viernes, 6 de mayo de 2016

CLAROS Y OSCUROS DE LAS MEDIDAS ECONOMÍAS DEL GOBIERNO DE MAURICIO MACRI

Con el ajuste practicado, la inflación necesariamente debe comenzar a descender en el corto plazo, si esto no ocurre en el segundo semestre Mauricio Macri no podrá deslindar su responsabilidad.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
A pocos días de cumplirse 5 meses del gobierno de Mauricio Macri, los problemas que se plantean en la economía están generando malestar en determinados sectores de la sociedad, fundamentalmente por los efectos que causa la inflación, complicada de reducirla. Estos indicadores inciden en el retaceo de apoyo que comienza a expresarse en sectores políticos opositores, que hasta ahora se comportaron responsablemente.
Dentro del Cambiemos, aún con algunas divergencias puntuales, avalan lo actuado partiendo de la base que las medidas adoptadas son las que correspondían ante la situación heredada; en tanto que en el Frente Renovador, cuyo diagnóstico era semejante, consideran que determinados cambios debían realizarse con mayor gradualismo. En cambio en el Frente para la Victoria, se circunscriben a descalificar todo lo actuado por la actual administración.
Totalmente comprensible es la preocupación que causa en la población el nivel de inflación, la que viene deteriorando en términos reales los ingresos de asalariados y jubilados, complicando además a sectores comerciales e industriales, consecuencia del enfriamiento de la economía que se está verificando.
Convengamos, que cualquier ciudadano bien informado, sabía que había varias medidas que indefectiblemente el nuevo Gobierno debía abordar, inclusive lo tenían bien en claro economistas de Scioli y Massa, salvando los matices y formas en cada equipo las tomaría. En reiteradas oportunidades me he referido a las enormes distorsiones que se generaron en materia económica, durante los ocho años que gobernó Cristina Fernández de Kirchner.
Cierto es que no todas las medidas económicas adoptadas por Mauricio Macri eran indispensables, ni tampoco todas están bien. A criterio de este cronista, cabe objetar algunas por acción u omisión: erróneas, contraproducentes o soslayadas:
• Quitarle los Derechos de Exportación a las mineras. Sector que independientemente de los cuestionamientos que se le formulan en materia ambiental, no ha tenido problemas de rentabilidad. Máxime asumiendo la necesidad que tiene el Estado de equiparar sus cuentas.
• Continuar con la política implementada por el Gobierno anterior de abonarle a las petroleras u$s 70 por el barril de petróleo, cuando el precio internacional es de u$s 44. Esta ecuación que encarece los combustibles, quedando entre los más altos del mundo, exacerba la inflación, resulta además incoherente con la política económica general que lleva adelante esta administración, de asimilar los precios internos a los de los internacionales.
• Mostrar pasividad ante el abuso que están incurriendo especialmente los supermercados con remarcación salvaje, que en varios casos no tienen ninguna relación con el que perciben los productores, (lácteos, frutas, verduras y otros productos de economías regionales).
Por otra parte, cabe consignar que el Gobierno ha dispuesto sin demorar decisiones indefectibles para poner las cosas en su lugar, aunque algunas de ellas ocasionen algún contratiempo transitorio en buena parte de la población; proceso inevitable ante tanta deformación de larga data de precios relativos.
Contra muchas opiniones que planteaban improcedente el inmediato levantamiento del Cepo Cambiario, a sólo seis días de asumir y con devaluación mediante, el gobierno demostró destreza de cirujano para neutralizar efectos colaterales que se auguraban, logrando un éxito trascendental, reconocido incluso por economistas que previamente lo objetaban.
La liberación del mercado cambiario fue otra medida impecablemente implementada; el retraso manifiesto recibido de la administración, nos aislaba del mundo, urgía actuar con premura y, lo más importante reside en que no resultó traumático con disparada del dólar, tal como lo presagiaban quienes objetaban el necesario sinceramiento, vaticinando que la divisa norteamericana se dispararía a $ 20.
La eliminación de las retenciones en productos de las economías regionales, leche, carnes y granos, excepto soja a la que se aplica una reducción gradual de 5% anual, constituye un acto fundamental para devolverle al país la competitividad perdida, aprovechar todo el potencial reprimido del Campo Argentino, que como columna vertebral de la economía, incrementará notoriamente la producción y por ende significará un resurgir del interior, con la creación de importante cantidad de puesto de trabajo.
Como no podía ser de otra manera, la quita de los subsidios en las tarifas de los servicios públicos repercutió en la economía de muchos argentinos. No obstante, la medida no amerita objeciones objetivas, habida cuenta que el retraso tarifario era manifiesto y no guardaba relación alguna con los costos de explotación. Las subvenciones irracionales le costaron al país cifras siderales, alentando el consumo irracional y, convergiendo a una crisis energética sin precedentes.
Los despidos ocurridos en la administración pública ha generado reiteradas protestas de los acólitos kirchneristas. Seguramente habrán pagado algunos “justos por pecadores”, y ello es lamentable; pero justo es decir que en la mayoría de los casos las cesantías recayeron sobre militantes “ñoquis”. El crecimiento de personal en el Estado operado en la era K no tenía parangón con el crecimiento demográfico, con la evolución de la economía ni con otra variable comparable. El gasto público se transformó en inusitado y, el déficit alcanzó un récord negativo deplorable cercano al 7% del PBI. Esta situación requería una pronta y decidida intervención. Naturalmente ello tiene un costo, en este caso el que ocasionó el despilfarro y la corrupción K.
Es evidente que la inflación, que justo es decir por la inercia propia que traía de la gestión anterior, sumado a los reacomodamientos operados en la economía ya mencionados se potenció. Con el ajuste practicado, necesariamente debe comenzar a descender en el corto plazo, si esto no ocurre en el segundo semestre Mauricio Macri no podrá deslindar su responsabilidad.

DESDE PREGON AGROPECUARIO  http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=8017#hMIAGfmkY4RZaWrF.99

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