“No se hagan bolas” diría Salinas; la pobreza la reduciremos creando riqueza, con capitalismo Convendría revisar el más reciente Índice de Desarrollo Humano elaborado por el PNUD.

Por Ángel Verdugo

Nuestra actitud frente a la pobreza, se asemeja a la que mantiene el que se pasa la vida viéndose el ombligo. Para él, el tamaño de su ombligo es lo que cuenta; deja de lado las otras partes del cuerpo y por supuesto, no pasa por su cabeza la posibilidad de comparar su cuerpo —no sólo el ombligo— con el de sus semejantes.
Como consecuencia de esta actitud —lo endógeno llevado al extremo—, no presta atención a la necesidad y utilidad de la comparación y menos a las causas del porqué otros cuerpos están mejor formados que el suyo; para él, lo único que importa es su ombligo.
Así estamos en esto de la pobreza y cuántos somos; nada de averiguar cómo hicieron en otras latitudes para tener menos pobres, o qué y cómo hicieron para que la pobreza y sus efectos dejaran de ser el problema que para nosotros representa, no de hoy, sino desde hace una muy buena cantidad de años.
Pienso, espero que lo acepte, que para dejar de vernos el ombligo en esto de la pobreza y sus efectos, convendría revisar el más reciente Índice de Desarrollo Humano elaborado por el PNUD (Programa de las naciones Unidas para el Desarrollo).
En su edición 2013 —que incluye 187 países—, divide éstos en cuatro categorías: Muy Alto, Alto, Medio y Bajo Índice de Desarrollo Humano (IDH). Las calificaciones obtenidas por cada una de estas categorías (Base 1.0) son: 0.905, 0.758, 0.640 y 0.466 respectivamente.
En la primera categoría (Muy Alto IDH), que incluye 47 países, están dos de América Latina, Chile (Posición 40, 0.819) y Argentina (Posición 45, 0.811). México (Posición 60, 0.775) está en la siguiente categoría, Alto IDH.
Lo que quiero señalar, en relación con nuestro “combate” a la pobreza —el cual estará concentrado en el campo de batalla urbano, según lo anunció la Secretaría de Sedesol—, es el tipo de países que ocupan las primeras 20 posiciones. Estos son: Noruega, Australia, Estados Unidos, Holanda, Alemania, Nueva Zelanda, Irlanda, Suecia, Suiza, Japón, Canadá, República de Corea, Hong Kong, Islandia, Dinamarca, Israel, Bélgica, Austria, Singapur y Francia.
¿Qué tienen en común todos ellos? Son países donde privan el capitalismo y la economía de mercado. Son países donde las leyes estimulan la competencia desde hace muchos años; donde el papel del Estado en la economía es pequeño pues privilegian la participación de los agentes económicos privados.
Por otra parte, no tiene caso decirle cuáles son los países que forman parte de la cuarta categoría (Bajo IDH); de los 46 que la integran, en casi todos ellos se rechaza el capitalismo y por supuesto, hablar de construir economía de mercado es herejía.
¿Por qué, al ver la clasificación del UNPD, no impulsamos una efectiva economía de mercado? Si durante decenios despilfarramos centenas de miles de millones de pesos en políticas públicas que sólo han producido “pobretólogos” colmados de honores que viven lejos de la pobreza y el número de pobres ha crecido sistemáticamente, ¿por qué no impulsar capitalismo con leyes que vendrían a estimular la iniciativa individual, a la vez que reducimos las trabas para invertir y generar riqueza?
¿No lo hacemos porque, como sabemos, la pobreza es para algunos el mejor de los negocios? ¿Acaso nos regimos por aquello de que entre más pobres haya, mejor viven los que “combaten la pobreza”? Como diría el cínico, entre más malos pasos da mi hermana, mejores zapatos calza.
¿Qué diremos el 2019?
FUENTE: Publicado en POTRERO LIBERTARIO. MERCADOS LIBRES PARA HOMBRES LIBRES PORTADORES DE MENTES LIBRES. http://refugioliberalnet.blogspot.com.ar/2013/08/no-se-hagan-bolas-diria-salinas-la.html