miércoles, 25 de junio de 2014

EL CIERRE DEL FRIGORÍFICO EN HUINCA RENANCÓ ENCENDIÓ LAS ALARMAS EN EL SUR DE CÓRDOBA

El desafío es grande, el contexto complejo…. En consecuencia es imprescindible actuar con unidad, sensatez, honestidad y grandeza. El objetivo no debe limitarse a abrirlo para la foto, el propósito consiste en encontrar las condiciones para que resulte sustentable.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
Huinca Renancó y la vecina Villa Huidobro están viviendo días de angustia y desasosiego; la semana pasada la empresa Carnes Huinca S.A, perteneciente a los grupos Cencosud (propietaria de supermercados Disco, Vea y Jumbo), y Casino (Hipermercado Libertad), en audiencia celebrada en la delegación Río Cuarto del Ministerio de Trabajo de la Provincia, comunicaba oficialmente el cierre definitivo del Frigorífico emplazado sobre ruta provincial 26, a 7 km de Huinca Renancó. De esa manera queda cesante la totalidad de la plantilla compuesta por unos 200 operarios, con la zozobra que ello implica a sus respectivas familias y, el impacto que significa en la economía de ambas localidades y en toda la zona de influencia. Para interpretar la magnitud de la negativa repercusión que traerá aparejada, cabe consignar que se trata de la mayor fuente laboral de todo el departamento General Roca, en el extremo sur de la provincia de Córdoba.
Por estos días en ambas comunidades, el cierre de la mencionada planta industrial es tema obligado, no sólo en los hogares damnificados o en los medios locales, sino que la preocupación se extiende a todos los sectores de la población; pasando a un segundo plano los grandes titulares nacionales tales como “Los Fondos Buitres y el fallo de la Corte de EE.UU”, “La imputación al vicepresidente Amado Boudou” o “La posible destitución del fiscal Campagnoli” inclusive, hasta el mismísimo “Mundial de Fútbol” se advierte minimizado por los acontecimientos que se van sucediendo en torno a los trabajadores del frigorífico.
Haciendo un poco de historia, corresponde decir que el emplazamiento del frigorífico data de la década del 50’, bajo la denominación de Frigorífico Ranquel S.A., cuyo paquete accionario correspondía en su totalidad a productores agropecuarios de la región (Sur de Córdoba y Norte de la Pampa), encabezados por su mentor, el visionario emprendedor Baudilio Suárez. Por entonces además de la faena de bovinos, también había un sector habilitado para la carneada de ganado menor; cuando se inauguró en 1957 el establecimiento estaba considerado como modelo.
Tras algunos años de normal funcionamiento, surgieron inconvenientes vinculados a la complejidad de un mercado que por entonces estaba manejado por matarifes de dudosa reputación y, empresas fantasmas. Tal circunstancia derivó en el cese de actividades. En 1965 la planta industrial paso a manos de Frigorífico Guaraní S.A., la que a la postre tuvo un final semejante a su antecesora.
En 1981 el frigorífico es adquirido, ampliado y totalmente remozado por la Cooperativa El Hogar Obrero, desde donde se abastecían a varios de los Supercoop de la entidad, alcanzando en su época de esplendor con un promedio de más de 500 cabezas diarias faenadas, llegando a registrar un tope de 700 bovinos matados en una jornada. Durante una década la planta funcionó a pleno, performance que fue laureada con la “Cinta azul de la popularidad en exportaciones de carne”, en el punto de máxima actividad la plantilla llegó a contar con 225 trabajadores; en aquella época, la distribución por el país estaba a cargo de Transporte “Don Rafael” de Enrique Alberto Opizzo S.A., para la cual tenía afectada una flota de 10 camiones térmicos equipados conforme a las prescripciones del transporte federal de carnes.
Como es de público conocimiento, El Hogar Obrero entró en una crisis financiera que desembocó en quiebra, naturalmente el frigorífico fue alcanzado en el proceso dejando de operar como tal en 1991. Por un breve lapso fue operado por la consignataria Aroldo S. Fortuna S.A.
En 1996 empieza a ser explotado por su adquirente Supermercados Vea, empresa luego absorbida por el holding Cencosud, que como queda señalado junto al grupo Casino, conforma Carnes Huinca. El comportamiento no evidenciaba en apariencia mayores dificultades, no obstante se conocen divergencias internas que complicaron la necesaria afinidad societaria y los criterios a seguir con respecto a la planta.
El paso del tiempo es implacable y como toda instalación industrial el frigorífico requería el mantenimiento correspondiente; las desinteligencias no se subsanaron y las inversiones no se realizaron. Ante el avance del deterioro, el SENASA tras marcar las falencias y efectuar los apercibimientos pertinentes, (nunca acatados), los inspectores proceden en abril a la clausura de la planta, invocando razones de salubridad y seguridad.
Los daños edilicios se manifiestan en un fuerte deterioro de los techos, como así también de los pisos, problemas centrales para una planta de esas características, por las consecuencias que ocasiona la humedad en productos perecederos. La refacción presupuestada en $ 17.000.000 no fue realizada y la faena fue traslada al Frigorífico Quickfood de Villa Mercedes, establecimiento montado para exportar, pero que ante la política errática del Gobierno nacional en la materia, (que llevó al cierre de 135 plantas frigoríficas y la pérdida de más de 14.000 puestos de trabajo, con la caída del 3° a 11° puesto en exportaciones de carnes) destina sus instalaciones para prestar servicios a terceros.
Tal lo anticipado en la audiencia de marras, Carnes Huinca ya comunicó al grueso de los empleados su despido mediante telegramas colacionados, en los que deja sentado que comenzará a hacer efectivo en las próximas 72 horas el pago del 100 % de las indemnizaciones correspondientes. Siendo oportuno señalar que la empresa había cumplimentado en tiempo y forma los haberes inherentes a los meses de Abril y Mayo, lapso donde la planta permaneció cerrada.
Desde el momento mismo de la clausura, se advirtió la preocupación entre los trabajadores, intranquilidad que paulatinamente fue ganando espacio en la población y las autoridades. Las reuniones se hicieron cada vez más frecuentes, los distintos gremios se solidarizaron con sus pares en vigilia, los intendentes de Huinca Renancó (Oscar Saliba) y Villa Huidobro (Silvio Quiroga), como así también el legislador provincial por el Departamento General Roca (Roberto Pagliano), no escatimaron gestiones para lograr algún tipo de solución sustentable. El propio Gobernador (José Manuel de la Sota) en ocasión de la inauguración de la repavimentación de la ruta 26, que une ambas localidades, prometió a los trabajadores hacer cuanto estuviera a su alcance para evitar el temido desenlace.
Concretado el cierre y despido, los trabajadores están prácticamente en estado de asamblea. El titular del sindicato Juan Carlos Hidalgo, en la víspera sostuvo reuniones con las autoridades del gremio y funcionarios provinciales; así mismo los jefes comunales eran recibidos en la docta por los ministros de Trabajo, Industria y Agricultura y Ganadería.
Ayer también se apersonaron a esta ciudad Eduardo Montes, funcionario de la Subsecretaria de Promoción del Sector Social de economía del Ministerio de Trabajo de la Nación y Franco Gastaldi, de la Agencia de Empleo, de Delegación la zonal Río Cuarto, ambos militantes de La Campora, quienes ante unos 80 trabajadores, les plantearon la alternativa de constituir una cooperativa de trabajo en el marco del programa Empresas Recuperadas que ofrece la Nación, al tiempo de sugerirle a los despedidos rechazar el telegrama remitido por la patronal. Esta última hipótesis fue descartada por los operarios, a quienes la reunión les generó más incertidumbres que certezas.
A priori, voceros de la empresa han expresado su intención de “ceder” las instalaciones para una explotación por parte del personal, no obstante no dieron al respecto ninguna pauta sobre las condiciones. Acaso ¿sería un comodato por tiempo determinado?
Tal lo antes expresado la situación es muy delicada, la gente habla…., conjetura…. Muchos se solidarizan, los más también tienen buenas intenciones, pero también están los que quieren sacar rédito político o privilegian sus propios intereses. Tanto la Sociedad Rural de Huinca Renancó como el Centro de Ganaderos de Villa Huidobro (entidades representativas del sector) están dando pasos positivos dentro de sus posibilidades.
Sin ninguna duda el desafío es grande, el contexto complejo…. En consecuencia es imprescindible actuar con unidad, sensatez, honestidad y grandeza. El objetivo no debe limitarse a abrirlo para la foto, el propósito consiste en encontrar las condiciones para que resulte sustentable.

ENVIADO POR SU AUTOR  http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=5413#rfXMgVcX5l72zYpI.99

martes, 24 de junio de 2014

Don Nicolás y los “yuyos”

Por Ricardo Bustos
“No es que quiera morir…sino que no encuentro motivos para vivir, en esta vida bastante descontrolada que lleva la sociedad, esa misma que hace un tiempo ya he abandonado porque no la comprendo o quizá por testarudo…no quiero comprenderla”.
El hombre es muy educado, tiene unos años más que yo, se llama Nicolás y vende hierbas sentado en un tapial debajo de un árbol en una Estación de Servicio sobre la Ruta. Le digo que por su aspecto y nombre, puedo llamarlo Santa Claus, si hasta tiene la bolsa en donde guarda prolijamente separados los yuyos que vende a los viajeros.
De casualidad, cuando llegué al lugar en un corto paseo desde el pueblo donde vivo en la Provincia de Misiones, como todo viajero fui al baño y al salir me ofreció…”Don , tengo cola de caballo para los riñones” y le dije que no era un viajero desde lejos y como era un paseo en círculo desde una ruta sobre el Rio Paraná hasta la otra en el Rio Uruguay, volvería al punto de partida, a casa, justo para almorzar, un poco tarde para mi gusto pero con el placer de haber disfrutado del paisaje que solo me regala la tierra roja, sus rocas, el verde abajo y arriba y las rutas con sus curvas que alegran la vista de solo transitarlas. Este monólogo fue el punto de partida de un encuentro entre veteranos que duró casi una hora pero con la promesa de volver a encontrarnos. Aún así comenzamos una conversación muy extraña, como si nos conociéramos desde siempre a pesar de no tener el mismo origen geográfico, pero perteneciendo a una misma generación.
Entraban y salían autos para cargar combustible y lo que más nos llamaba la atención eran los jóvenes y su comportamiento en sociedad. Viajando por la ruta y tomando cerveza en latita y fumando no se qué cosa pero estoy seguro que no eran cigarrillos de los que conozco.
Don Nicolás me pone la mano temblorosa en el hombro y me dice…” Sé que he quedado allá en el tiempo con aquellas ideas conservadoras sobre el trato hacia la gente…conocida o no, aquellas en las que el hombre se quitaba el sombrero para saludar a una dama, el tiempo del rubor de las chicas cuando cruzaban miradas con el muchacho que, supuestamente gustaba de Ellas, los consejos del Abuelo, la paz y calma hogareña de la mano de la Abuela, caprichosa consejera en los problemas diarios, los mismos problemas que ahora a la distancia, me doy cuenta solo eran pavadas al lado de los que enfrenta la gente hoy.
Mirándolo fijo, pero con una sonrisa burlona le dije a Don Nicolás que con sus hierbas quizá le haya salvado la vida a muchos de los viajeros que hacen su parada en la Estación de Servicio y grata fue la sorpresa cuando me respondió que son muchos los que vuelven al pasar el tiempo y le comentan que gracias a El, su salud mejoró notablemente, aunque nadie se atrevió a decirle a su Médico que habían tomado el té que les había recomendado Nicolás.
Y bien, como en un acto de la obra de teatro de la vida, la escena indica que aquí culmina este cuadro, pero volveremos a subirnos al escenario pronto porque me quedaron unas ganas enormes de volver a aquel pasado en donde yo también fui feliz porque todo lo que me dijo Don Nicolás es lo que me ayuda a vivir en este mundo tan extraño y errático al que no tendré acceso por no sentirme parte activa del mismo. Quizá, muchos estarán en nuestra situación y pocos se animan a contarlo, pero si de algo estoy seguro es que los viejos somos eso y si no lo asumimos le haremos daño a los nuestros, a los otros …y a nosotros.
La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.”Roger Martin du Gard (1881-1958) Escritor francés
ENVIADO POR SU AUTOR

Disenso: - Ricardo P. Pobierzym, expone su tesis sobre Heidegger

Silvio Maresca y Alberto Buela entrevistan a filósofos jóvenes entre ellos al Dr.en filosofía Ricardo Pablo Pobierzym que realizo una tesis doctoral que publico en libro bajo el titulo "Naturaleza ecosofia en Martín Heidegger" y explica su visión de Heidegger.
ENVIADO POR EL Canal TLV1 - Director Lic. Juan Manuel Soaje Pinto

La agroindustria, pilar de un desarrollo sostenido del país

Por Arturo Navarro(*)
A pesar de faltar catorce meses para las elecciones nacionales, ya estamos en campaña electoral si nos atenemos a las declaraciones de los políticos.
Hemos podido escuchar declaraciones sobre temas específicos e individuales, que suenan muy bien a los oídos del sector agropecuarios.
Ante dicha situación es oportuno insistir que lo que necesitamos es un proyecto integral para todo el país que tenga como pilar al sector agropecuario para concretar un desarrollo sostenido como ocurrió a principio del siglo XX.
Al revisar nuestro pasado, evaluar el presente y proyectarnos al futuro, se hace evidente que necesitamos consensuar cuanto antes mediante el dialogo entre todos, una propuesta económica y social para el país.
Se trata de un compromiso entre todos los sectores y la dirigencia política para revertir definitivamente la actual decadencia, con un proyecto planificado de crecimiento y de desarrollo a largo plazo, en función de valores, objetivos económicos generales y objetivos sectoriales de política agropecuaria y agroindustrial a ser respetados por todos.
No estoy proponiendo un proyecto agroexportador tradicional. Estoy promoviendo que el país se convierta rápidamente en un gran exportador de alimentos para abastecer todas las góndolas de los
supermercados del mundo y de esa forma poder generar un desarrollo equitativo de todo el país junto a todos los otros sectores de la economía.
La agroindustria es la industria más importante y competitiva del país y la base fundamental para el desarrollo nacional por la acción geopolítica que generará si tienen un plan planificado a
largo plazo.
¿El objetivo inmediato? Aumentar las inversiones, las fuentes de trabajo, las producciones y las transformaciones, para exportar a todos los mercados del mundo y abastecer mejor el consumo
interno.
Cuanto más aumentemos las exportaciones, abasteceremos mejor el consumo interno. ¿El ejemplo a imitar? El de los emprendedores que motorizan diferentes clúster regionales en todo el país. Ellos
logran integrar eficientemente las producciones y rompen la dinámica de la expulsión territorial de los trabajadores. Relativizaron el costo del flete transformando la materia prima en origen y agregando valor a lo transportado.
Este es el ejemplo a imitar y a generalizar en el país. Se trata solamente de poner al complejo agroindustrial –el más eficiente y competitivo del país–, en igualdad de condiciones con
los otros sectores de la economía. Y de integrarlo en un proyecto nacional basado en valores fundamentales y con objetivos económicos generales y sectoriales en diferentes polos de
desarrollos que hay que definirse como una de las políticas de Estado que necesitamos.
Entre estos valores fundamentales está el respeto irrestricto a la Constitución y a las instituciones de la Nación, la defensa de la República y del federalismo, la construcción de capital social
con base en la ética y al rescate del espíritu emprendedor y la promoción de la equidad distributiva para lograr un mayor equilibrio regional, que aliente las posibilidades de desarrollo y promueva la radicación de la población en el interior del país.
Además de una moderna y eficiente relación fiscal Nación-Provincias.
Los objetivos económicos serían lograr tasas sostenidas de alto crecimiento de la producción, atemperando los ciclos y las fluctuaciones bruscas, la promoción de inversiones atractivas en
la Argentina, para que contribuyan a reducir las tasas de desempleo y promuevan el desarrollo regional. Esto alentaría a la población a radicarse en todo el territorionacional. Promover una mejor distribución de la riqueza personal,sectorial, funcional y regional, reduciendo los niveles de
pobreza, eliminando la marginalidad y la pobreza extrema. También a recuperar la cultura del trabajo, defender el valor de la moneda y la estabilidad de precios, a través de la
independencia del Banco Central, el respeto a la seguridad jurídica de los inversores externos e internos y el cumplimiento de los compromisos por endeudamiento público.
No se descarta que se promovería la inserción competitiva de laArgentina en el mundo, tanto a nivel comercial como financiero,asegurando políticas de Estado que atraigan inversiones externas e
internas de largo plazo, orientadas al desarrollo económico y social, eliminando la discrecionalidad en el diseño y la ejecución de las políticas públicas, como primer paso en el combate a la
corrupción.
Además se podrá promover la actividad emprendedora de nuestros ciudadanos, asegurando una tasa sustantivamente alta de creación de nuevas empresas e impulsando el espíritu pionero, para rescatarel interior del país.
Cabe destacar que los objetivos sectoriales deben ser coherentes con los valores y objetivos generales. De esta manera se consigue que el interés particular de los actores económicos
sectoriales vaya en línea con los intereses generales de la Nación y que las políticas se sostengan en el largo plazo, lo que las transforma en políticas de estado.
La crisis económica, política y social actual es por la falta de un proyecto estratégico y planificado para el crecimiento y desarrollos equitativos de todas las regiones del país, que hubieran permitido arraigar a sus pobladores en sus lugares de trabajo y de residencia original.
En esto tiene mucho que ver el tratamiento discriminatorio que viene soportando el campo desde hace muchos años.
Los objetivos enumerados son los principales para integrar definitivamente y en forma permanente al sector agropecuario y a las agroindustrias y consolidar así el complejo productivo más
importante y competitivo del país, que, en igualdad de condiciones con los otros sectores de la economía, nos permitirá multiplicar nuestras producciones y exportar con valor agregado a todos losmercados del mundo.
Mi mayor aspiración es que 2016 sea la oportunidad para quebrar esta decadencia de tantos años y dar inicio a un crecimiento y desarrollo sostenido con la agroindustria como pilar de ese desarrollo con inclusión social e igualdad de condiciones para todo el territorio del país.

(*) Consultor. Ex presidente de CRA y de CARBAP.  www.arturonavarro.com.ar 
ENVIADO POR SU AUTOR

No subestime los riesgos en los bonos

ImageEn el actual contexto de abundante liquidez, el inversor tiende a subestimar los riesgos de muchos activos porque todo parece subir indefinidamente. Puede ser un error muy grave, sobre todo para el caso de los bonos y el panorama futuro que se espera.
Por Diego Martínez Burzaco
Si usted lee con cierta frecuencia esta columna sabrá mi postura optimista de cara a los mercados emergentes en el futuro. La última vez que hice referencia a las Bolsas de los países de la periferia fue en el mes de febrero, más precisamente el día 18, en el newsletter titulado "Alguien se equivoca con estos mercados".
Desde ese momento a la fecha, el ETF más representativo de estos mercados, el iShares MSCI Emerging Markets (EEM) ha mostrado una suba de 12% que casi duplica el 6,5% de avance del Standard & Poor's.
Más allá de esta suba en las acciones emergentes, creo que todavía hay margen para escaladas adicionales, aunque las mismas no estarán libres de volatilidad.
Pero así como soy optimista con la renta variable de estas economías, no lo soy tanto con los bonos emitidos por estos países. Al menos, tengo una visión un poco más conservadora sobre estos instrumentos y creo que hay que avanzar con cautela.
Es cierto que, hasta el momento, la coyuntura actual ha permitido ver alzas generalizadas en los precios de los bonos (con la consecuente caída en sus rendimientos) sin discriminar riesgos ni fundamentos económicos.
La depresión de las tasas de interés de referencia de los principales bancos centrales del mundo complementada con una inyección de liquidez sin precedentes ha permitido ver un rally alcista en títulos públicos y privados de países emergentes como nunca antes se observó.
Hasta el momento, desde el 2009 en adelante, ha sido muy fácil ganar dinero con ese tipo de inversiones.
Sin embargo, el exceso de optimismo de cara al futuro puede ser el error más grave que se pueda cometer con sus inversiones.
No quiero sonar extremista porque no es mi estilo ni la situación lo amerita, pero sí hay que ser consciente de que estamos muy cerca de un punto de inflexión en materia de tasas de interés. Y por ende de rendimientos de deuda emergente.
El año 2015 nos encontrará con el fin de ciclo bajista de tasas de interés en Estados Unidos. La Reserva Federal comenzará a ajustar el costo del dinero hacia al alza para equilibrar los riesgos de mayor inflación que puedan prevenir de la recuperación de la actividad económica.
Desde ya que el ajuste de la política monetaria será gradual, aunque parte de esta gradualidad estará condicionada a la evolución de la inflación subyacente ("core"), que parece estar despertando de un largo letargo.
El ajuste ascendente en la tasa de interés de Estados Unidos será un punto de inflexión para el acceso al "dinero extremadamente barato" por parte de las economías emergentes.
El financiamiento seguirá siendo poco costoso en términos históricos, pero mi impresión es que el mercado, guiado por los inversores, comenzará a distinguir riesgos dentro del mundo emergente.
No todo será lo mismo.
Quienes hayan aprovechado mejor el último lustro para fortalecer sus fundamentos económicos lograrán distinguirse en los próximos años accediendo a tasas de financiamiento envidiables.
Precisamente lo que se observa es que muchos países emergentes han comenzado a adoptar políticas económicas que pueden comprometer sus posibilidades en el mediano plazo.
Más específicamente, se observa que comienza a ver un uso desmedido de la política monetaria (emisión de dinero) que está teniendo implicancias sobre los niveles de inflación y las expectativas futuras.
El caso más elocuente, pero poco representativo por estar "fuera" de los mercados voluntarios de deuda, es Argentina: la emisión monetaria creció en torno al 40% en los últimos 18 meses y la inflación se disparó al 35% anual.
Pero otros países emergentes están cayendo en el vicio de "emitir dinero" como camino para solucionar problemas. Y eso impacta en los niveles de inflación.
Veamos el siguiente gráfico:

Más allá de las discusiones que se dan a nivel académico, existe una clara relación positiva entre el crecimiento de la oferta monetaria (emisión) y el nivel de inflación.
Así se desprende del gráfico anterior.
Y si observamos los países que se encuentran en el cuadrante superior derecho del gráfico (más emisión y más inflación) todos son países emergentes: desde Chile y Brasil, pasando por Rusia hasta llegar a Turquía.
Claramente se tratan de desequilibrios internos propios de cada uno de estos países que podría amplificar el efecto negativo de una suba de tasas de interés en Estados Unidos.
Desde el punto de vista del inversor, es una señal que no debemos pasar por alto si se invierte activamente en deuda emergente, ya sea pública o privada.
Los buenos tiempos en que todo sube parecen tener los días contados. Vendrán aquellos de mayor selectividad.
"A su lado en los mercados". Diego.
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal- Enviado por mail

Acá no hay nada que negociar

No se confunda, no existen varias alternativas con los buitres. El camino más fructífero para la Argentina es uno sólo. Todo el análisis político y los matices patrióticos que se le quieran dar son sólo gestos para la tribuna.
Por Ignacio Ros
ImageQue si vamos a ceder, que si vamos a defender la soberanía, que los buitres son malos... A ver si soy claro, no hay nada que negociar con estos muchachos. No lo digo de forma patriótica, como cuando Estados Unidos se enfrenta a una situación terrorista, sino en un rapto de racionalismo.
Esto no depende del humor del gobernante de turno, ni de si es una deuda heredada o si de lo que sucede es justo o inmerecido. Argentina llegó nuevamente a coquetear con el default (técnico) y eso puede ser la primera ficha de un efecto dominó peligroso.
Veníamos viendo en algunos medios cómo los analistas se preguntaban las opciones de la Argentina. La Presidente, abogada de formación, sostuvo, sin decir la palabra "negociar" (para no disparar demandas de los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010) que el país quería "cumplir con el 100% de los acreedores". Claro que después de eso, espasmódica como de costumbre, la Bolsa se disparó (ayer). Por supuesto, también los bonos.
No nos engañemos, acá no hay nada que negociar. La situación es sencilla. "El juicio del siglo" se perdió y los buitres, que no se caracterizan por negociar los montos que se les deben, ahora sí que no tienen ningún incentivo para aceptar una quita.
El 31-D
Acá no existen varias alternativas. La que queda es esperar a que caiga la cláusula RUFO el 31 de diciembre que obliga a equiparar los pagos a aquellos bonistas que entraron a los canjes de 2005 y 2010, en caso de que se le mejore la oferta a losholdouts.
No requiere mucho análisis. A los buitres se les debe US$ 1.330 millones. Según la estimación del abogado Marcelo Etchebarne, publicada en el diario Clarín, la Argentina podría enfrentar demandas por US$ 500.000 millones (más que el PBI), si se les paga este año y se incumple la RUFO.
Es decir, no hay margen de maniobra. Al cierre escribir estas líneas (ayer), el ministro de Economía, Axel Kicillof, le pedía al juez Griesa que suspenda la sentencia de pari passu para poder pagar el vencimiento de los Discount del 30 de junio, a aquellos bonistas que ya entraron al canje. Es lo que se denomina un stay (suspensión). Es una estrategia para ganar tiempo.
El representante de los bonistas norteamericanos, Robert Shapiro, dijo que negociarán con el país, pero que "Argentina deberá pagar el monto decretado por el juez Griesa".
Leído entre líneas, hay una cierta apertura al plazo, mas no a la variación del monto. Shapiro también sabe que Néstor Kirchner tenía razón cuando decía: "los muertos no pagan sus deudas".
Ahogar al país no parece ser, en esta ocasión, la estrategia más fructífera para losholdouts, en pos de cobrar el 100% de lo que reclaman, demanda en la cual la justicia norteamericana ya les dio su pulgar arriba.
No pierden
Si tuvieron espalda para aguantar tantos años, esperando cobrar el 100%, es difícil pensar que por un semestre van a perder un buen negocio. También es interesante lo que recuerda Ámbito Financiero: "fuentes del mercado financiero aseguraron a este diario el viernes que Elliott aún tiene CDS (siglas de los seguros contra un default de la Argentina) en su poder. Si el país entra en default, cobra de su contraparte por ese siniestro. Esto significa que más allá de las jugosas ganancias que le reportará este diferendo judicial, obtendrá otras provenientes de operaciones financieras con información sobre la marcha de la causa contra el país. De todas maneras, su posición de seguros contra default no es significativa, y oscilaría en torno a los US$ 200 millones por valor nominal de deuda".
Como ve, están parados en las dos veredas...
Cómo llegamos a este momento
No vamos a discutir la calidad moral de los fondos buitre. La piedad no es uno de los valores que cimentan su negocio. Compran bonos de países en desgracia, litigan y esperan años hasta que cobran la totalidad de lo que se les debe, sin aceptar quitas. Tan simple como eso.
Entonces, la pregunta que nos debemos hacer es cómo llegamos a ser carroña de estos muchachos y de qué manera evitarlo en el futuro.
La respuesta es sencilla y, si sigue esta columna desde hace tiempo, ya la sabrá.
Argentina vive por encima de sus posibilidades. No es patrimonio de esta administración. Siempre lo ha hecho, con la cultura de que se arregle el que viene.
El gasto público es superior al ingreso y -como en cualquier familia- esto se resuelve tomando crédito. Este ciclo se mantiene hasta que se vuelve insostenible y ahí es cuando se llega a situaciones límite y traumáticas, como la que vivimos en 2001, y que son cebo para que los especuladores hagan su negocio.
Son muy pocos los años de la historia reciente de la Argentina en que el Estado vivió de acuerdo a sus ingresos. Al llegar Néstor Kirchner, con Roberto Lavagna como ministro de Economía, se instauró la saludable costumbre de los superávits gemelos.
Sin embargo, como verá en el gráfico a continuación, no nos duró mucho. Fue su propia esposa la que desoyó ese consejo.

Así lo remarca el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA):
· Entre los años 2003 y 2008 el Estado nacional generó excedentes que sumados llegan al equivalente de 3,2% del PBI.
· Entre los años 2009 y 2013 los gastos superaron a los ingresos en montos que acumulados representa aproximadamente el 17,3% del PBI.
· Esto significa que en la última década el Estado nacional acumuló desequilibrios fiscales por un equivalente al 14,1% del PBI.
Sin embargo, dejando de lado todo análisis político, reitero, esta costumbre no nació con los K. Si vemos ese mismo gráfico para atrás, nos daríamos cuenta que las administraciones pasadas también gastaron más de lo que podían.
Parece ser un defecto que está en la genética argentina, o al menos de la clase política autóctona.
Es un hábito que -si queremos dejar de ser carroña de los buitres- vamos a tener que modificar.
Hasta la semana próxima. Saludos, Ignacio.
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter semanal - Enviado por mail

lunes, 23 de junio de 2014

Piketty se equivoca: La pobreza es el problema, no la desigualdad


Los mercados libres han hecho más por los pobres que cualquier plan de redistribución en la historia de la humanidad
GANNON LEBLANC
Gannon LeBlancThomas PikettyEl libro del economista Thomas Piketty titulado El capital en el Siglo XXI ha estado recibiendo mucha atención últimamente. Se centra en la desigualdad de ingresos y las políticas públicas que él cree que los gobiernos deberían implementar para resolver el problema.
La tesis principal de Piketty se plasma en la ecuación r > g, lo que significa que la tasa de retorno del capital sobrepasa el crecimiento económico. En español simple, las personas que controlan y son dueñas de las inversiones de capital ganan más que el crecimiento global de la economía, creando cantidades masivas de desigualdad de ingresos.
A pesar de los hallazgos de Piketty, muchos economistasaun sostienen que el alivio de la pobreza debe ser una preocupación política principal, mas no la desigualdad. Después de todo, cuando la gente ve a un millonario viviendo al lado de alguien que posee miles de millones en su cuenta bancaria, por lo general no los invade una sensación de asco y protestan por el pobre millonario. No esperan o exigen al multimillonario que le pague dinero al millonario para que puedan ser menos desiguales. Eso sería ridículo. No importa si el multimillonario tiene cinco, diez o cien veces la riqueza del millonario. Lo que importa es que ambos individuos viven vidas seguras, saludables, y ganan lo suficiente como para brindar comodidad y felicidad a sus familias.
Por lo tanto, la desigualdad no es un problema si todas las partes tienen un estándar de vida y medios suficientes para sobrevivir y prosperar. De esta manera, los redistribucionistas como Piketty confunden el problema de la pobreza con la desigualdad.
En este sentido, el capitalismo de libre mercado ha incrementado dramáticamente el nivel de vida de las personas más pobres de la sociedad. Irónicamente, el mismo sistema que muchos denuncian como abusivo y que se aprovecha de los pobres, les está ayudando más que lo cualquier programa de gobierno ha logrado, o podría lograr.
Gracias a una economía relativamente más capitalista, los ciudadanos más pobres de los Estados Unidos tienen un estándar de vida más alto que el que 1% más rico del mundo disfrutaba hace sólo 60 años. Lo cierto es que hoy en día los pobres en los Estados Unidos viven en mejores condiciones que la mayoría del resto de la humanidad.
Si realmente nos preocupamos por los pobres y queremos aumentar su estándar de vida y felicidad, tenemos que permitir que el capitalismo genuino florezca. Esto proporcionará a los pobres la oportunidad de adquirir nuevos puestos de trabajo junto a experiencias, y para levantar sus propios negocios ayudándoles a que salgan de la pobreza con dignidad. La propuesta de Piketty de robar a los ricos para dárselo a los pobres no proporciona esta dignidad ni ayuda a los pobres a largo plazo, es solo un parche de corto plazo.
Piketty también hace suposiciones defectuosas. La más notable es que los ricos que invierten su capital — probablemente obtenido gracias al linaje o al privilegio — obtienen de forma automática altos retornos sobre la inversión que superan al crecimiento económico. Ignora el hecho de que la capacidad de invertir y recibir un retorno de esa inversión es una habilidad. Es un balance entre riesgos, matemáticas, y un buen sentido del juicio.
No hay ninguna barrera de entrada para convertirse en inversor de capital. Cualquier persona con acceso a un teléfono o a Internet puede participar en la bolsa de valores y aprovechar un sinfín de herramientas y oportunidades financieras.
De hecho, ya ni siquiera hay una barrera educativa. Programas como Buffets Books y laAcademia Khan ofrecen educación financiera gratuita y efectiva a todo el mundo que quiera aprender acerca de finanzas e inversión. Las personas no necesitan un millón de dólares adicionales para participar en la inversión de capital. Con la baja barrera de entrada a la inversión, es más fácil que nunca en la historia de los pobres invertir la pequeña cantidad de ahorros que puedan tener, y convertir eso en ahorros en una suma más grande — mucho más grande que si guardasen sus limitados ahorros en una cuenta bancaria.
El problema real en la vida no es la desigualdad financiera, sino la justicia financiera, que se logra en una economía abierta y dinámica. Una sociedad no puede tener justicia e igualdadsimultáneamente, simplemente porque la última anula a la primera. La justicia y la igualdad pueden parecer conceptos similares, pero son prácticamente opuestos. Los estadounidenses no deberían dedicarse a robar a una clase de ciudadanos para dar a otros, sino a empoderar a los pobres con la oportunidad de salir de la pobreza. (Traducido por Rebeca Morla.)

(*) Gannon LeBlanc se graduó en Economía y Matemáticas en la universidad Eastern Michigan. Es miembro de Young Voices Advocates y su trabajo ha sido publicado en Forbes, Townhall y The Blaze. Gannon se especializa en educación, negocios y temas económicos.

DÉFICITS ACUMULADOS EN LA ÚLTIMA DÉCADA SUMAN 14% DEL PBI

Más allá de que la decisión de la justicia de EEUU habilitando al embargo de fondos del Estado argentino provoque irritación, hay que asumir que esta situación no es fruto de una conjura extranjera sino de la propensión a expandir el gasto público muy por encima de las posibilidades de financiamiento. Por eso, en lugar de despotricar contra agentes externos debería primar la autocrítica y los consensos para imponer, de ahora en más, austeridad y calidad en la gestión del Estado.
Cuando un individuo, una empresa o un Estado gastan por encima de sus ingresos tienen que pedir prestado para cubrir el exceso. Por el contrario, cuando los ingresos superan los gastos, es posible cancelar deuda. La generación de deuda es el resultado de la acumulación de déficits.
Por eso, es erróneo dar al conflicto con los fondos “buitres” una connotación externa cuando el origen del problema es interno. No habría “buitres”, si la Argentina no hubiese defaulteado su deuda en el año 2002. Y no habría habido default, si no se hubieran acumulado enormes déficits fiscales que generaron una deuda imposible de honrar. Por eso, más allá de que es fundamental encontrar una salida razonable al planteo de los “buitres”, lo central es evaluar críticamente la forma en que se administra el Estado en la Argentina.
Un testimonio muy ilustrativo es el desempeño del sector público nacional en la última década. Es decir, con posterioridad al default declarado en el año 2002 y donde se declamó con énfasis la estrategia del “desendeudamiento”. Según información oficial publicada por el Ministerio de Economía se observa que:
Entre los años 2003 y 2008 el Estado nacional generó excedentes que sumados llegan al equivalente de 3,2% del PBI.
Entre los años 2009 y 2013 los gastos superaron a los ingresos en montos que acumulados representa aproximadamente el 17,3% del PBI.
Esto significa que en la última década el Estado nacional acumuló desequilibrios fiscales por un equivalente al 14,1% del PBI.
Estos datos demuestran que las mismas conductas que llevaron al default del 2002, se reprodujeron en los años siguientes. Si bien entre los años 2003 y 2008 hubo excedentes, esto no fue el resultado de la frugalidad sino del no pago de deuda pública (porque estaba en default) y la no actualización de las jubilaciones (generando juicios que la contabilidad pública no registra). A partir del año 2009, la continuidad de un vertiginoso crecimiento del gasto público generó una acumulación de déficits fiscales cada vez más grandes, a pesar de que la presión tributaria creció a niveles récords llegando a ser la más alta de América Latina.
Parte de los excesos de gastos no se reflejan en crecimiento de deuda pública porque se financian con inflación y con deudas que no se registran. Pero agotadas estas fuentes espurias de financiamiento la perseverancia del déficit llevó a replantear la estrategia. De aquí que el gobierno esté empeñado en crear condiciones para contraer nuevos créditos en los mercados internacionales. Primero se reconoció la deuda por la estatización de YPF (U$S 10.000 millones). Luego se aceptó un monto adicional (U$S 3.400 millones) de deuda con el Club de París para eludir el monitoreo del Fondo Monetario Internacional. Una estrategia parecida seguramente se aplicará para resolver el conflicto con los “buitres”. Siguiendo la misma lógica, sería deseable que se reconozca la deuda por la no actualización de las jubilaciones entre los años 2003 y 2008.
En lugar de exaltar el nacionalismo, el fallo de la Justicia de EEUU es la oportunidad para promover la autocrítica. La culpa no es de los acreedores sino de la acumulación de déficits derivados de un manejo irresponsable del sector público. Chile y Uruguay, por citar ejemplos cercanos con gobiernos de ideologías diferentes, se desenvuelven en los mismos mercados financieros internacionales que la Argentina y, sin embargo, no están preocupados por sufrir embargos y menos por el accionar de fondos “buitres”.
Despotricar contra los “buitres” tiene tan poco sentido como rechazar el impuesto a las ganancias. Un planeo honesto contra el exceso de impuestos y endeudamiento arranca por reclamar un manejo más profesional y austero del Estado. Por el contrario, si se avalan las estatizaciones, los subsidios y el empleo público espurio corresponde resignarse a pagar más impuestos y sufrir la presión de los acreedores.
FUENTE: Publicado por IDESA-  www.idesa.org - Enviado por mail

¿De que buitres nos hablan?....

Por Ricardo Bustos
Al finalizar la segunda guerra mundial, Francia había quedado devastada y la sociedad civil debatiéndose entre la hambruna y la muerte. El sacerdote francés mas conocido como Abbé Pierre, funda un Movimiento llamado EMAÚS para tratar de salvar la mayor cantidad de familias que lo habían perdido todo y vagaban por las afueras de París, sin comida y sin techo. La consigna de este nuevo Movimiento era " Ayudar a los pobres NO con la limosna de los ricos, sino con el trabajo de los mismos pobres".
Sin el menor ánimo de criticar o crear una polémica que a esta altura ya no tiene ningún valor, cuenta la historia Argentina que en el año 1952, gobernando la República el Lider del Movimiento Nacional Justicialista, Teniente General Juan Domingo Perón, llega al país EMAUS y la pregunta de rigor sería ¿para qué? si todos tenían trabajo, no había pobreza, desnutrición, analfabetos, peones que eran tratados como esclavos. Otra antigua mentira que vamos sumando a las ya conocidas por varias generaciones de argentinos que las padecieron y jamás tuvieron la posibilidad de hacer escuchar sus reclamos por la crítica situación que vivían, aún con gobiernos que se autoproclamaban populares y nacionales.
Volviendo al tema de EMAUS, es importante destacar que en las periferias de varias ciudades importantes del país, desarrollan una importante actividad junto a CARITAS de cada localidad y otras tantas entidades de bien pública a quienes políticamente se las denomina groseramente ONG, cuando la realidad es que son entidades civiles de bien público como lo fueron en su momento la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos o la Sociedad Española, que con el tiempo fueron cambiando su forma de trabajo porque la vieja Europa pudo ayudar a sus ciudadanos que habían emigrado a otras latitudes del mundo por la guerra que los castigaba en sus tierras.
Hay Centros de alfabetización en barrios de todas las Ciudades de la Argentina porque el Estado, quien debería dedicarse a profundizar la tarea para que no exista un solo analfabeto, mira para otro lado y solo hace política con los programas educativos, destinando mas dineros a los Comedores Escolares que a la enseñanza porque por lo visto, le producen mas rédito los ignorantes que los alfabetizados.
Los voluntarios de Cáritas trabajan en toda la Nación porque basta poner un mapa y con los ojos cerrados apoyar el pulgar en cualquier lugar y allí encontraremos miles de hermanos nuestros en absoluta condición de vulnerabilidad social y de eso...no tienen la culpa los "Buitres de afuera".
Nos han ido acostumbrando a pensar y creer lo que nos dicen, con el agravante de encontrar en la platea de sus discursos a los mismos que los "buitres internos" les mienten con palabras como "crecimiento, . Nuestros Buitres, son los que vaciaron el sistema de salud, destruyendo las vocaciones profesionales con sueldos de hambre, obligando a los Médicos, enfermeras y técnicos del sistema a buscar trabajo en otros países donde son reconocidos por su capacidad. Los Docentes ya no pueden contener a los chicos que no solamente asisten a la Escuela a "comer" sino a dirimir sus conflictos, armados hasta los dientes y poniendo en peligro a toda la comunidad educativa.
Hace poco tiempo, una valiente Directora de una Escuela en la Ciudad de Montecarlo, Misiones le dijo al país en todos los medios nacionales que los Padres no se preocupan ni ocupan de sus hijos, porque todos tienen el papelito de la Anses, y los adolescentes no asistían a clases. Así las cosas, vamos sumando mentiras una tras otra y ahora nos quieren engañar con los "Fondos Buitres" porque son foráneos, pero nadie se atreve a decir en el oficialismo y la oposición, cuál es el monto "verdadero" de la deuda interna, aquella en la que están incluidos los inversores que confiaron en nuestra Argentina, los jubilados y sus pensionadas que llevan mas de 10 años (justo el tiempo de esta "década ganada") que tienen sentencia favorable y no les paga el Estado los juicios, ni siquiera en cuotas como para que los abuelos puedan tener aunque sea una parte de la vida digna que merecen después de tantos años de trabajo.
Quizá alguno piense que defiendo a la "Corpo", pero la verdad es que leo, escucho y veo todas las informaciones en todos los diarios, radios y Canales de TV, porque con la pluralidad sabemos hacia donde vamos como ciudadanos y hoy estaba mirando el programa que conduce con mucha humildad y respeto el Periodista Julio Bazán, recorriendo las Villas de nuestra Argentina y allí, por si cabe alguna duda, está la esencia pura del origen de los otros buitres, los que supimos alimentar con la carroña de la corrupción y la desidia, nuestros buitres, esos que están sentados a la Derecha de...y a la izquierda de...pero ninguno al lado del pueblo, el que hoy, gracias a los "Fondos buitres" se está dando cuenta que estos, los nuestros, no tienen fondo y eso es lo mas triste.

"La mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscripta; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume". Stefan Zweig
Ricardo Bustos  Desde  Capiovi   Misiones
ENVIADO POR SU AUTOR

Importancia de la educación

http://www.atlas.org.ar/images/autores/14.jpgPor el Dr. Gabriel Boragina
Columnista
Puede decirse que la educación es la que dirige en buena medida la vida de las personas, y que por eso los grandes ideólogos del totalitarismo centraron -más temprano que tarde- su atención sobre ella, ya que comprendieron el poder tremendo que la educación tiene en el proceso de adquisición y consolidación de ideas:
"como ha aconsejado el marxista Antonio Gramsci “tomen la cultura y la educación y el resto se dará por añadidura”. No hay sustituto para la trasmisión de ideas. El timón está a disposición de la gente, el asunto es que lo use para navegar por aguas tranquilas y no se deje engatusar por polizontes que apuntan al naufragio"[1]
Es por eso que los estatistas siempre han defendido el control de la educación en manos del estado-nación, y lo han hecho tergiversando el lenguaje y llamando a la educación estatal educación "pública" para diferenciarla ex profeso de la educación privada. Tal artilugio del lenguaje es falaz, habida cuenta que toda educación, sea estatal o privada es pública, ya que se orienta precisamente a educar al público, lo que también sucede en el ámbito privado, dado que los establecimientos educativos privados se abren con el propósito de ofrecer el servicio de educación alpúblico, de donde lo correcto sea diferenciar la educación "estatal" de la educación "privada". Paradójicamente, los hechos demuestran que la educación estatal termina siendo siempre menos pública que la privada, en virtud que el sistema estatal educativo restringe el acceso de la mayoría de las personas que desean y que están en condiciones de educarse.
Que los gobiernos permitan registrar bajo títulos privados a personas que desean impartir cursos de todos los niveles, no significa necesariamente que el sistema educativo opere bajo la órbita de "lo privado", ya que son otros los factores que han de considerarse en el análisis de este aspecto:
"En realidad, tanto los nazis como los fascistas, al permitir el registro de la propiedad de jure pero manejada de facto por el gobierno, lanzan un poderoso anzuelo para penetrar de contrabando y más profundamente con el colectivismo respecto del marxismo que, abiertamente, no permite la propiedad, ni siquiera nominalmente. Si miramos con alguna atención a nuestro mundo de hoy comprobaremos el éxito del nacionalsocialismo y del fascismo, que sin necesidad de cámaras de gas ni de campos de concentración avanzan a pasos agigantados sobre áreas clave que sólo son privadas en los papeles (en verdad, privadas de toda independencia) como la educación, las relaciones laborales, los bancos, los transportes, los medios de comunicación, el sector externo, la moneda y tantos otros campos vitales."[2]
Es decir, el estatismo opera en diferentes ámbitos de manera infiltrada, mediante mecanismos que no son percibidos en forma abierta por el gran público, o que tienden a ser vistos de manera tergiversada, en virtud justamente de la manera en que el estatismo se cuela en campos que la opinión pública (por la deformación educativa inculcada en la escuela de las que venimos hablando) entiende como propios de los ámbitos privados. El éxito de las ideologías fascista y nazi que se propagan en nuestros centros educativos radica necesariamente en el hecho de que no son presentadas como tales. Inclusive muchos profesores tampoco son conscientes de ello, por haber recibido en su hora una educación de índole similar, ya que el fenómeno que venimos señalando no es -por cierto- nuevo, sino que lleva ya bastante tiempo. Se trata de un avance sutil, quizás lento, pero sumamente efectivo.
No han sido pocos los estatistas que asumen que el estado-nación tiene a su cargo el sumo de la perfección moral, y que de ese modo es su obligación impartirlo a todos sin distinción, para lo cual la herramienta indicada para ello es, nada menos y nada más, que el control de la educación en todas las instancias. Pero como bien se ha dicho:
"El Estado no puede, como tal, mandar el sumo bien ni la perfección moral, pues la promoción del perfeccionamiento moral de los individuos es, más bien, tarea de otras instancias, como la educación moral en el seno de la familia y, luego, en las comunidades de intereses que los diferentes grupos de ciudadanos constituyen a tales efectos"[3]
Agudamente L. v. Mises señala los peligros de la educación estatal, a la que él llama "pública", en estos términos:
"En aquellos países donde no existe diversidad lingüística, la enseñanza pública da buenos frutos cuando trata de enseñar a las gentes a leer y a escribir y a dominar las cuatro reglas aritméticas. Cabe agregar, para los alumnos más despiertos, nociones elementales de geometría, ciencias naturales y legislación patria. En cuanto se pretende seguir avanzando surgen, sin embargo, mayores dificultades. La enseñanza primaria fácilmente deriva hacia la indoctrinación política. No es posible exponer a un adolescente todos los aspectos de un problema para que él después despeje la solución correcta. No menos arduo es el encontrar maestros dispuestos a imparcialmente exponer doctrinas contrarias a lo que ellos piensan. El partido en el poder controla siempre la instrucción pública y puede, a través de ella, propagar sus propios idearios y criticar los contrarios. Los liberales decimonónicos, en la esfera de la educación religiosa, resolvieron el problema mediante la separación de la iglesia y el estado. Se dejó de enseñar religión en las escuelas públicas. Los padres, sin embargo, gozaban de plena libertad para, si así lo deseaban, enviar a sus hijos a colegios confesionales al cuidado de las correspondientes comunidades religiosas."[4]
Estas palabras cobran especial actualidad en los tiempos que corren, donde la problemática descripta se mantiene plenamente vigente.
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[1] Alberto Benegas Lynch (h) "El timón está en la gente". Publicado en Diario de América, New York.
[2] Alberto Benegas Lynch (h) "Izquierdas y Derechas Parientes". Publicado por el diario La Nación de Buenos Aires
[3] Alejandro G. Vigo. "KANT: LIBERAL Y ANTI-RELATIVISTA". Estudios Públicos, 93 (verano 2004). Pág. 17
[4] Ludwig von Mises, La acción humana, tratado de economía. Unión Editorial, S.A., cuarta edición. pág. 1263-1264


domingo, 22 de junio de 2014

El secreto de la creación de la riqueza

Por Mauricio Rojas
Hace algunos siglos, la humanidad comenzó a abandonar el estado de pobreza extrema que siempre había caracterizado su existencia. Ello ocurrió, como se sabe, en Europa Occidental a partir del renacimiento de las ciudades y el comercio en el siglo XI, y dio luego un salto espectacular con la Revolución Industrial inglesa del siglo XVIII y ahora, con la globalización en marcha, se está difundiendo por todo el planeta.
Los investigadores concuerdan en que la razón principal del salto a la prosperidad fue de orden institucional. No dependió de los recursos naturales, ni del nivel de conocimientos o la explotación de otros o la riqueza acumulada por las elites. Si así hubiese sido, ese salto se hubiese dado en China, India o el mundo islámico, pero no fue así. El cambio institucional más significativo tuvo que ver con la relación entre Estado y sociedad. En algunas partes de Europa el poder del soberano dejó de ser ilimitado y antojadizo para someterse a la legalidad y respetar a sus súbditos. Shakespeare lo reflejó muy bien en “El mercader de Venecia” (1600). La prosperidad veneciana dependía de la capacidad de atraer inversores y comerciantes que confiaban en que sus derechos serían respetados y la ley cumplida por todos, incluido el soberano.
Casi dos siglos después, en 1776, Adam Smith dio su respuesta clásica a la pregunta sobre “la causa de la riqueza de las naciones”: somos más ricos porque somos más libres y seremos aún más ricos si incrementamos nuestra libertad. A su juicio, la división del trabajo y la especialización son la clave del aumento de la productividad, pero el motor más poderoso del progreso es el interés propio, la búsqueda de mejorar la propia condición. Esta búsqueda ha existido siempre y condujo a mucha violencia y muy poco progreso mientras no fue encuadrada dentro de un marco de libertad para todos e intercambios voluntarios. Solo entonces nos vimos forzados a fomentar nuestro propio interés satisfaciendo a otros y no violentándolos.
Surge así un orden espontáneo, donde cada uno se especializa en servir a los demás para servirse a sí mismo. Y la eficiencia de este orden crece en la medida que ampliamos la esfera de los intercambios voluntarios. Es por ello que Smith afirma que “la división del trabajo se halla limitada por la extensión del mercado” y predica, a fin de ampliarlo, la libertad de comercio.
Más de medio siglo después encontramos a quien mejor y peor comprendió la esencia del orden de la libertad, Karl Marx. “El manifiesto comunista” (1848) es una descripción insuperada de la fuerza creativa de “la burguesía”, que “no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción”. Ello a causa del elemento distintivo del capitalismo (palabra que Marx no usaba) u “orden burgués”: la competencia económica como medio para enriquecerse.
Donde otras “clases dominantes” usaban la fuerza, la burguesía usa su capacidad de producir más eficientemente. Por ello, “la burguesía ha cumplido un papel altamente revolucionario en la historia”, multiplicando la riqueza pero, a juicio de Marx, acumulándola en cada vez menos manos. Este fue su gran error, que lo llevó a profetizar el pauperismo masivo y la inevitable revolución comunista.
A comienzos del siglo XX, el economista austríaco Joseph Schumpeter profundizó nuestra comprensión de la creación de la riqueza poniendo el foco en los emprendedores. Lo que valoriza la naturaleza, el trabajo y el capital es la capacidad de los emprendedores para encontrarles usos socialmente provechosos bajo formas cada vez más eficientes. Para ello experimentan e innovan, es decir, asumen directamente la tarea de, como dijo Marx, “revolucionar incesantemente los instrumentos de producción”. Con ello se generan esas olas de avance tecnológico y “destrucción creativa” que agitan al capitalismo moderno, poniéndole un precio al progreso que no siempre comprendemos o estamos dispuestos a pagar.
En décadas recientes, Douglass North y otros historiadores económicos han estudiando más en detalle las instituciones del progreso: Estado de Derecho, libertad civil y económica, propiedad privada, respeto a los contratos, limitación del poder. Para Nathan Rosenberg, gran estudioso de la historia de la tecnología, la superioridad decisiva del orden de la libertad reside en maximizar, al darnos a todos un espacio de soberanía individual, la cantidad de experimentos que se realizan en la sociedad. Con ello se potencia la capacidad de cambio y adaptación a nuevas condiciones, lo que es decisivo para la sostenibilidad del progreso. Al mismo tiempo, la descentralización propia de la libertad hace que el costo de cada experimento fracasado sea limitado. Por el contrario, los órdenes centralizados tienden a reducir la cantidad de experimentos pero maximizan el costo social de cada fracaso.
Por último, Daron Acemoglu y James Robinson hicieron en su obra “¿Por qué fracasan las naciones?” (2012) una importante contribución al destacar un aspecto central de las instituciones que generan progreso: su capacidad de incluir a la gran mayoría de la población en el proceso de desarrollo. Así, podemos completar el aporte de Adam Smith diciendo que la profundidad del mercado y, por ello, el dinamismo del capitalismo, está dada por la igualdad básica de oportunidades que amplía la participación social en el mismo.
Recordar estas cosas puede no estar demás en un momento en que muchos parecen estar obstinados en que Chile pierda el rumbo del progreso.
*El autor es director Academia Liberal Fundación para el Progreso

Resumen y Ranking de noticias Financieras de la Semana

Centro de Investigaciones Económicas - Invecq.
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Desmesurada complacencia.

Por Alberto Medina Méndez
La sociedad se enfada a menudo con la política. La corrupción crónica, la impericia serial, las permanentes contradicciones discursivas, la ausencia de ideas para gobernar, las internas despiadadas, los reiterados exabruptos, la abundancia de privilegios y el despilfarro de los dineros públicos, son solo parte de una larga nómina de detestables cualidades que molestan, con sobrados méritos, a buena parte de la ciudadanía.
Eso no podría darse sin la complicidad de una comunidad que se enoja, pero no lo suficiente, que se incomoda pero no reacciona jamás. La bronca dura poco, para luego naturalizar lo inadmisible y aceptarlo todo como parte de una realidad que duele pero se soporta.
En algunas democracias más maduras, simples actitudes individuales incorrectas de los líderes políticos o meras declaraciones inapropiadas, dejan fuera de la carrera política a cualquiera que pretenda postularse a un cargo. En esas sociedades los niveles de exigencia son muy elevados.
Hay que hacerse cargo de que no todo lo que acontece es exclusiva responsabilidad de la política. Si la sociedad tolera la corrupción, con liviandad, no puede esperar que esta se extinga por arte de magia. Cuando los mecanismos más básicos no funcionan mínimamente, no es razonable creer que algo cambiará. Eso ya no es culpa de la política, sino de la patética conducta cívica de absoluta pasividad frente a cada despropósito.
Es importante asumir el presente, no solo para recriminarse la acción u omisión, sino para intentar modificar el futuro actuando en consecuencia. Una sociedad que no despierta, que prefiere la apatía, que se queja sin eficacia y no utiliza las herramientas que tiene a mano, es cómplice y no un mero observador externo.
Los ciudadanos son participes necesarios de mucho de lo que acaece. Los políticos de hoy no identifican estímulos suficientes para obrar correctamente. Cuando desvían fondos del Estado para hacer proselitismo o para su propio patrimonio personal, lo hacen no solo por su inmoralidad manifiesta, sino también porque no existe sanción efectiva por cometer esos delitos. No solo no responden ante la justicia por sus faltas, sino que tampoco pagan costos electorales, ya que muchos de ellos permanecen en el centro de la escena por décadas siendo nuevamente apoyados por ciudadanos que conociendo sus atributos e historias, los vuelven a votar.
Es posible que esta realidad tenga que ver con la carencia de opciones. La ciudadanía cree que todos son iguales y se siente empujada a elegir entre dirigentes corruptos e ineptos. Todos los sistemas que restringen la competencia promueven esta escasez de alternativas y eso impacta sobre la cantidad y calidad de la oferta política, debilitando el porvenir.
Para disponer de mayores alternativas resulta imprescindible que las barreras de acceso sean las mínimas. Sin embargo, la legislación vigente consagra con categórica convicción el monopolio de los partidos políticos.
Esto no es casual. La corporación política ha cerrado las puertas de modo intencional. No quieren contendientes en su camino. Desean forzar a los ciudadanos a seleccionar entre los que ya están en el juego, a los que diseñaron estas reglas a su medida, justamente para que el estándar de exigencia sea diminuto y puedan alcanzar sus propios objetivos personales.
Las leyes imperantes establecen múltiples restricciones para crear un nuevo partido político, bajo la perversa visión de que es mejor para la democracia tener pocos y fuertes, que muchos y débiles. Las normas complican además la chance de mantener activo un partido, dejándolos al borde de la precariedad formal, con la indisimulable intención de eliminar alternativas viables para los votantes.
El financiamiento de la política es un capítulo que se agrega, ya que más allá de lo dice la legislación, a la hora del ejercicio cotidiano, la evidencia demuestra que, el que controla la "caja" estatal, la usará sin disimulo, para hacer política con absoluto descaro e impunidad y sin rendir cuentas.
La inexistente transparencia en el funcionamiento del sistema, favorece a los más inescrupulosos e invita insolentemente a ser parte de la cofradía para así acceder a los espacios de poder. Un ciudadano cualquiera, por capaz, honesto, e inteligente que sea, no puede postularse como candidato a un puesto público si no pertenece a un partido político o, al menos obtiene previamente una convocatoria y aval de una agrupación para hacerlo.
Es paradójico que estas formalidades se cumplan con tanta rigurosidad, mientras no funciona del mismo modo cuando un funcionario se apropia del dinero de los contribuyentes apelando a indisimulables prácticas.
Lo que sucede en el presente tiene muchas explicaciones. Pero también queda claro que, gran parte de lo que ocurre se produce porque una ciudadanía bastante hipócrita lo respalda con una desmesurada complacencia.
ENVIADO POR SU AUTOR

Conferencia de Martín Krause - ¿Qué hacer cuando quiebran los Estados?


Martín Krause es  profesor de Economía de la Universidad de Buenos Aires. Tiene publicados varios libros: El cuento de la economíaEn defensa de los más necesitados, Proyectos por una sociedad abierta en conjunto con Alberto Benegas Lynch (h), y Democracia directa en conjunto con Margarita Molteni; capítulos de libros y numerosos artículos en revistas académicas y en periódicos de toda América. Es Profesor Titular de Economía de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Se ha desempeñado como Rector en ESEADE. Es profesor titular visitante de Proceso Económico y de Economía Austriaca I en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala. Obtuvo su doctorado en Administración de la Universidad Católica de La Plata. Krause ha estado dedicado principalmente a las tareas académicas y de consultoría en el ámbito de la economía. Ha participado como conferencista en seminarios y reuniones, y como observador en distintos procesos electorales en todo el mundo. Además, ha recibido varios premios y becas, entre los que se destacan el Premio de la Academia de Ciencias de Buenos Aires (Derecho y Economía) en 2007, la Eisenhower Exchange Fellowship en 1993 y el Freedom Project de la John Templeton Foundation en 1999 y 2000.
Subido por Inst. Juan de Mariana
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=dd4IKFq88Ok#t=609

Estos puntos sobre aquellas íes

Por Enrique Guillermo Avogadro
“Su Graciosa Majestad nunca se había guiado por el principio de la capacidad sino siempre única y exclusivamente por el de la lealtad”. Ryszard Kapuściński

La Presidente, el viernes y de espaldas al Paraná, sorprendió nuevamente a propios y a extraños –en especial, a los mercados- imprimiendo un giro copernicano al discurso de barricada con el que, emulando a los republicanos de Madrid en 1937, respondió el Gobierno a los jueces norteamericanos. El Neo-Bonzo Kíciloff, que había desafiado a losbuitres con su “¡no pasarán!” quedó tan descolocado como su teórico Jefe de Gabinete, el ya quemado hasta el tuétano Coqui Capitanich.
Hasta la misma Cristina, que el lunes había incendiado al país por cadena nacional, y sin que se le moviera un pelo (salvo por el viento), retrocedió en chancletas frente al Ex Extorsionador Griesa y ordenó a sus ministros -eso sí, con una épica digna de mejor causa- que armaran un esquema similar al utilizado en los casos de Repsol y del Club de Paris, para pagar al 100% de los acreedores y llenarles la cara de billetes. Curioso final para unas originales banderas que el “proyecto nac&pop” había desplegado con tanto entusiasmo y que ahora debió mandar enrollar, pero sin bajarlas.
Parece que, en la Casa Rosada, nadie había considerado que, cuando necesitábamos dinero (y éste es uno de esos momentos desesperados) y, para obtenerlo, colocábamos bonos de deuda, quienes los aceptaban y estaban dispuestos a entregar dólares en cambio, eran personas maravillosas mientras que, cuando pretenden cobrar, son unos asquerosos buitres carroñeros. Gracias a Dios, la Presidente reculó en el minuto final porque, ¿qué hubieran dicho ante esa postura, por ejemplo, los que el Mago Gallucio quiere traer a YPF? Sin embargo, y ratificando su naturaleza de escorpión, ayer hizo publicar en el Wall Street Journal una solicitada reiterando la necesidad de un fallo “justo”; seguramente no hará feliz a Griesa ni a la Cámara.
Resulta imposible medir hoy las terribles consecuencias que, para todos, hubieran traído aparejadas esos dislates, tanto en el sentido político cuanto en el económico. Pero sí se puede adelantar que: perjudicarían las inversiones, indispensables para generar empleo y, por la vía del aumento de oferta, permitir encarar acciones contra la inflación; perjudicarían el empleo, en razón de la profundización de la recesión; perjudicarían el salario, ante una menor demanda de trabajo; y perjudicarían fuertemente a nuestro comercio exterior, que cada día depende más de los productos primarios, contra cuyos productores el Gobierno, en su locura, combate enceguecidamente. Pero la derivación más grave de todo esto se hubiera dado si, lanzándonos al precipicio, doña Cristina hubiera intentado la “chavización” final de la Argentina.
El grave problema que nos afecta se debe tanto a la marcada incapacidad y torpeza de aquéllos a los que la Presidente ha encomendado la conducción del área, cuanto a todas las medidas que los Kirchner y sus personeros adoptaron, a lo largo de tantos años, para lograr sus objetivos más espurios, para beneficiarse política o personalmente.
Lo dramático es que esto sucede después de una década en la que los precios internacionales de nuestros productos exportables marcaron un histórico record, y después de un lapso en el cual la desmesurada presión impositiva permitió al Gobierno recaudar nada menos que mil millones de dólares. Cualquier observador imparcial de la realidad argentina se pregunta dónde está esa monumental cifra, ya que hemos perdido reservas de gas y petróleo como nunca antes –la promesa de Vaca Muerta no pasa, por ahora, de ser una gran probabilidad- y nos hemos derrumbado en materia de carne y trigo, cediendo mercados a nuestros más sorprendentes competidores, carecemos de caminos, ferrocarriles y puertos, nuestro sistema de comunicaciones se ha vuelto obsoleto, la educación ha dejado de ser de excelencia, y la salud y la vivienda dignas brillan por su ausencia.
La pobreza y la indigencia ya superan los registros del fin del menemismo, pero son negadas diariamente por la falta de estadísticas oficiales. La inflación y el cepo cambiario, que impiden la llegada de dólares bajo la forma de inversión genuina, están destruyendo el trabajo registrado, y el informal alcanza al 40% de la población activa.
Cuando, hace ya más de once años, los argentinos decidimos entregarle la administración de nuestro bien más preciado, la Patria, a una sociedad conyugal encabezada por dos delincuentes llegados de Santa Cruz e integrada por una manga de pérfidos e ignorantes funcionarios, dispuestos a servirlos en cualquier circunstancia, supongo que lo hicimos porque no nos habíamos tomado el trabajo de averiguar realmente su historia y su pasado en la provincia. Sin embargo, cuando votamos a doña Cristina en el 2007 y la reelegimos en 2011, no hubiéramos podido invocar como excusa nuestra molicie ni nuestra inocencia para justificar tal desmán contra la República.
Al elegir por primera vez a la actual Presidente, ya sabíamos de los fondos desaparecidos, de manejos turbios en la pesca, del injustificable crecimiento patrimonial de la pareja y sus amigos y de su rápido sobreseimiento por enriquecimiento ilícito, de la destrucción de los organismos de control, de la colonización del Consejo de la Magistratura, de la falsificación de las estadísticas del Indec, de la prohibición de las exportaciones de carne que había implicado la pérdida de doce millones de cabezas, de las persecuciones a los opositores, del desacato a las sentencias de la Corte Suprema, de la falsa política de derechos humanos, de los Eskenazi y del robo de Repsol-YPF, del pseudo “desendeudamiento” con el FMI cambiándolo por el fallecido Papagayo Caribeño,de los costos absurdos costos de la obra pública en Santa Cruz, de la pérdida del autoabstecimiento energético, del saqueo del Banco Central, del Pami, de la Anses y de las AFJP’s, de la compra por monedas de terrenos en el Calafate, de las coimas de Skanska, de las actitudes de Patotín Moreno y de Adolf D’Elia, de los ataques a la libertad de prensa.
Y cuando volvimos a votarla ya habían sido descubiertas las valijas de Antonini Wilson, ya se sabía de la “embajada paralela” en Caracas, ya había quedado claro que el narcotráfico había financiado su campaña, ya se habían apoderado de las reservas del Banco Central, ya se había producido la crisis del campo, ya estábamos en guerra contra la prensa libre, ya disfrutábamos de Fútbol para Todos y de Aerolíneas Argentinas, ya nos habíamos enterado de la bolsa de Felisa Miceli, ya conocíamos la existencia de LázaraBóvedas Báez, de Cristóbal Timba López, de Ferreyra (Electroingeniería) y tantos otros, de los “Sueños Robados” por Sergio Schoklender y Hebe Bonafini, de los ataques a periodistas, jueces, opositores, de la proliferación del narcotráfico y la violencia, del blanqueo permanente de fondos de la droga y de la corrupción, de los prostibularios departamentos de Zaffaroni y de las “costumbres” de Oyarbide.
Pese a todo ello, los argentinos premiamos a doña Cristina con nada menos que el 54% de los votos. La única explicación posible es que, como siempre, la sensación de confort que entonces teníamos en los bolsillos y el consumo disparatado hicieron que dejáramos de pensar en la corrupción galopante y en el saqueo desmadrado del país que la familia Kirchner había instaurado como modo de hacer política y de enriquecerse más allá de cualquier límite.
Esto dice mucho de nosotros como sociedad, ya que el solo hecho de tolerar que la nación esté en manos de esta asociación ilícita, que persigue y humilla para lograr sus fines, habla a las claras de lo laxo de nuestra moral individual. Hasta la propia ACDE reconoció, bien tardíamente por cierto, que como en el tango, se necesitan dos para la danza de la corrupción: el empresario que paga y el funcionario que cobra; no podría existir el segundo sin el primero y, sin embargo, han debido transcurrir once años para aceptar esta verdad de Perogrullo.
Cuando, hace ya tiempo, dije que resultaba indispensable destituir constitucionalmente a Cristina Fernández, sostuve que permitir que se mantuviera en el sillón de Rivadavia hasta el final del plazo previsto implicaría un sufrimiento innecesario, medido en un costo económico y social que la Argentina no tenía por qué soportar, no tuve en cuenta la cobardía y el oportunismo de los opositores. Aún hoy, éstos no perciben adecuadamente cuánto peor será la herencia que dejará el régimen cuando, finalmente, la ley les exija dejar el poder en diciembre de 2015.
Podemos, y debemos, reconstruir la República y las instituciones esenciales que la constituyen, pero resulta imprescindible comenzar a hacerlo ya mismo. Pero, para tener éxito en esa ímproba tarea, resulta indispensable que nos lavemos en nuestro propio Jordán, y que los Kirchner y la banda de delincuentes –públicos y privados- que los rodea empiecen a recorrer los tribunales, y que éstos se muevan con seriedad y velocidad.
Si podemos demostrar al mundo que hemos dejado de ser los eternos infantes, pobladores de un país que nunca consigue concretar su promisorio destino, que estamos dispuestos a respetar reglas y contratos, que tenemos una Justicia independiente y eficaz, que estamos dispuestos a desarrollar nuestra economía con responsabilidad y a aportar nuestras tan especiales capacidades, que queremos relacionarnos con las demás naciones con seriedad y respeto, que honraremos los compromisos que asumamos, nuestro futuro será muy distinto a esta inmundicia en que nos hemos convertido.
No nos bastará con SS Francisco ni con Lionel Messi para hacerlo. Cada uno de nosotros tiene que asumir su propia tarea, aún cuando ésta sea –nada más ni nada menos- la educación de sus hijos; y deberemos hacerlo mejor que el miércoles, cuando muchos menos de los esperados fuimos a protestar a favor de Campagnoli y de la independencia de la Justicia. No será el trabajo de una sola generación, porque el daño que nos hemos infligido ha sido enorme, pero sigo teniendo una injustificable fe en nosotros.
Bs.As., 22 Jun 14
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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ENVIADO POR SU AUTOR

BRADEN O PERÓN, FONDOS BUITRES O CRISTINA, LA MISMA PATOLOGÍA

Por Gabriel Zanotti(*)
Sin asumir la dialéctica hegeliana, se podría decir, sin embargo, que muchos argentinos han construido su propia identidad a partir de su enfrentamiento al amo, el mundo anglosajón, malo, feo, sucio, que le impide a él, al esclavo, la libertad y la manifestación de toda su belleza, bondad, plenitud y poder.
Como la Argentina fue un empate entre las tendencias tradicionalistas antiliberales y el liberalismo continental francés –Alberdi es la excepción- los argentinos tienen amplios recursos dentro de su tradición cultural como para racionalizar su odio atávico al inmundo imperialista anglosajón. El nacionalismo llamado católico argentino encuentra en Rosas su héroe principal; la Constitución del 53 es vista como un adefesio anglosajón y el fracaso de dicha constitución, que nunca termina de hacer carne cultural, no es casualidad. Esa visión del mundo no tiene ningún problema, en la década del 20, de tomar a Mussolini y luego a Franco como modelos; ello gana el corazón del ejército, e incluso resulta extraño que el golpe del 30 no haya barrido con todas las instituciones republicanas. El antisemitismo, siempre patológico, que los rodea, los hace coquetear con Hitler, y encuentran en Perón –un típico dictador autoritario fascista y protector de nazis- la concreción de sus ideales. Perón capta inmediatamente –como en casi todo- el odio a lo anglosajón como un componente básico de dicho pensamiento y su famoso “Braden o Perón” no es más que la genial instauración discursiva de un modelo de pensamiento donde todos nuestros males no son nuestros: son fruto del auténtico dominador colonial, al auténtico explotador, protestante y enemigo para siempre de las más preciadas tradiciones nacionales y “católicas”: los ingleses y, peor aún, los “yanquis”.
Con la introducción de la teoría marxista de la dependencia en los 60 y los 70, esto tiene un giro aunque siempre coherente. Las categorías marxistas de análisis internacional –deterioro de los términos de intercambio, centralidad-periferia, norte-sur, etc- son asumidas por casi todos (y cuando digo casi todos, me refiero a todos, excepto los que hayan sido vacunados con la trivalente Mises-Hayek-Rothbard) pero en el peronismo encaja con máxima coherencia; los demás tenían la feliz incoherencia de tratar de protegerse del imperialismo y la explotación manteniendo las instituciones republicanas. Para el peronismo de los 70, en cambio, ello es pura retórica burguesa y lo que vale es la revolución armada. Los teólogos de la liberación de la época colaboran intensamente con todo ello convenciendo a casi todos los católicos de que la revolución marxista era el mandamiento número 11 –cosa por la cual jamás pedirán perdón, por supuesto- y prácticamente los ingredientes están todos puestos para la cosmovisión nacionalista-marxista que sigue hundiendo al país en el abismo. Habría tantos acontecimientos históricos que son fruto de esta concepción, pero es imposible dejar de mencionar que la guerra de Malvinas (apoyada en su momento por casi TODOS los argentinos) es la apoteosis de esta locura ideológica en la más terrible y asesina retro-alimentación de sí misma.
Así las cosas, los kirchneristas, los actuales herederos y sobrevivientes de toda esa cosmovisión, no están en condiciones de entender el fondo del problema de la deuda externa. Es obvio que para ellos la deuda se inscribe en los perversos mecanismos financieros del inmundo capitalismo anglosajón explotador. Critican a los gobiernos argentinos anteriores por haberse endeudado, atribuyendo el origen ideológico de ese endeudamiento al supuesto capitalismo con el cual habrían negociado los vendepatrias de la dictadura, del “neoliberalismo de los 90”, etc. Son totalmente incapaces de entender a autores como P. Bauer o L. von Mises. Las deudas externas, para estos últimos, no son fruto del “capitalismo” o del mercado libre, sino todo lo contrario. El FMI y el Banco Mundial son bancos centrales internacionales que tienen todos los males y defectos intrínsecos que tiene cualquier banco central, siempre advertido por la Escuela Austríaca de Economía. No es un detalle: el estatismo en la moneda, el crédito y consiguientemente en el mercado financiero es tan compatible con el mercado libre como un cáncer de cerebro con un organismo sano. Esos organismos sólo sirven para incentivar el gasto público y financiarlo por medio de préstamos inter-gubernamentales para más gasto público. Claro, para el realismo mágico de los populismos latinoamericanos, ello les produce aporías trágicas. Por un lado tienen que besar la mano del inmundo explotador para que les otorgue préstamos para financiar su gasto público, gasto que es fruto de creer mágicamente que el estado lo resuelve todo. Cuando la situación explota, por un lado insultan, furiosos de rabia y odio ideológico, a los prestamistas, ante los cuales tienen que arrodillarse nuevamente para refinanciar la deuda. A veces, coherentemente, festejan el default cantando la marchita peronista, el himno, aplaudiendo de pie, gritando, bailando, en un éxtasis de sobredosis de ideología, como el peronismo del 2002, para luego tener que besar nuevamente los pies del explotador, para ahora, nuevamente, decirles de todo en un discurso y luego tener que arrodillarse nuevamente y así sucesivamente hasta que la Patagonia sea invadida por chinos y japoneses, y el resto, declarado territorio arqueológico internacional por las Naciones Unidas.
En medio de todo esto, los partidarios de la Escuela Austríaca, que consideramos que tanto el FMI como Fidel Castro son parte del mismo problema –la ingeniería social- seguiremos habitando en el desierto. Si no fuera porque somos más de uno –al menos en los Liberty Fund o en la UFM uno se encuentra con algunos amigos- se podría decir que ser liberal clásico o libertario es la única experiencia humana contradictoria con el gran concepto husserliano: no tenemos mundo.

(*) Sobre el autor: Es Profesor y Licenciado en Filosofía por la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) y Doctor en Filosofía, por la Universidad Católica Argentina (UCA).Ha publicado, entre muchos otros libros, Introducción a la Escuela Austríaca de Economía (1981), Filosofía para no filósofos (1987), Popper: búsqueda con esperanza (1993), Nueva introducción a la escuela austríaca de economía (2001), Introducción filosófica a Hayek (2003), Filosofía para filósofos (2003) y Fundamentos filosóficos y epistemológicos de la praxeología (2004). También ha escrito gran cantidad de ensayos y artículos. Ha dictado cursos y seminarios en universidades de Argentina y del exterior
http://gzanotti.blogspot.com.ar/2014/06/braden-o-peron-fondos-buitres-o.html / (Publicado con autorización del autor)

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