Para los que pujan por elecciones: “La fuerza hizo los primeros esclavos, su cobardía los ha perpetuado”…
Lo que acontece en el sur de nuestra América, producto de los gobiernos socialistas de los Kirschner, Lula y Dilma, Evo, Correa, Santos y nuestra propia tragedia, no es sino la consecuencia directa de la tantas veces denunciada estrategia del Foro de Sao Paulo. Tratar de individualizar la situación política de cada país es desconocer esa perversa táctica, cuya matriz nace y permanece en La Habana.
Todos sus pasos y la forma de actuar de estos gobiernos se nos muestran ahora en toda su extensión, pues coinciden en dos factores fundamentales: el desmantelamiento del sistema democrático y el uso del tesoro público para colocarlo al servicio político del foro de Sao Paulo, de los que muchos todavía dudan o no tienen conocimiento. Es por eso que sigue sorprendiéndonos su impunidad y resistencia.
El debilitamiento de las fuerzas armadas, el adoctrinamiento de radicales insertados en las comunidades y una burocracia política controlada por el fanatismo y la corrupción, no son recetas nuevas, pero que con el apoyo de la extrema izquierda latinoamericana como alcahuetes y cómplices resentidos al final de su inútil existencia, han llevado a estos países a un enorme cataclismo estructural.
El peligro real ya no es el contenido ideológico, pues este no existe. Lo grave y dañino es la perversa relación con los poderosos carteles de la droga como financistas y de la peligrosa alianza con los grupos fanáticos islámicos que se han instalado en la región. El nexo del Narco terrorismo con esos grupos radicales (Guerra asimétrica) están amparados de forma cínica por estos gobiernos socialistas.
Es ya más que evidente el colapso económico de sus miembros. Para el Foro el pueblo poco importa, toman como ejemplo lo que acontece en Cuba desde hace 50 años, luchan por sus objetivos a costa de todo. Aplicando la receta del cansancio, la desinformación, la coacción y la denuncia del imperialismo en los foros internacionales, se apoyan solidariamente entre ellos en cada coyuntura en particular.
En nuestros países los ciudadanos siguen confundidos, mientras unos colaboran hay otros que tienen miedo de enfrentarse al comunismo. Tiempos difíciles, donde Obama y el Papa Pancho parecieran avalar la impunidad bajo la figura del diálogo sin compromisos y algunos gobiernos europeos desean aprovecharse de la agonía Cubana. Pero se ha de pagar un alto precio por esa ambigüedad. ¡No se alarmen entonces del por qué aparecen los Donald Trump!
ENVIADO DESDE VENEZUELA
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