En nuestro país se da la paradoja que la mayoría de los ministros contemporáneos han enviado a sus hijos a colegios privados o al exterior, como la hija del Ministro de Defensa Eduardo Rossi, nombrada en el Banco Nación; los gobernadores y todos los funcionarios se atiendan en sanatorios privados o en el exterior como Daniel Scioli en Italia,…Funcionarios y sindicalistas de los altos y medianos cargos de todas las aristas del poder veranean en el exterior, pero todos son acérrimos defensores de lo “Nacional y Popular” o del slogan “Vivir con lo nuestro”. En síntesis a la semejante inoperancia gubernamental, se agrega la incongruencia que los funcionarios no creen en las bondades de lo mismo que ellos administran.
Mientras, los robos y asesinatos continúa sin cesar, los defensores de la delincuencia, amparados bajo el disfraz de garantistas, están en la Corte Suprema, en los juzgados y fiscalías, en las facultades de Derecho torciendo las mentes de los futuros abogados, en el periodismo, en los defensores subsidiados de los Derechos Humanos, y en numerosas asociaciones de todo tipo mantenidas por los contribuyentes, que son las víctimas de este modelo. “Tengo mujer, tengo auto, tengo plata, soy menor, estoy en el paraíso”, declaró un menor procesado por narcotráfico. Hoy está libre. La sociedad solo se beneficia con el “Fútbol para Todos”, los niños pasan de grado sin rendir exámenes, las familias tienen subsidio universal por hijo y las pastillas anticonceptivas para sus hijas son gratuitas. Se convive con una ausencia total de generación de trabajo, recuperación de la dignidad y por ende, autoestima de todos los argentinos.
Los Ministros de Economía y sus reiteradas frases: “Argentina no está buscando financiamiento”, y “lo que podemos ver es un reacomodamiento de los precios relativos”; “yo no veo un proceso inflacionario en Argentina”, etc. Mientras tanto, los precios siempre se reacomodan para arriba. Las familias conocen estas mentiras cuando deben comprar los útiles escolares, y el gobierno niega el tema de la inflación, como lo viene haciendo desde hace años.
El conurbano bonaerense se inundó nuevamente, y la respuesta es la misma desde la época de Solís y Garay: La culpa la tuvo el otro. “El otro” es una lluvia que superó todos los registros conocidos. Estas y otras calamidades son catalogadas por los gobernantes como una “sensación” de la población que es acrecentada por los grandes medios de prensa en su nunca probada carrera desestabilizadora contra ellos.
"Hay en el diccionario tres palabras que causan la ruina del rico, y tres que causan el bienestar del pobre; son las primeras: Lujo, Ambición y Soberbia; las segundas: Trabajo, Honradez y Economía". Ojala las tengan presente los próximos gobernantes que surjan de las elecciones de Octubre, y que son los que decidirán los destinos de la Nación.
Abogado - Desde Formosa
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