martes, 20 de agosto de 2013

EL PROCESO RECIÉN COMIENZA… Y EL LIBRO DE PASES ESTÁ ABIERTO.

Cristina Fernández es indudablemente la gran responsable del revés electoral, ella en persona fue quien oficio de “jefa de campaña”. También se atribuyó la potestad de digitar los candidatos en todos los distritos, ella es quien consiente los excesos y le otorga protagonismo a La Campora; si un guiño suyo Moreno no podría cometer tantos disparates y seguir manejando la economía a su arbitrio. 
Por: Aldo Norberto Bonaveri 
Transcurridos ocho días de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias “PASO”, las lecturas desapasionadas y reflexivas que se hacen de lo acontecido el 11 de agosto en todo el país, son menos controvertidas de lo que se suponía; ello es consecuencia de que los guarismos mayoritariamente fueron elocuentes y, si bien se dieron algunos resultados imprevistos, ya sea por quien se alzó con la victoria, pero fundamentalmente por la distribución de los porcentajes. 
De ningún análisis se puede soslayar cual es el sentido de las PASO, no obstante debido a que las fuerzas políticas no aprovechan a pleno la posibilidad que brinda instancia, la mayoría de los ciudadanos concurrió a las urnas como si fueran generales anticipadas, quedando para una minoría hacerlo para internas, tal como lo concibe el sistema. De esa manera quienes compitieron entre si y resultaron electos como candidatos, llegarán a las legislativas legitimados por el voto popular y no por el dedo o, los acuerdos de cúpula.
 Por cierto que en política los movimientos son dinámicos y las preferencias pasibles de cambio, pero tal como se presenta hoy el panorama, lo más lógico es conjeturar que las modificaciones que puedan suceder acentúen la tendencia. Remota se vislumbra para el Gobierno la posibilidad de revertir la contundente derrota infligida en las PASO. En 22 meses perdió más de la mitad de los votos cosechados en las presidenciales, aquel 54% que tanto le gusta resaltar a la presidenta se ha reducido a menos del 27%, semejante caída porcentual no tiene precedentes.
 Cuantitativamente al Frente para la Victoria se le escurrieron 4.000.000 de votos, resultado vencido en los cinco principales distritos del país: Provincia de Buenos Aires y Mendoza (2°), Santa Fe y Capital Federal (3°) y Córdoba (4°). Los pronósticos previos daban una elección pareja en el primer estado, (se hablaba de empate técnico) empero el Frente Renovador se impuso por 6 puntos, en los otros territorios mencionados se vaticinaban la victorias opositoras, pero en todos los casos el traspié fue por márgenes más abultados. 
Sin lugar a duda, las grandes sorpresas se dieron en San Juan y Chubut donde el oficialismo descontaba sendos triunfos, pero que la voluntad popular transformó en fracasos; los resultados para el kirchnerismo también fueron adversos donde se esperaban: San Luís, Corrientes y Santa Cruz (donde Néstor Kirchner ostentó el poder hegemónico), como así también en las provincias que a priori se observaban como muy parejas: La Rioja y Catamarca. En tanto que en tradicionales bastiones K como Tucumán y Formosa, aun cuando salieron victoriosos, la pérdida de votos fue cuantiosa, algo parecido sucedió en Jujuy donde el resbalón no llegó a ser caída. 
Lo sucedido en la provincia de Buenos Aires tiene un tremendo significado; además de concentrar al 38% del electorado del país, constituir la base del sustento de los éxitos electorales del kirchnerismo entre el 2003 y 2012, el nítido triunfo de Sergio Massa cobra mayor relevancia, habida cuenta que ocurrió frente a los poderosos aparatos que responden disciplinadamente a la presidenta en la Nación y al Gobernador en el distrito, incluidos los 90 intendentes encolumnados con la boleta encabezada por Martín Insaurralde. 
Cristina Fernández es indudablemente la gran responsable del revés electoral, ella en persona fue quien oficio de “jefa de campaña”. También se atribuyó la potestad de digitar los candidatos en todos los distritos, ella es quien consiente los excesos y le otorga protagonismo a La Campora; si un guiño suyo Moreno no podría cometer tantos disparates y seguir manejando la economía a su arbitrio. Los graves errores que viene cometiendo su Gobierno no puede transferirlos; los niveles de corrupción de este tiempo superan todo lo conocido, la intolerancia para los que no piensan igual tiene pocos antecedentes, el grado de confrontación permanente ha dividido a la sociedad como pocas veces se ha visto, la crisis energética es una clara evidencia de la improvisación y el desconocimiento, el desaprovechamiento de los valores favorables en los bienes de intercambio un absurdo pernicioso, el acuerdo con Irán delata la falencia e ineptitud de la política internacional, el cepo cambiario demostró ser tan infructuoso como detestable, la fijación de un tipo de cambio ficticio nos condujo a la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, a la vez de restarle rentabilidad a las actividades productivas, insostenible resultan los impuestos al trabajo y, la inflación constante un flagelo que no muestra atisbos de solución.
 Pese al fuerte llamado de atención la presidenta no disminuye su soberbia, en Tecnópilis tras la derrota se obcecó en endilgarle a los medios periodísticos de empañar la realidad de las urnas. Sin ambages descalificó a quienes no la votaron; en menoscabo de legisladores nacionales y los referentes políticos de la oposición al disparar desde el atril: "quiero discutir con los titulares de los verdaderos intereses económicos y no con los suplentes que ponen en las listas". Ahora los interlocutores buscados son banqueros, industriales y sindicalistas, soslayando al campo y los representantes del pueblo.
 Por más que se enoje y grite ella es indudablemente la gran perdedora el 11 de agosto, en ese podio la escolta el gobernador bonaerense Daniel Scioli, su falta de coraje y la poca dignidad evidenciada, ante el destrato que fue objeto por la propia presidenta o, algunos de sus acólitos en varias ocasiones presagian un deterioro de su imagen positiva, aun cuando de no haber sido por su participación en la campaña la diferencia habría sido más acrecentada. La campaña de Sergio Massa no pudo ser más promisoria, en solo 40 días elaboró una victoria contundente que superó sus propias expectativas. El alcalde de Tigre se impuso en municipios gobernados por intendentes de neto corte K, tal lo ocurrido en Lanús, José C. Paz, Moreno o cualquiera de los de la línea del Ferrocarril Sarmiento, donde la tragedia de once se ha convertido en símbolo del fracaso rotundo de la aplicación de subsidios indiscriminados.
 El PRO no tuvo un mal resultado en la Ciudad de Buenos Aires, pero tampoco fue para festejar tal como lo hizo, Gabriela Michetti logró el 31% para Senadora, pero la suma de las tres listas de UNEN la superan por décimas, al tiempo que para diputados le otorgan a esa coalición una posición preponderante, a partir de la gran reacción alcanzada por Elisa Carrió quien incremento en un 1000% la magra cosecha de dos años atrás. 
La elección a nivel nacional marca una recuperación importante de la UCR, ello se verificó donde se presentó sola con la tradicional boleta N° 3, pero lo cierto es que concitó su mejor performance donde supo tejer alianzas con fuerzas afines, tal como lo plasmó en Mendoza (marcando la resurrección Julio César Cobos), Santa Fe con el presidente del Comité Nacional secundando a Hermes Binner, y fundamentalmente en Capital donde la convergencia con Proyecto Sur, el Partido Socialista y la Coalición Cívica , dio origen al perfecto aprovechamiento de la buena herramienta que son las PASO. 
Algunos auguran que los votos conseguidos por las cuatro listas de UNEN no se van a unificar en octubre; es natural que en un país con tantos vaivenes y alianzas efímeras, existan quienes duden del acompañamiento de los vencidos. Eso puede ocurrir, pero también es factible que suceda exactamente lo contrario. Si los precandidatos honran los compromisos previos de mantenerse unidos, también podrían cosechar voluntades independientes que justamente atraídos por la existencia de un proyecto común, o producto de la polarización que suele generarse en estas instancias los acompañen con el sufragio. 
El espacio progresista de centro izquierda se plantea como una alternativa de cara al 2015, para ello deberá mejorar bastante su comportamiento en varios distritos, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde si bien la elección de Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín fue digna, está lejos aún de entrar en la conversación con aspiraciones serias, octubre constituye un desafió pero está muy cerca como para cambiar la ecuación. 
En Argentina hay un exceso de partidos políticos, muchos pero débiles, donde las diferencias ideológicas muchas veces son más aparentes que reales, la sociedad viene reclamando insistentemente que se produzcan unificaciones, las que se están demorando más de lo aconsejable; dicha dispersión está vinculada a los sube y baja que se dan con frecuencia. Esta realidad probablemente se verifique en octubre. 
Tal como están las cosas, lo previsible es que haya una migración de votantes de Francisco de Narváez a las huestes de Sergio Massa, al que recientes encuestas le están augurando casi un 40% de intención de votos. Ese movimiento hacia el Frente Renovador no sería el único, ya existen aprestos de algunos intendentes y dirigentes hasta ahora “cristinistas” para marchar en la misma dirección. El proceso recién comienza…. y el libro de pases está abierto.
 http://www.pregonagropecuario.com.ar/cat.php?txt=4497#gHJeZMCQ7tKBYPdM.99
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