Directo a grano: echemos un vistazo a cómo anduvo en el mundo uno de los indicadores económicos más importantes del mundo… el precio del dólar.
En México:
En España:
En Chile:
Y, por supuesto, en Argentina, donde cada movimiento de la divisa verde tiene alcances telúricos en la dinámica económica y política local:
Por si fuera poco, al mismo tiempo sube el precio del petróleo. Un commodity que, como Jim Rickards explicó ayer viernes, afecta directamente a todos los precios de la economía:
Repasemos lo que Jim escribió ayer sobre este tema:
“Desde un precio en el rango de los US$40 hace solo seis meses, ahora el oro negro está entrando a los US$70 por barril –y el pronóstico apunta a precios aún más altos. Claro que cuando hablamos de petróleo hablamos de energía, lo que significa que precios más altos en el barril de petróleo se traducirán en costos más altos para prácticamente todo –no solo lo que pagas en la estación de servicio.
“La energía más costosa será un factor esencial en la inflación que tomará lugar en la economía estadounidense, y que se “exportará” al resto del mundo. En otras palabras, te costará más conducir tu auto, a los granjeros les costará más cuidar sus cultivos, lo mismo para los camioneros a la hora de transportar bienes y para los negocios a la hora de comprar suministros que vayan desde pintura hasta tejas.
“Eso subirá los precios de toda la cadena de la economía.”
Precios del petróleo más altos en dólares, con un dólar que sube de precio debido al alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal son el combo perfecto para procesos inflacionarios en el mundo entero.
Más inflación se traduce, luego, en alzas de tasas por parte de los bancos centrales de todo el mundo.
Cuyo efecto es la apreciación monetaria local.
Cuyo efecto es la apreciación monetaria local.
Es el segundo acto de la guerra de divisas de la que tanto nos ha hablado Jim, y cuya única cobertura es la tenencia de oro.
Por Inversor Diario
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