El mexicano Pancho Villa, “el Caudillo del Sur”, fue asesinado en El Parral, cuando tenía 45 años, uno menos que Emiliano Zapata “el centauro del Norte” que fue ultimado en una emboscada. El ex emperador Napoleón Bonaparte, murió a los 52 años desterrado por los británicos en la isla de Santa Elena. El macedonio Alejandro Magno, a los 25 años había conquistado casi el 90 por ciento del mundo conocido en la antigüedad (Grecia, Egipto y el Imperio Persa) murió a los 33 años. El libertador Simón Bolívar cuando falleció en Santa Marta tenía 47 años.
Solo los valientes mueren jóvenes. En cambio, el generalísimo Francisco Franco, abandonó este mundo a los 83 años. El fantasmagórico y torturador personaje Augusto Pinochet murió a los 91 años, después de deambular los tribunales por delitos de violación a los derechos humanos y corrupción. El dictador Fidel Castro acaba de cumplir 86, todavía lúcido y mordaz, pero la mayoría de sus contemporáneos le desean su muerte.
El general Alfredo Strossner, murió a los 93 años, quien gobernó con mano de hierro al hermano país del Paraguay durante más de 34 años. Vivió y murió exilado en Brasil, solo como un crótalo en el desierto. El Rubio” dictador compartía la vieja galería de tiranos latinoamericanos clasicos de la Guerra Fría junto con el nicaragüense Anastasio Somoza, el haitiano François Papá Doc Duvallier, el dominicano Rafael Leónidas Trujillo y el cubano Fulgencio Batista.
Todos los sistemas políticos son aplicados por los hombres, criaturas perfectas de Dios, hechas a su imagen, donde se mezclan bondades y aciertos, errores y maldades. En Argentina falleció por causa de un supuesto suicidio el fiscal de la Causa AMIA, AlbertoNisman, (51 años) el único que se animó a realizar lo que decenas de jueces y fiscales nunca no lo hicieron: imputar de gravísimos delitos, que de comprobarse son causal de destitución y llamar a indagatoria a la Presidente de la Nación. La acusación del fiscal Nisman, se refiere al hecho de haber “decidido, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán en la investigación por el atentado perpetrado en Buenos Aires en 1994. La esencia del acuerdo kirchnerista con el régimen de los ayatollas habría sido un negocio: la Argentina necesitada de energía, negociaría con Irán impunidad a cambio de “granos y carne”. Sin embargo, para poder cumplir con este acuerdo, se necesitaría algo más: garantizar la caída de las circulares rojas que pesan sobre varios funcionarios del régimen iraní, hecho que no ocurrió, pese a la firma del célebre Memorandumde Entendimiento con Irán, que tiene jerarquía de tratado internacional. Lo aprobaron todos los legisladores K y sus aliados sin chistar, recibiendo ordenes de la Casa Rosada.
Sirva la presente nota para destacar la valentía del fiscal federal Alberto Nisman por el reciente dictamen en el que denunció a Irán de intentar insertarse en América Latina a través de grupos de inteligencia con el fin de cometer, fomentar y patrocinar actos terroristas, en consonancia con sus postulados de exportación de la revolución islámica. La acusación deNisman, es apenas un punto de partida, que coloca a CFK y a su entorno al filo de verse imputados como encubridores de un delito de lesa humanidad, como fue sin duda el atentado ala AMIA. Se da la gran paradoja que el kirchnerismo, campeón de los derechos humanos, pueda terminar yéndose de la Casa Rosada involucrado en encubrir un delito de lesa humanidad.
Entre la masa de la humanidad existieron siempre un número pequeño de individuos que quisieron asemejarse a dioses, aferrandose al poder, creyéndose representantes excelsos de la especie, y en realidad fueron y son miserias humanas que prefirieren morir de viejos antes que renunciar a errores, y a sus propios intereses.
Todos los hombres tienen posibilidades de grandezas y de miserias. Los pueblos, lo mismo que las personas, tienen momentos en que se ven obligados a corregir sus errores, falsedades y extravíos. Todos los sistemas, ideologías e instituciones también las tienen. El fiscal Nisman nos llama a corregir nuestros errores.
* Abogado - Desde Formosa
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