sábado, 17 de octubre de 2015

Vea la economía más libre: Internet

3766Por Dan O’Connor
Uno de los pocos lugares en el mundo todavía no plagado de intervenciones gubernamentales es Internet. Aunque algunos gobiernos en ciertas partes del mundo se han infiltrado en las actividades de Internet en diversa medida, sigue siendo lo más parecido a una economía libre pura que podemos identificar en el mundo moderno.
En Internet se manifiestan los aspectos hermosos de la naturaleza humana y vemos individuos y compañías maximizando su talento y recursos en busca de beneficio, placer, altruismo y simple progreso personal. Dado que el gobierno no inhibe las actividades de Internet ni favorece ni apoya a determinados actores o individuos, quizá seamos testigos de la cosa más cercana a un mercado libre que el hombre haya podido ver nunca.
Aunque muchos consideran a los Estados Unidos del siglo XIX lo más cercano a un mercado libre, en realidad los congresistas constantemente actuaban a favor de ciertos individuos, llegando en algunos casos a darles ventajas monopolísticas. Paradójicamente, al final del siglo el gobierno intervino intentado acabar con los monopolios.
Así que aquí tenemos una red global que conecta gente de todas partes del mundo, permitiéndoles intercambiar lo que quieran con otros. Es lo esencial del libre mercado: el intercambio voluntario. No hay uso de fuerza o coacción en Internet. Ninguna autoridad superior controla o dicta efectivamente la manera en que gastamos nuestro tiempo en línea o las actividades en las que participamos. Aunque algunos obstáculos legales impiden a la gente acceder a ciertos sitios y materiales, dada la falta de regulación o de capacidad de obligar por parte de una autoridad superior, los usuarios son fácilmente capaces de eludir estas restricciones y conseguir lo que quieren.
A medida que evoluciona, empezamos a ver el infinito potencial que existe en Internet y los beneficios imposibles de cuantificar que ofrece a la sociedad. Aunque Internet representa actualmente a la libertad, tanto desde una perspectiva civil como social, la analizaré desde una perspectiva económica.
Podría decirse que la raza humana ha visto más progreso e innovación en el uso de Internet en los últimos 20 años que mediante el uso de cualquier innovación conocida en la historia de la humanidad. A medida que nos remontamos a los últimos 20 años vemos miles de asombrosas historias de éxitos. Vemos empresarios con distintos tipos de conocimientos económicos y clases haciendo uso de todas sus habilidades, ideas y pasiones. Leemos acerca de historias de éxitos como Facebook y Google, donde gente muy joven ha sido capaz de generar una riqueza enorme ofreciendo una nueva herramienta barata, cómoda y valiosa para que la disfruten todos en todo el globo. Esa es la belleza de un sistema libre de intervención gubernamental.
De hecho es una mercado tan libre que el gobierno ni siquiera puede controlar eficazmente la propiedad intelectual y la protección del derecho de copia. ¿Y cuál es al consecuencia? Vemos empresarios de otros países imitando programas de éxito en línea con poco perjuicio a los originales. De hecho, empresarios chinos han creado programas muy similares a Googley Facebook. El resultado es que todas estas compañías han sido capaces de generar beneficios mientras sus usuarios siguen disfrutando d elos programas sin coste.
A su vez, lo competidores chinos aumentan la competencia tanto a Google como a Facebook, creándoles incentivos para mejorar sus propios productos y continuar innovando. El ejemplo recuerda mucho a los capitalistas estadounidenses imitando la tecnología europea en el siglo XIX o a los empresarios japoneses emulando la tecnología occidental durante su proceso de desarrollo.
¿Promueven realmente las leyes de protección de patentes mayor y más veloz innovación? Algunas compañías e individuos son capaces de evitar en línea estas rigideces impuestas por el gobierno. Y el éxito de este mercado menos inhibido demuestra lo innecesario de las leyes de protección de patentes.
Si se eliminaran completamente de Internet las leyes de protección de patentes, los impuestos y las leyes de monedas de curso legal, veríamos entonces un mercado puramente libre. Aunque no previsible dado el actual sistema político mundial, podemos continuar disfrutando de las ventajas de esta aspecto relativamente libre de la sociedad moderna.
Los avances técnicos benefician a la sociedad por muchas razones obvias. En un mercado sin interferencias, la innovación reduce los costes de las empresas y por tanto los precios para los consumidores. Por ejemplo, en el pasado algunas familias gastaban varios cientos de dólares cada pocos años sólo para actualizar su enciclopedia, aunque todo el contenido de estas enciclopedias estaba disponible públicamente: las editoras de enciclopedias simplemente compilaban la información en un formato más conciso.
Aunque estas compañías ofrecían un producto muy valioso a la sociedad, ahora hay una necesidad decreciente de enciclopedias físicas debido al incremento de información disponible en Internet. Esperemos que la administración Obama no intente “rescatar” a la Britannica dentro de poco.
Hemos empezado a ver tantas cosas ofrecidas en Internet no solamente tan baratas, sino incluso gratis. Información que solía costar a individuos y compañías facturas exorbitantes pueden encontrarse ahora gratuitamente en Internet, permitiendo así a individuos y compañías gastar ese dinero en otras cosas, mejorando sus operativas.
Antes de que Internet despegara en los 1990, las empresas en todos los Estados Unidos gastaban miles de millones de dólares cada año en información. Ahora las compañías ahorran millones de dólares al año en búsqueda, datos e inventarios, que ahora pueden gastarse en otras áreas del negocio, como en remunerar a empleados con mayores bonus o comprando nuevas instalaciones y equipamiento avanzado. La economía en general está operando más eficientemente, ya que los costes y gastos generales han disminuido.
A menudo el beneficio más olvidado de la tecnología para la sociedad son los menores precios. Durante la Revolución Industrial y después en los Estados Unidos hemos sido testigos un montón de reducciones de precios en la mayoría de los sectores. A medida que bajaban los precios y disminuía el coste de la vida, se animaba a individuos y emprendedores a identificar otros nichos en el mercado e introducir nuevas tecnologías.
Por desgracia, a buena parte de la sociedad moderna le cuesta apreciar el beneficio de losdisminuciones de precios, mientras los bancos centrales del mundo continúan imprimiendo dinero, que lleva a aumentos en los precios.
En estos tiempos, podemos comprar prácticamente cualquier tipo de producto vía Internet y acceder a casi cualquier información que deseemos. Cuando consideramos el gran número de personas y empresas en la sociedad que obtienen ganancias simplemente ofreciendo información, sólo podemos imaginar los enormes costes que pueden ahorrarse como consecuencia de información más accesible y barata (a menudo gratis) ahora disponible para toda la sociedad en línea. Lo que es aún más alentador es que vemos a los proveedores de esta información hacerlo por razones distintas del beneficio, un reflejo de la búsqueda humana de la pasión y su sentido innato de la compasión.
Por desgracia, como pasa siempre, Internet y su infinito valor para la sociedad está amenazada por una fuerza ubicua: el gobierno. Como hemos visto a través de la historia, cuando las empresas se ven amenazadas por la competencia hacen todo lo posible para evitar o aplastar la competencia, a menudo con el uso de la fuerza del gobierno.
En los 1930, los sindicatos utilizaron varios medios para hacer lobby en Washington en un intento por conseguir una ley de salario mínimo, que acabaron logrando aprobar. Las pequeñas compañías que no podían permitirse pagara esos salarios aumentados cerraron muy pronto.
Sin duda hay varios actores en Washington que ahora están haciendo lobby para regular Internet. En abril de 2009, AP empezó a publicar un vasto ataque a Google (podría decirse que es la compañía de más éxito y con las tecnología más ampliamente disfrutadas en los últimos 10 años). Como cada vez más compañías que ofrecían información veían que sus ganancias desaparecían como consecuencia de una información mejor y más cómoda ofrecida por competidores en Internet, podemos estar seguros de que un número cada vez mayor de empresas se congregarán en Washington para proponer una mayor regulación.
Esperemos que nuestro gobierno sea suficientemente firme para defender la Constitución tal y como está escrita al ocuparse de este tipo de dilema. La primera enmienda, la libertad de prensa, fue la más fuertemente destacada por Thomas Jefferson. Él dijo: “Donde la prensa es libre y todo el mundo capaz de leer, todo está a salvo”.
Internet es un modelo del libre mercado. Representa todos los aspectos del capitalismo que no podemos ver en nuestro mundo actual offline debido al alto nivel de intervencionismo gubernamental que prevalece en nuestra sociedad. En línea, vemos extenderse la competencia, bajas barreras de entrada, rápidos avances tecnológicos, precios que bajan y un florecimiento de la creatividad.
http://www.miseshispano.org/2015/10/vea-la-economia-mas-libre-internet/

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