La moderación en el lenguaje de la comunicacion no siempre es una virtud de nuestra sociedad, estamos casi acostumbrados a lanzar la frase desafortunada para provocar la alteración del otro y así despertar los sentimientos mas primitivos que aleja al respeto como freno limitatorio. Todos tienden a desafiarse, a ver quien es "el mas guapo", sin embargo deja una difusa imagen de inteligencia, abrochandose una medalla de mediocridad patotera. Sobretodo cuando de fanáticos e idealistas se trata, son los mas verborragicos y fervientes defensores de sus creencias y pensamientos, al tiempo que con entusiasmo ensordecedor esgrimen los argumentos enredados en sus laberínticas definiciones. Ya lo dijoVoltaire "Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable". Ya que "Del fanatismo a la barbarie solo media un paso" decía Diderot
Pero se puede tener una posición tomada, un criterio propio, un pensamiento formado, y sin embargo defender ese ideal con moderación, tolerando otras posiciones distintas y conciliando en aquellos intereses donde la demanda de derechos y libertades unen voces en iguales pretensiones. La pasión en todas sus manifestaciones aun dentro del fanatismo y la locura puede pendularse sobre un equilibrio razonable. Ser moderado dentro de un contexto político y social nos permite conectarnos colectivamente para alcanzar objetivos comunes, que impulsado por el inconformismo, nos conduce a exponer una queja en sintonía, que pueda ser escuchada por los gobernantes, deseando que sea respondida con efectividad, aunque a veces sea una intención utópica.
Pero ¿quien levanta la antorcha de la prudencia? y cuando hablo de prudencia me refiero a hablar y actuar de modo racional, civilizada e inteligentemente, manteniendo una abstinencia de malas palabras. Claro, que si recordamos al maestro Fontanarrosa, él se preguntó "¿Por qué son malas las palabras? ¿Les pegan a las otras? ¿Son malas porque son de mala calidad?... Las malas palabras sirven mucho para expresarse.También se dice que el idioma es vulgar. No sé quién define lo que es vulgar o no. Tampoco sé cuál es el origen de las malas palabras. Las malas palabras brindan otros matices y hay algunas que son irreemplazables... Pido una amnistía para la mayoría de las malas palabras e integrémoslas al lenguaje" dijo. Es verdad que también hay que tener en cuenta a la hora de pronunciarla, en el contexto en que se dice, la motivacion que le dio origen a que esa palabra sea dicha , y la forma como se lo diga.
Pero es cierto que hoy todo el mundo da rienda suelta a los insultos, en cualquier esquina, en un programa de televisión, en la mesa de café, en la familia y los mas jóvenes son peores que los adultos. La biblia dice "refrena tus labios"... el problema es que podamos hacerlo. El Proverbio 16.21 dice "el sabio de corazón piensa bien las cosas antes de hablar o actuar, es decir, no es impulsivo sino reflexivo"... Pero cuando en una discusión los ánimos están caldeados ¿se puede ser reflexivo?... Aun el mas cauto y pacifico, sale a ponerle el pecho a un agravio, a un insulto,o a una falta de respeto.
Ya lo dijo Confucio "La moderación es realmente el mas elevado principio de vida. Desde hace largo tiempo pocas personas han sido capaces de practicarlo".
Publicado en El Informador Publico http://site.informadorpublico.
Publicado en cronica y análisis http://www.cronicayanalisis.com.ar/otrasvoces.asp#6368
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