Renunció el jefe de la Policía de Santa Fe, por vinculación con el narcotráfico

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Estas son las escuchas telefónicas que comprometen a Hugo Tognoli, jefe de la Policía de Santa Fe, con el narcotráfico. El funcionario presentó esta mañana su renuncia al ministro de Seguridad provincial Raúl Lamberto. Fue luego de que el diario Página12 publicara este viernes que la Justicia había pedido su detención, por acusarlo de complicidad con quienes manejan el negocio del narcotráfico en la provincia. Consultado al respecto, Lamberto aseguró: "No existe ninguna orden judicial que haya llegado al Ministerio ni a la fuerza, no hay orden de detención que conozcamos. Como ministro he ordenado al jefe policial que se ponga a disposición de la Justicia". Pidió: "Esto se debe esclarecer en forma inmediata". El ministro admitió, en diálogo que ve "con preocupación" la situación, pero aclaró: "No me asustan las investigaciones judiciales". Consideró importante que, en el marco de la causa, "tenga derecho el jefe de decir de qué se trata ante la Justicia". Pero planteó que lo judicial es "independiente de las medidas administrativas que correspondan" que pueda tomar el gobierno provincial. En cuanto a la postura del gobierno provincial, subrayó: "No compartimos la connivencia policial con ningún hecho delictivo, menos con el narcotráfico". Reforzó: "No vamos a consentir que haya vinculación interna, y en particular de la fuerza policial, con el delito". El diario Pagina12 detalla que investigadores de la Policía de Seguridad Aeroportuaria habrían determinado que el jefe policial habría brindado información a un jefe narco para evitar ser detenido. Y que escuchas telefónicas de la Policía de Seguridad Aeroportuaria le adjudicarían responsabilidad en coimas. Habría habido allanamientos en su despacho y su domicilio particular. El matutino porteño asegura que las evidencias contra el jefe policial surgieron a partir de la investigación de una red de trata de mujeres: en una escucha telefónica, el dueño de un prostíbulo le preguntó a un comisario mayor la forma de arreglar para vender cocaína. Y le habrían respondido con un mensajito de texto aludiendo a que quien definía esos temas era Tognoli. Las pruebas Las evidencias contra el jefe policial surgieron a partir de la investigación de una red de trata de mujeres: en una escucha telefónica, el dueño de un prostíbulo le preguntó a un comisario mayor la forma de arreglar para vender cocaína; mediante un mensaje de texto, el comisario mayor Oscar Ledesma respondió que debía pagar “30.000 (por mes) directo con Tognoli”. En el expediente hay además otra prueba de máxima importancia: un jefe narco que estaba siendo investigado recibió la información de que lo estaban siguiendo autos desconocidos. El sospechoso logró escapar. Luego se supo que alguien había consultado en el Registro de la Propiedad Automotor por las patentes de los vehículos y le informaron que pertenecían a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Esa consulta, que requiere de un código y una clave personal para ingresar, fue hecha –según consta en el expediente– a las 18.08 del 25 de noviembre de 2011 por el comisario Hugo Tognoli. Kioscos custodiados por policía La investigación detectó en principio numerosos kioscos de venta de drogas en villas de Rosario, que consistían en cuartitos de un metro por metro y medio. Totalmente cerrados, con una sola puerta que se cierra desde afuera con un candado y una ventana del tamaño de un cenicero, con dos barrotes cruzando la abertura en el frente. Por allí el comprador mete el dinero y adentro, por lo general, hay un chico de 14 o 15 años, al que encierran por 24 horas para hacer la transacción. Casi privado de la libertad, no le dan comida y tiene que hacer sus necesidades dentro de esa habitación. El expediente demuestra que afuera –en muchos casos– hay un policía en servicio de custodia. También se comprobó que en el departamento de un policía en actividad había cocaína con la que se proveía a varios kioscos. Según la investigación, en una cuadra a la redonda de una villa había seis kioscos. En la causa hay además escuchas telefónicas en las que el supervisor de un kiosco le pregunta a un jefe narco cuánto debía pagarle a la dotación de un patrullero que se había presentado.
FUENTE: TELEFE NOTICIAS