martes, 5 de abril de 2016

Que no te engañen, el “dinero helicóptero” ya está aquí

La sigues hasta un puente junto a una fuente
Donde gente con caballos de madera comen tartas de malvavisco
Todos te sonríen mientras la deriva te lleva a través de las flores
Que crecen increíblemente altas.
Los Beatles – Lucy in the Sky With Diamonds

Llevamos años a la deriva en la niebla.
¿Qué es esto?
Es una silueta vaga… el contorno de algo… que se hace nítido.
Sí… es la extraña isla de las Peculiaridades y las Imposibilidades.
Cuando llueve en esta isla, el agua emana desde el suelo. Cuando el sol brilla, te tienes que poner las botas de agua. Las plantas gruñen… las rocas lloran.
Amenazamos con explorar la fabulosa política monetaria de la Fed hoy. Así que salgamos y vayamos a caminar por la orilla para ver qué podemos encontrar.
Extraña criatura
Cuando la Reserva Federal anunció hace casi ocho años su programa de expansión cuantitativa (QE por sus siglas en inglés), no sabíamos muy bien qué hacer con él.
¿Animal? ¿Vegetal? ¿Mineral?
“Imprimir dinero”, lo llamamos.
“No, no es para nada una impresión de dinero”, dijeron varias voces, incluyendo algunos de los miembros del equipo de investigación de Bonner & Partnerns. Lo que la Fed había creado era algo totalmente nuevo, dijeron.
Tenían razón. No era “dinero”. Y los bancos centrales no lo estaban “imprimiendo”.
En lugar de eso, la Fed lo que hizo fue simplemente sustituir la deuda a largo plazo (bonos del Tesoro y títulos hipotecarios respaldados por el Gobierno) con deuda a corto plazo (“efectivo” en los balances).
La idea detrás de esto era que la demanda adicional aumentaría los precios de los bonos y esto empujaría los rendimientos hacia abajo (los rendimientos de los bonos y los precios se mueven en direcciones opuestas).
Se tomó esta medida porque los bancos no podían gastar sus reservas y tampoco las necesitaban para hacer préstamos. Además, los bancos centrales deciden qué tasa de interés pagarle a los bancos por esas reservas.
Poco después, todo se volvió aún más raro.
Los bancos centrales comenzaron a hablar… y después empezaron a experimentar con una tasa de interés negativa sobre las reservas.
¿Qué era esta extraña criatura?
Al igual que el ornitorrinco o el armadillo de hadas rosado, primero pensamos que se trataba de una broma. Algo así no podía existir. Sin embargo, ahí estaba.
Nadie sabía lo que esta bestia extraña podría hacer. ¿Era peligroso? ¿Venenoso? Nadie lo sabía porque nadie había visto uno antes.
Pero en los bares del bajo Manhattan y en los pubs de la ciudad de Londres, fuertes discusiones se produjeron entre los economistas y los inversionistas que trataban de averiguar algo más sobre este nuevo ecosistema.
El paso de tiempo ha echado algo de luz sobre el asunto. Y ahora, vemos… ¿qué esta sucediendo realmente en esta isla fantasiosa?
Al parecer, estábamos en lo cierto. ¡Es la impresión de dinero!
Arrancar el helicóptero
Incluso hasta los economistas más prestigiosos están empezando a entrar en razón.
El director gerente de Capital Economics, Roger Bootle, escribió lo siguiente en el London Telegraph:
Bajo el QE, el banco central compra activos financieros en los mercados (generalmente deuda pública) con dinero que emite él mismo, aumentando así ambos lados de su balance (activo y pasivo).
En la práctica, no se imprimen casi billetes adicionales. El dinero extra se crea electrónicamente. Pero ya que los depósitos en el banco central son intercambiables con billetes, podemos describir esto de forma abreviada como “impresión de dinero”.
El departamento de investigación del banco de inversión francés Natixis va un paso más allá:
Algunas personas piden poner en práctica el plan conocido como “dinero helicóptero”: la distribución del dinero [por parte del Gobierno… sin compensación o préstamo.
Pero, en realidad, la expansión cuantitativa ya es el “dinero helicóptero”.
Cuando un Gobierno da dinero –por ejemplo, a los pobres-, explican los analistas de Natixis, y esos fondos provienen del dinero que los bancos centrales gastan en la compra de bonos del gobierno… no es diferente a simplemente “imprimir dinero”.
Los funcionarios han conseguido un crédito, sin un débito real. Tienen dinero para gastar, pero no tienen que pagar la deuda.
De hecho, la forma en la que funciona ahora es que la Reserva Federal devuelve el interés de los bonos del gobierno al Departamento del Tesoro.
¡Dinero gratis!
Es como pedir dinero prestado para comprar un coche.
El prestamista le devuelve a usted los intereses de su préstamos… y sigue rodando sobre la deuda, probablemente para siempre.
¡Podría tener un coche gratis!
Esto es precisamente lo que el economista Richard Duncan describe.
No sólo el nuevo dinero lo consiguen gratis los miembros de la Fed… el Banco Central también puede hacer desaparecer el endeudamiento pasado.
Duncan dice que cuando un banco central compra un bono del Gobierno de EE.UU., esto anula eficazmente la deuda.
El pago de intereses se devuelven al deudor… y el director nunca los obtiene. El QE es “una cancelación de la deuda”, dice Duncan.
Vamos a aclarar esto: usted pide prestado… usted gasta… y su deuda se cancela.
Es demasiado bueno para ser verdad, ¿no es así?
Como medida de precaución, vamos a volver a nuestro barco. Esta isla nos da escalofríos.
Saludos, Bill Bonner

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros “Financial Reckoning Day” y “Empire of Debt” que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
Publicado en Inversor Global- Enviado por mail

lunes, 4 de abril de 2016

Desechar las convicciones.

Por Alberto Medina Méndez
COLUMNISTA
Parece que los principios ya no importan mucho a la hora de hacer política. Al menos eso es lo que surge al observar lo que hace la inmensa mayoría de los dirigentes cuando debe fijar posturas y brindar discursos en público.
Queda en el aire esa sensación de que las decisiones se toman en base a un conjunto de conveniencias circunstanciales, a un pactado intercambio de beneficios mutuos y siempre de la mano de ocultos acuerdos que la gente desconoce, no por azar, sino por expresa voluntad de los protagonistas.
La política sigue siendo una actividad de escaso prestigio. Las acciones poco transparentes de quienes la ejercen no ayudan demasiado. La gente percibe que los que hoy opinan de una manera, mañana pueden hacerlo de un modo diametralmente opuesto, sin siquiera sonrojarse.
Debe quedar en claro que cambiar de parecer no es un pecado. De hecho, puede ser el síntoma de una meritoria evolución y sinónimo de una gran honestidad intelectual. Cuando una visión sobre la realidad es cuestionada y los argumentos que sostienen esa crítica tienen suficiente sustento, pueden dar paso a una idea mucho mejor, superadora y con mayor fundamento. En esa circunstancia, ese gesto de reemplazar opiniones debe ser aplaudido.
Se requiere, para eso, de una colosal capacidad para dudar de lo que se ha dicho siempre y estar dispuesto a someter las propias miradas al complejo desafío de una interpelación constante frente a otras ideas, contrastándolas con nuevas perspectivas e interpretaciones diferentes y originales.
Lamentablemente, esto se verifica con mayor frecuencia en los ámbitos científicos y académicos, que en el mundo de la política, donde la hipocresía, la versatilidad y el cinismo parecen ser, no solo moneda corriente, sino una virtud en el desempeño de esa tarea.
Cuesta comprender la falta de escrúpulos de muchos dirigentes que con la misma potencia que sostenían hoy una visión, luego reniegan de ella. Vale la pena insistir en esto de que el problema no pasa por cambiar de posición frente a un tópico cualquiera, sino en la escasa dignidad para aclarar los motivos de esa revisión, que pudiendo ser genuina, se desacredita ya no por la eventual mutación, sino por la inocultable ausencia de explicaciones.
Mucha gente se indigna frente a este tipo de montajes burdos, excesivamente habituales en la política contemporánea. Pero no menos cierto es que estas mismas sociedades no han tenido la osadía suficiente para repudiar con determinación estas acciones que tanto critican por lo bajo. La queja aparece por poco tiempo, en el intercambio superficial entre amigos, pero luego se olvida rápidamente con preocupante displicencia.
Ya se sabe que lo que no tiene costo político para un dirigente, lo que no implica una caída en sus posibilidades futuras, termina convirtiéndose en un estímulo. Es bueno comprender que en países como estos, ese tipo de imposturas se reiteran hasta el cansancio, cíclicamente, justamente porque la sociedad las pasa por alto borrándolas de su registro.
Todo esto también ocurre como consecuencia de un premeditado proceso de vaciamiento ideológico que se ha vivido en las últimas décadas con mayor impulso, bajo el paraguas del endiosado pragmatismo.
Los partidos políticos que se han ocupado expresamente de hacer una apología de la flexibilidad de sus creencias han generado deliberadamente este fangoso terreno que les resulta muy cómodo porque pueden decir lo que sea sin costo alguno y cambiar de visión con total maniobrabilidad.
En los países más serios, con mayor gimnasia cívica, los partidos promueven un conjunto de ideas, se identifican con ciertos preceptos y la gente sabe que esperar de ellos frente a cada tema planteado. Sus posturas no son sorpresivas y el margen de ductilidad se utiliza solo para cuestiones instrumentales, pero no para abandonar los principios básicos.
Mientras se siga idolatrando a los pícaros, mientras se continúe con esta detestable práctica ciudadana de apoyar a personas despreciables, los resultados serán estos y habrá que soportar esta maldita inercia.
La política actual prioriza solo sus intereses. Hace acuerdos a espaldas de todos, canjea favores personales, ofrece ventajas sectoriales y privilegios de casta. Esa volubilidad le resulta tremendamente funcional y cuenta con la complicidad de una irresponsable ciudadanía que avala ese esquema porque prefiere no apegarse a una escala de valores tan inquebrantable.
Nadie ha "recuperado la capacidad de reflexionar, ni de decir lo que piensa". En todo caso, sería más apropiado reconocer que hoy resulta conveniente hacer esto, decir eso y borrar con el codo lo que se escribió con la mano. Es solo una muestra de la perversidad de un sistema, del descaro de una generación de políticos y de una sociedad que tiene mucho que replantearse, porque no solo ha votado a personajes como esos, sino que aprueba a diario, tal vez sin darse cuenta del todo, este tipo de conductas que no son aisladas, sino que forman parte de su inalterable escenografía.
Muchos repiten hasta el cansancio aquello de que "la política es el arte de lo posible", y utilizan esta frase para justificar su eterna adaptabilidad y sus ambiguas posiciones. Que estos episodios se hayan naturalizado más allá de lo deseable no los convierte, de modo alguno, en éticamente correctos.
El presente no es fruto de la causalidad. Buena parte de lo que sucede tiene que ver con lo que se hace mal y la clase política no es la excepción a la regla, sino en todo caso, una prueba irrefutable de la decadencia moral de una sociedad que, en su vida diaria, funciona de idéntico modo, con un doble estándar, reclamando a los demás un status moral que no se pide a sí misma. No solo la política hace siempre lo que más le conviene. Muchos individuos también han caído en la tentación de desechar las convicciones.

CAPITAL RECIBE 8 VECES MÁS SUBSIDIOS PARA ÓMNIBUS QUE EL INTERIOR

La crispación por la reducción de los subsidios en Buenos Aires es otra evidencia del centralismo prevaleciente. Es incoherente hablar de “tarifazo” cuando en el interior del país el acceso a los servicios públicos es mucho más limitado y, cuando está disponible, desde hace años que se pagan tarifas mucho más cercanas a los costos reales. El esquema de ofrecer servicios públicos casi gratis a una parte de la población a costa del esfuerzo del resto es insustentable y muy injusto.
Una de las herencias más pesadas que dejó el anterior gobierno es el enorme déficit fiscal. Al año 2015, el desequilibrio del sector público nacional ascendió a $226 mil millones que equivalen a 4% del Producto Bruto Interno (PBI). El déficit llega al 7% del PBI si no se contabilizan como ingresos las transferencias al Tesoro desde el Banco Central, ANSES y otros organismos públicos. Esto obliga a una masiva emisión monetaria que es la principal causa de la muy alta inflación.
Bajar la inflación requiere disminuir este déficit. Como la presión impositiva está a nivel récord, no queda otro camino que reducir el gasto público. Dentro de las principales erogaciones del Estado se destacan los subsidios a la energía y al transporte público. A esta finalidad, en el año 2015 se asignaron $226 mil millones, es decir, el equivalente al déficit fiscal. Con el objetivo de reducir estos gastos, el gobierno aplicó actualizaciones sobre las tarifas de electricidad, gas y, más recientemente, sobre las del transporte público.
Dentro de los subsidios al transporte, el 73% se canaliza a las empresas de colectivos urbanos de corta distancia. En relación a este componente, la información oficial publicada por el Ministerio de Transporte señala que para el año 2015:
El total de subsidios a ómnibus urbanos fue de unos $33 mil millones, o sea, un equivalente a $774 por habitante por año para todo el país.
En la Ciudad de Buenos Aires, los subsidios a los ómnibus urbanos ascendieron a $4.203 por habitante por año.
En el resto de las provincias, los subsidios a los ómnibus urbanos representaron $512 por habitante por año.
Estos datos muestran la fuerte concentración geográfica que prevalece en la distribución de los subsidios al transporte urbano. La Ciudad de Buenos Aires recibe 8 veces más subsidios por habitantes que el resto del país. Parte se explica por el flujo de personas que ingresan los días laborables a la Capital proveniente del Gran Buenos Aires. Pero una porción muy importante es el resultado de una política discriminatoria contra el interior. Prueba de ello es que, aún con la reducción de subsidios, el boleto de colectivo en la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo inferior al que prevalece en el interior.
La discriminación se replica en el resto de los servicios públicos. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires se pagaba apenas el 18% del costo de la electricidad cuando en la mayor parte del resto del país hace años que las tarifas fueron actualizadas. En el caso del gas también operan privilegios para Buenos Aires ya que prácticamente toda su población dispone del servicio, mientras que en el interior las tasas de conexión varían entre el 63% en la región centro y menos del 50% en las provincias del norte. El caso más injusto es el de agua y cloacas. Mientras que el servicio se subsidia con impuestos nacionales en la Ciudad de Buenos Aires, en el interior es masiva la carencia de conexión a red de agua y cloacas.
El “porteñismo” que prevalece en los análisis de política pública resulta irritante. Frente a la decisión de reducir (no eliminar) un mecanismo altamente distorsivo e injusto aparecieron reacciones de rechazo, incluso dentro de la misma coalición gobernante. ¿Por qué la actualización de tarifas en Capital es cuestionable pero no merecen comentarios los costos y la falta de servicios en el resto del país? Sólo por ignorancia o por desprecio a los habitantes del interior se puede sostener semejante contradicción.
La experiencia de la última década con los subsidios demuestra los daños que producen el manejo oportunista y poco profesional del Estado. También lo difícil que resulta volver a esquemas sustentables y equitativos cuando se enquistan los privilegios y la irracionalidad. Mientras se asume con una actitud mansa el pago de seguridad privada, prepagas y colegios privados ante el abandono del Estado de sus responsabilidades básicas en materia de seguridad, educación y salud, se considera un derecho que los servicios de agua, electricidad, gas, trenes y ómnibus sean casi gratis para una parte de la población.
Publicado en IDESA - www.idesa.org - enviada por mail

domingo, 3 de abril de 2016

Manual del arrepentido K

Por Anibal Hardy
Ante la realidad de muchos ciudadanos argentinos que no pueden asumir como propios los fracasos del gobierno kirchnerista que han votado, y también de los afiliados y dirigentes hoy arrepentidos que apoyaron fervientemente el modelo de la Década Ganada, es aconsejable que hagan suyas las siguientes pautas, para demostrar que pese haber perdido el poder, siguen siendo fieles seguidores y nunca van a claudicar del liderazgo de Néstor, Cristina y Máximo.
1) Apropiarse del mérito del crecimiento: Si la recuperación K vino acompañada de un viento de cola provisto por la coyuntura internacional, todo kirchnerista debe adoptar como propios los méritos circunstanciales, y tratar de evitar comparaciones con otros países que crecieron a tasas similares sin haber caído en la peor crisis de su historia. 2) Hacerse la víctima: interpretar cualquier interpelación como un ataque. No responder preguntas: se puede quedar en riesgo de no poder justificar lo injustificable. 3) Sembrar miedo político: a pesar de haber transcurrido más dos décadas de la finalización de la dictadura militar, no omitir hacer referencias a las mismas en toda comunicación y plantee que el fantasma de un nuevo golpe, y el riesgo de volver a dichas épocas es muy latente, si no ganan las elecciones el 2017. Nunca olvidar mencionar la palabra "golpista" y "desestabilización" cuando hable de sectores opuestos al modelo K. 4) El pasado debe ser su mejor aliado: cuando se está imponiendo nuevas medidas económicas, mencionar que se trata de todo lo contrario a lo que sucedía en la década del 90. Si por el contrario, se trata de medidas sociales, no omita contrastarlas con lo sucedido en el 2001. Si no consigue culpables en los años 70, 90 y 2000, acuda al capital extranjero. (Imperialismo). 5) Colaborar en la causa justa de Derechos Humanos: Haga sentar a los dirigentes de las organizaciones a las que ayudó económicamente, en la primera fila y que aplaudan sus discursos para volver a obtener credibilidad social. 6) Hacer uso de las viejas estadísticas manipuladas del Indec. 7) Jamás olvidar emplear las siguientes palabras en sus discursos y declaraciones: "Redistribución de la riqueza", "Gobierno popular", "Defensa de la democracia", "Renta extraordinaria". 8) Justifique más que nunca con firmeza el desmantelamiento de las FFAA, y la necesidad de hambrearlas, desacreditarlas socialmente, perseguirlas sistemáticamente y cerrar bases y cuarteles. 9) Siga defendiendo la reformulación de la familia, mediante anticonceptivos, autorizaciones de abortivos, liberalizar el aborto, promoción del preservativo, educación sexual, esterilizaciones,
fomento del concubinato, de las uniones homosexuales, devaluación de la patria potestad frente a los funcionarios del Estado, pornografía desembozada a toda hora en la TV pública. En síntesis: Eliminación de toda influencia de la Iglesia Católica. 10) Ahora, cambie haga confundir la victoria electoral del PRO con la creencia de que ella NO habilita al ganador para hacer lo que quiera con el país y el que acepte, es un antidemocrático. 11) Afirme la necesidad de financiamiento, solo mediante créditos externos, si es de la Venezuela de Maduro, aunque caro es siempre mucho mejor. 12) Si aún no puede justificar estas medidas enunciadas, y sigue sin encontrar culpables de la derrota, culpe de la actual falta de gas, energía y combustible al nuevo gobierno. 13).- Ante la crítica que sus diputados y senadores votaron el pago a los Fondos Buitres, pese a sus predicas antimperialistas, digan que fue para no poner palos en la rueda al actual gobierno.- 14) Si continúa su desasosiego, al ver la alegría popular de los prefectos, gendarmes, clase media, trabajadores, jubilados, etc. que se manifiestan a favor del nuevo gobierno, y en contra de las fechorías del kircnerismo y sus funcionarios, acuse de todo al pueblo, diputados y senadores traidores, que no son quienes para ponerle freno a la continuidad del modelo K, que fue dialoguista, sensible, y diga que “pueblo” son solamente los sumergidos y marginales, los que reciben subsidios y los beneficiados por los “nuevos derechos” y las leyes penales progresistas (maricas, lesbianas, travestidos, ladrones y violadores). 15) Ante la crítica que fue el gobierno mas corrupto de la historia, diga: Robaron, pero hicieron, o diga la cita Bíblica: No hay ponerle morral al buey que trilla, o robaron pero también repartieron planes, pensiones y jubilaciones a todos y todas. 16) Digan que están censurados y que Clarín, La Nación y el 99 % de los medios mienten. El relato K es el que vale. 17) Nunca reconocer que dejaron la economía minada, ni que colonizaron el Estado con empleados ñoquis, y aseverar que Néstor canceló la deuda externa.
Por último, para salir definitivamente de su desazón, es elemental no olvidar, y decir que los kirchneristas hoy son perseguidos políticos, que Milagros es una mártir, que Jaime es un santo varón, que a Néstor hay que beatificarlo, y que Cristina es sagrada… y no se la toca.
*Abogado- Desde Formosa-
ENVIADO POR SU AUTOR

Si cada uno de nosotros dice la verdad, le ganaríamos a la mentira política

Integrar imagenPor Ricardo Bustos
Está bien que al no existir aún una medición oficial de índices por parte del INDEC, la iglesia se ocupe y preocupe por medio de la UCA y nos informe para poder comprender sobre que arenas movedizas estamos pisando.
En lo personal creo que si tenemos sanas intenciones y voluntad de averiguar sobre el origen de la miseria humana a la que nos han llevado los gobiernos, bien podemos leer un poco sobre las estructuras de los organismos oficiales de cualquier provincia, municipio, comuna, etc. y nos daríamos cuenta de la enorme cantidad de dinero que se despilfarra en dependencias "gemelas" que no tienen razón de existir.
Son muchos loe ejemplos que podemos mostrar, pero para no cansar a mi estimado colega lector, he creido oportuno ocuparme del área salud. Los hospitales públicos vacíos de elementos, con salarios de hambre para profesionales que nos salvan la vida y allá arriba...muy arriba, otros que no los visitan jamás porque se atienden en las mejores clínicas privadas y son los encargados de controlar como funcionan los servicios de salud. Pertenecen al área Ministerio de Salud, Presidencia de la Nación (¿le suena?).
Se me ha ocurrido elegir al azar una repartición de las tantas que dependen del gobierno nacional y tienen injerencia directa en las provincias y para el caso que menciono, encontré a la Superintendencia de Servicios de Salud, haciendo hincapié en la inocencia de los trabajadores que allí prestan servicio sobre el exceso de cargos jerárquicos. Solo en dos renglones del organigrama, encontré estas perlitas que ocupan una gran cantidad de "caciques" para una misma tarea a juzgar por el título de la dependencia, a saber: Gerencia de Delegaciones y de Articulación de los Integrantes del Sistema de Salud, Subgerencia de Articulación de los Integrantes del Sistema de Salud, Subgerencia de Delegaciones, Gerencia de Asuntos Jurídicos, Subgerencia de Asesoría Legal, Subgerencia de Asuntos Contenciosos, gerencia de Gestión Estratégica (?), Subgerencia de Gestión Estratégica, Subgerencia de Evaluación de Costos, Subgerencia de Estadísticas de Salud, gerencia de Sistemas de Información, gerencia de Atención y Servicios al Usuario del Sistema de Salud, Subgerencia de Atención al Usuario del Sistema de Salud, Gerencia de Control Prestacional, Subgerencia de Control Prestacional de Agentes del Seguro de Salud.
Pues bien, la lista sigue y así estaríamos escribiendo hasta el año próximo. Observemos la cantidad de "carteras" para un mismo fin que se pueden unificar en menos reparticiones, porque a lo mencionado, debemos agregarle sus respectivas Direcciones, Subdirecciones, Jefaturas de Departamento, etc.
Si esto lo multiplicamos por cada uno de los Ministerios en la nación y las provincias o municipios, nos daríamos cuenta que estamos así porque son mas los que cobran salarios muy por encima del trabajador medio por hacer menos tarea y de esa manera resulta difícil para el Estado poder lograr una distribución equitativa entre los ciudadanos de todas las clases sociales.
Cualquier lector como quien suscribe puede hacer lo mismo e ingresar en las páginas de los entes gubernamentales para comprobar con sus propios ojos el despilfarro de energía en todo sentido que se produce por no existir una manera eficiente de controlar los gastos por parte de los gobiernos de turno, con el agravante que cada uno de ellos al ingresar , siempre llenan las oficinas de nuevos miembros de esta gran familia llamada generadora del "empleo público".
Para este tipo de situaciones, bien puede aplicarse el término "ñoquis" pero no de personal sino de cargos políticos por compromiso y no estaríamos lejos de la realidad.
Ricardo Bustos- Locutor Nacional - Comunicador-Misiones Argentina
ENVIADO POR SU AUTOR

La mentalidad fascista: un caso práctico

Por Gabriel Boragina
COLUMNISTA
Parece curioso que -hoy en día- se manifiesten actitudes fascistas en personas que no sólo no se consideran tales, sino que hasta se indignan sobremanera cuando se les señala que sus argumentaciones son enteramente fascistas, y contestan muy ofuscadas estar en contra del fascismo. Hoy podemos presentar un caso práctico de lo que estamos queriendo significar con estas palabras.
La llegada de Uber a la Argentina y los debates que se han generado en torno a este tema revelan cuán grande es la mentalidad fascista que subyace dentro de una mayoría de los argentinos. Y no es solamente en relación específicamente a Uber y la controversia que ha creado su llegada a la Argentina, sino también se denota en otras áreas.
Uno de los rasgos más característicos de la mentalidad fascista es su aversión a la competencia. Un competidor que pueda ofrecer un servicio de mayor o mejor calidad (o ambas cosas a la vez) y a un costo más bajo, es visto como una "amenaza" por sus pares.
Ahora bien, esta cualidad tiene su explicación (aunque no justificación) en contextos de mercados artificialmente cerrados, ya sea en forma total o parcial, por medio de regulaciones estatales de toda índole, pero con especial relevancia en las fiscales que -por definición- acotan el campo de acción de cualquier actividad que se encuentre sometida a los tributos aplicables en cuestión. Dentro de esta regulación, incluimos la obligatoriedad de contar con patentes, licencias, matriculas, registros, autorizaciones, permisos, etc. de todo orden, provistas forzosamente por parte de una autoridad estatal, sea estanacional, provincial o municipal.
A medida que la regulación de un determinado sector de la economía crece, el campo de trabajo de tal ámbito se va disminuyendo en idéntica proporción. De la misma manera que, si queremos introducir 1 litro de agua en un envase que sólo admite medio litro, tendremos que reducir -en tal caso- el litro de agua a solamente medio litro, desperdiciando la otra mitad, que se perderá para poder contener el agua restante PERMITIDA en el envase que disponemos. En nuestra analogía, el "envase" es el medio donde los intercambios voluntarios y pacíficos entre las personas se llevan a cabo, lo que denominamos con el término genérico de "mercados". Y el "agua" son los negocios que la gente podrá realizar.
Regular, siempre implica oprimir, constreñir, achicar, compeler. Porque cualquier clase de regulación involucrará cada vez un menor tamaño de ese envase. Lo que -en otros términos- se traducirá en mercados cada vez más pequeños, menor actividad, baja del nivel de vida, pobreza y así por el estilo.
En el caso puntual de Uber, la mayor parte de las opiniones se inclinan a favor de los taxistas y en contra de Uber. Entre los que están en contra, se destacan dos grupos bien definidos: los que apoyan la prohibición completa del sistema dentro del mercado argentino, y los que están a favor de permitirlo, pero con las mismas o mayores regulaciones actuales que tienen los taxistas. Son muy pocos los que promueven la única y verdadera solución a este aparentemente problema que encontramos. Y que es la de desregular el mercado de transporte en general, es decir, no sólo el de los taxímetros sino el del resto del transporte público y privado.
Paralelamente, existe mucha ignorancia entre la gente que es usuaria del transporte público, y que cree que cuanto más regulados son los mercados estos se vuelven más "seguros" o "legales". El que el estado-nación otorgue una licencia opatente de corso para tal o cual trabajo, no lo torna per se en mas "seguro" o "confiable". Si así fuera, no existiría ningún caso de mala praxis entre los profesionales matriculados de las distintas disciplinas en que se exige legalmente tal requisito. Y todos sabemos que estos abundan. De la misma manera que, una híperregulación del transporte no ha evitado -ni aun en los casos en que el trasporte ha sido totalmente público, mejor dicho, completamente estatal- los accidentes de tránsito. Por el contrario, cualquier estadística demuestra que, a mayor regulación mayor cantidad de accidentes.
Es que la habilidad o pericia de un profesional, su idoneidad y/o experticia en cualquier campo del saber o del hacer, no va de la mano de la posesión de su respectiva matricula, registro o licencia estatal para la faena que desarrolla o el campo en el cual se desempeña. Tampoco depende de la cantidad de gravámenes en los cuales se encuentre inscripto y que puntualmente le pague al fisco. De ningún modo. Es el respaldo de una pasada o actual clientela satisfecha por haber recibido sus buenos servicios o productos la que lo avala, y ninguna matricula, licencia, patente ni registro otorgado por un gobierno o por un determinado funcionario que nunca fue su cliente y -por ende- no puede evaluar ni calificar ni su capacidad ni suaptitud para la profesión o tarea que va a "habilitar". Únicamente el cliente complacido puede acreditar el talento de un profesional, técnico, operario, trabajador, etc.
Si algún taxista determinado o un conjunto de ellos estima que el sistema de Uber "quitará ganancias" a los taxis y las "transferirá" a los chóferes de Uber, nada le impide -en tal suposición- abandonar el sistema tradicional del servicio taxímetro y pasarse al de Uber. Y si esta solución también se rechaza, entonces estamos ante un flagrante caso de defensa de un monopolio gremial y sindical fascista como lo son -indefectiblemente- todos los monopolios creados mediante legislación fiscal o cualquier otra cuyos fines expresos o implícitos sean mermar o suprimir la competencia en este o aquel ramo de la industria o el comercio. Y, lamentablemente, este tipo de legislación es la que rebosa en la Argentina.
En otras palabras, la mentalidad fascista nos invita a comprimirnos, achicarnos, agrandar los monopolios existentes y defender las leyes expoliatorias en las que todo este armado de restricciones y regulaciones se sustenta y edifica. La consigna pareciera ser suprimir la libre y total competencia a toda costa y ultranza.

http://www.accionhumana.com/http://gabrielboragina.blogspot.com.ar/

Fixtures angustiantes Por Enrique Guillermo Avogadro

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“La verdad es una venda que, cuando se corre de los ojos, nunca puede volver al lugar en el que estaba” Jean-Paul Sartre

El primero corresponde al torneo de aumentos de tarifas de servicios públicos que, con la enorme inflación, han comenzado a azotar a la clase media urbana, principal cantera de los votos del PRO, y están arrastrando a la pobreza a más de un millón de argentinos. Amén de resaltar el costo político que el partido de gobierno está dispuesto a pagar, sólo diré que, durante el kirchnerismo, mientras se fogoneaba la demanda a fuerza de regalar esos servicios, el congelamiento de precios paralizaba la inversión y, en muchos casos, permitía a Néstor y Cristina robarse empresas, como pasó con YPF; pero esa anómala situación, en realidad, sólo beneficiaba a quienes habitamos en Buenos Aires y el Conurbano, ya que en el resto del país se veían obligados a enfrentar facturas que llegaron a cuadruplicar las nuestras en materia de energía y transporte. Por cierto, resultó realmente irritante que, el mismo día en que los aumentos fueron anunciados, la Cámara de Diputados nombrara presidentes de sus comisiones de Energía y de Economía nada menos que a Julio de Vido y Axel Kiciloff, que fueron quienes gerenciaron tamaño desastre.
Esa compleja maraña de subsidios cruzados -cuyos "retornos" explican sólo parte de la fortuna de la ex familia imperial- se transformó en un laberinto armado por el populismo reinante para intentar seducir a sus beneficiarios, sin éxito alguno como demostraron las últimas elecciones, que enterraron el proyecto de perpetuidad eterna. El Gobierno no tuvo otra alternativa que lanzar el "tarifazo", puesto que mantener el esquema implicaría aumentar aún más el pavoroso déficit fiscal que ha heredado y, con él, caer en la hiperinflación y en la crisis terminal. Resulta verdaderamente curioso que quienes rechazan los aumentos, que ni siquiera terminan con el problema, no nos digan cómo debería financiarse esa sangría: ¿con emisión, con nuevos impuestos, con deuda?; porque todos sabemos cómo termina esa película.
Confío en que el Presidente logre, con su eficaz equipo, controlar rápidamente la inflación y hacer que la economía vuelva a crecer y generar empleo, porque éstos son los flancos más débiles que presenta la imagen del Gobierno, que serán puestos ya mismo sobre el tapete por los sindicatos y la oposición, y pueden poner en peligro la paz social. Por eso sugiero que, esta misma semana, Mauricio Macri tome el toro por las astas y utilice la cadena nacional para explicarnos claramente la situación presente y su visión del futuro inmediato, y nos comprometa, como sociedad y como individuos, a poner el hombro para la indispensable resurrección, aunque nos cueste sangre, sudor y lágrimas.
El miércoles dijo que esperaba que los jueces actuaran con celeridad -se refirió, concretamente, al Juez Tortuga Casanello, pero no se puede olvidar a sus colegas Oyarbide, Rafecas, Rodríguez, Canicoba Corral, y a muchos camaristas- y se comprometió a que su administración haría todas las denuncias del caso, amén de instruir a la Oficina Anticorrupción para presentarse como querellante en las causas. El Consejo de la Magistratura debe ponerse el sayo y comenzar a investigar, ya mismo, la conducta de esos magistrados federales que funcionan como un enorme paraguas protector del pasado mafioso y no han entendido aún que ya no pueden seguir "cajoneando" los expedientes que comprometen al kirchnerismo y sus distintos socios.
La ciudadanía exige que la Justicia actúe e impida que criminales condenados sigan circulando libre e impunemente por la calle. Ese clamor popular fue el que escuchó Macri, y entendió que de darle respuesta dependerá que la sociedad comprenda la realidad del país, lo siga acompañando y acepte los sacrificios que se le están imponiendo para arreglar, de a poco, los enormes desaguisados que esos mismos personajes, y muchísimos más, hicieron durante la década relatada.
La detención ayer de Ricardo Jaime y su socio Vázquez, por "comprar" en 2005 formaciones ferroviarias en España y Portugal, países que estaban dispuestos a pagar a quien se los llevara, por ser chatarra contaminante (ver http://tinyurl.com/gmn9rq2), inauguró el otro fixture, el del campeonato de comparendos judiciales, que quitará el sueño a la ex Presidente y a muchos de sus cómplices, hayan sido funcionarios, testaferros o empresarios privados. A medida que el velo se va descorriendo, aparecen nuevos nombres que pasarán a engrosar las listas de quienes deberán rendir cuentas ante los jueces.
Abril será complicado: el 6 declarará, como testigo, Lázaro Bóvedas Báez y el 7, como imputado, Alejandro Vanoli, ex Presidente del Banco Central, a quien ya precedieron cuatro ex directores de la entidad; cuatro días después, veremos subiendo las escaleras de Comodoro Py a Kiciloff, ex Ministro de Economía. Y el mismo 13 será la gran función: Cristina está citada a prestar declaración indagatoria.
Más tarde, seguirán Pocino (ex Side) el 14, Pérez Gadín (h) el 18, Rossi (ex Rosadita) e Icazuriaga (ex Side) el 19, Pérez Gadín (p) el 20, Martín Báez el 21, César Fernández (Presidente de Austral Construcciones) el 22, Zanzot (piloto del avión de los bolsos) el 25 y, cerrando las fechas de abril, otra vez don Lázaro, entonces como imputado. Con este último, al igual que con Jaime, la incógnita es crucial: ¿Papá Bóvedas permitirá que su retoño y su contador terminen presos calladamente o, como creo, hará girar con más fuerza el ventilador que ya encendió? Me inclino a pensar que sus dichos respecto al patrimonio de Echegaray (ahora también imputado en la causa Ciccone), actual Auditor General de la Nación, y de Alicia Kirchner, Gobernadora de Santa Cruz, fueron nada más que una muestra gratis de lo que está dispuesto a contar; si lo hace, del imperio K no quedará absolutamente nada más que los millones que hayan podido esconder, sea en paraísos fiscales, sea en forma de diamantes comprados en Angola (ver http://tinyurl.com/bv6hqzz).
Porque las hordas legislativas de las que gozó durante sus años en el poder, y a las que sodomizó sin piedad, ya han mostrado, en Diputados y en Senadores, que terminó la época en que no sólo se aprobaban los proyectos que enviaba el Ejecutivo sino que no se les cambiaba una coma. El peronismo ha recuperado la capacidad de pensar (Picheto dixit) y reinstalado el federalismo, por cuenta de las imperiosas necesidades de los gobernadores, y ha premiado los esfuerzos del equipo económico para lograr sacar al país del default buscado como estandarte ideológico.
Ambos Kirchner, abusadores y practicantes del desprecio por sus subordinados, cosecharon el odio que sembraron; por lo que se ve, tampoco queda quien acepte asumir la defensa de líderes tan inexplicablemente ricos, con la obvia excepción de los rentados jóvenes camporistas, unos pocos actores y cantantes que usufructuaron la sumisión militante, y algunos pseudo intelectuales obnubilados por el disfraz de izquierda con que el matrimonio se vistió al llegar a la Casa Rosada.
Bs.As., 3 Abr 16
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado

ENVIADO POR SU AUTOR

sábado, 2 de abril de 2016

La codicia como sinónimo de ineptitud.

Por Alberto Medina Méndez
Columnista
Cuando se trabaja con esmero, se pueden lograr brillantes resultados. El corolario de la tarea bien hecha, de la capacidad de resolver los problemas de la sociedad en el marco de un mercado competitivo, de satisfacer necesidades de un modo óptimo, muchas veces permite generar riquezas.
En cambio, en el ámbito estatal, el único modo de acumular mucho dinero es apelando a la corrupción. Los salarios en el sector público pueden ser inclusive elevados, según la posición que se ocupe, pero jamás se comparan con las significativas ganancias que se pueden lograr en el sector privado.
Sin embargo, en estos países, en el ranking de hombres más acaudalados, invariablemente aparecen dirigentes políticos que ostentan fortunas sin ningún pudor. No es necesario abrir una investigación judicial para darse cuenta de que esos dineros se han logrado recurriendo a negocios espurios.
Nadie puede acumular tantos recursos, en un cargo público con su salario formal. A lo sumo, siendo austero y administrándose muy bien, puede llevar adelante una vida acomodada pero jamás tan ampulosa como la que se le conocen a tantos personajes siniestros por estas latitudes.
La mayoría de los analistas intentan explicar el flagelo de la corrupción enfocándose en sus causas y consecuencias, pero tal vez valga la pena detenerse un poco en comprender como funcionan sus protagonistas.
Es posible entender, aun sin compartir sus criterios, la actitud de algunos que creen que su llegada a las oficinas públicas se constituye en su gran oportunidad para hacerse ricos. Ellos toman esa ocasión como la gran chance para salvarse. Saben que esa circunstancia durará poco tiempo y que si hacen negociados pueden cambiar su situación actual para siempre.
Es evidente que no tienen escrúpulo alguno y que les importa muy poco su eventual desprestigio personal. Algunos apuestan a pasar desapercibidos y que nunca nadie registre sus andanzas, pero su destreza para el disimulo es invariablemente efímera. Tarde o temprano terminan desplegando un patrimonio que jamás podrán justificar.
Indudablemente, su descredito no los incomoda tanto. En su escala de valores disponer de dinero es más relevante que su propia honra. Los tiene sin cuidado lo que opine la sociedad sobre ellos, ni siquiera lo que sus amigos y familiares piensen o la indigna herencia que le dejarán a sus hijos.
Una arista que no se analiza con suficiente profundidad es la otra cara de esa actitud lamentablemente tan cotidiana, de ir por lo ajeno sin pudor alguno, de quedarse con el fruto del esfuerzo de otros, y hacerlo con el descaro y la impunidad que tantas veces se ejercita sin recato.
Ese corrupto que utiliza su poder circunstancial en el Estado, para apropiarse del dinero que no le corresponde, no solo es un delincuente que infringe leyes y un inmoral por su ausencia de principios éticos.
Este individuo, es un incapaz, alguien que no dispone de ninguna habilidad, ni talento, para generar una riqueza legítima y bien merecida. Su valoración sobre sí mismo es muy limitada, casi nula. El no se cree apto. Sabe que no podrá desarrollarse por sus propios medios y el único camino que le queda para lograr su meta es saquear, sin contemplaciones, a los ciudadanos.
Ni siquiera tiene el coraje de los malhechores que le quitan todo a la gente a cara descubierta. El corrupto es un ser mucho más despreciable aún, porque además de sus burdas acciones diarias, es un cínico sin límites porque habla de la corrupción, como si él no fuera parte esencial de ella. Utiliza palabras como "honestidad" y "transparencia" en su lenguaje habitual, y lo hace a sabiendas de su real comportamiento, lo que lo convierte en un personaje mucho más repugnante.
La corrupción es un fenómeno aberrante, pocas veces combatido con inteligencia. La sociedad supone que solo se trata de elegir a los honestos, sin comprender el complejo entramado estructural que ha sido pergeñado por algunos para que cualquier energúmeno ignorante se aproveche de esas enormes grietas instaladas deliberadamente en el sistema.
Se podrán minimizar los hechos como estos, pero no se eliminarán de raíz hasta que no se logre desmontar el desmesurado tamaño del Estado, la eterna discrecionalidad de sus decisiones y su sombrío accionar.
En ese contexto, seguirán desfilando nefastos personajes por la vida política, sin distinción ideológica ni partidaria. Pero es trascendente entender que los corruptos, no solo son detestables sujetos que se apoderan de lo impropio con absoluta hipocresía, delincuentes de guantes blancos que se aprovechan de la gente, sino también personas que no valen la pena, que no tienen ninguna aptitud y cuya autoestima está por el suelo.
Ellos han elegido voluntariamente el camino del mal, el más humillante de los senderos. Legarán a sus hijos una inmensa fortuna a cambio de que convivan con la pesada carga de sus apellidos. Su patrimonio es la prueba más irrefutable de su absoluta impericia. Ellos solo pueden obtener dinero robando. Jamás podrán ufanarse de haber construido un imperio genuino, ni sentirse orgullosos de su esfuerzo. Es probable que no tengan remordimientos, ni se arrepientan nunca, pero la sociedad jamás los respetará, ni les dará reconocimiento. Su codicia es sinónimo de ineptitud.

Periodismo, profesión de alto riesgo en Sudán Por Moyiga Nduru

La prensa de Sudán soporta una dura represión por parte del gobierno.En Sudán basta con una simple llamada telefónica de un funcionario de seguridad enojado para clausurar un diario. Los agentes suelen emplear métodos abusivos como irrumpir en las oficinas de un periódico y confiscar una tirada a la vista de todos, sin motivo alguno y con total impunidad.
La cuestionada ley de seguridad de 2010 habilita a los agentes de seguridad a operar de forma impune.
El último periodista en caer en las redes de los Servicios de Seguridad e Inteligencia Nacional (NISS, en inglés) fue Faisal Mohamed Salih, quien no era ajeno a sus métodos de acoso. Según él, los agentes le impidieron viajar a Gran Bretaña el 25 de este mes.
“Me dijeron que mi nombre figuraba en una lista de personas que tenían prohibido viajar y me confiscaron el pasaporte”, detalló en su página de la red social Facebook cuando le impidieron embarcar en el Aeropuerto Internacional de Jartum.
Crítico implacable del régimen islámico, Salih obtuvo el Premio Peter Mackler por sus valientes coberturas periodísticas étnicas en 2013. Su experiencia no es más que la punta del iceberg en un país donde los profesionales de la prensa y los medios son constantes blancos de ataques.
Al-Ayam, Al-Mustaqilla y Al-Sudani son los últimos diarios en sufrir los arrebatos de las agencias de seguridad.
En uno de los allanamientos más descarados, agentes de seguridad aprovecharon la oscuridad de las primeras horas del día para irrumpir en una imprenta de Jartum el 15 de este mes y confiscar 20.000 copias del diario Al-Sudani, sin ninguna explicación.
Fuentes del diario dijeron que las pérdidas por el allanamiento ascendieron a unos 5.800 dólares. Esas acciones perjudican económicamente a los medios de prensa e impiden que la población lea lo que las autoridades desean mantener en secreto, denuncian profesionales y organizaciones del sector.
El allanamiento de Al-Sudani ocurrió mientras periodistas de Al Tayar, otro diario clausurado desde diciembre de 2015, realizaban una huelga de hambre para obligar a las autoridades de Jartum a permitirles reanudar las operaciones.
“Las huelgas de hambre pueden funcionar en Occidente, donde el fantasma de tal medida es una carga pesada para la consciencia de la sociedad. Pero en Sudán, puede considerarse anormal y contraria al islam”, observó Victor Keri Wani, autor de ‘’Mass Media in Sudan, Experience of the South 1940-2005’’ (“Medios masivos en Sudán. Experiencia del Sur de 1940 a 2005”), en diálogo con IPS.
“Quizá solo las organizaciones de derechos humanos, los amigos y los familiares simpaticen con ellos, pero no el gobierno”, explicó.
Además, esa no era la primera vez que Al-Tayar, crítico del régimen sudanés, fue clausurado por agentes de seguridad desde sus inicios en 2009.
La organización internacional defensora de la la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF) informó que ocho ediciones del diario había sido confiscadas desde principios de 2015, cuatro de las cuales solo en febrero de ese año.
RSF también recordó que el diario fue clausurado brevemente en 2012 tras denunciar que NISS utilizó dispositivos electrónicos ilegales para espiar a la oposición. En esa misma edición, Al Tayar alborotó el avispero de algunas personalidades poderosas al denunciar la corrupción de los gobiernos locales.
RSF registró 35 ediciones incautadas en 2014. Nunca pasa una semana sin que confisquen una tirada o cierren el diario por un breve lapso.
“Los medios de comunicación en Sudán soportan una dura censura y un férreo control por parte de los organismos de seguridad”, explicó el profesor William Hai Zaza, jefe del Departamento de Comunicaciones de la Universidad de Yuba, en diálogo con IPS.
Los problemas entre los medios y los organismos de seguridad comenzaron cuando la junta, encabezada por Omar al-Bashir, dio un golpe militar al gobierno civil, en junio de 1989, y creó publicaciones favorables para promover su visión del islam y del arabismo.
Los periodistas que discrepaban con la visión de la junta terminaron en la cárcel o tuvieron que irse del país.
Es un secreto a voces en Sudán que el gobierno islámico sigue financiando publicaciones para seguir su estricta línea política.
“A los diarios se les permite un limitado espacio para publicar una ligera crítica al gobierno, lo que las autoridades usan para demostrar su compromiso con la libertad de expresión”, observó Zaza.
“Reclamamos la reapertura de Al- Tayar para que pueda continuar con su labor periodística”, indicó Clea Kahn-Sriber, directora de la oficina para África de RSF, en un comunicado que se encuentra en su página de Internet.
A principios de la década de 2000, los periodistas sudaneses temían que los organismos de seguridad estuvieran empeñados en eliminarlos tras un episodio ocurrido en 2006, cuando hombres armados secuestraron y decapitaron al jefe de edición del diario Al-Wifag, Mohamed Taha, en un episodio que atemorizó a la comunidad periodística en Jartum.
El delito sigue impune hasta hoy en una ciudad conocida por su hermética red de seguridad.
La periodista Lubna Mohamed al Hussein, cuyo caso concentró la atención internacional en 2009, fue detenida y multada por llevar pantalones, prohibidos para las mujeres por la ley de decencia de Sudán.
A veces, los problemas locales suelen atentar contra la lealtad de los periodistas oficialistas, lo que los coloca en situaciones complicadas.
“Por ejemplo, la población cercana a la represa de Katjabas, en el norte del país, siempre protesta contra la obra. Si usted es un periodista de la zona, con seguridad, se sensibilizará con la situación, publicará un artículo que hará que cierren el diario”, explicó Wani.
Por eso, numerosas emisoras de radio FM de Jartum optan por un contenido volcado al entretenimiento o los deportes las 24 horas del día. Los agentes de seguridad, que no les prestan mucha atención, consideran que no son contenidos tan sensibles.
“El periodismo es una profesión peligrosa en Sudán y los profesionales del sector deben proteger sus vidas”, subrayó Zaza.
Sudán figuró en 2015 en el lugar 174, entre 180 países, en un el índice de libertad de prensa elaborado por RSF.
Los especialistas no ven la luz al final del túnel para el periodismo sudanés. “El espacio de los medios no se abrirá mientras los islamistas sigan en el poder en Sudán”, se lamentó Wani.
“La represión contra la prensa no se acabará en breve. Llevará cierto tiempo”, coincidió Zaza.
A menudo, los agentes emplean peligrosas estrategias de extorsión para asustar a los periodistas como acusarlos de ser espías israelíes, agentes del Mosad (servicio secreto de Israel) o de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), un eufemismo de traidor, que se castiga con la pena de muerte en este país, precisó.
FUENTE: http://www.ipsnoticias.net/2016/03/periodismo-profesion-de-alto-riesgo-en-sudan/

viernes, 1 de abril de 2016

"Los ocho, y los heroes de Malvinas"

Por Aníbal Hardy
Hace más de ciento ochenta años atrás, la bandera argentina ondeó en las Malvinas de la mano de un grupo de trabajadores explotados. “Antonio Florencio Rivero había nacido en la provincia de Entre Ríos, el 27 de noviembre de 1808 y fue llevado a las islas para trabajar como peón por el gobernador Luis Vernet alrededor de 1827. En la rebelión que restauró temporalmente nuestra soberanía (iniciada del 26 de agosto de 1833) lo acompañaron otros dos gauchos y cinco indios. Sus nombres eran: Juan Brassido, José María Luna, Manuel González, Luciano Flores, Felipe Zalazar, Manuel Latorre y Manuel Godoy. Pasaron a la historia como "Los ocho de Malvinas" y con justicia pueden ser considerados los primeros combatientes por nuestros derechos soberanos en el Atlántico Sur”, según cuenta el periodista y escritor Armando Fernández. “Las voces inglesas los acusan de delincuentes, los señalan como “indios y gauchos asesinos”, poco más que animales. Para la historia argentina, el revisionismo, Rivero fue el primer defensor de la soberanía nacional en las islas Malvinas”, escribe Hernán Brienza.
Muchos jóvenes argentinos tenían menos de veinte años cuando la Dictadura Militar les puso un fusil automático liviano 7.62 en sus manos y les dijeron que eran su única novia. Los mandaron a las Malvinas, esas islas de las que le hablaron sus maestras.
Cuando volvieron a su Patria, los ocultaron como si fueran enfermos contagiosos. Nadie les dio trabajo y durante muchos años no tuvieron pensión. Algunos sintieron que no podían más y dejaron este mundo por propia voluntad. Habían dado la vida por la Patria y decidieron perderla porque su querida Patria no había hecho casi nada por él. Las cifras dicen, más de treinta años después, que 649 pibes murieron en aquella guerra, 323 en el hundimiento del crucero Belgrano y el resto en las islas combatiendo contra los ingleses apoyados por la logística de Estados Unidos. Y hubieron otros números: muchos decidieron suicidarse porque en el país que aplauden a los veteranos de guerra los días 2 de abril y 20 de junio suelen olvidarse los restantes 363 días del año.
El gobierno británico llevo adelante el referéndum para que los 1.672 habitantes de las Malvinas reafirmen su voluntad de considerarse ingleses, seguramente los fantasmas de Los Ocho de Malvinas y de muchos pibes volvieron a agitarse en algún lugar de nuestras Islas Malvinas, donde anidan las historias de los hijos del pueblo, y más en estas horas de desvalorización nacionalista habría que reparar en estas crónicas.

“Tras su manto de neblinas, no las hemos de olvidar. ¡Las Malvinas, argentinas!, clama el viento y ruge el mar.
Desde Formosa- Abogado
Enviado por su autor

¿QUIERES LO IMPOSIBLE? TENDRÁS ESTE MUNDO ESPANTOSO QUE HAS CREADO.

Por el Dr Gabriel Zanotti
¿No quieres inflación? No emitas moneda.
¿No quieres crisis financieras? No emitas moneda en el mercado de capitales.
¿No quieres faltantes en el mercado? No fijes precios.
¿No quieres sobrantes? No apliques precios mínimos.
¿No quieres monopolios locales? No apliques tarifas arancelarias.
¿No quieres desocupación? No apliques salarios mínimos.
¿No quieres subdesarrollo, pobreza y miseria? No provoques inflación, no aumentes impuestos, no tomes deuda pública.
¿Quieres emitir moneda? Tendrás inflación.
¿Quieres fijar precios? Tendrás faltantes y sobrantes.
¿Quieres controlar las tasas de interés? Tendrás crisis financieras.
¿Quieres tarifas arancerlarias? Tendrás monopolios locales.
¿Quieres salarios mínimos? Tendrás desocupación.
¿Quieres emitir moneda, aumentar impuestos, tomar deuda pública? Tendrás subdesarrollo y pobreza.

Elige.
¿Quieres el oro y el moro?
¿Quieres lo imposible?
Tendrás este mundo espantoso que has creado.

Fuente: http://gzanotti.blogspot.com.ar/
Publicado con la autorización de su autor

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