No lo van a hacer, no solo porque no quieren, SINO PORQUE TAMPOCO SABEN.
En su “republicana” vida han trabajado en cosas productivas, metiendo mano, ensuciándose, chupando frio u otras inclemencias. Por lo que están impedidos de tener cualquier sentimiento de empatía con la clase productiva. (Cuando digo “productiva”, me refiero a todos los que generamos bienes tangibles o servicios de 1ª necesidad, en el campo, en la ciudad o en el mar.)
Lo más lamentablemente trágico, es que tienen naturalizado el hecho de que “ESTO ES ASÍ Y NO EXISTE REMEDIO POSIBLE”. Lejos están de entender que no pueden darnos soluciones, pues ellos mismos son parte muy importante del problema. (*)
Con su peso entierran las ruedas del carro hasta el fondo de la huella.
Cuando el eje apoya en el medio de las dos huellas, arrastra pechando la tierra y por mucho que forcemos al tractor, NI EN PRIMERA LO PUEDE LLEVAR.
Además de su condición de “pretenciosos”, que desean viajar en 1ª, su ignorancia, les impide comprender porque no avanzamos.
Estoy empezando a pensar, que su supuesta ignorancia no es tal y es una insensibilidad brutal, totalmente fingida, atada a egoísmos inocultables.
Se me hace que en algún momento deberemos tomar cartas en el asunto y bajarlos de prepo, O SIMPLEMENTE DESENGANCHAR EL CARRO Y DEJARLOS LIBRADOS A SU SUERTE HASTA QUE LES AGARRE HAMBRE, CHUPEN UN PAR DE HELADAS Y DOS O TRES CHAPARRONES, a ver si así terminan entendiendo.
Hasta ahora hemos aplicado nuestra paciencia y tolerancia, pero vemos que en su mundo virtual, no están en condiciones de reorientar su pensamiento.
Nada podemos agregar a la frase de Albert Einstein sobre no esperar resultados diferentes mientras hagamos lo mismo.
Me pareció siempre explicativo, el ejemplo del antiguo agricultor que tenía dos caballos. Uno, un bayo cruza de pura sangre con criollo, que lucía orgulloso en los desfiles y otro, un frisón blanco, gateado, pero siempre con sus cascos sucios pues era el que tiraba del arado.
Cuando había sequía, debía decidir a cuál de los dos le daba la mejor ración.
Queda pues expuesto el dilema.
¿A cual le destinamos las reservas forrajeras más importantes?,
Para el lector promedio, seguramente es más que obvio. El frisón es el que va a salvar la situación. Pero para otros, puede existir otra respuesta. Un animal hermoso en buen estado, puede tener mucho valor, si se lo vende y ese dinero podría ayudar a pasar el mal momento.
Una visión, es la de realizar parte de los activos, para solventar el mal trance y la otra, es la más conservadora, la que indicarían los consejos de nuestros abuelos: SEGUIR POR EL CAMINO DEL TRABAJO Y EL ESFUERZO: Producir para recomponer las reservas de forrajes y granos. No ir para atrás, patrimonialmente y ser austeros en el ritmo de vida, aceptando las condiciones que las circunstancias nos imponen.
Esta es una alegoría que considero buena para explicar, lo que nos pasa como sociedad, como país.
Hemos educado a las nuevas generaciones, haciendo hincapié en “SUS DERECHOS” y no en sus obligaciones. No hemos tenido la elocuencia para explicarles que los derechos se satisfacen cuando HAY. Cuando NO HAY, “PRIMERO HAY QUE HACER PARA QUE HAYA”. Y NO NECESARIAMENTE SE PUEDE SACARLE A OTRO. No nos asiste ningún derecho de asaltar a aquel que fue previsor. Eso sería como que en la fábula de las hormigas y la cigarra, las cigarras asaltaran el hormiguero, para despojar a las hormigas del fruto de su trabajo.
Comprendo que estos ejemplos son bastante infantiles, pero creo que es una manera adecuada para dirigirme a ese colectivo de gente subida al carro, un tanto corta de entendederas o “QUE SE HACE” la que no entiende.
(*)Un colectivo compuesto por la clase política, administrativa, burocrática, sindical, NACIONAL, PROVINCIAL Y MUNICIPAL. Conspiradores rentados como los líderes de las organizaciones sociales. Servidores públicos incapaces voluntarios o involuntarios…….agreguen Uds. los que ya conocen, ayúdenme a identificar a los pasajeros del carro.
Ing. Agr. Daniel C. Besso
Enviado por su autor
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