jueves, 26 de abril de 2018

La tasa del BCRA no es tan alta como te hacen creer


El otro día entró en mi casilla de correo una oferta para sacar una tarjeta de crédito en un supermercado. Si bien sé que estas tarjetas suelen tener un muy elevado costo financiero, abrí el correo por curiosidad para conocer en cuánto se encontraba la tasa en este momento.
Pero lo que encontré superó incluso mis expectativas más pesimistas. El aviso marcaba lo siguiente:
¡Un Costo Financiero Total Efectivo Anual del 180%!
Al menos los ladrones, cuando te quieren asaltar, te dicen arriba las manos.
La mayoría de las personas ni se detienen a mirar esta tasa, sino que simplemente se fijan en el monto que les da la cuota a pagar y si pueden afrontarla.
Y este tipo de tasas no tiene ninguna cobertura mediática. Toda esta cobertura la dejamos para las tasas de las Lebac del BCRA que en la última licitación realizada la semana pasada fueron del 26,30% para el tramo más corto.
Está más que claro que la tasa del BCRA al lado del 180% del Supermercado es una tasa irrisoria, pero… ¿es alta o no?
Tasa real positiva
Una forma de medir que tan alta es la tasa de interés es comparándola con la tasa de inflación. Es que, si un activo paga una tasa del 30% pero la inflación es del 35%, en realidad estamos perdiendo poder adquisitivo. En cambio, una tasa del 5% con una inflación del 2% incrementa nuestro poder adquisitivo.
Mirar el número de la tasa sin ponerlo en un contexto es un error.
Y aquí es donde aparece el concepto de “Tasa de Interés Real”: es la tasa de interés nominal descontando la pérdida de valor por la inflación.
Haciendo este análisis, vemos que el interés que paga el BCRA comienza a no parecer tan alto. Si analizamos los meses completos de la gestión de Sturzenegger al frente de la entidad monetaria hasta aquí (desde enero 2016 a marzo 2018), la tasa de Lebacs fue superior a la tasa de inflación en 18 de los 27 meses La siguiente tabla lo muestra:
Por lo que las personas que buscaban refugio de cortísimo plazo (apenas un mes), sólo lo consiguieron en el 67% de los meses.
Si cambiamos la óptica y lo hacemos ahora mirando a inversores que se mantuvieron invertidos en Lebacs por plazos más largos (1 año), podremos notar que en todo momento pudieron conseguir una tasa real positiva pero que la misma ha ido disminuyendo:
Actualmente, la tasa real de los últimos 12 meses de las Lebacs ha sido del 4,56%.
Este rendimiento, si bien es bueno al tratarse del instrumento libre de riesgo, no es tan elevado como los medios nos quieren hacer creer, ni para que el BCRA sufra las presiones por parte de la Casa Rosada como viene pasando desde el 28/12/2017.
¿Qué paso el 28/12?
Ese día fue la conferencia de prensa del gabinete económico y el presidente del BCRA en el que se anunció el cambio de metas de inflación.
A pesar de que la inflación subió desde esa fecha, el BCRA fue presionado para que baje sus tasas de interés, algo que modificó la tasa real desde ese momento a lo que venía siendo previamente y que te compartí en la tabla y gráfico.
En 2018, tasa real negativa
Luego del cambio de metas, el BCRA relajó levemente su política monetaria pero lo suficiente como para que la tasa de interés deje de ser positiva en términos reales.
Un inversor que hizo el ejercicio de renovar sus Lebacs al plazo más corto hasta fin de marzo de 2018 acumulaba un rendimiento nominal de 6,86% versus una inflación en los primeros tres meses que según el Indec acumula un 6,64%.
Mirando esos números el lector podría decirme que con lo justo pero que la tasa de interés continúa siendo real positiva.
Sin embargo, hay algo nuevo en 2018 que te estás olvidando de considerar.
A partir de este año el Estado comienza a cobrar el impuesto a la renta financiera.
Si a la tasa de Lebacs acumulada le restamos el 5% sobre intereses del impuesto a las ganancias que tendrá que abonar posteriormente este inversor, la tasa nominal que nos arroja es del 6,52%.
Esta tasa está por debajo de la inflación, lo que la convierte en una tasa real negativa.
Y si bien no es el objetivo de esta nota analizar el impuesto a la renta financiera, de los números surge que se está cobrando un impuesto sobre una ganancia que no es real. Igual, nuestro país es experto en gravar ganancias inexistentes como lo era con el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
Así que ya sabés, la próxima vez que escuches que el BCRA paga una elevada tasa de interés que asfixia al consumo y a la economía, permitite dudar de cómo están realizando los cálculos.
Por otra parte, en un país donde el tamaño del sector financiero es minúsculo (el ratio créditos sobre el PBI es menor al 13% contra un 45% de promedio en Latinoamérica) es más que cuestionable todavía qué impacto tiene la política monetaria del BCRA en el consumo y crecimiento económico.
Saludos, 

Matías Daghero 
Para CONTRAECONOMÍA

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