En la primera página del malsano contrato entre los restos de la que fue principal empresa estatal argentina y la la Standar Oil, con fecha 16 de julio de 2013 se firmó el “Acuerdo de Proyecto de Inversión”, entre YPF Shale Oil Investment I, LLC”, como Tomador, y “Chevron Overseas Finance I Limited”, como prestamista”, y manifiesta que se trata de un préstamo, y la sede elegida por el tomador YPF es el conocido paraíso fiscal Estado norteamericano de Delaware. Es sabido que las compañías que cotizan en Wall Street hace mucho tiempo encontraron su oasis ‘legal’ particular en Delaware, el segundo estado más pequeño de EEUU. En Delaware, desde el siglo XVIII es tradición atraer a través de incentivos fiscales, a empresas de otros estados y de todo el mundo. Es el ‘number one’ de los paraísos fiscales, donde existen más empresas que habitantes. Se estiman unas 285.000 compañías.
En este pequeño estado, las empresas prácticamente no pagan impuestos y resulta muy fácil crearlas, y estas condiciones favorecen la fundación de sociedades ficticias para el tráfico de drogas y lavado de dinero. En los bancos de Wall Street existe más dinero oculto procedente de empresas fantasmas ilegales en Delaware, que en cualquier otro sitio del planeta.
La empresa, llamada YPF Shale Oil Investment I, LLC, que supuestamente es la representante del interés de todos los argentinos, eligió su residencia en ese paraíso fiscal. YPF, empresa que desarrolló pueblos, ciudades, el país en general, y su historia de luchas y épicas de Mosconi, Yrigoyen y Frondizi fue tragada por el agujero negro del lavado de dinero. El acuerdo secreto entre Chevron y los restos de YPF es el viaje al revés de la defensa del patrimonio nacional.
La concesión es por 35 años. En 2013, la EIA (Energy Information Administration de EE.UU.) confirmó que el segundo recurso de shale gas del mundo y el cuarto de petróleo estaban en la Argentina. Identificó cuatro cuencas con shale de las cuales la neuquina, con los yacimientos de Vaca Muerta y Los Molles, resultó la más importante, con 72% de shale gas del país, de los cuales 53% son de Vaca Muerta. Los recursos de shale gas detectados por la EIA son de 802 TCF (Trillon Cubic Meters), equivalente a 22,7 billones de metros cúbicos, el consumo actual argentino durante 400 años.
Absolutamente todo está previsto en el acuerdo YPF – Chevron, se define de acuerdo a las leyes de los paraísos fiscales, en primera instancia, y de los Estados Unidos, como última razón de justicia, bajo el imperio del Código de Comercio Uniforme de Estados Unidos. Por supuesto la “moneda de la obligación” es el dólar y queda expresa la “renuncia al derecho de inmunidad” de parte del tomador, es decir, de los restos de YPF. Surge también la necesidad, en varios fragmentos del préstamo, de respetar la llamada “Ley Patriótica de Estados Unidos”. Chevron es una verdadera renovación del préstamo de la Baring Brothers, una reedición del estatuto legal del coloniaje. Recordemos que la Declaración de la Independencia Argentina, dice: "libres de la Corona de España y de toda dominación extranjera.
Duele mucho la mentira sistemática utilizada por el kirchnerismo, el total fracaso de un movimiento popular pseudo revolucionario, envilecido por la corruptela hasta los tuétanos, que fueron a sabiendas funcionales del Imperio al que se desgañitaron denostando, y firmaron un contrato leonino secreto, que indigna y subleva a todos los argentinos.
* Anibal Hardy - Abogado - Desde Formosa - ENVIADO POR SU AUTOR
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