Éstas le permiten a la gente mantener activos y llevar a cabo transacciones bajo un velo de anonimato total, sin posibilidad de que los gobiernos los rastreen.
Ésta es también la ventaja principal del dinero en efectivo y de las cuentas bancarias suizas.
Los bancos centrales del mundo tienen bastante inclinación a deshacerse del primero, mientras que las ventajas de las segundas se prohibieron –al menos en Estados Unidos- con la Ley de cumplimiento tributario de cuentas extranjeras del 2010.
Así que es muy probable que las autoridades estadounidenses, en algún punto, intenten sitiar al bitcoin.
Rusia y China ya han hecho esfuerzos por restringir las criptomonedas. Sin duda Estados Unidos se unirá a esta tendencia.
Pero, ¿qué podrían hacer los gobiernos?
Claramente no podrían simplemente deshacerse de las criptomonedas así como así –no sin antes hacer un daño económico y político muy considerable.
El mercado de las criptos ya es demasiado grande, y se han hecho demasiado útiles para la economía emergente del Siglo XXI como para ser eliminadas por completo.
Pero ya lo sabemos… no existe nada 100% al margen del gobierno estadounidense.
En este sentido, el bitcoin es una de las cosas más susceptibles a la interferencia. La razón de esto es que esta criptomoneda no es totalmente anónima. Su blockchain está sujeta a leyes, con lo que las transacciones, en algún punto, sí podrían llegar a ser rastreadas.
Esto los cerebros de la industria lo saben, y en ese sentido es que se han desarrollado tecnologías de avanzada que solucionan este problema, haciéndolas menos vulnerables a medidas gubernamentales.
Saludos,
Martin
Para El Inversor Diario
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