miércoles, 6 de marzo de 2019

Hezbolah (Hezbollah) está en Venezuela. Por Denis Korkodinov

Foto del perfil de Denis Korkodinov, La imagen puede contener: una persona, exterior Teheran y Caracas están estrechamente relacionados entre sí. En el año 2010, había cerca de 300 soldados del IRGC en Venezuela. Actualmente, el número de soldados del IRGC en el país caribeño ha aumentado significativamente. Irán ha invertido mucho en el desarrollo de las comunidades chiítas en América Latina y ha utilizado a Venezuela como base para expandir su influencia en todo el continente. El IRGC participa en la recopilación de información de inteligencia y en la capacitación de grupos paramilitares colombianos. También en la contratación y adiestramiento de agentes de una pequeña, pero influyente, comunidad chií de Venezuela. Además, los instructores de la división especial de las Fuerzas Especiales del IRGC participaron activamente en la organización, el armado y la capacitación de las milicias patrocinadas por el gobierno "Redes de Movilización REMI). Los milicianos venezolanos siguen el modelo de la milicia Basij de Irán. Principalmente, su sede de operaciones es la ciudad de Caracas. El segundo elemento de la influencia iraní en Venezuela es el papel de Hezbolá. Hezbolá es un importante proveedor de armas pesadas para los carteles mexicanos de la droga, incluido el cartel de drogas más grande del país norteamericano: el de Sinaloa (Organización Guzmán-Loera). También facilitó el transporte de cocaína colombiana y heroína mexicana, usando como puente a Venezuela, con posterior destino a África occidental y Oriente Medio, y finalmente a Europa. La influencia de Irán y Hezbolá en las altas esferas del gobierno venezolano se destaca por el nombramiento de Tarek Zaydan El Aissami Madda (Tareck Zaidan El Aissami Madda) como vicepresidente de Venezuela, por parte del presidente Nicolás Maduro (4 de enero de 2017-14 de junio de 2018). Actualmente, El Aissami ocupa el cargo de Ministro de Industria y Productos Nacionales de Venezuela. Tarek El-Aissami es de ascendencia sirio-libanesa y trabaja en estrecha colaboración con Hezbollah y el IRGC. Cuando Tarek El-Aissami controló el departamento de pasaportes y naturalización de Venezuela (ONIDEX), los servicios de inteligencia de los Estados Unidos lo acusaron de emitir pasaportes, certificados de ciudadanía y documentos de identidad venezolanos a docenas de oficiales de seguridad iraníes, así como a miembros árabes de las fuerzas armadas pro iraníes. Además, los opositores de Nicolas Maduro acusan a Tarek El Aissami de reclutar a jóvenes chiítas árabes-venezolanos para que participen en las actividades de Hezbolá en el Líbano. Se dice que Tarek El-Aissami tiene fuertes vínculos con el libanés Ayman ​​Said Jumaa, asociado a Hezbollah, así como con José Evaristo Linares Castillo, quien es un representante de la organización terrorista colombiana FARC. Ayman Said Jumaa, vinculado a Tareck El Aissami, fue declarado culpable en noviembre de 2011 de entregar decenas de miles de kilogramos de cocaína de México a Colombia y de lavar dólares de drogas en México, Colombia, Venezuela, África occidental y Europa. Según informes, también participó en el transporte de uranio de Venezuela a Irán. Entre otras cosas, en 2015, Tarek El-Aissami participó en un intento de dos sobrinos de Nicolas Maduro, Francisco Flores y Efrain Kampo, para transportar 800 kg de cocaína desde Venezuela (el caso de "Sobrinos de la droga"). Tarek El-Aissami contribuyó a la logística del tráfico de drogas, incluso proporcionando un avión militar venezolano para el transporte de cocaína desde Venezuela a Honduras. En Venezuela, se dice que existen tres grandes depósitos de uranio, en particular, en los estados de Mérida y Trujillo. Irán, al menos desde 2006, ha estado ayudando a Caracas a organizar actividades de prospección geológica destinadas a encontrar depósitos de uranio. Esto fue anunciado oficialmente el día 25 de septiembre 2009 por el Ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Rodolfo Sanz, el cual explicó que Teherán está ayudando a realizar pruebas geológicas que permitan estudiar y determinar las posibles reservas de uranio de Venezuela. Se estima que Venezuela podría tener al menos 50 mil toneladas de reservas de uranio no utilizadas. Además del uranio, hay grandes depósitos de torio en el país sudamericano. El torio es un metal radioactivo que no se descompone como el uranio y puede generar 40 veces más energía que el uranio. Según los datos obtenidos del buzón de correo electrónico del ex comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ("FARC"), asesinado por Raúl Reyes y Edgar Tovar el día 3 de enero de 2008, este conoció en Bogotá a un hombre que llevaba 50 kilos de uranio. El hombre vendía cada kilo de uranio en 2,5 millones de dólares. En una carta a otro miembro de las FARC, Iván Márquez, Raúl Reyes aclaró que "Ángel podría estar interesado en venderle el uranio a sus otros de sus amigos, de países muy lejanos. Voy a discutir esto con alguien".
Según la inteligencia israelí, el seudónimo "Ángel" en la carta al ex comandante de "FARC" es usado por un funcionario de alto nivel del gobierno venezolano. Por ende, también lo era la persona con quien se iba a reunir Reyes. Lo cierto es que todavía se desconoce si Raúl Reyes se reunió con "Ángel" o no. Sin embargo, después del asesinato del líder de los revolucionarios colombianos al sur de Bogotá, los oficiales de inteligencia colombianos descubrieron 30 kg de uranio, no 50 kg, como lo señaló Raúl Reyes en sus cartas. Hay muchas cosas que aclarar sobre este asunto. ¿Qué fue lo que pasó? 20 kilogramos de uranio simplemente desaparecieron. Esto sugiere y nos permite inferir que, poco antes de su muerte, el comandante de las FARC se reunió con el representante del gobierno venezolano y se logró concretar una transferencia por parte del uranio.
*Denis Korkodinov es historiador y trabaja como analista político y periodista para el equipo editorial de la unidad de investigación de la World Community. Especialista en relaciones públicas corporativas y de comunicación masiva, activista de derechos humanos y experto en la situación geopolítica del Cáucaso. Hace unos años, fue candidato a las elecciones para la alcaldía de Ulyanovsk, ciudad satélite de Moscú. Sus análisis son frecuentemente publicados en Rusia, Turquía y otros países.

ENVIADO POR SU AUTOR DESDE RUSIA

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