lunes, 17 de julio de 2017

Un país que hace reformas en el medio del caos. Por Federico Tessore

Felipe RamírezKey Biscayne, Estados Unidos – Si te cuento que existe un país que está haciendo reformas estructurales importantísimas en el medio del caos, ¿me crees? 
¿Qué tipo de reformas está haciendo ese misterioso país? Bueno, me refiero a reformas en el sistema legal y económico que, insisto, son de carácter estructural. Se trata de reformas que apuntan a que hacer negocios en ese país sea mucho más fácil, más rentable y más atractivo. Reformas que tendrían que incrementar la rentabilidad de las empresas y con ello, la inversión y el crecimiento. 
¿De qué tipo de caos estoy hablando? Bueno, de un país que tiene a toda su clase política amenazada por la justicia. Que tiene a un ex presidente condenado a casi 10 años de prisión. Que tiene a su actual presidente acusado de corrupción y amenazado por un juicio político. Que tiene a todos sus mayores empresarios presos. 
¿Te imaginás de qué país estoy hablando? 
Sí, adivinaste, de Brasil. De nuestro querido y enorme vecino. 
Ahora, el jueves de la semana pasada Brasil aprobó una increíble reforma laboral que hará mucho más fácil crear empleo. Mirá lo que dice el diario El País de España sobre el tema: 
“El Senado brasileño aprobó ayer, con 50 votos a favor y 26 en contra, la reforma laboral de Michel Temer, el proyecto estrella y principal dolor de cabeza político del Gobierno en el último año. Principalmente, busca agilizar los procesos burocráticos que requiere cada contratación y despido, la mayor queja de los empresarios brasileños y de los extranjeros que intentan hacer negocio aquí. 
“Entre sus medidas hay algunas que dificultan y encarecen las denuncias del trabajador a las empresas, facilita contratar a autónomos en puestos estructurales, y elimina los tributos obligatorios a los sindicatos (en Brasil hay 17.082 sindicatos; en Argentina, por compararlo con algo, hay 100). También permite que los acuerdos alcanzados entre la patronal y el trabajador se antepongan a lo establecido por la ley: así, se podrán pactar jornadas que tengan hasta 12 horas diarias y 48 por semana.” 
De esta manera Brasil se vuelve mucho más atractivo para los inversores internacionales que buscan un país donde invertir en América Latina. Y a partir de esto, por supuesto que se puede generar mucho más empleo y de esta manera beneficiar a todos los brasileros en general. 
Pero esto no es todo, porque a fines del año pasado el congreso de Brasil también aprobó una enmienda a su Constitución que congela el gasto público por veinte años. A partir de esta modificación el gasto sólo podrá subir lo mismo que suba la inflación, nada más. 
Y esto es vital, porque el déficit fiscal –que viene por exceso de gasto público- es lo que siempre termina provocando crisis en los países. Esto está claro en Brasil, pero también en la Argentina. 
Estas dos reformas y la próxima que se viene que está relacionada al régimen previsional, que busca hacerlo más sustentable, está volviendo muy atractivas las inversiones en Brasil. No tanto por el presente, que es complicado por su conflicto político, pero sí por el futuro. 
Y como inversores, lo que nos importa es el futuro. Por eso, comenzá a mirar las inversiones en Brasil con más cariño. Si estás apuntando al largo plazo, puede haber oportunidades muy interesantes allí.
El efecto Brasil en Argentina 
Ahora, todo esto está muy bien para los brasileros y quienes decidan invertir en ese país. ¿Pero cómo sale parada la Argentina ante esas reformas? 
Muy complicada. ¿Por qué? Bueno, porque mientras Brasil hace reformas la Argentina no avanza. Los impuestos siguen siendo de los más altos del mundo y el déficit fiscal crece sin pausa. Se estima que este año puede terminar por arriba del 8% del PBI. Y nadie se anima a tocar esto. 
Nadie se anima a bajar el gasto y a bajar impuestos ni a flexibilizar el mercado laboral. En Argentina tenemos cierta estabilidad política, y no avanzamos. En Brasil en cambio sí avanzan. 
Y esto redunda en menores inversiones en la Argentina y mayores inversiones en Brasil. Simple como eso. 
Mientras los políticos argentinos no se animen a dar estas luchas difíciles, pero fundamentales, el destino de nuestro país seguirá complicado. Y el crecimiento de nuestra economía muy leve. 
Ojalá luego de las elecciones de octubre esto cambie… aunque las probabilidades parecen bajas. 
Te deseo una excelente semana de inversiones, 
Federico Tessore
Director
Tessore Research

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