancias y de esta forma, nosotros como inversores estamos contentos.
¿Pero cómo?, se preguntará, ¿no era que ustedes defendían el libre mercado y la competencia?
Bueno, sí, sin dudas. Seguimos pensando igual que siempre, defendemos la libertad y no nos gustan los políticos que quieren decidir por nosotros. Pero eso no quita que defendamos y busquemos los monopolios. Sí, entiendo que esto pueda causar sorpresa y hasta enojo. Es cierto que los monopolios tienen muy mala prensa, pero cuidado que estoy hablado de otro tipo de monopolio. Estoy hablando de los llamados “monopolios creativos”.
No estoy hablando de los monopolios que inventan los políticos para beneficiar a sus amigos. No me refiero a esos monopolios que tienen el privilegio de brindar un servicio o producir un producto ineficiente y sin competencia gracias a la protección de los políticos. Esas empresas también tienen la habilidad para subir los precios hasta donde quieran, hasta donde puedan maximizar las ganancias, hasta donde logren sacar más dinero del bolsillo de los consumidores.
Estas compañías pueden ser muy rentables por un determinado período de tiempo, pero no son las que nos interesan.
Estoy hablando de aquellos monopolios que crean las empresas cuando se esfuerzan y crean nuevos productos o servicios innovadores que cambian nuestras vidas para siempre. Estoy hablando de emprendedores que en raptos de genialidad o luego de años de intenso trabajo nos acercan una solución a un problema que no nos dejaba vivir tranquilos. O emprendedores que se las arreglan para ayudarnos a vivir mejor y de forma más plena.
Esos emprendedores creativos que crean productos y servicios innovadores se merecen el monopolio que crean. Se merecen tener muchos años o décadas de exclusividad por delante para aprovechar los frutos de su genialidad. Se merecen ganancias extraordinarias. Si nos cambiaron la vida… ¿por qué no los vamos a premiar?
Además es importante que reconozcamos que necesitamos más emprendedores como éstos. Necesitamos resolver muchos más problemas que tiene nuestro mundo en la actualidad. Esta nota no alcanzaría para nombrar todos los problemas que tenemos que resolver. ¿Y qué mejor que dar los incentivos adecuados para que los emprendedores globales se esfuercen y creen productos y servicios innovadores que nos cambien la vida?
Por ello es importante que nos demos cuenta de que necesitamos de los monopolios creativos para crecer, para progresar. Como personas libres debemos abrazar esos monopolios siempre y cuando sean fruto de innovaciones que incrementen nuestro nivel de vida y el de nuestra comunidad.
Pero vamos a algunos ejemplos concretos de empresas que hoy operan en virtuales monopolios creativos. El primero es Google. Su buscador de internet es un monopolio. Depende el país donde lo midamos, su participación oscila entre el 70% y 90% del total del mercado. ¿No es un monopolio eso? La empresa se esfuerza por convencer a los políticos para que ellos no se ocupen de romper el monopolio, y por eso entran en otros negocios que aún son marginales en cuanto a las ganancias que les brindan, que pero son importantes para crear la percepción de que Google no opera en un monopolio…
Ahora, ¿no se merece Google tener un monopolio? Si la empresa cambió para siempre la forma en que nos relacionamos con el conocimiento, ¿por qué no va a poder obtener ganancias extraordinarias como lo está logrando ahora? Por otro lado, estamos ante un monopolio natural, uno que dio el mismo mercado, porque los gobiernos no hacen nada para proteger el negocio de Google. Simplemente la empresa se las arregló para crear el mejor servicio del mercado y de esa forma ganar la voluntad de los consumidores.
Microsoft fue un monopolio por varias décadas convirtiendo a Bill Gates en el hombre más rico del mundo. Es que Gates creó el sistema operativo Windows que revolucionó el mundo de forma trascendente. Gracias a Microsoft hoy no existe oficina del mundo que no maneje su negocio con una computadora. La empresa revolucionó el mundo de la producción con una herramienta que incrementó la productividad de las empresas y de las personas en forma exponencial. ¿Por qué entonces Gates no se merecía disfrutar de ese monopolio por un largo periodo?
Luego, con el tiempo el gobierno norteamericano junto con otras empresas como Apple o IBM se las arregló para romper este virtual monopolio de Microsoft. Pero aquellos inversores que apostaron al crecimiento de Microsoft se volvieron en mega millonarios en pocos años.
Hoy existen otros monopolios que se están creando. Facebook, por ejemplo, ¿no está en camino a convertirse en un monopolio? Apple en muchos países reemplazó a Microsoft como monopolio en el mercado de aparatos electrónicos. Y muchos más aparecen y luego mueren. Estamos en un mundo hiper dinámico, donde la creación y muerte de empresas es constante. Donde constantemente se están inventando nuevos y mejores cosas. Los monopolios creativos les dan a los consumidores más alternativas, agregando nuevas categorías de abundancia al mundo.
Los monopolios creativos son motores muy poderosos para lograr una mejor sociedad. Y al mismo tiempo son la mejor herramienta que tiene un inversor para lograr un retorno extraordinario. Uno va de la mano del otro. Sin el inversor la empresa no puede existir. Sin la empresa el inversor no puede crecer. Sin el inversor y sin la empresa la sociedad no puede prosperar. Por eso los inversores aman los monopolios creativos.
Por eso todos debemos amar los monopolios creativos.
Le deseo una excelente semana de inversiones y espero que pase unas muy Felices Fiestas en familia.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - Enviado por mail
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