lunes, 3 de noviembre de 2014

Entrevista a Javier Milei: "El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra".

Foto del perfil de María Celsa Rodríguez (tú)Por María Celsa Rodríguez
Javier Milei, es un joven economista, autor del libro "Política Económica Contrarreloj", que pone una mirada muy particular sobre la realidad política y económica de nuestro país. Seguidor de Milton Friedman y especialista en temas de crecimiento en economías monetarias, ve el futuro con vislumbrado optimismo y piensa que " estamos viviendo en lo que se llama: "la ley de los rendimientos acelerados" donde cada avance que se logra se utiliza para pasar a la próxima etapa del progreso, pero a una velocidad muchísimo mayor... Estos tiempos - piensa- han pasado de ser medidos en millones de años a décadas".


Es un amante de la buena música y tiene la aguda vehemencia Pucciniana en sus argumentaciones, al defender con énfasis sus pensamientos.


Cuando lo conocí en el Congreso Económico que se realizó en la ciudad de Corrientes, me encontré con un ser simpático, sencillo pero brillante, con una audacia intelectual pocas veces vista.


-Dime Javier, que crees que le aconsejaría Milton Friedman a nuestro ministro de economía Axel Kicillof?


Responder esta pregunta es muy simple, no porque yo sea un iluminado, sino porque Milton Friedman ha dado esta respuesta hace 39 años cuando escribió una propuesta de política económica a solicitud de Augusto Pinochet. En aquella carta Friedman sostenía:


“El problema económico fundamental de Chile tiene claramente dos aristas: la inflación y la promoción de una saludable economía social de mercado.”
(i) “La causa de la inflación en Chile es muy clara: el gasto público”…”Existe solo una manera de terminar con la inflación: reducir drásticamente la tasa de incremento en la cantidad de dinero. En la situación de Chile, el único modo para lograr la disminución de la tasa de incremento en la cantidad de dinero es reducir el déficit fiscal.”
(ii) “La eliminación de la mayor cantidad posible de obstáculos que, hoy por hoy, entorpecen el desarrollo del libre mercado… El control de precios y salarios no sirve como medida para eliminar la inflación; por el contrario, es una de las peores partes de la enfermedad. La empresa privada tendrá la facultad de gozar de las recompensas del éxito sólo si también arriesga soportar los costos del fracaso. Todo hombre de negocios cree en la libre empresa para todos, pero busca también favores especiales para sí mismo. Ningún obstáculo, ningún subsidio; esa debiera ser la regla.”


Desafortunadamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. En Argentina, durante 60 de los últimos 70 años hemos estado tropezando con el mismo escollo. Lo peor es que no hemos aprendido nada. La experiencia de Chile y la de la Convertibilidad parece que no ha enseñado nada.


- Que se puede hacer con las luces rojas que se encienden en el tablero de mando: por ejemplo la inflación y el descontrolado gasto público? ... Hay un artículo tuyo llamado "Los riesgos de la economía planificada", donde dibujas el escenario económico y político en el que estamos.


Desde mi punto de vista, la única forma de salir del brete en que nos encontramos es congelando el gasto público y dejar que la inflación remanente haga el ajuste fiscal por medio de la licuación. Al mismo tiempo, las tarifas se deberían recomponer por el diferencial del valor de equilibrio con el monto de subsidios y cuando el exceso de pesos que hay en la economía se diluya, habría que eliminar el cepo cambiario. De esta manera,  la inflación pasaría del 40% anual a menos del 5%, mientras que la eliminación del cepo al descomprimir el excedo de demanda de divisas, eliminaría el exceso de oferta en dinero, bonos, actividad y empleo. Esto es, dejarían de subir los precios, la tasa de interés caería, la demanda agregada aumentaría y con ello el nivel de actividad se recuperaría generando una mejor en el empleo y los salarios reales.


- En uno de tus gráficos hablas de crecimiento, convergencia y singularidad: ¿podes explicarnos de que se trata?


El eje central de mi argumentación es que, gracias al progreso tecnológico, el mundo vive un fenómeno de aceleración del crecimiento. Entre el año 0 y el 1800, el producto per-cápita del mundo se expandía al 0.02%. En el siglo XIX lo hizo al 0.65%. En la primera mitad del Siglo XX lo hizo al 1.06%, mientras que en la segundo fue del 2,1%. Hoy pese a la resaca de la crisis sub-prime el mundo se expande al 3%. Por otra parte, si se computa los efectos de subestimación de las cuentas nacionales el crecimiento del producto por habitante llega al 4%. Al mismo tiempo, si EEUU durante los próximos 100 creciera al 2.5%, la convergencia implicaría que el resto del mundo lo hiciera la 4.36% por lo que así el mundo crecería al 4,18%. De esta manera el producto por habitante se multiplicaría por 59.1 veces, lo que implicaría que en un siglo habremos logrado un crecimiento 4.6 mayor que en 20 siglos.


- Una vez me recomendaste dos libros de Micchio Kaku, y como sé que te apasiona el futuro, los avances tecnológicos, la tecnología 3D,... dime, ¿cómo vez a la Argentina frente a esa dimensión tecno-digital que se avecina?


Desafortunadamente, mi visión sobre Argentina no es optimista. La sociedad del futuro se basa sobre el conocimiento y nosotros no paramos de retroceder en las pruebas PISA. A su vez, el crecimiento requiere de acumular capital, esto es invertir. Sin embargo para invertir hay que ahorrar y nuestro país, con el sector público a la cabeza, se caracteriza por la apología del despilfarro. Por lo tanto, sin capital humano ni físico, con el capital institucional destrozado y con el capital social aniquilado (donde una gran parte de la población cree que se puede vivir sin trabajar) parece que estamos en una trampa en la que resulta muy difícil salir. De hecho, dado el progreso tecnológico que vive el mundo, temo que si seguimos así nos convertiremos en los primates del futuro.

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