viernes, 30 de agosto de 2013

Por Arturo Navarro

SE RESTRINGE INGRESO  DE DÓLARES POR UNA
                MEZCLA CON HARINA DE SOJA.
Nuevamente se produce una distorsión  en los  mercados,  por una norma que permite cobrar un menor impuesto o derecho  de exportación a las producciones de harina soja y maíz, si van mezcladas como alimentos balanceados para animal.  Al crearse una norma específica por la cual se respalda esta ilusión impositiva, se está favoreciendo a un número de exportadores  desconocidos por la opinión pública,  porque no hay información on line para hacerlo.
Pérdidas por más de 120 millones de dólares ocasionó al Fisco, en los primeros seis meses del año, la exportación de una mezcla molida obtenida a partir de granos de maíz y harina de soja, que aprovecha derechos de exportación sensiblemente inferiores con respecto tanto al maíz como a los subproductos de soja.
Los ingresos fiscales perdidos, que ocasionan además un desequilibrio en el comercio exterior, equivalen a 694 millones de pesos, los que representan el 28,5 % del aporte del Estado ($ 2.439 millones) para financiar, según se anunció ayer, la mejora en las asignaciones familiares y la deducción especial que evita el pago del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores.
Si se confirmara la tendencia y se duplicara en lo que resta del año el incremento de las exportaciones de la mezcla, usualmente destinada como alimento animal balanceado, aquella erogación fiscal conocida en la víspera podría ser cubierta en algo más del 50 % por lo ingresos potenciales obtenidos por los derechos de exportación de este producto.
La mencionada mezcla, que usualmente contiene 5% de maíz y 95% de harina de soja, tributa un derecho de exportación del 5%, mientras el maíz aporta el 20 % de su precio y la harina de soja, el 32 %.
Si ese producto estuviera gravado con un derecho de exportación similar a la harina de soja (32%), el monto por retenciones de los seis primeros meses de 2013 debió haber sido de casi U$S 150 millones aproximadamente, en tanto se habría tributado sólo U$S 20 millones, por lo que la pérdida fiscal habría sido de U$S 130 millones.
Como consecuencia, sólo en el primer semestre del año se exportó de esa mezcla algo más de un millón toneladas cuando durante todo el año 2012 se embarcaron unas 900 mil toneladas y en 2011, un poco más de 500 mil toneladas.
“Si se proyectaran los primeros seis meses de exportación a todo el año y calculásemos una simple duplicación –en realidad, se podría producir una explosión de ventas al exterior de esta mezcla por varios millones de toneladas-, el aumento sería de 127 % con respecto al año pasado y de 258 % en comparación con 2011,” evaluó un analista del sector.
Fuentes del sector señalaron que varias empresas habrían recibido importantes pedidos de cotización por este producto, por lo que se prevé que, de mantenerse la actual situación, las exportaciones ascenderán en breve a varios millones de toneladas, agravando la pérdida comparada de ingresos por retenciones a la exportación.
Los principales destinos de este producto son Chile, Vietnam, Cuba, Holanda, Nueva Zelandia, Uruguay, Hong Kong, Singapur, Indonesia, Marruecos, Filipinas, Malasia y Taiwán.
Esta situación me hace acordar a un hecho similar que ocurrió hace un tiempo con la harina pre-mezcla para exportar, que se  le agregaba  sal  a la harina y por este motivo recibían un beneficio fiscal desmedido que termino siendo cuestionado por los mismos compradores. Los molinos involucrados tuvieron que discontinuar dicha exportación, porque  provocaron una distorsión en el mercado y  un sacrificio fiscal  muy grande al estado, sin la contraprestación de un mayor  agregado de valor que lo justificara, usado solamente  por  empresarios amigos del gobierno.
ENVIADO POR SU AUTOR

jueves, 29 de agosto de 2013

SCIOLI, EL VIDEO PROHIBIDO DE LA REUNION CON LOS INUNDADOS DE LA CIUDAD DE LA PLATA.

Fuente: YouTube- alejandro mañanes Publicado el 28/08/2013 ¿Y EL PRINCIPIO DE PUBLICIDAD DE LOS ACTOS DE GOBIERNO ? VIDEO SIN EDITAR DE LA REUNION CON SCIOLI DE LOS FAMILIARES DE VICTIMAS ,VECINOS DELEGADOS DE ASAMBLEAS BARRIALES Y ORGANISMOS NO GUBERNAMENTALES,VICTIMAS DE LA INUNDACION DEL 2 DE ABRIL DE LA CIUDAD DE LA PLATA, LOGRADO A PESAR DE LA IMPOSICION POR PARTE DEL ESTADO DE NO HACERLO ,VIOLANDO EL DERECHO DE LIBERTAD DE PRENSA. EN EL SE PUEDE VER LA DISCUSION QUE SE PLANTEO PUES NO DEJABAN FILMAR NI FOTOGRAFIAR UN ACTO PUBLICO,( LA JUSTIFICACION DE GABRIEL BRUERA NO TIENE DESPERDICIO ) ,LUEGO OFRECIERON HACER UNA FILMACION CON EL CAMAROGRAFO DE CASA DE GOBIERNO Y SE ACORDO QUE ENTREGARIA ESTE MATERIAL EN CRUDO ,A CONDICION DE QUE LOS VECINOS NO DOCUMENTEN LA REUNION. TERMINADA ESTA ,CON LA SALIDA SORPRESIVA E INTEMPESTIVA DEL GOBERNADOR SIN SALUDAR,COMO ERA DE ESPERAR ,LOS CAMAROGRAFOS DESAPARECIERON COMO RATA POR TIRANTE. si bien se cubrio en gran parte ,y lo mas representativo ,la palabra del gobernador ,las desprolijidades y no finalizacion de la cobertura por pocos minutos ,que se ve y se escucha en el video ,se debio al constante acoso e invitacion a ser retirado del recinto. LA DESOBEDIENCIA CIVIL ,UNA VEZ MAS HIZO JUSTICIA ! queremos denunciar que a pesar del reclamo de seguridad para los asambleistas ,en la reunion posterior realizada por la asamblea de asambleas ,se volvieron a repetir hechos de intimidacion por parte de "desconocidos". SUMENSE AL GRUPO " INDIGNADOS LA PLATA " https://www.facebook.com/groups/37586... PARTICIPEN Y COMPARTAN LA MARCHA DEL 2 DE SEPTIEMBRE A 5 MESES DE LA INUNDACION ! https://www.facebook.com/events/41084... Categoría Noticias y política Licencia Licencia estándar de YouTube
Fuente: Enviado por mail

Carlos Rodríguez Braun en Sevilla

Fuente: YouTube-José Manuel González Publicado el 06/04/2013 Ver en contexto: http://www.anarcocapitalista.com/crb.htm Reflexiones de Carlos Rodríguez Braun durante la presentación en Sevilla del libro "Economía para andar por casa": http://www.amazon.es/gp/product/84835... - La arrogancia de (muchos) economistas y (todos los) políticos. - Sólo las ganancias obtenidas conforme a derecho son socialmente beneficiosas. - ¿De verdad queremos que los gobernantes tomen decisiones? - El Estado crece a costa de la sociedad... porque puede. - ¿Es posible escapar del Estado? Reflexiones de Friedrich Hayek y del juez Learned Hand. - El gobierno no es la solución. Categoría Educación Licencia Licencia estándar de YouTube Fuente:http://www.anarcocapitalista.com/crb.htm

Concesionarios viales: le deben al Estado $ 74 millones en concepto de multas

Así lo manifestó la Auditoría de la Nación. El OCCOVI no realiza los controles correspondientes en los peajes ni chequea la información que brindan las empresas a cargo de los corredores. El Organismo subejecutó 45,85% del presupuesto disponible y hubo obras que por tantas idas y vueltas dejaron de tener sentido.
La millonaria deuda que las concesionarias de los Corredores Viales 1, 3, 4 y 5 tiene con el Organismo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) es por multas pendientes de pago. Hasta abril de 2010 eran $74 millones los adeudados. Para tomar conciencia, esa suma es 5 veces el presupuesto para 2009 del Programa Nacional de Chagas, enfermedad que en nuestro país afecta a 1,6 millones de personas y que provoca cerca de 1200 muertes al año.
¿Cómo se manejan los fondos? Los recursos por peajes se administras a través del Sistema Integrado de Caja Única (SICU). En líneas generales, “el dinero recaudado por las empresas que tienen la concesión de los corredores es depositado cada 48 horas en una cuenta”.Quincenalmente, “las firmas deben informar al OCCOVI el tránsito pasante  y la facturación correspondiente”. Con esos datos, el Organismo estatal de Control de Concesiones realiza los cálculos correspondientes y redistribuye a cada empresa lo que le corresponde, de acuerdo a la información declarada. El resto de lo recaudado queda en el ente para, entre otras cosas, llevar adelante obras de seguridad vial.
La Auditoría General de la Nación (AGN) realizó tres llamados de atenciónen torno a ese circuito.
En primera instancia, que las millonarias sumas adeudadas por los concesionarios podrían haberse descontado de esas redistribuciones mensuales.
Después, que “no hay un procedimiento que permita constatar la veracidad de la información que brindan los concesionarios”, es decir, que “el OCCOVI no valida esos datos, los da por ciertos” y paga por lo que ellos dicen. De hecho, cuando la AGN le pidió al ente estatal el registro donde se documenta el procedimiento de control de la información brindada por los concesionarios, éste admitió que “no existe un registro de esa naturaleza”.
Por último, el Organismo debía realizar periódicamente controles en los puestos de peaje “para verificar entre otras cuestiones, que se cobre la tarifa adecuada, el funcionamiento de los controles fiscales y el registro de las estadísticas de tránsito”. Sin embargo, “entre 2004 y 2009 solo se realizaron 46 auditorías en los 6 Corredores”. El organismo de control destaca que “en el 2006 no se visitó ningún puesto y en el 2005 solo se asistió una vez en el Corredor Vial 2”.
Presupuesto y obras
La AGN detectó que el OCCOVI sub ejecutó el presupuesto, entre el 2005 y  2010, en un 45,85%, es decir, que no utilizó más de $30 millones disponibles para llevar adelante obras de seguridad vial.
Por otra parte, los auditores señalaron que “hubo trabajos que no fueron ejecutados”. Por ejemplo, la pavimentación de la banquina de la Ruta Nacional 7 de Córdoba en donde nadie se presentó a la licitación o la construcción de Alcantarillas en la RN 12 en San Roque, que de tanto que se demoró la aprobación del proyecto la obra dejó de tener sentido por el cambio de las condiciones del drenaje.

Quién es quién

A continuación, un detalle de las empresas que están a cargo de los corredores.
•    Corredor Vial 1: Coarco SA- Equimac SACIFeI (UTE), Razón social: Rutas al Sur SA
•    Corredor Vial 2: Homaq SA, Razón Social: Autovía Oeste SA
•    Corredor Vial 3: Decavial SAICAC-Vialco SA (UTE), Razón Social: Vial 3 SA
•    Corredor Vial 4: Corporación América SA- Helport SA- Podesta Construcciones SA (UTE), Razón Social: Caminos América SA
•    Corredor Vial 5: Covico Concesionario Vial SA- Coprisa SA-Estructuras SACICIF – Glikstein y Cía. SACIAM - ICF SA – Noroeste Construcciones SA (UTE),  Razón Social: Vial Cinco SA
•    Corredor Vial 6:  Supercemento SAIC- Dragados y Obras Portuarias SA (UTE), Razón Social: Emcovial SA
Fuente: Publicado en El auditor.info http://www.elauditor.info

martes, 27 de agosto de 2013

Producción Nacional - Alberto Buela: "El Ser y Obrar" último trabajo filosófico de gran acutalidad

Alberto Buela, filósofo, escritor, columnista y pensador argentino, experto de Metapolítica. Habla sobre la presentación de su reciente libro "El Ser y el Obrar" sobre filosofía. Los filósofos damos respuestas a esta sociedad compleja sobre lo que ocurrió y la actualidad. Que es ser un filósofo en la actualidad y como se prepara un filósofo para hacer filosofía y pensar especulativamente sobre filosofía Fuente: You Tube- CTLV1º Canal Toda la Verdad Primero ENVIADO POR SU DIRECTOR: Lic. Juan Manuel Soaje Pinto

PSR - El Poder mundial le soltó la mano a Cristina y el Council of Americas convocó a la oposición

Adrián salbuchi y Enrique Romero fundadores del PSR, Proyecto Segunda República, hablan sobre la actualidad nacional e internacional. El Council of Americas convocó a los políticos argentinos y latinoamericanos a una reunión en Buenos Aires. Se viene el recambio pero con mas de lo mismo. Fuente: YouTube- CTLV1º Canal Toda la Verdad Primero ENVIADO POR SU DIRECTOR: Lic. Juan Manuel Soaje Pinto

Ideas al Siglo XXI - 3ra. parte "Las cuatro patas de la globalización".

Javier Ordoñez conductor de Ideas al Siglo XXI desarrolla la tercera parte del tema "Las cuatro patas de la globalización" - Sionismo-Bancos-Masonería-Multinacionale­s, en la que Benjamín Fridman, pensador judío, que converso al cristianismo fue protagonista de hechos trascendentes, como por ejemplo la negociación de los tratados de Vesalles en Alemania, el sionismo, etc. también sobre el judaismo comenzando por el imperio Khasario en Rusia del año 600. Fuente: YouTube- CTLV1º Canal Toda la Verdad Primero ENVIADO POR SU DIRECTOR: Lic. Juan Manuel Soaje Pinto

El estado de bienestar social según Mauricio Rojas

Mauricio Rojas es un político, historiador económico y escritor sueco de origen chileno. Fue parlamentario por el Partido Liberal desde 2002 hasta noviembre de 2008,1 en que dejó el puesto para hacerse cargo de la dirección de la Escuela de Profesionales de Inmigración y Cooperación (EPIC), organismo dependiente de la Comunidad de Madrid que dirigió hasta septiembre de 2012. Ha recibido diversos premios como el IV Premio Educación y Libertad Internacional 2008 de ACADE-Fundel. También ha participado en importantes encuentros internacionales como el de Bilderberg 1999 y dirigido seminarios y cursos al más alto nivel como el Encuentro Internacional sobre Inmigración e Integración organizado en agosto de 2011 por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo En octubre de 2012 fue uno de los dos oradores invitados, junto con el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, en la cena aniversario del Instituto Libertad y Desarrollo, celebrada en Santiago de Chile. En abril de 2013 fue uno de los expositores del encuentro internacional realizado en Rosario y Buenos Aires por la Fundación Libertad para celebrar su 25 aniversario.(Fuente Wikipendia) http://www.youtube.com/watch?v=nMqT8oWW7Ic Fuente: YouTube- cnnchile Publicado el 22/10/2012 El político, escritor y profesor sueco manifestó en conversación con CNN Chile que este concepto tal como fue creado en Suecia, está muerto, sin dinamismo social. Categoría Noticias y política Licencia Licencia estándar de YouTube

El cínico paradigma del gasto estatal.

 Por Alberto Medina Méndez (*)
Alberto Medina MéndezMuchas de las creencias fuertemente arraigadas en la sociedad provienen del socialismo más ortodoxo. Una de ellas es que el GASTO ESTATAL es bueno, saludable y hasta un dinamizador de la economía. La lista de bondades descriptas es interminable y resulta realmente sorprendente que la inmensa mayoría del arco político, sostenga ese paradigma con ciertos matices que no cambian el fondo de la cuestión.
Cuando se acepta la idea de que el gasto estatal es positivo, se validan automáticamente, aun sin pretenderlo, todas sus fuentes naturales de financiamiento, que paradójicamente son rechazadas sistemáticamente por los individuos. La ";caja"; de cualquier Estado se alimenta invariablemente de impuestos, endeudamiento o emisión monetaria.
Los impuestos son los recursos que los gobiernos detraen en forma coercitiva y obligatoria, es decir por la fuerza y sin mediar la voluntad de ningún ciudadano, quitándoles una parte, muchas veces importante, del fruto de su esfuerzo genuino y de su sacrificio personal.
El endeudamiento estatal implica que las generaciones actuales usarán dineros que le prestaron, para que otros en el futuro deban abonar ese consumo presente. Una perversión estatal de las más crueles, porque en ese esquema un grupo de individuos hoy decide que utilizará un dinero que otros, que no fueron consultados, terminarán pagando con su trabajo.
La emisión monetaria es esa herramienta que los gobiernos aplican abusando del monopolio estatal del que disponen para la fabricación de moneda local, que deriva en la creación artificial de dinero sin respaldo. Cuando esa emisión no es genuina y no tiene soporte real, produce inflación, el más perverso de los impuestos, ese que hace que quienes tienen ingresos fijos vean como se deteriora su poder de compra.
Todos estos instrumentos son detestados por la sociedad, porque de forma directa o indirecta, percibe que inciden sobre sus ingresos presentes y futuros, por lo tanto sobre su calidad de vida actual y su porvenir.
Sin embargo, con casi la misma vehemencia que se rechaza a esas herramientas, se aplaude al gasto estatal. Es que la política ha instalado esta idea y la alimenta a diario. No lo hace de casualidad o sin intención. Cuanto más dinero administra el Estado, más poderoso es el político de turno que dispone de su destino en forma inconsulta, o a lo sumo con otros de su clase, con la corporación de dirigentes, que deciden discrecionalmente hacia adonde lo orientarán. Algunos intentan hacerlo con más criterio, pero es inevitable caer en la arbitrariedad.
Los políticos saben que precisan promover un gasto estatal elevado. Eso los hace importantes y poderosos. Así consiguen que los que pretenden acceder a esos fondos los contacten, con todo lo que eso significa a la hora de manejar recursos, cuando no de generar oportunidades de corrupción.
Por eso es que cuando algún sector de la ciudadanía, le dice a la política que los impuestos son altos, que deberían bajarlos, ellos argumentan que para poder disminuir unos, se deben previamente subir otros. Ellos creen, y además les resulta muy conveniente, que el gasto estatal no debe bajar, jamás reducirse. Por eso han trabajado en la importante batalla cultural convirtiendo al término ";ajuste"; en una mala palabra y en sinónimo de caos.
En realidad cuando en la vida particular los números no cierran, existen solo dos caminos posibles, o el incremento de los ingresos o la reducción del gasto. Pero se sabe que incrementar ingresos en el Estado, implica aumentar impuestos, endeudarse o emitir dinero artificial provocando inflación. Ellos insisten en esta dialéctica pérfida, esa que dice que el gasto es inflexible a la baja y que solo se puede ser sostenido o aumentado. Cuando alguien audazmente sugiere lo contrario, lo demonizan, siendo que son ellos quienes condenan a la comunidad a este círculo vicioso.
Lo que no dicen los políticos es que el gasto puede y debe reducirse, y no necesariamente dejando de prestar servicios. No es novedad que el Estado es fuente de corrupción, esa que consume recursos que no van a parar a las prestaciones esenciales sino a los bolsillos de los funcionarios hipócritas, los mismos que dicen que el gasto no se puede disminuir.
Tampoco dicen esos dirigentes que el Estado es intrínsecamente ineficiente porque aplica más recursos de los necesarios para obtener lo que otros logran con menos. En este contexto, es inadmisible seguir aceptando ciertos patéticos y paupérrimos argumentos lineales que solo invitan a creer, sin razón alguna, en la falacia de las virtudes del gasto estatal.
A estas alturas es imprescindible discutir, sin temor, seriamente y sobre todo sin que medien intereses personales directos, cuales son las funciones vitales de un Estado y cuales definitivamente no le corresponden. Mientras tanto tendremos que seguir asistiendo al triste espectáculo que nos proponen cuando hablan del cínico paradigma del gasto estatal.
FUENTE: INFOBAE http://opinion.infobae.com/alberto-medina-mendez/2013/08/25/el-cinico-paradigma-del-gasto-estatal/
(*) www.albertomedinamendez.com
ENVIADO POR SU AUTOR

lunes, 26 de agosto de 2013

Los peores errores en el manejo del dinero

Juan Diego Gómez Gómez de nacionalidad colombiana es un educador e inversionista que se dedica a enseñar como realizar inversiones por internet, en el mercado Forex y de acciones internacionales, además brinda cursos sobre como administrar el dinero y como lograr alcanzar la libertad financiera. Fundador de la marca Invertir Mejor, por medio de la cual brinda seminarios sobre educación financiera, finanzas personales e inversiones a traves de internet
Fuente: Youtube- invertirmejoronline

Una sociedad más "solidaria"

Por Gabriel Boragina (*)
El clamor popular por mayor "solidaridad" no sólo es recurrente, sino que también resulta ya acostumbrado. Pero son pocos quienes a la hora de interrogarlos sobre este reclamo son capaces de explicar con claridad a qué se quieren referir, y menos aun puede encontrarse dentro de estos quienes conozcan las raíces del término.
Como no podía esperarse menos de él, es nuevamente L. v. Mises quien explica mejor el tema:
"En décadas recientes pocos son los que han logrado permanecer inmunes al éxito de la crítica socialista al orden social capitalista. Incluso aquellos que no desearon capitular ante el socialismo han intentado de diverso modo actuar de acuerdo a su crítica de la propiedad privada de los medios de producción. De tal modo han originado sistemas mal diseñados, eclécticos en su teoría y débiles en su política, que buscaron una reconciliación de sus contradicciones. Pero pronto cayeron en el olvido. Sólo uno de aquellos sistemas encontró repercusión: el sistema autodenominado solidarismo. Este ha arraigado sobre todo en Francia; no sin razón fue calificado como la filosofía social oficial de la Tercera República. Fuera de Francia se conoce menos el término “solidarismo”, pero las teorías que originan al solidarismo constituyen el credo sociopolítico de muchos que tienen inclinaciones religiosas o conservadoras y que no suscriben el socialismo cristiano o de estado. El solidarismo no se destaca ni por la profundidad de su teoría ni por la cantidad de sus adherentes. Lo que le confiere cierta importancia es su influencia sobre muchos de los más grandes hombres y mujeres de nuestro siglo."[1]
Hoy en día, el término solidarismo no es tampoco muy usual, pero sí en cambio son frecuentes las continuas apelaciones a la solidaridad. Incluso en forma redundante recurriendo al pleonasmo "solidaridad social". Superfluidad tremenda, porque si la solidaridad no fuera "social" ¿entre quienes otros que no fueran los humanos podría practicarse la solidaridad?
L. v. Mises expone en qué consiste verdaderamente el solidarismo así:
"El solidarismo busca colocar otras normas. Por Encima de éstas. Son esas otras normas las que así se convierten en la ley fundamental de la sociedad. El solidarismo reemplaza el derecho de propiedad por una “ley superior”; en otras palabras, materializa su abolición.
Desde luego que los solidaristas no desean ir tan lejos. Dicen que sólo desean limitar la propiedad, pero mantenerla en principio. Pero cuando se ha ido tan lejos como para establecer límites a la propiedad diversos de aquellos que emanan de su propia naturaleza, uno ya ha abolido la propiedad. Si el propietario sólo puede hacer con sus bienes lo que se le prescribe, lo que pasa a dirigir la actividad económica nacional no es la propiedad sino el poder que prescribe sus usos."[2]
En referencia a entornos contrarios a la sociedad abierta, enseña el Dr. Benegas Lynch (h):
"En estos contextos, la solidaridad, la caridad y la filantropía resultan degradadas. Se degradan cuando irrumpe aquella contradicción en términos denominada “estado benefactor”. La beneficencia, la caridad y la filantropía se realizan con recursos propios y de modo voluntario. El uso de la fuerza es incompatible con un acto de caridad. El mal llamado “estado benefactor” no sólo reduce los ingresos de quienes podrían haber ayudado a su prójimo sino que transmite la malsana idea de que es el aparato de fuerza el encargado de “ayudar” a los más necesitados, con lo que, como ha apuntado Wilhelm von Humbolt, muchos tienden a desligarse de lo que hubieran sido bienhechoras inclinaciones naturales para con el prójimo. Por otra parte, quienes reciben ingresos fruto de la coacción resultan disminuidos moralmente o, si no tienen dignidad, se convierten en activistas alegando “derechos” al bolsillo ajeno. Como han demostrado autores como Wolfe y Cournvelle, existe un estrecho correlato entre libertad y caridad y opera una especie de “Ley de Gresham” devastadora cuando el aparato de fuerza se arroga tareas “caritativas” desplazando a la genuina filantropía."[3]
Justamente la filosofía solidarista es la que reivindican los populismos que padecen los países latinoamericanos bajo los regímenes de los Kirchner en Argentina, Morales en Bolivia, Correa en Ecuador y el comunismo chavista venezolano. Pero no solamente sucede en las demagogias populistas, también otro tanto puede observarse en el resto del mundo. Dado que el solidarismo se ha extendido sobre la faz de la tierra de manera asombrosa. Y el problema ya se conocía en el siglo XIX, cuando Bastiat exclamaba:
"Al cabo de sus sistemas y esfuerzos parece que el socialismo, por más complaciente que sea consigo mismo, no puede dejar de ser el monstruo de la expoliación legal. ¿Pero qué hace? Lo disfraza hábilmente a los ojos de todos, hasta a los suyos propios, bajo seductores nombres de fraternidad, solidaridad, organización, asociación. Y en razón de que nosotros no pedimos tanto a la ley, porque no exigimos de ella sino justicia, el socialismo supone que rechazamos la fraternidad, la solidaridad, la organización y la asociación, lanzándonos el epíteto de individualistas.
 Sépase pues que lo que rechazamos no es la organización natural sino la organización forzada.
 No es la asociación libre, sino las formas de organización que pretende imponernos.
 No es la fraternidad espontánea, sino la fraternidad impuesta.
 No es la solidaridad humana, sino la solidaridad artificial, que no es otra cosa que un injusto desplazamiento de responsabilidades.
 No repudiamos la solidaridad humana natural bajo la Providencia."[4]
Lamentablemente, en su siglo, Bastiat no fue escuchado, y se siguió avanzando en el camino equivocado que él alertaba.

[1] Ludwig von Mises. "SOCIALISMOS Y PSEUDOSOCIALISMOS" Extractado de Von Mises, Socialism: An Economic and Sociological Analysis, capítulos 14 y 15. La traducción ha tenido como base la versión inglesa publicada por Liberty Classics, Indianápolis, 1981. Traducido y publicado con la debida autorización. Estudios Públicos, 15. Pág. 25 a 28
[2] L. v. Mises, Ob. Cit. idem anterior.
[3] Alberto Benegas Lynch (h) Entre albas y crepúsculos: peregrinaje en busca de conocimiento. Edición de Fundación Alberdi. Mendoza. Argentina. Marzo de 2001. Pág. 124 y 125.
[4] Frédéric Bastiat. La ley. Pág. 14
PUBLICADO CON LA AUTORIZACIÓN DE SU AUTOR

Argentina invierte en educación más que Australia y Canada

Porcentaje de jóvenes de 15 años con capacidades insuficientes de lectura Las comparaciones internacionales son una buena herramienta para analizar y mejorar las políticas públicas. Por eso resulta muy positivo el planteo del oficialismo de comparar la Argentina con otros países con dotaciones de recursos similares. En lugar de cuestionar esta buena práctica sería muy positivo enriquecer el debate aportando seriedad y profesionalismo y extendiéndolo a otros temas importantes como, por ejemplo, los indicadores educativos. Las comparaciones con Australia y Canadá que planteó el gobierno generaron intensas polémicas. Uno de los puntos más cuestionados es la afirmación de que la deuda pública argentina es menor que la de Australia y Canadá. Para llegar a esa conclusión los funcionarios nacionales no computan la deuda que tiene el Tesoro Nacional con otros organismos públicos, básicamente, ANSES y Banco Central. Se trata de un visible error metodológico. La ANSES, para prestarle al Tesoro Nacional, toma deuda con los trabajadores activos (que aportan para recibir una jubilación en el futuro) y con los jubilados presentes (que no cobran los juicios por falta de movilidad). En igual sentido, el Banco Central se endeuda con los ciudadanos cuando emite dinero que, al carecer de respaldo, se licua con inflación. De todas formas, la práctica de compararse con otros países, especialmente los de mayor nivel de desarrollo, es muy saludable. No sólo que es bueno profundizar y mejorar este tipo de debates sino extenderlo a temas aún más importantes como es el caso de la educación. En este sentido, tomando datos de la OECD (que es la misma fuente de donde sale la información de deuda pública) se observa que, entre los años 2000 y 2009: · En Australia, el gasto en educación aumentó de 4,9% a 5,1% del PBI y el porcentaje de jóvenes de 15 años con capacidades insuficientes de lectura pasó de 12% a 14%. · En Canadá, el gasto en educación pasó de 5,6% a 5,0% del PBI y el porcentaje de jóvenes de 15 años con capacidades insuficientes de lectura se mantuvo en 10%. · En Argentina, el gasto en educación aumentó de 4,6% a 6,0% del PBI y el porcentaje de jóvenes de 15 años con capacidades insuficientes de lectura pasó de 44% a 52%. Estos datos muestran que Argentina invierte en educación más que Australia y Canadá. De todas formas, Canadá sin aumentar el esfuerzo financiero (en rigor, en términos de PBI, lo disminuyó) logró mantener baja la proporción de estudiantes con insuficientes capacidades de lectura. Esto no es fruto de la casualidad sino de sistemáticas mejoras en la gestión educativa. Se trata de un proceso inverso al de Argentina que invirtió mucho en educación pública y empeoró mucho también los resultados. Varios factores explican el fracaso argentino, aunque la Ley de Financiamiento Educativo sancionada a finales del año 2005 tuvo un rol protagónico. No hacen falta análisis sofisticados para verificar en la experiencia internacional que más inversión no garantiza mejor educación. Si los legisladores en la instancia de debatir la ley hubiesen apelado a la buena práctica de comparar con otros países, no hubiesen cometido el error de basar la política educativa –de manera exclusiva y excluyente– en aumentar el gasto en educación. La ley estableció la meta de incrementar el gasto en educación hasta superar el 6% del PBI, sin fijar pautas que induzcan una asignación correcta de esos recursos. La mayor parte del aumento en los presupuestos educativos fue a mejorar los salarios docentes, al punto que en la última década la remuneración real (es decir, descontada la inflación) se duplicó. Pero como el aumento fue otorgado de manera indiscriminada para todos los docentes, termina resultando escaso para el educador comprometido con el aprendizaje de sus alumnos y un enorme derroche cuando se lo asigna a empleados que evaden sus responsabilidades y que, en muchos casos, ni siquiera concurren a las escuelas. En igual sentido, resulta muy negativo que no se haya asignado parte del mayor presupuesto a mejorar e intensificar las evaluaciones educativas. Al igual que los aumentos de salarios indiscriminados, la resistencia a medir la calidad es una fuente promotora de mediocridad. La dinámica del cambio tecnológico impone un mercado de trabajo cada vez más demandante de mano de obra calificada y excluyente de personas mal preparadas. No es exagerado afirmar que no hay esperanzas de un futuro mejor para el país si más de la mitad de los adolescentes no desarrollaron capacidades mínimas de lectura. En este sentido, las comparaciones internacionales ayudan a entender el enorme costo social que impone seguir siendo condescendiente con las actitudes conservadoras y reaccionarias que prevalecen en el sistema educativo argentino. -
Fuente: Publicado en IDESA:  http://www.idesa.org/informes/721#sthash.tenhyMMb.dpuf (Enviado por mail)

domingo, 25 de agosto de 2013

NO JUZGAR ( Recomiendo la lectura de este artículo)

Por Gabriel Zanotti(*)
EL PERDON Y EL SENTIDO DE LA VIDA EN "ANA Y SUS HERMANAS".
De "Filosofía para los amantes del cine", 1991.
Volvemos a Woody. Esta vez, con una de sus más típicas creaciones: "Ana y sus hermanas". La película gira en torno a diversos episodios de la vida de Ana, Lee y Holly, (las tres hermanas) a las cuales podríamos agregar un cuarto personaje, el mismo Woody, siempre profundo y desopilante, quien toma en la película el nombre de Michey Sachs.
Será difícil realizar una síntesis de la película, pues ésta va narrando diversas historias, que afectan a cada uno de los personajes, en forma paralela. De todos modos, debemos intentar destacar algunos de los elementos centrales de dichas historias, dado que, como habitualmente hacemos, después será el material de nuestra reflexión filosófica.
Se podría decir que hay dos ejes narrativos en torno a los que los demás personajes van apareciendo. Uno es la historia de Eliot y Lee, otro, la historia de Michey Sachs, a quien diremos Woody de aquí en adelante. Cuando nos refiramos a Woody en cuando guionista y director, diremos su apellido.
Ambiente: una familia neoyorquina de ingresos normales, judía. Contemporánea. Ana (Hannah) estuvo casada con Woody, pero después se separaron y ahora vive con Eliot. A este lo veremos en la primera escena, en una reunión familiar del día de Acción de Gracias, mirando nostálgicamente a Lee. Lee vive con Frederick, un intelectual, mayor que ella, introvertido y no muy sociable, cuyo única relación afectiva es Lee. Pero Eliot está, parece, profundamente enamorado de Lee. Trata de sacar de su mente ese amor por la hermana de quien ahora es su esposa, pero no puede. Trata de sublimarlo hablando de literatura y poesía, pero el intento es vano, porque encontrará en la poesía su medio para expresar ese amor. En escenas llenas de un humor dulce y comprensivo de los desvelos humanos, Woody Allen va describiendo risueñamente las peripecias de esta relación. Eliot finge la casualidad en un encuentro callejero con Lee, a quien logra invitar a una vieja librería neoyorquina para compartir su gusto común por la literatura inglesa y norteamericana. Alli, Eliot le regala un libro de poemas de E. Cummings, señalándole especialmente una poesía. Esta decía así:
"Tu delicada mirada
me descubre fácilmente
aunque me he cerrado, como dedos,
tú me abres siempre,
pétalo por pétalo,
tal como la primavera abre
(tocándola hábil y...
misteriosamente)
su primera rosa
(no sé qué hay en tí que
abre y cierra
sólo algo en mi comprende que
la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia
tiene manos tan suaves"

Bueno! Lee, que ya estaba dubitativa, queda definitivamente "tocada" por esta vehemente expresión de afecto de Eliot, a través del viejo arte literario. Pero no sabe qué hacer. Es el marido de su hermana!
Pero el proceso se había iniciado, y era ya difícil frenarlo. Vuelven a encontrarse nuevamente en una frustrada venta de cuadros de Frederick. Mientras éste se pelea con su eventual comprador, Eliot pregunta a Lee sobre el poema, pero Lee sigue dando respuestas evasivas. Eliot se ordena a sí mismo proceder con calma. Pero, como tantas veces sucede en la vida humana, hace absolutamente lo contrario de lo que su razón le dicta. Intempestivamente, besa a Lee, segundos antes de que aparezca Friederick tras concluir la discusión con su frustrado comprador. Lee no tiene tiempo de hacer o decir algo. Eliot está a punto de infartarse, figuradamente dicho. La escena está magníficamente actuada. Eliot sale a caminar, diciendo que necesita aire... Y en verdad lo necesitaba! Trata de encontrar una cabina telefónica, pero Lee se le adelanta. Conversan sobre la cuestión, apurada y nerviosamente. Lee insiste sobre la gravedad del problema. Pero Eliot insiste con una pregunta: si su deseada cuñada siente algo parecido. Ella no dice que no. Eliot está feliz. "Tengo mi respuesta!", exclama.
Ahora vamos a dejar por un momento a nuestra singular pareja para dirigirnos a otro eje narrativo más singular todavía: Woody.
Woody es guionista de programas cómicos para televisión. Lo veremos casi correr por los pasillos de un canal noeyorquino mientras discute sobre un diálogo que en unos minutos debía salir al aire. Así, en medio de semejante y contínua paz oriental (...) transcurre su vida. Vida que, en lo personal, había tenido serias dificultades. Había estado casado con Ana, pero esa relación hizo crisis debido a la esterilidad de Woody. En una increíble escena, ambos piden esperma prestado a un matrimonio amigo. La solución adoptada no soluciona la crisis de la pareja. Woody había intentado salir después con otra de las hermanas de Ana, Holly, de quien hablaremos con más detalle después. Por ahora, digamos que esa relación tampoco funcionó. Uno amaba el jazz, la otra el rock; uno odiaba el rock, la otra el jazz. No encontraron un punto en común.
Ahora, Woody tiene otro problema: se enfrenta una vez más con su hipocondría galopante. Cree tener un tumor en el cerebro. Se somete a todo tipo de análisis, que Woody Allen caricaturiza con su estilo inconfundible. Los primeros análisis no son alentadores. Woody desespera. Trata de tranquilizarse. "Nada te va a pasar", se dice a sí mismo. "Estás en medio de New York, tu ciudad". Pero, obviamente, eso no tranquiliza a su torturado espíritu. La idea de la muerte lo aterra. (Nada raro, no?). La idea de su muerte lo aterra (como Unamuno aclararía).
Finalmente, los análisis dan bien. Nada tiene. Woody sale saltando y bailando de la clínica. Corre por las calles de su ciudad, festejando que no va a morir. Pero repentinamente se detiene. No va a morir, en efecto, pero... Por ahora no va a morir. Y, entonces, la muerte, como problema a enfrentar, se instala en su mente. Había mandado esa cuestión "al fondo de su mente", pero, ahora, necesita respuestas. La muerte, inexorable presencia, temido límite de nuestra existencia, inexorable y dramática mostración de nuestra finitud, golpea al espíritu de Woody, que necesita una respuesta, que quiere saber si todo acaba con la muerte o no. Clásico y constante problema de la vida de toda persona, es también clásico problema de la filosofía, cuyos temas son concomitantes con los más esenciales de la vida humana.
A partir de aquí, Woody comienza su frenética búsqueda. Vanamente intenta un primer diálogo con una compañera de trabajo, que concluye en una inútil y heterodoxa recomendación de escapismo. Pero Woody no quiere posponer el problema, porque sabe que eso no lo soluciona. Así, lo veremos salir de una biblioteca, decepcionado por las respuestas filosóficas de algunos de mis colegas. Trata entonces de saciar su sed en las fuentes de la religión. Habla primero con un representante de los Hare Krishna; después, con un sacerdote católico. Ambos le dan libros y no fuerzan su decisión. Lo más curioso es la discusión con sus padres. Recordemos que Woody es judío de raza. Woody parece anunciarles algún tipo de curiosidad y/o entusiasmo por el catolicismo romano. Escucharemos llorar y agarrarse la cabeza a la madre, mientras que su padre exclama: por que no tu propia religión? O, en todo caso... el budismo!
Pero Woody no se conforma. Inquiere a su padre por el sentido del mal. Por qué el mal en el mundo? Inquiere también por la inmortalidad. Qué sucede con la muerte? Todo acaba? Su padre no le da respuestas. Woody no encuentra eco de sus preocupaciones en su familia. La vigorosa fe del judaísmo parecía haberse debilitado en ellos.
Mientras tanto, qué había pasado con Eliot, Lee y su amor casi imposible? Pues que intentan hacerlo posible por un tiempo. Inician una secreta y hotelera relación. Friederick se da cuenta, y después de una amarga discusión, donde éste se reencuentra con su soledad, Lee decide cortar con él. Eliot piensa confesarse con Ana, pero no lo logra. Su relación con su esposa es difícil y distante; ella advierte que algo pasa, pero no sospecha que haya otra mujer. Mientras tanto, Eliot se confiesa con un psicoanalista, al cual expresa su sentimiento de culpa. Al cabo de un año, la relación entre Lee y Eliot se hace también cada vez más difícil. Lee conoce a un profesor de Literatura y decide cortar con Elliot. Este tiene esa noche otra discusión con Ana, a la cual reprocha una especie de sobreprotección. Veremos este detalle después. Pero esa misma noche, Elliot se reencuentra con Ana, quien, al acostarse junto a su esposo, llora y exclama que todo está muy oscuro. Elliot le dice que la ama, y no le miente. Y se abrazan.
Supondrás que ahora volveremos a Woody. No, no por ahora. Antes, debemos prestar atención a un torturado personaje: Holly, de quien algo ya habíamos dicho en ocasión de Woody. Holly se presenta ante nuestros ojos como la imagen del fracaso. Sus trabajos son inestables; sus parejas, también; intenta cantar, escribir, pero no lo logra; y, además, de vez en cuando, calma sus angustias con algo de cocaína (como otros con la nicotina). La veremos montar, junto con su amiga April, una empresa de servicios de comida; allí conocen juntas a un arquitecto, David, quien las invita a recorrer la ciudad (escena en la cual Woody Allen despliega, fílmicamente, las maravillas edilicias de New York). Las veremos a ambas competir por el afecto de ese hombre, y veremos a la pobre Holly totalmente vencida en esa competencia. Veremos también a Holly intentar probar suerte con el canto; tiene una audición; April también canta en la misma audición. April es la que triunfa. No comments!
Pero la búsqueda de la felicidad es, en el ser humano, afortunadamente insaciable. Holly intenta una vez más. Pide a Ana un préstamo para poder dedicarse a escribir una novela.
Tiempo después, Holly y Woody se encuentran mirando libros en una librería. Se saludan con afecto. Recuerdan sus viejas salidas y peleas, pero risueñamente y sin rencores. Holly cuenta a Woody lo que está haciendo, y lo invita a leer sus originales. Woody acepta. Y queda encantado. Elogia intensamente el libro de Holly. Esta no lo puede creer. Está feliz. Y la relación entre ambos renace.
Entonces Woody le cuenta a su reencontrada amiga la historia de su búsqueda por la verdad más profunda del ser humano. (Como vemos, volvemos ahora a Woody). Esta parte es una de las más significativas filosóficamente.
Woody se encontraba ya casi desesperado por el fracaso de su búsqueda existencial. En términos más elaborados, la angustia existencial de Woody había llegado al límite. Esa angustia existencial, la angustia por el sentido último de la propia existencia, se produce cuando el ser humano asume total y absolutamente, sin ambigüedades, la conciencia de su propia finitud al mismo tiempo que no ve salida alguna al acabamiento total que esa finitud sola, sin Dios que la sostenga, implica. Habíamos dicho en los comentarios anteriores que la vida humana, finita y contingente, se encuentra sostenida por una especie de soga, que es el contínuo acto de Dios causando nuestro ser, sin el cual caeríamos en la nada. La angustia existencial es la sensación de estar cayendo en esa nada, cuando por algún motivo no vemos al Dios absoluto que nos sostiene.
Qué hace Woody en esa circunstancia? Intenta suicidarse. Pero, por supuesto, con el humor que sólo Woody Allen sabe poner en esos momentos. Woody, murmurando frases de auténtica desesperanza, coloca un fusil en su cabeza. Todavía, empero, no se ha decidido a disparar. Repentinamente, el fusil se dispara, con el tiro desviado. Un espejo recibe el balazo y se rompe en mil pedazos. Los vecinos comienzan a tocar el timbre. Woody trata de responder, aturullada y desordenamente, que no es nada. Entonces sale de su departamento, a caminar, o a correr, o a lo que fuere; en realidad, sale, no sabe a qué, sumido en la más absoluta confusión. Como una salida, esta vez más inofensiva para sí mismo, entra a un cine, sin siquiera averiguar de qué película se trataba. Lentamente Woody va descubriendo de qué se trata. Era una película cómica, norteamericana, de la década del 30. Absolutamente cómica, ingenua, inocente, e intrascendente en el sentido filosófico del término, esto es, un humor que no se plantea los problemas que preocupan a Woody. Más o menos, como distraerse viendo a los Tres Chiflados.
Entonces Woody encuentra una salida. No una respuesta, pero sí una especie de escape a la pregunta, una especie de escape permanente, una especie de narcótico para su angustia. Ve a todos en la película, divirtiéndose, y entonces llega a esta fórmula: "divertirse mientras tanto". No puede solucionar el sentido último de la vida; no pudo averiguar si hay algo después; pero, mientras tanto, no le sirve angustiarse; mejor olvidar el tema y divertirse, sin hacer mal a nadie, lo que se pueda, hasta que el inevitable final llegue. Como vemos, no es un escape autodestructivo, pues el asunto es estar vivo para poder reir. Woody optó por la salida "cómico-existencial". Esto es importantísimo, y volveremos a esto más adelante.
Antes de pasar a comentarios generales, nos ha quedado en el tintero alguien de quien podríamos decir lo habitual: que no por última es la menos importante. Se trata de Ana. Ana, en medio de los desvelos de Holly y de Woody, en medio del comportamiento extraño de su marido y su hermana Lee, y en medio de las peleas y problemas de sus padres, angustiados por la juventud perdida y viejos en su vejez, trata de adoptar una actitud componedora, conciliatoria y protectora. Pero logra poco. No lo logra con Holly, a quien trata de anunciar el irrealismo de muchos de sus propósitos. En una memorable escena, donde las tres hermanas se encuentran a almorzar, como es su costumbre, Ana y Holly comienzan a discutir, y Lee, que en ese momento está en medio del problema con Elliot, comienza a llorar, y trata de descargar su angustia y su sentimiento de culpa defendiendo a Ana. Pero Ana entiende poco qué es lo que está ocurriendo. Riñe, como dijimos, con Elliot, sin entender, tampoco, qué está ocurriendo. En la fiesta de Acción de Gracias donde Elliot corta con Lee (o, mejor dicho, al revés), Ana se entera de que la línea argumental de la novela de Holly tiene mucho de su relación con Elliot. Sin sospechar que la fuente de transmisión de información es Elliot-Lee-Holly, Ana inquiere a Elliot con quién estuvo comentando sus cuestiones personales. Elliot no contesta, pero recrimina a Ana su sobreprotección y su supuesta falta de conciencia de los problemas, no sólo de los demás, sino también de sí misma. Ana queda muy confundida. Es allí cuando, al acostarse junto a Elliot al final de esa noche, expresa su angustia. Y es allí cuando se reconcilian.
El relato de Woody Allen termina con una tercera fiesta de Acción de Gracias. Allí veremos a Lee casada con su profesor de literatura. Veremos a Elliot, mirando a Lee, pero esta vez con otra expresión, más calma y tal vez más sabia, diciéndose a sí mismo cuánto amaba y ama a Ana, mucho más de lo que él mismo imaginaba. Y veremos a Woody y Holly, casados. El último diálogo que escucharemos es un digno final de Woody Allen. Woody abraza a Holly y le expresa lo maravillado que está por ese amor que los une. Holly sonríe, embelesada. Y, mirándolo a los ojos, le dice algo importante.
"Querido, estoy embarazada"
THE END!
De la película, claro, no de nuestro comentario, que en alguna medida ya se insinuó.
Antes que nada, una aclaración. No intentaremos profundizar en los detalles psicológicos de cada uno de los personajes; dejamos ese interesantísimo trabajo, no porque no nos interese, sino porque no queremos invadir otros terrenos profesionales para los cuales no estamos preparados. Pero, obviamente, la psicología y la filosofía están relacionadas, y por lo tanto tocaremos cuestiones psicológicas en la medida que sean pertinentes a esa relación.
Hay dos aspectos que queremos destacar. Uno, filosófico-moral; otro, de antropología filosófica, más filosófico-existencial.
A lo largo de todo el relato hemos visto una serie de desvelos humanos, de anhelos, de sentimientos encontrados, de frustraciones, de angustias. La hemos visto a Lee dudando frente al amor de tres hombres; lo hemos visto a Elliot luchando contra un sentimiento que no puede refrenar, compitiendo con otro sentimiento hacia Ana, también profundo, aunque distinto; la hemos visto a Holly, luchando casi desesperadamente por algo de paz; lo hemos visto a Woody, corriendo atrás del remolino de su existencia, torturado frente al miedo por su muerte, angustiado, buscando la respuesta a la pregunta más profunda, y escapando por medio de la risa. Y la hemos visto a Ana, tratando de mantenerse equilibrada y pacífica, pero encontrándose también con sus propios desvelos, calmados sólo por el amor de Elliot, quien encontró en Ana algo más esencial que la belleza de su hermana Lee.
Todo esto, como dijimos, sería fascinante para ciertos análisis psicológicos específicos que no son nuestro oficio. Lo que a nosotros nos corresponde destacar es, en este caso, una cuestión filosófico-moral. En efecto, seguramente te habrás visto tentado a juzgar, de algún modo, la conducta de algunos de los personajes que entran en escena. Está bien o está mal lo que hizo Elliot, junto con Lee? ¿Hace bien Holly en calmar sus angustias con cocaína? ¿Hizo bien Woody en intentar pegarse un tiro? Y, así, podríamos seguir preguntándonos muchas cosas, cuya respuesta implicaría un juicio sobre la persona de cada uno de los personajes que aparecen en el relato.
Es la oportunidad para que reflexionemos sobre una distinción muy importante. Una cosa es el juicio moral sobre una norma, objetivamente considerada y en abstracto, y otra cosa es el juicio sobre la conciencia subjetiva de una persona, considerada en concreto. Son dos cuestiones distintas, aunque relacionadas. Veamos un ejemplo.
Para que tú y yo no discutamos mucho, buscaré un ejemplo sobre el cual, al parecer, quizás estemos de acuerdo, en la medida que no entremos en detalles. Digamos que matar a otro persona, excepto defensa propia proporcionada, está moralmente mal. Sobre eso, al menos, estoy seguro. Ahora vamos a suponer que alguien, digamos Juan, mata, no entrando en juego la excepción aludida. Entonces podremos decir que lo que Juan hizo está moralmente mal. Pero de allí a decir "Juan es malo", o algo parecido, hay un gran paso. ¿Por qué? Porque para decir eso, deberíamos conocer integralmente el conjunto total de circunstancias que rodean toda la historia personal de Juan; deberíamos conocer con certeza qué hay en lo más íntimo de su conciencia, para saber si lo hizo con total frialdad y malicia, o no; deberíamos conocer con certeza total el grado de su salud psíquica; deberíamos conocer con certeza los detalles de su formación moral, para saber en qué medida hay en su conduca negligencia o error insalvable. Ahora bien, piensa tranquilo, ponte la mano en el corazón. ¿De quién sabes, con plena certeza, todo eso? Te diré: sólo Juan puede tener una idea aproximada de todo eso; nosotros, conjeturas; y, plena certeza, absoluta y total plena certeza, sólo Dios.
Este es el fundamento de que no debamos juzgar a los demás, en la medida que "juzgar" implique realizar un juicio sobre la conciencia subjetiva de la otra persona. En cambio, sí podemos juzgar su conducta; podemos decir que su conducta no esta bien, en la medida que su conducta sea un caso particular de una conducta que, en abstracto, sabemos que es incorrecta moralmente. Pero no podemos juzgar con certeza su conciencia, porque ese juicio sólo lo puede hacer Dios.
En este sentido, hay algunas aclaraciones que hacer. Tal vez estés pensando que lo moralmente bueno o malo es subjetivo y/o relativo, y que yo estoy partiendo de presuponer lo contrario. Es cierto que estoy partiendo de lo contrario; es cierto que considero que la razón humana puede, aunque con dificultad, determinar lo que moralmente está bien o mal; pero, como ya hemos comentado en ocasión de las películas anteriores, no parto de ello como de un postulado sin demostrar, sino como una conclusión demostrada a partir de la existencia de Dios. Porque el bien moral no es más que el camino, conforme a tu naturaleza humana, que te dice por dónde llegar a tu fin último, que es Dios, fin último que, como hemos visto también, no puedes no querer, aunque muchas veces no lo identifiques con Dios: en tu deseo más profundo de felicidad total y absoluta está la búsqueda del absoluto que es Dios.
Si Dios no existiera, es cierto que tú mismo fijarías el fin de tu existencia, pero, dado que existe, El es el fin último objetivo a tu naturaleza, y de allí se desprende que hay ciertas conductas objetivamente incompatibles con el perfeccionamiento de tu naturaleza. Por lo tanto, hay normas morales objetivas.
Pero, por el mismo motivo, Dios es el único que puede juzgar la conciencia del prójimo. Es aparentemente paradójico que, aunque muchas personas duden de que Dios exista, sin embargo juzgan y condenan permanentemente a su prójimo. Es realmente paradójico que quienes saben o creen que Dios existe juzguen la conciencia de su prójimo, ocupando un lugar que sólo Dios puede ocupar, porque sólo El tiene el infinito conocer y la infinita justicia. Y, podríamos suponer, dado que es el Bien infinito, su misericordia, posiblemente, también sea infinita.
La película de Woody Allen que estamos comentando sugiere una cuestión que tiene mucho que ver con todo lo que acabamos de mencionar, que tal vez te suene algo abstracta, pero que no te imaginas lo presente que está, de manera constante, en nuestra vida cotidiana. Se trata de la comprensión, la comprensión profunda hacia nuestro prójimo, y también, por qué no, la actitud de perdón. Este último -el perdón- está ahora apenas insinuado, pero será enfáticamente tratado en otra obra de Woody Allen que comentaremos hacia el final.
En ningún momento Woody Allen se ríe despectivamente de sus personajes; en ningún momento los desprecia y/o los condena. Sólo en una oportunidad lo hemos visto casi destruir a un personaje -hablaremos de ello más adelante-, pero no en esta película, mucho menos en esta película. Lo que hace es, sencillamente, mostrarnos tal cual somos, con pleno respeto y consideración. Muestra nuestras angustias, nuestros desvelos, nuestra permanente búsqueda de felicidad, tantas veces frustrada. Muestra, también, nuestros errores, nuestras faltas, graves muchas de ellas. Pero no condena.
¿Qué hay detrás de ello? Algunos verán un cierto relativismo moral, esto es, que nada es objetivamente bueno o malo, lo cual, por cierto, no es nuestra posición. Es una interpretación no imposible, pero poco probable, sobre todo teniendo en cuenta la evolución de las películas posteriores de Woody Allen. Lo que yo veo es una actitud de comprensión y consiguiente perdón, lo cual es incompatible con el relativismo moral. Trataré de explicarte mi opinión.
La actitud de comprensión y perdón es una norma moral que te estoy proponiendo, basada en las consideraciones anteriores. Comprender a una persona significa tratar de tener en cuenta todo el conjunto de circunstancias que puede influir en su conducta. "Tener en cuenta" implica saber que existen, aunque, precisamente, no podemos conocerlas todas. Justamente por ello, la conducta humana tiene motivaciones subjetivas sumamente complejas, tales que nos impiden abrir juicio certero sobre la culpabilidad y/o malicia de alguien. Eso sólo Dios puede hacerlo. Entonces, debemos siempre tratar de comprender. Claro, esto sería tal vez fácil en caso de que consideremos que no hay bien y mal, o Dios al que rendir cuentas, pero lo valioso moralmente es hacerlo cuando estamos seguros de que tal o cual conducta no es correcta. Porque, en ese caso, y como ya te dije, podemos juzgar la conducta como tal, pero no la conciencia interna de quien se conduce de ese modo. Y, al mismo tiempo, eso nos abre a la actitud de perdón. Esto es, tener nuestros brazos abiertos para olvidar, para recibir en nuestro corazón otra vez a quien nos hizo daño e hizo algo incorrecto, precisamente para ayudarlo a perseverar en el bien. Esto no implica que el otro deba hacer un anuncio explícito de su cambio de conducta. Implica, más que un acto formal de perdón, una actitud permanente de perdón, lo cual es distinto. Esto es, estar permanentemente abiertos y alertas a la más mínima señal de que la otra persona está demandando nuestro afecto; es estar permanentemente alertas al más mínimo bien que le podamos hacer. Pero no hablo de la persona que queremos entrañablemente, sino también y, en este caso, sobre todo, de la persona cuya conducta es mala y perjudicial. Porque esa actitud de nuestra parte es lo único que puede ayudarla a cambiar. Podemos declararle la guerra, pero en la guerra alguien muere. Y la moral que te propongo no es para matar a nadie, sino para revivir y reencontrar lo perdido.
Y el perdón que te propongo es útil para la otra persona aún en caso de que supieras que esa persona, y no sólo su conducta, es mala. Porque se trata, justamente, de ayudarla a cambiar.
Nada de lo que te propongo implica no defenderse o no tratar de corregir al otro. Puedes defenderte sin contradecir esa actitud de perdón. Algunas prácticas orientales tienen mucha sabiduría en esto. El Aikido, la más ética y pacífica de las artes marciales japonesas, no detiene el golpe, sino que lo deja pasar, lo desvía y lo neutraliza. Creo que nosotros debemos hacer lo mismo en nuestra vida. Una cosa es que debas distanciarte circunstancialmente de alguien, para que no te dañe; otra cosa es que, con odio y rencor, incompatibles con el progreso de tu espíritu, intentes destruírlo. Son dos actitudes absolutamente distintas.
Tampoco implica que no puedas señalar oportunamente una falta a alguien, a ese alguien en persona, si esa persona te lo permite. Esto es: siempre que adviertas que "tienes pista" para poder aterrizar. Para esto, la amistad sincera es esencial. Pero, justamente, nunca te "autorizarán" a hacer esto si tu actitud no ha sido la de comprensión y perdón anteriormente referida.
Esto último que hemos dicho es importante porque de lo contrario puede confundirse a la comprensión de la que estamos hablando con una actitud de despreocupación por la mala conducta, ajena o propia. No, de ningún modo se trata de eso. No se trata de que no debemos corregir a la conciencia equivocada. Se trata simplemente de que no debemos entrar en la conciencia de otro sin permiso. O, con términos más exactos: sin prudencia.
No sé si estarás de acuerdo conmigo o no. Pero, aún en el caso de que estés de acuerdo, es interesante reflexionar sobre lo difícil que es para nuestro duro corazón hacer todo esto. Constantemente estamos murmurando, condenando, insultando, "mandando al infierno" a los demás. Por eso, lo interesante es advertir que podemos reflexionar tranquilamente sobre estos temas al ver, desde afuera, una película como Ana y sus hermanas. Sentados en la butaca del cine, nos reímos, pensamos, comprendemos, y hasta podemos encariñarnos con los personajes aún cuando no coincidamos con algunas de sus conductas. Precisamente, porque se trata de una historia que no nos afecta personalmente. Ahora bien, lo que Woody Allen ha hecho es retratar un conjunto de dramas y problemas que pueden ser los de cualquiera de nosotros. Y, en ese caso, ¿qué actitud adoptaremos? Si tú fueras hermana o hermano de Ana y te enteraras de que tu hermana Lee se acostó con tu cuñado, qué harías?
No te creas que tengo la respuesta exacta; no te creas que yo sé perfectamente lo que haría. Sé que acostarse con quien no sea tu cónyuge es malo moralmente; sé también que no debo juzgar sobre la culpabilidad de nadie, y lo que quiero transmitirte es precisamente el desafío permanente que ello nos plantea. El desafío de vivir, en nuestra existencia cotidiana, la comprensión, el perdón, y, al mismo tiempo, la no complicidad con el mal. No es fácil. Pero es lo que debe hacerse. A veces fallaremos. Pero la filosofía moral tiene la peculiaridad de que plantea a nuestra vida desafíos y exigencias concretas. Las normas morales son, como tales, universales y abstractas; cada acción humana libre es, empero, singular y concreta. Y en esa singularidad es donde debemos plasmar vitalmente la universalidad de nuestros planteos. La virtud que facilita esa concreción es la prudencia. Ser prudente no es ser timorato, como a veces cierto uso coloquial ha deformado el contenido del término. Es hacer lo bueno en el momento preciso. Lo cual incluye tanto no actuar como dar un golpe sobre la mesa y decir "no!". En fin, también se puede decir `no' sin golpear la mesa.
Hemos reflexionado suficientemente sobre este punto. Ha sido uno de los más difíciles, vitalmente, hasta ahora, pero justamente por ello conviene dejarlo sedimentar por sí solo. Creo que es conveniente pasar ahora al segundo eje de reflexión que quería proponerte. Se trata de la búsqueda de Woody por el sentido de su existencia, y la solución que adopta.
Hemos reflexionado ya sobre el sentido de la existencia humana, y no quiero insistirte sobre ese punto. Hay algunos otros aspectos que destacar en esta oportunidad.
En primer lugar, fíjate que Woody asume plenamente el problema. Lo encara de frente, no le huye. Eso es positivo. Es positivo sencillamente porque es asumir una parte importante del punto de partida del problema existencial humano: somos limitados, mortales, estamos como colgados sobre la nada. No me malinterpretes. No te digo que debas estar todo el tiempo pensando en esto. No. No se trata de un determinado momento, no se trata de un horario, no se trata de decir "hoy ya he pensado sobre el sentido de mi vida, ahora puedo ver la televisión" (bueno, por ahí pescás una película de Woody Allen y...). Se trata de un momento más existencial, no relacionado con el reloj. Se trata de que llegue a tu vida un instante existencial en el cual, para madurar, te hayas planteado a fondo cuál es su sentido último. Allí tu existencia se vuelve sobre sí misma, se interroga a sí misma, y evita la "alienación" constante de estar pasando a través de sí misma como a través del cristal de un anteojo. Si este momento no llega, tú jamás te verás como lo que manifiesta más intensamente tu esencia limitada. Esto es, vivirás en el olvido permanente de que vas a morir. Tal vez en este momento me estés diciendo de todo. Si, te comprendo, yo me rebelo humanamente frente a la muerte, igual que vos. Pero vivir en el olvido de que vas a morir es, salvando las distancias, como vivir creyendo en los Reyes Magos.
Una vez que se asume el problema, hay dos salidas. Una, positiva, que es encontrar precisamente en el hecho de nuestra contingencia (manifestada existencialmente en nuestra mortalidad) la premisa para demostrar que Dios existe y encontrar en El la esperanza y el sentido último de nuestra vida. Es la vía que te he propuesto, filosóficamente, aunque también se puede llegar a Dios por vía religiosa. Ambas vías son complementarias, pero sobre eso hablaremos más adelante. Otra salida es negativa, y tendría varias subdivisiones. Puedes asumir la angustia de que no puedes solucionar el problema y vivir en ella de modo permanente (como Frank, en la película anterior), aunque hay que ver si la psiquis humana soporta eso de modo permanente; en realidad, esa angustia existencial permanente es enfermante y para amortiguar su dolor el ser humano recurre a todo tipo de escapismos y narcóticos, de toda gama, desde los más peligrosos (la droga, por ejemplo) hasta otros más de largo plazo (el endiosamiento de cosas en sí mismas buenas que "pateen" el problema permanentemente para adelante; por ejemplo, "sumergirse" en el propio trabajo).
Ahora bien, la salida asumida por Woody en la película es un escapismo muy particular; se trata de la salida "cómico-existencial" al problema, como la hemos llamado. Woody Allen es directo. El problema está planteado con tal magnitud, que lo que nos dice es: si no lo resuelves, o te pegas un tiro o te matas de la risa. Y Woody opta por lo segundo. No sabemos si Woody Allen. Es más, conjeturamos que está encontrando la salida positiva. Pero el Woody de Ana y sus hermanas pasa por las dos fases de la salida negativa: o llegas al colmo de la angustia, o te ensordeces totalmente ante ella con la risa. Es una salida habitual. Muchos filósofos la han utilizado. Hay muchos escépticos absolutos que son maestros de la ironía y el humor. Son coherentes: o lloran o lo toman todo a broma. Lo segundo permite una mayor supervivencia.
"Pasa por esta vida sin sentido lo más divertido que puedas". Es una salida absolutamente comprensible para evitar el dolor. Pero, claro, no es solución. Sólo es anestesia. E ilusoria. No podrás reírte siempre. Y el Woody de la película, en el fondo de su corazón, lo sabe.
Yo no te propongo que no te rías. Al contrario, saber qué es tu fin último, y fundar en ello tu esperanza más profunda, es motivo de una alegría paralelamente más profunda. Una alegría y una sonrisa que surgen de lo más profundo de tu espíritu, totalmente compatible con tu risa mientras ves a Los Tres Chiflados, cuando contás un chiste en una reunión de amigos, y cuando contemplás, sereno, la caída del sol. Una alegría que se convierte en tu fuerza secreta cuando sufres, cuando lloras, cuando los problemas de este mundo parecen vencer tus resistencias. Es la esperanza que te mantiene firme ante la muerte, frente a la cual nuestra humanidad grita de manera permanente. Es la señal de que hemos tomado la mano de Dios.
Pero tú no tienes ni siquiera que elevar tu brazo. Es Dios quien te toma de la mano. Tú, simplemente, no le digas que no.
PUBLICADO CON LA AUTORIZACION DE SU AUTOR

Cómico Velorio

Por Enrique Guillermo Avogadro(*)
“La primera fuerza que dirige el mundo es la mentira” Jean-François Revel 
clip_image002En cumplimiento del compromiso que asumí en mi nota anterior, ésta tendrá dos partes, la coyuntura y una propuesta para un sector de la Argentina del futuro; seguiré de ese modo en las sucesivas.
Si uno tuviera que describir, muy brevemente por cierto, qué sucedió en la Argentina durante la semana que terminó, debería recurrir a una imagen rara: un graciosísimo funeral. En esa foto, los deudos verdaderamente dolidos seríamos nosotros, los habitantes de este autocastigado país, mientras que el resto del mundo se descostillaría de risa escuchando los chistes, muchos de pésimo gusto, contados por los funcionarios de este decadente gobierno, presidido por alguien que se ha ganado los títulos de yeta y chapucera.
Para hacer un breve inventario que justifique esa comparación, es obvio que debiéramos comenzar –¡otra vez sopa!- con las renovadas denuncias de la terrible corrupción del ex matrimonio imperial, esta vez localizados en el paraíso multifuncional de las Seychelles; continuaríamos –en realidad fueron contemporáneos- con la reacción oficial, tan innoble como aterrorizada, frente a los dichos de Jorge Lanata. Después, deberíamos trasladarnos a Río Gallegos, y recuperar nuestra capacidad de asombro con la insólita comparación, favorable a nuestra dibujada realidad, con Canadá y Australia, dos países exitosos que, hace menos de ochenta años, eran parecidos a la Argentina y hoy nos superan en todo.
La saga seguiría con la adjudicación de dos enormes, caras e ineficientes represas a Electroingeniería, otra empresa que integra el universo de amigos K, a la que se eligió como ganadora cuando el escándalo de las denuncias de robos y de lavado de dinero obligaron al Gobierno a esconder, entre bambalinas, a Lázaro Báez. Más tarde, comenzó la mala suerte presidencial: luego de sobrevolar los fallos de la Corte referidos a la Rural y a algunos aspectos de la “democratización” de la Justicia, y de la Cámara Comercial, que impide invadir empresas privadas (Clarín), llegó la pretensión de La Cámpora de desalojar a Lan y a los taxis aéreos de Aeroparque, lo cual generó un nuevo conflicto con Chile, pese a que ya fue dictada una medida cautelar a su respecto; y el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York, nos ha puesto al borde del default, ya que la Casa Rosada ha dicho que no piensa cumplir y pagar el monto de condena.
Para concluir, la curiosísima frase con la que Lancha Scioli describió, con precisión quirúrgica y refinada maldad, el momento actual de la administración de doña Cristina en el Consejo de las América: “Hay que ayudar al Gobierno a terminar lo mejor posible”. Deberíamos sacar entradas para ver cómo se las arreglará él para explicarla, y cómo actuará ahora el oficialismo, que lo necesita como esencial aliado en las elecciones de octubre. La Presidente es, básicamente, una mujer y reaccionará de acuerdo con ello ante quien ha pedido que se la “ayude” a “terminar”, colocándose en posición de tercero colaborador; y “lo mejor posible” está, de algún modo, reñido con “bien". De todas maneras, la viuda eterna nos ha dado ya señales claras acerca de cómo se comportará de aquí en adelante, cuando el sol del kirchnerismo se precipita a su ocaso final; nada de ello será pacífico ni democrático y, menos, republicano.
Para no seguir actuando como mero comentarista de los papelones en los que cae la Presidencia de la República a diario –ya hasta elpajarico chiquitico del inefable Maduro ha quedado superado por nuestra cotidiana realidad- comenzaré a cumplir mi promesa, es decir, proponer soluciones para los problemas de la Argentina. Hoy le tocará el turno a la industria.
Como todos sabemos, el “modelo” argentino se ha basado, durante décadas, en buscar la protección ante los productos importados –por la vía de barreras arancelarias o paraarancelarias- más que en lograr calidad y precio adecuado. Las razones de esta conducta se deben tanto las erráticas políticas gubernamentales y a la falta de seguridad jurídica como a una equivocada y cortoplacista mirada de los empresarios. Por otra parte, un factor que condiciona el escenario es lo escaso de nuestra población, agravado por la pobreza y la indigencia que afecta a un 30% de los cuarenta millones, ya que no permite abaratar la producción por falta de una economía de verdadera escala.
Todo ello ha redundado en que los argentinos –cuya economía no dispone de fondos suficientes para invertir en investigación y desarrollo- debamos consumir productos más caros y menos actualizados que el resto del mundo occidental, y en una constante presión sobre el dólar, generado por los exportadores que lo exigen “recontra-alto” para venderlos en el mundo. Como un espejo, las importaciones se encarecen, y eso impide a la población acceder a ellas a buenos precios. Por otra parte, cuando la situación mejora y la gente comienza a comprar más en el mercado interno, la única forma de evitar la suba de precios –la inflación- es fabricar más, cosa que tampoco sucede por la falta de un mediano plazo previsible.
La solución es totalmente distinta a cualquiera de las encaradas hasta ahora, hayan ido éstas desde el cierre de nuestra economía –“vivir con lo nuestro”- hasta la apertura total, tantas veces ensayadas.
Es muy simple: se trata de que nuestros industriales fabriquen, en todos los rubros, con altísima calidad y diseño, y consecuentes precios altos, y salgan a competir en los mercados más sofisticados del mundo. Argentina, pese al deterioro generalizado de las últimas décadas, conserva un material humano de excelente nivel, y la tecnología se encuentra disponible; por ello, con apoyo crediticio y sin los sobresaltos habituales, la transformación puede lograrse rápidamente. Como contraprestación, se liberaría el ingreso de productos del exterior, más baratos y más modernos, y se conservarían todos los puestos de trabajo, incrementando los salarios.
Para ejemplificar la idea, siempre recurro al calzado. Para proteger a esa industria y a los cincuenta mil trabajadores que ocupa, que producen zapatos de regular calidad y alto precio para los, quizás, diez millones de argentinos que pueden comprar un par por año, se impide el acceso al mercado local de calzado chino y brasileño que, por producir más de cinco mil millones de pares, pueden hacerlo con igual calidad y a precios bajísimos.
Si Italia o Gran Bretaña no tienen suficientes cueros para atender a la demanda de su industria, ¿por qué Argentina –que sí los tiene- no sale a competir contra esos países vendiendo en el exterior productos de igual estupenda calidad pero sensiblemente más baratos? Los costos laborales de nuestro país son muy superiores a los orientales y aún a los brasileños, pero sensiblemente inferiores a los europeos; y Argentina puede producir cueros curtidos, y trabajarlos, a mucho menor precio que Europa.
Entonces, si aplicamos esta receta, otorgamos facilidades para que los fabricantes puedan comprar la maquinaria adecuada y perfeccionar a sus operarios, podrían salir a competir, con precios muy competitivos, con los zapatos de alta gama –de US$ 1.000 el par- que se producen para ese mercado. Una vez producida la transformación, la importación de zapatos a razón de US$ 20 o US$ 30 el par, permitiría que todos los argentinos pudieran disponer de calzado adecuado.
Cuando digo que los industriales del calzado se han situado en una errada posición me refiero, concretamente, a la elección de su vocación y de su destino. Han decidido, curiosamente, optar por vender dentro de las fronteras y ello los obliga a hacer incalculables esfuerzos por cuidar ese territorio, esa ‘quintita’ privada. No recuerdo haber leído jamás acerca de protestas de los fabricantes italianos o británicos de zapatos contra la invasión por China o Brasil de sus ‘territorios’. Y no lo recuerdo porque no las ha habido, porque no son competencia. En el resto de los países del mundo que han abierto su economía, existen sectores dispuestos a pagar fortunas (y son capaces de hacerlo) por los zapatos de lujo, y otras franjas de mercado que, mal que nos pese, sólo pueden acceder a calzados baratos.
Todavía los industriales en general –el ejemplo de los zapateros ha sido sólo eso- están a tiempo de modificar su conducta. Si no lo hacen, los vientos de la globalización los obligarán a pagar esa factura y, con ellos, a los trabajadores que hoy dicen proteger. Es cierto que un camino como el que propongo requiere de seguridad jurídica, de reglas claras en materia cambiaria y de comercio exterior y de apoyo crediticio para la reconversión de la industria, pero supongo –y de allí este esfuerzo- que algún día podremos dotarnos de esos pilares básicos y esenciales para el progreso de cualquier país.
No estoy convencido de que lo merezcamos, a la luz de cuánto hemos hecho, todos, para destruir a la Argentina y hundirla en el arcón de los recuerdos de la Historia, pero confío en que Dios, una vez más, vuelva a ser a ser un compatriota.
Bs.As., 25 Ago 13
(*)Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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sábado, 24 de agosto de 2013

Fondos Buitres: Eterna Extorsión Externa

Por Aníbal Hardy (*)
En este tiempo que nos toca vivir, el pueblo argentino se encuentra  ante una nueva variante de la histórica extorsión, con el fallo de  la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, en contra de la Argentina por los fondos buitres y entramos  en la antesala de un nuevo escalón de Endeudamiento del Estado.    
       El principal instrumento de dominio sobre un país es la Deuda Externa, que conforma y se inserta dentro de un sistema de poder, que se basa sobre la usura, y para imponerse utiliza un amplio abanico de armas y herramientas que trascienden lo meramente financiero: los medios de difusión, las universidades, los centros de planeamiento, la política, la mentira, la vulgarización de la cultura y sobre todo, la destrucción de los valores.
Nuestro país desde hace décadas ha entrado y permanece  en el Sistema de la Deuda, que se rige por la lógica de un círculo vicioso: el Deudor nunca puede dejar de ser Deudor, y los gobiernos de turno entran y salen, pero el sistema de la Deuda queda. Una de las más grandes equivocaciones de la dirigencia política, ha sido confiar en las “luces verdes” que les prometen  desde afuera  para que se siga adelante con las Políticas de Estado que convienen a las estructuras de poder económico-financiero transnacionales y no al Interés Nacional.
Ante las exigencias internacionales que pesan sobre la Argentina y la amenaza de posibles sanciones económicas y aislamiento internacional, debemos recordar  que  durante la época colonial, España impuso la prohibición de comerciar con los extranjeros y todo debía pasar por la monopolista Casa de Contratación de Sevilla,  ante esto  el Virreinato del Río de la Plata se vio obligado a generar artesanías e industrias para abastecer sus necesidades.  Juan Manuel de Rosas frente a las intenciones colonialistas de Francia e Inglaterra opuso heroica y firme resistencia, pero nada podría haber hecho de no disponer de hábiles artesanos para abastecer las necesidades de más de diez años de bloqueo agresivo del Río de la Plata.
 Durante la Primera Guerra Mundial con el gobierno de Hipólito Irigoyen, surgieron diversas fábricas criollas, comenzándose a producir ciertas manufacturas hasta entonces importadas. También se declaró propiedad de la Nación a todos los hidrocarburos líquidos, sólidos y gaseosos. El General Perón sufrió también  un bloqueo económico atroz de  norteamericanos e ingleses, quienes se oponían a cualquier tipo de transferencia de tecnologías. Pero allí surgió otra vez la creatividad criolla para sustituir productos importados. Las obras concretas y el montaje de la justicia social, significaron un aliento para lanzar a hacer mejores autos, camiones, locomotoras, lanchas, barcos y figurar entre los pioneros en capacitación atómica.
            Una de las principales premisas del gobierno de Frondizi fue la integración de la actividad económica del país con el medio geográfico circundante, conectando los centros de producción con los mercados de consumo y los puertos. Se crearon las condiciones favorables para el ingreso de capitales extranjeros. Hacia fines de
diciembre de 1958 Frondizi anunciaba el Plan de Estabilización económico-financiero a través de: 1) Saneamiento monetario;  2) Consolidación de la deuda externa; 3)Supresión del régimen de cuotas, permisos de exportación, subsidios, trabas y controles que frenaban la producción y comercio y que gravitaban sobre el déficit fiscal. Y,  4) Liberación del mercado cambiario. Fueron medidas para eliminar progresivamente el proceso inflacionario, incrementar el PBI, disminuir los gastos improductivos del Estado y lograr el auto abastecimiento petrolero.
Recojamos de nuestra experiencia histórica, esos momentos más salientes de nuestra lucha por existir en forma libre y soberana, y para ello Argentina debe ser un Estado Soberano, donde  el Poder Ejecutivo ejecute soberanamente un Proyecto Nacional, el Poder Legislativo legisle según el Interés Nacional, y el Poder Judicial haga cumplir las leyes con un alto grado de independencia.                  
Ningún país avanza hacia el futuro si no escucha las lecciones de la historia: Principal causa de la crisis argentina, “Materias primas nuestras para el desarrollo ajeno.”

(*) Abogado.Diputado de la Nación- 1991/95- Formosa- Presidente Bloque MID- 
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