martes, 15 de marzo de 2016

Siempre observados, siempre supervisados, siempre grabados

Este lunes, le hablamos sobre la actual guerra contra el dinero en efectivo y los planes de los gobiernos para tratar de abolir la moneda física.
Estos planes son un fraude. A diferencia de lo que afirman los defensores de la propuesta, la idea de terminar con el dinero en efectivo no persigue combatir el crimen ni impulsar la economía. Forma parte de la campaña del Estado Profundo para tratar de tener un mayor control sobre su dinero… y sobre su vida.
Volveremos a este tema en un momento. Pero primero echemos un vistazo a los mercados y la economía.
Comercio en baja
Hace unos días conocimos que el comercio mundial cayó en 2015. Es la primera vez que esto ocurre desde 2009.
A fines del año pasado, comenzamos a seguir la evolución del número de ventas de trenes, camiones, barcos y máquinas de color amarillo –retroexcavadoras, grúas, palas – y vimos cómo en todos los casos ha habido una desaceleración.
Efectivamente, esas cifras estaban diciéndonos algo importante. El Financial Times publica:
El valor de los bienes que cruzaron las fronteras internacionales el año pasado cayó un 14% en dólares.
En particular, una disminución en el comercio mundial significa que China no está exportando tantas mercancías como antes. Esto, imaginamos, significa un menor flujo de entrada de monedas extranjeras en la reservas del banco central del gigante asiático…y eso hace que sea más difícil para el organismo monetario del país apuntalar el valor del cambio del renminbi.
(Un país acumula reservas de divisas cuando exporta más de lo que importa. En el caso de China, dólares, euros… fluyen hacia el país a cambio de los bienes que allí se fabrican. Estas monedas extranjeras se acumulan como reservas en el banco central. Después, la autoridad monetaria las utiliza para comprar su propia moneda y apuntalar así el valor de su divisa).
El Gobierno chino lo negó. Y le advirtió al multimillonario especulador George Soros que no empezara una guerra contra el renminbi. Pero al igual que en los tiempos de la Unión Soviética, ningún rumor se confirma hasta que un organismo oficial lo niega.
Por supuesto, el Financial Times publicó hace unos días que el renminbi caía:
Esta mañana, el Banco Popular de China (Banco Central de China) debilitó la tasa de referencia para el renminbi en un 0,17%, reduciéndola por quinta sesión consecutiva.
Esta es la depreciación más profunda desde la primera semana de enero, cuando los movimientos de la moneda incrementaron la volatilidad de los mercados financieros globales.
La debilidad del renminbi llega a pesar de los comentarios que realizó durante la reunión de banqueros centrales y ministros de economía del G-20 el gobernador del Banco Popular de China Zhou Xiaochuan. Allí había asegurado que “no hay fundamentos para que el deterioro del renminbi persista”.
Buscando problemas
Volviendo a Estados Unidos, el Dow Jones sigue cayendo. Pero a juzgar por los precios que pagan, los inversores siguen siendo muy optimistas.
Usted debe recordar la relación precio/beneficio a crecimiento (PEG por sus siglas en inglés), que popularizó el gestor del fondo Fidelity Magellan, Peter Lynch. (Su fondo logró superar al mercado por la friolera de un 13,4% anualizado).
El ratio PEG analiza la relación entre el precio-ganancias de una acción (P/E) y las expectativas de crecimiento de sus ganancias.
De acuerdo con Lynch, cuando la relación P/E de una acción es igual a su tasa de crecimiento –un ratio PEG de 1-, el precio es justo. Cuando la relación es alta, los inversores están dispuestos a pagar mucho por el crecimiento de las ganancias futuras.
Del mismo modo, cuando la relación del ratio PEG es baja, esto significa que los inversionistas están pagando poco por el crecimiento. Y cuando está en su punto más alto –como ocurre ahora- significa que los inversionistas están buscando problemas.
No es que nos importe; tenemos un montón de dinero en efectivo y oro en caso de emergencia.
Cámaras, micrófonos y sensores
Regresemos a la guerra contra el dinero en efectivo.
Hay una batalla entra la tan querida Apple y el FBI.
Lo pongo al día… el FBI quiere que Apple desbloquee uno de los iPhone utilizados por uno de los participantes del tiroteo de San Bernardino el pasado mes de diciembre.
Apple dice que dar la información necesaria al FBI para desbloquear el teléfono en cuestión dejará a todos los usuarios de iPhone vulnerables a los ataques de los piratas informáticos.
Las preocupaciones van mucho más allá del simple hecho de que la policía pueda acceder a un teléfono inteligente. Ellos pronto tendrán acceso a toda tu vida. The New York Times explica:
Hoy en día, los teléfonos móviles tienen una gran cantidad de datos personales- tu correspondencia, tus fotos, tu ubicación, tu dignidad. Sin embargo, los dispositivos del mañana, muchos de los cuales ya se encuentran a nuestro alrededor en forma rudimentaria, contendrán mucha más información.
Teniendo en cuenta toda la tecnología que creemos que queremos –no sólo teléfonos móviles mejores y más útiles, sino también coches que conducen solos, asistentes inteligentes que controlas o electrodomésticos que puedes monitorear y administrar a la distancia.
Muchos tendrán cámaras, micrófonos y sensores incorporados que irán reuniendo cada vez más datos y habrá un esfuerzo mayor para tratar de dar sentido a toda esa información. Cada día, la máquina hará un registro y un análisis de sus palabras y sus movimientos.
Ratas en una jaula
¿Qué hará la policía con este tipo de información?
Aquí aparecen los chinos, también en el Financial Times, para darnos una mano:
El sistema de vigilancia en internet de Beijing ha silenciado a un magnate conocido como “The Cannon” cerrando su popular página web…
Solo apretar un botón y no más “información ilegal que ocasionó un impacto negativo”, dijeron los reguladores.
¿No es maravilloso Internet?
Hace unos años, para hacer esto había que entrar en la oficina de un periódico y aplastar la imprenta u obtener una orden judicial para cerrar con candado las instalaciones. Ahora tenemos “perros guardianes en Internet” que lo único que tienen que hacer es “apretar un botón”.
¿No sería bueno para el Estado Profundo que toda tu información financiera y el control de tu dinero estuviera en Internet también?
En la novela de Margaret Atwood, El Cuento de la Criada, Estados Unidos se convierte con el paso del tiempo en un estado policial. Las autoridades controlan a las personas con las tarjetas de dinero electrónico. Como las ratas en una jaula, ellos reciben una ración… hasta que los perros guardianes terminan con ellas.
Si el gobierno continúa por este camino, este podría ser un futuro real y no solo algo propio de la ficción. Abolir el dinero en efectivo del sistema es sólo un gran paso en el camino.
Pero hay mucho más en la historia… mucho más…
Saludos cordiales, Bill Bonner

Bill Bonner es fundador y presidente de Agora Inc., con sede en Baltimore, Estados Unidos. Es el autor de los libros “Financial Reckoning Day” y “Empire of Debt” que estuvieron en la lista del New York Times de libros más vendidos.
Publicado en Inversor Global- Enviado por mail

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