Editorial
Bronca, impotencia y tristeza
Por María Celsa Rodríguez
Bronca, impotencia y tristeza son sentimientos encontrados que emanan ante el caso de  Tatiana Kolodziey.
En la cadena de errores  surgen demasiados interrogantes Y quienes están a cargo del manejo de la seguridad, son personas incompetentes
Pero ¿cómo es posible que un sujeto que hace muy pocos días había salido de prisión favorecido por la decisión de un juez que ya tiene antecedente en  otorgar "libertad condicional"  a este tipo de individuos  con  antecedentes por violaciones, este trabajando en una empresa de remis?

El primer culpable aquí  es el juez de ejecución penal Axel Gustavo López, de la ciudad de Morón en la provincia de Bs.As quien había autorizado la libertad del taxista  Juan Ernesto Cabeza "que había sido condenado a 25 años de prisión por cuatro violaciones, a las pasajeras que trasladaba. Hechos ocurridos en la década del '90". Y había recibido la libertad condicional el mes pasado luego de cumplir solo  16 años de condena.

Aunque este no es el primer caso, el mismo juez, con anterioridad había permitido gozar de salidas transitorias  al reo   Pablo Díaz, entonces "condenado a 12 años de prisión por violación" y que en una de las tantas salidas,  asesinó a su vecina, Soledad Bargna, de 19 años a quien  también violó. Asimismo  le concedió salidas  transitorias al asesino del marido de la actriz Georgina Barbarrossa.

Si bien de el Consejo de la Magistratura  en el caso de Pablo Díaz dijo que  el juez "cumplió con la ley" sin embargo sumamos una víctima en el cumplimiento de la ley. Entonces ¿que falla? Diríamos que falla el sistema, que deja en libertad a estas "maquinas de matar". Que son enfermos que no tienen cura, son reincidentes, no se resocializaran jamás. Luego estos jueces con fundamentos y tecnicismos muy bien estudiados, los liberan  y  así seguiremos sumando víctimas, porque esto seguirá pasando.

El segundo culpable es el municipio que otorgó el permiso de conducir  profesional.
El tercero es la empresa de remis que da trabajo a cualquiera, sin solicitar certificado de buena conducta y referencias, antes de ponerle un móvil a su disposición, donde traslada a mujeres, estudiantes, niños, jóvenes y ancianos. Esto esta generando mucha incertidumbre, ya que cada vez que subimos  a un remis no sabemos que sujeto nos está llevando  a destino y  a quien le estamos dando la dirección de nuestra casa.

Pero no es el único caso en que se toma a personas con antecedentes penales. Ya que un día en los primeros meses del año, hablando con un remisero que me trasladaba a casa me dice en medio de una conversación sobre inseguridad -por el problema de los motochorros-, que él conocía muy bien la "burocracia" dentro de la Alcadía de Resistencia  y de la U7, porque  estuvo 6 años en prisión.  Y que un compañero de celda,  estaba ahora trabajando en una secretaría de la Gobernación, con un sueldo muy llamativo para el poco estudio que tenía y con la carga de los antecedentes penales. Me quedé en silencio, sorprendida  y pensé: - que ironía  a mi  no me admitieron ninguna de las peticiones de audiencia  y a un ex reo le dan un empleo importante cerca del Gobernador.

Entonces uno llega a la conclusión que aquí no podemos exigir seguridad si todo está tan mezclado y hay personajes  con pasado dudoso  caminando a nuestro lado, trabajando junto a nosotros, conduciendo  los taxis y remis, etc.

Antes, cuando una cursaba el colegio secundario, los profesores te  hablaban del valor que tienen el buen nombre y honor en una persona para ser bien vista en la sociedad. De la buena presencia  y   de un buen currículum para conseguir trabajo. Ahora todo se ha nivelado para abajo, directamente al subsuelo. Y que  basta tener una militancia política, ser amigo de un puntero, estar en el Vatallón Militante y listo, ya tenés trabajo. No importa lo que sos o lo que fuiste, lo que hiciste, a quien robaste o a quien mataste. Como dice Discépolo "los inmorales nos han igualados".
Porque estamos en la decadencia moral y parece que esto por más que la bronca, la impotencia y la tristeza hoy nos sacudan, mañana todo seguirá igual.