La cadena CNBC dijo a los inversores que “Estados Unidos es un lugar en el que se debe invertir”.
Y entonces Bloomberg explicó que “basándose en la historia”, los inversores podrían tener que esperar cuatro meses hasta que el mercado se haya recuperado totalmente. La noticia de Bloomberg dice:
Los inversores esperan rápidas recuperaciones de los tropiezos de la renta variable, pero van a necesitar paciencia después de que las acciones en Estados Unidos cayeran en la primera corrección en cuatro años.
A juzgar por anteriores caídas del 10% en este mercado alcista, la recuperación podría no llegar hasta finales de 2015, mientras los inversores esperan la vuelta a los niveles vistos por última vez en mayo. El indicador ha caído hasta un 12% desde que alcanzó su nivel más alto ese mes.
El rally del S&P 500 que comenzó en marzo de 2009 ha estado marcado por dos correcciones anteriores: una del 16% por la venta masiva entre abril y julio de 2010, y otra por la caída del 19% durante más de siete meses un año más tarde.
Para volver al punto de referencia en cada uno de estos momentos se necesitaron cuatro meses, por lo que si la historia sirve de guía, el mercado no va a volver a los niveles de mayo hasta finales de diciembre.
Pero espere. Esto significa que todavía estamos en un mercado alcista. Y como hemos visto, el mercado alcista de los últimos siete años ha sido impulsado por dos factores: la política de tasas de interés cero de la Reserva Federal y por sus programas de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés). Ninguna de estas dos cosas está funcionando ahora en Estados Unidos.
Actualmente, la Fed no tiene en marcha ningún QE. Y en cuanto a las tasas de interés cero, parece que se ha perdido el entusiasmo por esta política. Podemos no estar ya en un mercado alcista. Podemos estar en un mercado bajista. Si es así, ya puede ir olvidándose de una recuperación dentro de cuatro meses. En su lugar, puede tardar cuatro años, o 40. Desde los máximos de 1929 hubo que esperar hasta 1956 para que las acciones se recuperaran. 27 años más tarde.
Los máximos de mediados de los años 60 no se alcanzaron de nuevo hasta mediados de los años 80. 20 años después. Y en Japón han esperado más tiempo. Allí las acciones todavía no han llegado a los niveles de 1989. Han pasado ya 26 años.
Las correcciones en un mercado alcista son una cosa. Los mercados bajistas son algo completamente diferente.
El exceso de liquidez es el que ha impulsado a las acciones en los últimos siete años, sostiene nuestro amigo, el economista Richard Ducan. No las ganancias. No el crecimiento. No la productividad. No los ahorros. No las inversiones. En lugar de todo esto, el exceso de liquidez generado por los bancos centrales ha inundado el sistema de crédito.
Lo hicieron al ofrecer crédito a los demás -los gobiernos, las empresas y los hogares- a los tipos más bajos de la historia. Y por si eso no fuera suficiente, utilizaron su capacidad para crear dinero (crédito) para comprar otros instrumentos de deuda de valor incierto (también conocido como QE).
Recuerde, para aumentar la liquidez, los bancos centrales tienen que hacer fácil el acceso al crédito, y alguien tiene que estar dispuesto a pedir dinero prestado. Así es como se introduce “dinero” (liquidez) en el sistema. Y se puede decir cuánto se ha inyectado al mirar los balances de los bancos centrales. Cuando ellos están prestando mucho, sus balances se elevan. Y lo que se ve ahora es que, en general, la liquidez global está aumentando, lo que debería entenderse como una advertencia.
Pero retrocedamos. Esto es una economía que funciona a base de crédito. Como hemos señalado ya muchas veces, prestando dinero que no existe a gente que ya está profundamente endeudada no es un buen modelo de negocio. Esto no es un estímulo económico. Y tampoco hace a la gente más rica.
Pero lo que sí hace es que la rueda siga girando.
El crédito -más allá de los ahorros reales- proviene de los bancos y se origina en los bancos centrales. Pero el balance de la Fed sólo muestra una pequeña suba este año, del 1,8%. En mitad de la crisis del 2008-2009 era superior al 140%.
Otros bancos centrales no están haciendo mucho más. Europa y Reino Unido muestran poco crecimiento del crédito. En dólares, el Banco de Japón apenas hace algo. El balance del Banco de China crece un 2% al año.
¿Por qué el crecimiento del crédito es tan pequeño? Porque los hogares no están pidiendo prestado mucho dinero. Y los gobiernos están pidiendo prestado cada vez menos. Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Australia, Canadá, India. Todos ellos han reducido sus déficits. Y Alemania tiene superávit.
Lo que todo esto significa es que la rueda no está girando. Sin embargo, esto está llegando a su fin, ya que los banqueros centrales y los políticos están desesperados por darle un nuevo impulso.
¡Cuidado!
Saludos, Bill Bonner.
Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
Y entonces Bloomberg explicó que “basándose en la historia”, los inversores podrían tener que esperar cuatro meses hasta que el mercado se haya recuperado totalmente. La noticia de Bloomberg dice:
Los inversores esperan rápidas recuperaciones de los tropiezos de la renta variable, pero van a necesitar paciencia después de que las acciones en Estados Unidos cayeran en la primera corrección en cuatro años.
A juzgar por anteriores caídas del 10% en este mercado alcista, la recuperación podría no llegar hasta finales de 2015, mientras los inversores esperan la vuelta a los niveles vistos por última vez en mayo. El indicador ha caído hasta un 12% desde que alcanzó su nivel más alto ese mes.
El rally del S&P 500 que comenzó en marzo de 2009 ha estado marcado por dos correcciones anteriores: una del 16% por la venta masiva entre abril y julio de 2010, y otra por la caída del 19% durante más de siete meses un año más tarde.
Para volver al punto de referencia en cada uno de estos momentos se necesitaron cuatro meses, por lo que si la historia sirve de guía, el mercado no va a volver a los niveles de mayo hasta finales de diciembre.
Pero espere. Esto significa que todavía estamos en un mercado alcista. Y como hemos visto, el mercado alcista de los últimos siete años ha sido impulsado por dos factores: la política de tasas de interés cero de la Reserva Federal y por sus programas de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés). Ninguna de estas dos cosas está funcionando ahora en Estados Unidos.
Actualmente, la Fed no tiene en marcha ningún QE. Y en cuanto a las tasas de interés cero, parece que se ha perdido el entusiasmo por esta política. Podemos no estar ya en un mercado alcista. Podemos estar en un mercado bajista. Si es así, ya puede ir olvidándose de una recuperación dentro de cuatro meses. En su lugar, puede tardar cuatro años, o 40. Desde los máximos de 1929 hubo que esperar hasta 1956 para que las acciones se recuperaran. 27 años más tarde.
Los máximos de mediados de los años 60 no se alcanzaron de nuevo hasta mediados de los años 80. 20 años después. Y en Japón han esperado más tiempo. Allí las acciones todavía no han llegado a los niveles de 1989. Han pasado ya 26 años.
Las correcciones en un mercado alcista son una cosa. Los mercados bajistas son algo completamente diferente.
El exceso de liquidez es el que ha impulsado a las acciones en los últimos siete años, sostiene nuestro amigo, el economista Richard Ducan. No las ganancias. No el crecimiento. No la productividad. No los ahorros. No las inversiones. En lugar de todo esto, el exceso de liquidez generado por los bancos centrales ha inundado el sistema de crédito.
Lo hicieron al ofrecer crédito a los demás -los gobiernos, las empresas y los hogares- a los tipos más bajos de la historia. Y por si eso no fuera suficiente, utilizaron su capacidad para crear dinero (crédito) para comprar otros instrumentos de deuda de valor incierto (también conocido como QE).
Recuerde, para aumentar la liquidez, los bancos centrales tienen que hacer fácil el acceso al crédito, y alguien tiene que estar dispuesto a pedir dinero prestado. Así es como se introduce “dinero” (liquidez) en el sistema. Y se puede decir cuánto se ha inyectado al mirar los balances de los bancos centrales. Cuando ellos están prestando mucho, sus balances se elevan. Y lo que se ve ahora es que, en general, la liquidez global está aumentando, lo que debería entenderse como una advertencia.
Pero retrocedamos. Esto es una economía que funciona a base de crédito. Como hemos señalado ya muchas veces, prestando dinero que no existe a gente que ya está profundamente endeudada no es un buen modelo de negocio. Esto no es un estímulo económico. Y tampoco hace a la gente más rica.
Pero lo que sí hace es que la rueda siga girando.
El crédito -más allá de los ahorros reales- proviene de los bancos y se origina en los bancos centrales. Pero el balance de la Fed sólo muestra una pequeña suba este año, del 1,8%. En mitad de la crisis del 2008-2009 era superior al 140%.
Otros bancos centrales no están haciendo mucho más. Europa y Reino Unido muestran poco crecimiento del crédito. En dólares, el Banco de Japón apenas hace algo. El balance del Banco de China crece un 2% al año.
¿Por qué el crecimiento del crédito es tan pequeño? Porque los hogares no están pidiendo prestado mucho dinero. Y los gobiernos están pidiendo prestado cada vez menos. Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, Australia, Canadá, India. Todos ellos han reducido sus déficits. Y Alemania tiene superávit.
Lo que todo esto significa es que la rueda no está girando. Sin embargo, esto está llegando a su fin, ya que los banqueros centrales y los políticos están desesperados por darle un nuevo impulso.
¡Cuidado!
Saludos, Bill Bonner.
Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros "Financial Reckoning Day" y "Empire of Debt" que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
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