martes, 11 de diciembre de 2012

Medios Públicos, Medios Privados
Leonardo Girondella Mora
La reclamación acostumbrada en contra de los medios noticiosos afirma que estando en manos privadas, ello hace probable la distorsión de las noticias —una desviación informativa que sería producida por los intereses de sus propietarios.
Esta protesta, que no está alejada de la realidad, lleva a proponer un cambio en la propiedad de los medios noticiosos —una modificación que los llevaría a ser más propiedad pública que privada y así remediar la posible distorsión informativa mencionada.
En lo que sigue examino esta propuesta destacando lo que considero son los puntos esenciales que contiene.
• Ante todo, no es una reclamación desencaminada. Todos los medios noticiosos pueden tener sesgos informativos importantes, sin excepción. Es esto mismo lo que hace a la solución de la propiedad pública una propuesta débil.
También esos medios públicos están sujetos a introducir sesgos informativos que distorsionen las noticias —sería extraordinariamente ingenuo suponer que un canal de televisión manejado por un gobierno buscara y reportara noticias de escándalos en su interior.
• El diagnóstico y la solución tienen otra debilidad significativa —descuidan que los sesgos de los medios son inevitables, sin importar quién es su propietario, pero también ignoran que esos sesgos no sólo pueden obedecer a intereses de sus propietarios. También pueden ser causados por visiones ideológicas.
Una estación de televisión, por ejemplo, cuyo permiso de operación depende de un favor gubernamental tenderá a evitar noticias que sean negativas a ese gobierno del que depende —como en el caso de Televisa durante los gobiernos del PRI el siglo pasado. Este es un sesgo debido a intereses propios.
Pero también son posibles y frecuentes los sesgos producidos por simpatías políticas y creencias políticas. El caso más citado que conozco es el de medios noticiosos estadounidenses principales, muy inclinados a creencias progresistas que favorecen a los Demócratas y dañan a los Republicanos.
En México y otros países, el lector puede con seguridad nombrar a conductores de noticias con simpatías marcadas hacia ciertos partidos y con tendencias políticas notorias. Me parece que esto es inevitable. La gente dedicada a medios noticiosos es gente interesada en la política y los interesados en la políticas tienen preferencias ideológicas marcadas.
• La propuesta de crear medios masivos públicos suele incluir medios noticiosos manejados por entidades gubernamentales con la esperanza muy ingenua de que ellos proveerán información objetiva, real y promotora de valores cívicos.
Pero también incluye la idea de crear medios masivos dados a ciertas comunidades o grupos que lo consideran un derecho social —siendo el caso que conozco el de exigir al gobierno proveer de medios masivos propios a comunidades étnicas que los reclaman para la promoción de su cultura y costumbres.
Estas peticiones ponen sobre la mesa un aspecto poco considerado en estas cuestiones —los costos de apertura y operación de tales “medios sociales” y quién los absorberá. En una empresa privada, son sus propietarios quienes corren los riesgos de inversión, lo que no es claro en el caso de propiedades públicas.
Un canal de noticias de propiedad estatal es financiado con recursos públicos provenientes de impuestos —lo que abre la pregunta de si eso es legítimo, pues quien paga impuestos estaría cubriendo el precio de un medio que quizá no vea y sin garantía de no ser sesgado.
Un medio cualquiera, como una estación de radio dada a una comunidad indígena, consumiría recursos públicos con impuestos de personas que no tienen beneficio alguno de ese medio —lo que también cuestiona la legitimidad de esta posibilidad.
La única solución válida parece ser la de crear medios sostenibles por sí mismos y no con fondos públicos —sea por venta de tiempos comerciales dentro de su programación o por aportaciones voluntarias de su audiencia.
He examinado la propuesta de combatir los probables sesgos informativos en medios privados por medio de la existencia de medios públicos de propiedad estatal, encontrado que no es ella una solución que remedie el problema en cuestión —en realidad lo podría empeorar.
Sin embargo, es posible encontrar otra vía de respuesta a ese problema real, la de promover y facilitar la existencia de una multiplicidad de medios noticiosos que en lo individual tengan poco poder y dependan de las preferencias de audiencia. FUENTE: CONTRAPESO.INFO

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