El libre comercio y la globalización reducen la amenaza de guerra. Mises fue muy crítico de lo que llamaba “nacionalismo económico” imperante en la primera mitad del siglo XX. Comenta esto en un paper presentado en New York University (Europe’s Economic Structure and the Problem of Postwar Reconstruction, 1944):
“El consumo de capital ocasionado por la guerra es enorme. Fincas y fábricas han sido destruidas. El equipamiento industrial se ha desgastado por una producción intensificada sin ser reemplazado. Pero peor aún es que se ha diluido el espíritu de libre empresa. Los gobiernos y los partidos políticos están firmemente resueltos a no regresar al sistema por el que Europa alcanzó su bienestar en el pasado. Están comprometidos con las ideas de la administración económica totalitaria. Están fascinados con el supuesto éxito de la planificación alemana o rusa.”
En la edición de Liberty Fund que contiene este trabajo, el editor muestra la magnitud de ese consumo de capital:
“Como un indicador del grado de destrucción bélica en 1945: Por toda Europa enormes sectores de algunas ciudades fueron totalmente destruidos. Otras, como Berlín y Varsovia casi completamente demolidas. En Francia, se destruyeron o dañaron severamente 2 millones de casas; en Holanda, el número alcanzó a 500.000; en Italia 2 millones, en Gran Bretaña 4 millones y en Alemania 10 millones. Muchas rutas se cerraron al tránsito. En la parte occidental de Alemania 740 de 958 puentes estaban inutilizados; en Sicilia ningún puente permanente esta transitable en la ruta entre Catania y Palermo. En Francia, 9/10 de los camiones no podían funcionar. Por toda Europa el sistema ferroviario estaba en ruinas. En Francia, 4.000 km de vías estaban intransitables; en Alemania 12.000 km; y en Yugoslavia y Grecia, 2/3 de todo el sistema ferroviario estaban destruidos. En Checoslovaquia, ¼ de todos los túneles ferroviarios estaban bloqueados. Y en todos los países había unas pocas locomotoras en uso: sólo 50% en Alemania, 40% en Bélgica y Polonia, 25% en Holanda y menos del 20% en Francia. Sólo 509 kms de ríos y canales franceses estaban abiertos de un total de 8.460 kms normalmente navegables. Por todos lados, ríos, canales y puertos estaban bloqueados con barcos hundidos. Para hacer las cosas aún peores, la producción europea de carbón era sólo el 40% del nivel de pre-guerra. La zona alemana del Ruhr, que antes de la guerra producía 400.000 ton de carbón por día, extraía solamente 25.000 en 1945. La producción de electricidad de Italia era solamente el 65% del nivel de 1941. La producción industrial en Alemania era solo el 5% del nivel de pre-guerra; en Italia la producción solamente el 25%; en Bélgica, Francia, Grecia, Holanda, Yugoslavia y Polonia, 25%. La producción europea de fertilizante había también caído al 20%. No extraña que en 1945 la productividad por hectárea fuera del 75% y la cosecha de trigo el 40% del nivel de pre-guerra.”
Cualquiera que haya visitado Europa ahora, y pese a los problemas que su economía presenta en los últimos años, habrá de asombrarse de su capacidad para superar tal situación y alcanzar nuevamente los niveles más altos de ingresos. Los países de Europa Occidental, al menos, dejaron de lado las recetas planificadoras de Europa Oriental, de la mano de reformadores económicos como Ludwig Erhard en Alemania, Jacques Rueff en Francia y Luigi Einaudi en Italia. Es una lección que no hay que olvidar.
* Es doctor en Administración. Actualmente se desempeña como docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y como profesor de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas.
FUENTE: Publicado en http://bazar.ufm.edu/increible-recuperacion-europea-despues-de-la-guerra-de-la-mano-de-economistas-liberales/
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