lunes, 6 de noviembre de 2017

ESPECTACULAR DISCURSO ANTE LAS NACIONES UNIDAS de la Embajadora Nikki Haley.

Imagen relacionadaESPECTACULAR DISCURSO ANTE LAS NACIONES UNIDAS / versiones español e inglés. 
Embajadora Nikki Haley
Representante Permanente de los Estados Unidos a las Naciones Unidas
Misión Estadounidense a las Naciones Unidas
New York City
1ro de noviembre, 2017
COMO FUE PRONUNCIADO

Buenos días, primeramente quiero darle el pésame en nombre de los Estados Unidos a nuestros hermanos y hermanas de la Argentina y Bélgica. Ellos fueron víctimas del ataque terrorista ayer en New York City. Aunque nuestros corazones estén rotos, nuestra resolución está en pie. Esto golpeó a nuestra ciudad. Esto ha hecho que nos unamos para trabajar juntos. Tenemos que continuar siendo fuertes para hacerles saber que el terrorismo no ganará. Si nos unimos, derrocaremos este mal una vez y por todas. Muchas gracias por sus condolencias y el apoyo y buenos deseos que nos han enviado.
Por más de 55 años, el régimen cubano ha usado este debate en la Asamblea General de las Naciones Unidas como un objeto brillante cuyo propósito es distraer la atención mundial a la destrucción que ha infligido a su pueblo y aotras naciones del Hemisferio Oeste.
Aún durante la crisis de los misiles, cuando la dictadura castrista permitió a la Unión Soviética instalar en secreto misiles nucleares en Cuba, el régimen cubano y sus aliados soviéticos afirmaron que la verdadera amenaza a la paz no eran los misiles apuntando a América. La verdadera amenaza, según ellos, era el descubrimiento de los misiles por los Estados Unidos. En esa fecha el Embajador de los Estados Unidos a las Naciones Unidas, Adlai Stevenson, identificó la mala costumbre de señalar con el dedo a otros del régimen cubano. Dijo, “…esta es la primera vez que he oído decir que el crimen no es del ladrón sino del que lo descubrió con las manos en la masa- y que la amenaza no es el ladrón sino el que lo descubrió robando- y que la amenaza no son los misiles clandestinos en Cuba sino su descubrimiento y las medidas limitadas que se han tomado para evitar una peor infección.”
Hoy, el crimen es la contínua represión del gobierno cubano a su pueblo y su falta al no satisfacer los requisitos mínimos de una sociedad justa y libre. Nuestra respuesta es apoyar al pueblo cubano y a su derecho de determinar su propio futuro. Para esto, cada año, la Asamblea pierde el tiempo considerando tomar esta resolución. Y los Estados Unidos está sujeto a toda clase de reclamaciones ridículas- cualquier cosa para desviar la atención del régimen que en realidad es responsable del sufrimiento del pueblo cubano. Pero los Estados Unidos no van a distraerse. Ni va a perder de vista de lo que no permite al pueblo cubano lograr un futuro libre y democrático, ya que este es su derecho.
Por esa razón, 25 veces en 26 años, los Estados Unidos votará por esta resolución.
El año pasado los Estados Unidos se abstuvo al votar por esta resolución. La razón dada fue que el embargo no estaba aislando a Cuba, sino a los Estados Unidos. Es cierto que somos los únicos opuestos a esta resolución anual.
No hay duda que hay algunos que no comprenden como podemos tomar posiciones tan opuestas separadas por solamente 12 meses. Se preguntarán como pudimos votar pasivamente la resolución el año pasado y enérgicamente oponernos este año. Para aquellos que estén confundidos sobre cual es la posición de los Estados Unidos, déjenme ser clara: es su derecho bajo la constitución y el pueblo americano ha decidido. Ellos han escogido un nuevo presidente, y este ha escogido un nuevo representante a las Naciones Unidas.
Hasta que el pueblo cubano continúe siendo privado de sus derechos humanos y libertades fundamentales- mientras que las ganancias del comercio con Cuba continúen siendo a mantener en pie el régimen dictatorial responsable de negar estos derechos- los Estados Unidos no teme el aislamiento en esta cámara ni en ningún otro lugar. Nuestros principios no están a votación. Están consagrados en nuestra Constitución. Al igual que están consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
Mientras continuemos siendo miembros de las Naciones Unidas, apoyaremos el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de los Estados Miembros que este cuerpo ha jurado defender, aunque tengamos que hacerlo solos.
La resolución ante nosotros propone terminar el embargo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. Pero seamos honestos acerca de lo que verdaderamente está pasando aquí. Esta asamblea no tiene el poder de acabar con el embargo de los Estados Unidos. Este está basado en la ley de los Estados Unidos, que solamente el Congreso de los Estados Unidos puede cambiar. No, lo que la Asamblea General está haciendo hoy es lo que hace cada año- teatro político.
El régimen cubano está enviando un mensaje turbio al mundo sobre su situación económica, negando que esta sea el resultado de la opresión de su pueblo y la exportación de su ideología destructiva sea culpa suya.
Me gustaría que el resto de este mensaje vaya al pueblo cubano. Los americanos apoyan firmemente sus sueños de vivir en un país donde puedan hablar libremente, donde puedan tener acceso sin censura al Internet, donde puedan brindarle a sus familias una vida agradable, donde puedan elegir a sus líderes. Sabemos que muchos de Uds. sintieron esperanzas al abrir relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos. Esto no ha cambiado. Nuestra amistad y buenos deseos para con el pueblo cubano va a continuar tan fuerte como siempre. Lo que tal vez no sepan es que su gobierno ha respondido a este gesto de buena voluntad, no uniéndose al espíritu en que fue ofrecido, sino expandiendo sus arrestos políticos, acosos, y violencia en contra de aquellos que abogan por la libertad política y económica en Cuba.
Esto es algo que no pueden saber ya que su gobierno no les permite saber que hubieron casi 10,000 reportes creíbles de detenciones por motivos políticos en Cuba en el 2016. Este es un aumento excesivo en detenciones en años recientes. Esperábamos que este gesto de buena voluntad de nuestro gobierno resultara en más libertad para Uds.
Su gobierno silencia a la oposición. Interrumpe reuniones pacíficas. Censura los periodistas independientes y manipula la economía para que solo el gobierno tenga ganancias.
Su gobierno ha exportado su ideología destructiva a Venezuela llevando a esa nación a la bancarrota. Ha enseñado al régimen de Maduro a silenciar a la prensa, acabar con la oposición política, y empobrecer a su pueblo. Ahora millones de venezolanos se unen a Uds. ya que su gobierno también les niega sus derechos básicos.
Hoy mismo su gobierno se ocupa de escoger el sucesor de la dictadura castrista. Está tratando de engañarlos haciéndoles creer que tienen una voz en la elección, convocando elecciones locales. Pero este no es un proceso libre. El resultado ya está decidido antes de que la primera persona vaya a las urnas.
Cuando los Estados Unidos se abstuvo el año pasado, explicó su decisión al decir “Reconocemos que el futuro de la isla está en las manos del pueblo cubano.” Hay algo cruel en estas palabras, cosa que siento profundamente. Desafortunadamente, hoy por hoy, el futuro de Cuba no está en sus manos. Continúa estando en manos de sus dictadores.
Los Estados Unidos se opone a esta resolución hoy y continúa solidarizándose con el pueblo cubano con la esperanza de que algún día sean libres para escoger su propio destino.
Tal vez hoy estemos solos contra esta resolución. Pero el día que la libertad llegue al pueblo cubano, y este día llegará, nos alegraremos junto a ellos como solamente la gente libre puede hacerlo.
Gracias.

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Traducción. Cortesía de MM.
Subject: Spectacular speech in the UN. Please circulate.
Please see speech delivered today at UN regarding Cuba.
Ambassador Nikki Haley
U.S. Permanent Representative to the United Nations
U.S. Mission to the United Nations
New York City
November 1, 2017
AS DELIVERED
Good morning. I first want to start by giving condolences from the United States to our brothers and sisters in Argentina and Belgium. They were some of the victims in the terrorist attack yesterday in New York City. And while our hearts are broken, our resolve is strong. This hit our city. This is where we all come together and we work together. But we have to always be strong enough to let them know terrorism won’t win. If we stand together, we will once and for all defeat the evil. But thank you very much for your condolences and the support and all of the good wishes that you have sent our way. We certainly do appreciate it.
For over 55 years, the Cuban regime has used this debate in the United Nations General Assembly as a shiny object to distract the world’s attention from the destruction it has inflicted on its own people and on others in the Western Hemisphere.
Even during the Cuban missile crisis, when the Castro dictatorship allowed the Soviet Union to secretly install nuclear missiles in Cuba, the Cuban regime and its Soviet allies claimed that the real threat to peace wasn’t the missiles aimed at America. The real threat, they said, was the United States’ discovery of these missiles. At the time, the U.S. Ambassador to the United Nations, Adlai Stevenson, identified the Cuban regime’s habit of pointing fingers anywhere but at itself. He said, “This is the first time…I have ever heard it said that the crime is not the burglar but the discovery of the burglar – and that the threat is not the clandestine missiles in Cuba but their discovery and the limited measures taken to quarantine further infection.”
Today, the crime is the Cuban government’s continued repression of its people and failure to meet even the minimum requirements of a free and just society. Our response has been to stand with the Cuban people and their right to determine their own future. For this, each year, this Assembly’s time is wasted considering this resolution. And the United States is subjected to all manner of ridiculous claims – anything to deflect attention from the regime that is actually responsible for the suffering of the Cuban people. But the United States will not be distracted. We will not lose sight of what stands between the Cuban people and the free and democratic future that is their right.
For that reason, and for the 25th time in 26 years, the United States will vote against this resolution.
One year ago, the United States abstained when voting on the same resolution. The reason given was that the continuation of the embargo was not isolating Cuba but was in fact isolating the United States. It is true that we had been left nearly alone in opposition to this annual resolution. No doubt there will be some here who do not understand how we can take such opposite positions, separated by just 12 months. They will wonder how we could passively accept this resolution last year and energetically oppose it this year.
To those who are confused as to where the United States stands, let me be clear: as is their right under our constitution, the American people have spoken. They have chosen a new president, and he has chosen a new ambassador to the United Nations.
As long as the Cuban people continue to be deprived of their human rights and fundamental freedoms – as long as the proceeds from trade with Cuba go to prop up the dictatorial regime responsible for denying those rights – the United States does not fear isolation in this chamber or anywhere else. Our principles are not up for a vote. They are enshrined in our Constitution. They also happen to be enshrined in the Charter of the United Nations. As long as we are members of the United Nations, we will stand for respect for human rights and fundamental freedoms that the Member States of this body have pledged to protect, even if we have to stand alone.
The resolution before us aims to end the United States’ “economic, commercial, and financial embargo” against Cuba. But let’s be honest about what we really see going on here. This assembly does not have the power to end the U.S. embargo. It is based in U.S. law, which only the United States Congress can change. No, what the General Assembly is doing today – what it does every year at this time – is political theatre.
The Cuban regime is sending the warped message to the world that the sad state of its economy, the oppression of its people, and the export of its destructive ideology is not its fault.
In the spirit of sending messages, I would like to direct the rest of my comments towards the Cuban people. The American people strongly support your dreams to live in a country where you can speak freely, where you can have uncensored access to the internet, where you can provide for your families, and where you can determine your leadership. We know that many of you have been made hopeful by the opening of diplomatic relations between the United States and Cuba. That status is not changing. Our friendship and good will toward the Cuban people remain as strong as ever.
What you probably don’t know is that your government responded to this gesture of good will, not by joining in the spirit in which it was offered, but by expanding its politically motivated detentions, harassment, and violence against those who advocate for political and economic freedom in Cuba. What you cannot know because your government won’t let you know is that there were credible reports of almost 10,000 politically motivated detentions in Cuba in 2016 alone. That’s a massive increase in detentions over recent years. We had hoped our outreach to your government would be met with greater freedom for you.
Your government silences its critics. It disrupts peaceful assemblies. It censors independent journalists and rigs the economy so the government alone profits.
Your government has exported its bankrupt, destructive ideology to Venezuela. It has taught the Maduro regime how to silence journalists, crack down on the political opposition, and impoverish its people. Now, millions of Venezuelans join you in being denied their basic rights.
As we speak here today, your government is busy choosing the successor to the Castro dictatorship. It is attempting to fool you into believing you have a voice by holding local and regional so-called elections. But the process you are engaged in is not freedom. The results were determined before the first vote was cast.
When the United States abstained on this resolution last year, its decision was explained by saying, “We recognize that the future of the island lies in the hands of the Cuban people.” There is a casual cruelty to that remark for which I am profoundly sorry. Regrettably, as of today, the future of Cuba is not in your hands. It remains in the hands of your dictators.
The United States opposes this resolution today in continued solidarity with the Cuban people and in the hope that they will one day be free to choose their own destiny.
We might stand alone today. But when the day of freedom comes for the Cuban people – and it will come – we will rejoice with them as only a free people can.
Thank you.
ENVIADO DESDE VENEZUELA

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