jueves, 11 de enero de 2018

Consejos del Premio Nobel para tus inversiones

El pasado octubre, el profesor Richard Thaler de la Universidad de Chicago recibió el premio Nobel de Economía por sus contribuciones a la “economía del comportamiento”.
Esta disciplina deja de lado la presunción estándar de la economía de que las personas son perfectamente racionales, probando que las decisiones económicas en el mundo real están llenas de sesgos cognitivos.
Richard Thaler ha pasado su carrera focalizado en la manera en que las personas en realidad se comportan, en vez de estudiar cómo los economistas creen que deberían comportarse.
Ahora bien: ¿Puede este tipo de conocimiento ayudarnos en nuestras inversiones?
Si crees que un académico no tiene experiencia en el mundo real como para tener ideas útiles de inversión, te interesará conocer que Thaler es socio de la firma Fuller & Thaler Asset Management, que busca capitalizar los sesgos cognitivos.
A juzgar por los resultados que sus fondos vienen mostrando en los últimos años, creemos que Thaler no solo es merecedor del premio Nobel, sino que también vale la pena escuchar algunos de sus consejos de inversión.
A continuación detallamos los más importantes.
Son los incentivos
Dice Thaler que:
“Mucha gente ha ganado dinero vendiendo pociones mágicas y esquemas piramidales, pero pocas personas se han hecho ricas aconsejando no comprar eso”.
Sin hablar de los fraudes en las inversiones, esta advertencia se extiende a productos financieros de alto costo (fondos de inversión activos, hedge funds, etc.) versus productos financieros de bajo costo (índices o ETF´s).
Siempre recordá que las personas tratan de venderte las cosas que hacen que ellos ganen mucho dinero y, como sucede en la mayoría de las casos, pueden no coincidir con las que hacen que vos ganes mucho dinero.
Comprar acciones de una buena empresa no alcanza
Para el Premio Nobel:
“Los inversores deben tener en cuenta que hay una diferencia entre una buena empresa y una buena acción. Después todo, se puede comprar un auto espectacular, pero pagar demasiado por él.”
Comprar una acción basándose solamente en la calidad de la empresa sin pensar en el precio es un ejemplo de lo que el director de Oaktre Capital Management, Howard Marks, llama “pensamiento de primer nivel”.
Marks escribió en su carta a los inversores de 2015 que “el pensamiento de primer nivel dice: si es una buena compañía, compremos la acción”. El pensamiento de segundo nivel dice: “es una buena empresa, pero todo el mundo cree que es una gran compañía y no lo es. Por eso, la acción está sobrevalorada, hay que venderla.”
La escuela de Benjamín Graham, padre del Value Investing (Inversión en Valor), que cuenta con Warren Buffet como uno de sus principales referentes, sostiene la importancia de contar con un “margen de seguridad” al comprar una acción.
El margen de seguridad es la diferencia entre el precio de una acción en el mercado y el valor de la misma (calculado en base a diferentes métodos). “Precio es lo que pagás, Valor es lo que recibís”, sostiene Warren Buffet.
Miedo a perder
Según Thaler:
“Hay muchas fallas que nos meten en problemas financieros. La primera es la aversión a las pérdidas. Las pérdidas tienen el doble de impacto emocional que una ganancia equivalente. El miedo a las pérdidas (y la tendencia al pensamiento de corto plazo) pueden inhibir el asumir riesgos razonables.
Por ejemplo, invertir en el mercado de acciones ha brindado históricamente un rendimiento mucho más alto que invertir en bonos o plazos fijos, pero los precios de las acciones fluctúan más, produciendo un mayor riesgo de pérdidas. La aversión a las pérdidas muchas veces impide a los inversores aprovechar las oportunidades de largo plazo que otorgan las acciones.”
Como regla general, las acciones, por su potencial de crecimiento, deberían ser la base de una cartera de un inversor que ahorra para su retiro. Por lo tanto, los inversores tienen que entrenarse para poner en perspectiva las pérdidas en el corto plazo, y seguir concentrados en obtener ganancias superiores en el largo plazo. Soportar las pérdidas en el corto plazo no viene naturalmente, pero puede hacer una gran diferencia en tus resultados de inversión en el largo plazo.
En el caso de los inversores argentinos, la aversión a las pérdidas hace que la gran mayoría no pueda salir de alternativas que difieran de invertir en plazos fijos o la simple compra de dólares.
Beneficios de la vagancia
Un último consejo de Thaler es que hay que ser vago:
“Mi estrategia de hacer muy poco, comprar principalmente acciones y luego dejar de prestarles atención, me ha dado grandes resultados.”
La “estrategia de vagancia” de Thaler recuerda a la del vicepresidente de Berkshire Hathaway Inc., Charlie Munger, conocida como “invertir sentado sin hacer nada”. Para Munger, es una estrategia óptima, ya que “le pagás menos a tu bróker, estás escuchando menos información basura y, si funciona, el sistema impositivo te da unos puntos extra de rendimiento por año”.
Las enseñanzas de Thaler en tu portafolio
Lo de Thaler no son solo palabras. Un fondo de su firma, el Fuller & Thaler Behavioral Small-Cap Equity Fund, que invierte en firmas de baja capitalización bursátil, le ha ganado a su benchmark desde el origen.

La filosofía de inversión de la economía del comportamiento busca capitalizar los sesgos que pueden provocar que el mercado reaccione de forma exagerada a la información antigua y negativa, o bien reaccione de manera insuficiente ante la información nueva y positiva.
Después de ver estos buenos aportes de Thaler, quizá sea hora de sumar a los libros y artículos de finanzas que leés habitualmente, algunos de psicología del comportamiento para mejorar el rendimiento de tus inversiones.
Hasta aquí ha dado buenos resultados.
Saludos,
Matías Daghero
Para CONTRAECONOMÍA

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