En cambio hay otros que sustentamos que los impuestos crean pobreza y desigualdad, cuando son desviados para cautivar votos.
El escritor, legislador y economista francéss Claude Frédéric Bastiat, (1801-1850) decía:“Pero si llega a introducirse el principio funesto de que so pretexto de organización, reglamentación, protección y apoyo, la ley puede quitar a los unos para dar a los otros, echar mano a la riqueza adquirida por todas las clases para aumentar la de una clase, a veces la de los agricultores, en otros casos la de los manufactureros, negociantes, armadores, artistas o comerciantes. ¡Oh!, por cierto en ese caso, no hay clase que no pretenda, con razón, echar mano a la ley también ella; que no reivindique curiosamente su derecho de elegir y ser elegida, y que no esté dispuesta a trastornar la sociedad antes de renunciar a sus pretensiones. Los mismos mendigos y vagabundos probarán que tienen títulos incontestables. Dirán: “Nunca compramos vino, ni tabaco, ni sal, sin pagar impuestos, y una parte de tales impuestos se da por vía legislativa en forma de primas y subvenciones a hombres más ricos que nosotros. Hay otros que hacen servir la ley para elevar artificialmente el precio del pan, de la carne, del hierro y del paño. Ya que cada uno explota la ley en provecho propio, también nosotros queremos explotarla”. La idea principal de la obra de Bastiat fue que el libre mercado era inherentemente una fuente de "armonía económica" entre los individuos, siempre que el gobierno se limitara a proteger las vidas, libertades y propiedad de los ciudadanos.
Es muy cierto que los gobiernos pueden y deben de hecho imponer impuestos, y estos lo son a través de la legislación, la que específicamente se denomina “legislación fiscal o impositiva”. El pensador Francés, critica precisamente la desigualad que los impuestos generan a la población y la manera en que los más desfavorecidos, también tendrían derecho a exigir compensaciones a los gobiernos por los efectos adversos que les acarrean dichos impuestos. Para Bastiat, los impuestos forman parte de lo que él denomina la “expoliación legal” y va más allá todavía cuando explica que la expoliación legal no es más que otro nombre diferente para lo que se conoce como “socialismo”. Decía además: “Ahora bien, la expoliación legal puede ejercitarse en una multitud, infinita de maneras; de ahí la infinita multitud de planes de organización: tarifas, proteccionismos, primas, subvenciones, fomentos, impuestos progresivos, instrucción gratuita, derecho al trabajo, derecho a la ganancia, derecho al salario, derecho a la asistencia, derecho a los instrumentos de trabajo, gratuidad del crédito, etc. Y es el conjunto de todos aquellos planes, en lo que tienen de común que es la expoliación legal, lo que toma el nombre de socialismo. Compara a los socialistas con un jardinero así: “Y al igual que el jardinero, que para efectuar la poda de los árboles, necesita hachas, serruchos, sierras y tijeras, el público necesita para el arreglo de su sociedad fuerzas que sólo puede encontrar en las leyes; la Ley de Aduana, Ley de Impuestos, Ley de Seguridad Social y Ley de Educación.“….
También ya criticaba en su tiempo el hoy tan cuestionado redistribucionismo, (Hoy: El eslogan de Inclusión social) llegando a advertir, con total nitidez, como el impuesto (como instrumento del redistribucionismo), no hace más que crear pobreza y desigualdad allí donde se aplica, y en quienes lo pagan. (Léase: Impuesto de las ganancias a los salarios y jubilaciones, destinados a los eternos Planes Sociales, en vez de crear fuentes de trabajo dignas). En suma, resulta claro que los impuestos, además de constituir un acto de violencia y agresión contra a los que inexactamente se les quiere llamar “contribuyentes”, denominación errónea, habida cuenta que quien contribuye a algo, por definición, lo está haciendo en forma voluntaria. No sólo ataca y agrede a quien resulta sujeto pasivo del mismo, sino que asalta y violenta a la sociedad toda en su conjunto, volviéndola cada vez más y más pobre.
Gracias a Dios, vivimos en un Estado de Derecho, y nuestra Constitución Nacional, en su Artículo 43, en su parte pertinente dice: “Toda persona puede interponer acción expedita y rápida de amparo, siempre que no exista otro medio judicial más idóneo, contra todo acto u omisión de autoridades públicas o de particulares, que en forma actual o inminente lesione, restrinja, altere o amenace, con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, derechos y garantías reconocidos por esta Constitución, un tratado o una ley. En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión lesiva….” y los contribuyentes contamos con esta acción, que es un recurso que tutela los derechos constitucionales del ciudadano, y del que conoce y falla un poder independiente, como es el Judicial…
*Abogado- Desde Formosa - Enviado por su autor
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