lunes, 26 de enero de 2015

Sí,…todo tiene que ver con todo…

Daniel Carlos BessoPor el Ing. Agr. Daniel Carlos Besso
Todavía hay gente que usa el término, “MUERTO EL PERRO SE ACABÓ LA RABIA”. En este caso no es así, para nada. La muerte del fiscal Nisman no ocultará el affaire.
El “asesicidio” del fiscal, en el extranjero es leída de la siguiente manera:
“En la República Argentina, apareció muerto un fiscal que denunciaba a la presidente y algunos colaboradores, de encubrir a los culpables de un atentado ocurrido en Buenos Aires en 1994, en el que murieron 85 personas.”
Con la brutalidad de la simpleza, propia de los titulares, resume toda la situación. Así se informan en el extranjero sobre nuestras tragedias. Es lo que queda luego de extractar y simplificar. Así lo entienden los niños; cortito y al pie, lo demás va de relleno.
Ante este tipo de acontecimientos, pareciese que el mundo se detuvo.
Para nosotros los argentinos, en realidad se detuvo.
El hecho es de una gravedad tal que justifica que así sea.
Fuimos perdiendo el cuero curtido para aceptar la muerte, así de brutal, para resolver cuestiones políticas. De un manotazo volvimos a los 70´.
Abordar cualquier otro tema parece una sonsera. ¿Cómo nos vamos a referir a la baja de los precios de nuestras producciones agropecuarias?¿Acaso sos de vidrio, no te das cuenta que con estas instituciones, de nada sirven los esfuerzos?,…..Ahora que solo la carne vacuna se sostiene más o menos en el mercado mundial, NOS QUEDAMOS SIN VACAS.
Vamos entonces comprendiendo que le magnitud del daño es y será mayor de lo que pensamos.
Pero fue el sector mismo que decidió deshacerse de la hacienda en las explotaciones de la pampa húmeda. No dejaron nada en pie, corrales, aguadas, molinos, bretes, alambrados. Desapareció todo. No se tuvo ni siquiera la prevención de dejar unas vaquitas, tan solo para comerse los rastrojos y los lotes malogrados. “pa tener con que arrancar si se daba vuelta la taba”. Todo “a la cabeza”.
Y lo peor de todo, se dejó ir al personal con baquía para manejar hacienda. Es lo más difícil de reponer.
Además, a mi juicio, EL MONSTRUO CRECIÓ Y SE DESARROLLÓ, ALIMENTADO EXCLUSIVAMENTE CON LAS DIVISAS QUE LE PROVEYÓ EL SECTOR AGROPECUARIO.
Ahora se dio vuelta el viento, como era previsible. Muchos anticipamos hasta las resistencias de las malezas. FUE PREDICAR EN EL DESIERTO.
Como si fuese una novela de Arthur Halley, hoy confluyen en nuestra realidad cotidiana, un gran número de tormentas pequeñas, que se estuvieron gestando a lo largo de estos últimos 20 años.
Dos atentados, formando parte de la guerra entre Árabes e Israelíes; trasladaron esa guerra a nuestro país. Este nuestro país que recibió “A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD……”. Incomprensiblemente para nosotros, nos mataron a más de cien ciudadanos, compatriotas. No eran Israelíes, eran argentinos. Si hemos sentado a nuestra mesa a descendientes de árabes y a descendientes de inmigrantes judíos, todos a la vez. Cuando alguna diferencia se quiso asomar, con un “DEJENSE DE JODER, CHEEE, se terminaba ahí la cosa. Algunos hasta se terminaron adaptando a comer chorizos de cerdo (nosotros fuimos el demonio que trae las tentaciones poniéndolos en la fuente)
Pero esa guerra desatada, que hoy se extiende en actos terroristas en todo el mundo ya no solo sobre judíos, sino también sobre musulmanes y cristianos que no se encuadran en el fundamentalismo, nos trae otras consecuencias inesperadas.
Pareciese que la estrepitosa caída del precio del petróleo, tiene por objeto, el desfinanciamiento de los grupos de terroristas islámicos y de alguno de los países que protegen, financian o proveen tecnología a esos grupos.
Pero resulta que traccionados por el precio del petróleo, se irán cayendo el precio de los cereales y ni que hablar de las oleaginosas. COMO PODRÁN VER, es verdad que todo tiene que ver con todo.
A nuestro sector le pegan de adentro y de afuera (duelen más los de adentro, lógicamente)
El bochornoso “MEMORANDUM DE ENTENDIMIENTO” con Irán, nos dejó EN ORSAI, frente al mundo civilizado (permítanme denominar de ese modo a los países donde rigen por completo las libertades individuales. Cuando haya balseros norteamericanos intentando refugiarse en Cuba, reconsideraré esa definición).
Con la aparición del Estado Islámico y su sanguinario régimen, que se solaza mostrando sus masacres, los acontecimientos en nuestro país no pudieron ser más inoportunos.
Pero “hay que seguir parando la olla”, ¿Qué le queda a nuestro sector?
Con la deflación y la caída de los precios de nuestros productos, lo primero que ocurre es el “DESCALCE” de las acreencias. Todo lo que exportemos valdrá menos pero las deudas continuarán inmutables. Nuestras deudas crecerán en toneladas de trigo, soja, manzanas deliciosas o botellas de Malbec.
Este escenario será mundial, con lo que, como les comenté el mes pasado, si no hay un replanteo monetario mundial para reacomodar la paridad MONEDAS – PETRÓLEO, que vuelva a dejar al trabajo humano y su producto en un nivel aceptable, la transferencia de valor de los sectores productivos a los financieros, generarán grandes sacudones.
Como verán nada termina siéndonos ajeno.

ENVIADO POR SU AUTOR

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