El mercado de la TV por cable en la Argentina es uno de los más desarrollados del mundo. Implica una cobertura de más del 80% de los hogares. El mayor operador (Cablevisión, del Grupo Clarín) controla más del 60% y las principales señales de la grilla.
El camino que llevó al grupo nacional a ser el actor dominante del mercado comenzó en 1992 (con la creación de su firma Multicanal), se potenció durante los últimos años de la década de 1990 a partir de la compra de operadores en cientos de ciudades del país (con capitales generados en préstamos obtenidos en EE.UU.) y el dominio de los derechos exclusivos de transmisión del fútbol argentino. Pero el proceso se completaría recién en 2006, a partir de la fusión entre Multicanal y Cablevisión, operación en la que se potenció el vínculo con el fondo de inversión estadounidense, Fintech, que ahora ha abierto una interna compleja en el mercado.
Luego de la devaluación de la moneda en 2002 (situación en la que las empresas de medios debían afrontar sus deudas en dólares en un contexto de recesión y cuasimonedas) el Grupo Clarín desarrolló una estrategia de negociación económica con sus acreedores para reestructurar sus deudas en pesos ($ 1.500 millones) y en dólares (US$ 1.500 millones) y otra de presión y lobby con el Estado que le permitió evitar la pérdida de sus empresas y recuperarse hasta consolidar su dominio en el mercado de cable.
En primer lugar, las empresas negociaron con sus acreedores y luego pasaron a operar en conjunto. Se iniciaba así una relación que hoy parece estar en crisis. El 14 de mayo de 2004 Cablevisión invocó ante el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 11 la existencia de un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que comprendía únicamente a determinados acreedores. Las diputadas Victoria Donda (FAP) y Cecilia Merchán (Libres del Sur) denunciaron que Cablevisión violaba las normas federales que imponen el deber de informar, al ocultar el cambio en el control del grupo, que pasaba de Liberty a Fintech, así como también la participación en estas negociaciones del Grupo Clarín SA.
En su proyecto afirmaban que existe documentación referente a una “Nota de Entendimiento” del 19 de noviembre de 2004 por la cual Fintech acordaba la venta al Grupo Clarín de una parte de su participación. De todos modos, en abril de 2005 Cablevisión negó a la Comisión Nacional de Valores la existencia de esas gestiones, y recién en agosto de ese año informó que el Grupo Clarín SA había adquirido el 25% de Cablevisión a través de Vistone Ltd., plataforma desde la cual se daría la fusión de 2006.
Tal irregularidad fue denunciada por la ex fiscal y actual procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, quien desde entonces recibió siete pedidos de juicio político y dos denuncias penales. La documentación citada por Gils Carbó muestra que el Grupo Clarín fue parte de toda la operatoria de venta de Cablevisión a Fintech. Para la Fiscalía, la empresa encubrió que en aquellas negociaciones de Fintech también participaba el Grupo Clarín. Como cierre del proceso, en noviembre de 2009 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la homologación del APE de Cablevisión.
Por su parte, el Grupo Clarín obtuvo su APE en mayo de 2005. Las condiciones para la renegociación de su deuda habían mejorado como resultado de la intervención estatal: la ley 25.750 de Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales y el decreto 527/05. Así evitó la expropiación y uno de sus capitales principales, las licencias, fue “revalorizado”.
El proceso por el cual el Grupo Clarín pasaría a dominar definitivamente el mercado avanzó paso a paso. La licencia de Cablevisión vencía en 2006, pero la suspensión del plazo por 10 años (decreto 527/05) la congelaba, y con eso se valorizaba por acción de la intervención estatal.
En mayo de 2005 Clarín compró el 25% de las acciones de Cablevisión. La operación se llevó a cabo tanto en el país como en el exterior. Por su lado, Fintech (que había comprado los papeles de la deuda de US$ 769 millones que arrastraba Cablevisión) pasó a controlar el 50% de Cablevisión al adquirir las acciones de Liberty Media. Luego transfirió de la mitad de dicho porcentaje a Vistone Ltd., una empresa organizada según las leyes de las Islas Vírgenes Británicas, quien suscribió un contrato de fideicomiso a favor del Grupo Clarín. Esta doble operación sirvió para que el empresario mexicano y ciudadano de EE.UU., David Martínez, vendiera el 25% de Cablevisión al Grupo Clarín.
La nueva composición accionaria de uno de los dos principales operadores de la Argentina quedaba compuesta así:
• 50% del fondo Fintech (representado en la Argentina por David Martínez).
• 25% del HMT&F (en sociedad con Citibank y el ex banquero Raúl Moneta).
• 25% del Grupo Clarín (la pata “nacional” de la sociedad).
El acuerdo que permitió el traspaso fue firmado en Nueva York “entre el Grupo Clarín SA, compañía organizada y existente de acuerdo a la leyes de la República Argentina, como ‘fideicomitente’, y los señores David Camering y William Bogan como ‘fideicomisarios’, es decir, entre “Fintech Media LCC y Vistone en su carácter de sucesora del ‘fideicomitente’ (el Grupo Clarín)”.
En una de las cláusulas se establecía que una vez levantada la medida cautelar que lo afectaba, el “fideicomitente” (Grupo Clarín) podía adquirir la firma Vistone y, por ende, “el control e influencia directos sobre Cablevisión SA al estar en los términos del contrato parasocial entre accionistas”.
En septiembre de 2006 se materializaría la fusión. El Grupo Clarín y Fintech adquirieron el 25% de las acciones que el grupo HM Capital (ex HMT&F) tenía en Cablevisión. Finalmente, el Grupo Clarín se quedó con el 60% del paquete accionario de Cablevisión, que incluía al resto de las empresas (Prima y Fibertel) y Fintech se quedó con el 40% de las acciones.
El dictamen Nº 637 de la Secretaría de Defensa de la Competencia rubricó la fusión el 7 de diciembre de 2007 y fue firmado por Néstor Kirchner apenas tres días antes de la asunción de Cristina Fernández. El Estado aceptó que Clarín y Fintech concentraran más del 60% de los abonados al cable del país. Casi todas las relaciones económicas y políticas que sostuvieron ese entramado parecen hoy estar en crisis. Fuente: Publicado en chequeando
El camino que llevó al grupo nacional a ser el actor dominante del mercado comenzó en 1992 (con la creación de su firma Multicanal), se potenció durante los últimos años de la década de 1990 a partir de la compra de operadores en cientos de ciudades del país (con capitales generados en préstamos obtenidos en EE.UU.) y el dominio de los derechos exclusivos de transmisión del fútbol argentino. Pero el proceso se completaría recién en 2006, a partir de la fusión entre Multicanal y Cablevisión, operación en la que se potenció el vínculo con el fondo de inversión estadounidense, Fintech, que ahora ha abierto una interna compleja en el mercado.
Luego de la devaluación de la moneda en 2002 (situación en la que las empresas de medios debían afrontar sus deudas en dólares en un contexto de recesión y cuasimonedas) el Grupo Clarín desarrolló una estrategia de negociación económica con sus acreedores para reestructurar sus deudas en pesos ($ 1.500 millones) y en dólares (US$ 1.500 millones) y otra de presión y lobby con el Estado que le permitió evitar la pérdida de sus empresas y recuperarse hasta consolidar su dominio en el mercado de cable.
En primer lugar, las empresas negociaron con sus acreedores y luego pasaron a operar en conjunto. Se iniciaba así una relación que hoy parece estar en crisis. El 14 de mayo de 2004 Cablevisión invocó ante el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 11 la existencia de un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que comprendía únicamente a determinados acreedores. Las diputadas Victoria Donda (FAP) y Cecilia Merchán (Libres del Sur) denunciaron que Cablevisión violaba las normas federales que imponen el deber de informar, al ocultar el cambio en el control del grupo, que pasaba de Liberty a Fintech, así como también la participación en estas negociaciones del Grupo Clarín SA.
En su proyecto afirmaban que existe documentación referente a una “Nota de Entendimiento” del 19 de noviembre de 2004 por la cual Fintech acordaba la venta al Grupo Clarín de una parte de su participación. De todos modos, en abril de 2005 Cablevisión negó a la Comisión Nacional de Valores la existencia de esas gestiones, y recién en agosto de ese año informó que el Grupo Clarín SA había adquirido el 25% de Cablevisión a través de Vistone Ltd., plataforma desde la cual se daría la fusión de 2006.
Tal irregularidad fue denunciada por la ex fiscal y actual procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, quien desde entonces recibió siete pedidos de juicio político y dos denuncias penales. La documentación citada por Gils Carbó muestra que el Grupo Clarín fue parte de toda la operatoria de venta de Cablevisión a Fintech. Para la Fiscalía, la empresa encubrió que en aquellas negociaciones de Fintech también participaba el Grupo Clarín. Como cierre del proceso, en noviembre de 2009 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la homologación del APE de Cablevisión.
Por su parte, el Grupo Clarín obtuvo su APE en mayo de 2005. Las condiciones para la renegociación de su deuda habían mejorado como resultado de la intervención estatal: la ley 25.750 de Preservación de Bienes y Patrimonios Culturales y el decreto 527/05. Así evitó la expropiación y uno de sus capitales principales, las licencias, fue “revalorizado”.
El proceso por el cual el Grupo Clarín pasaría a dominar definitivamente el mercado avanzó paso a paso. La licencia de Cablevisión vencía en 2006, pero la suspensión del plazo por 10 años (decreto 527/05) la congelaba, y con eso se valorizaba por acción de la intervención estatal.
En mayo de 2005 Clarín compró el 25% de las acciones de Cablevisión. La operación se llevó a cabo tanto en el país como en el exterior. Por su lado, Fintech (que había comprado los papeles de la deuda de US$ 769 millones que arrastraba Cablevisión) pasó a controlar el 50% de Cablevisión al adquirir las acciones de Liberty Media. Luego transfirió de la mitad de dicho porcentaje a Vistone Ltd., una empresa organizada según las leyes de las Islas Vírgenes Británicas, quien suscribió un contrato de fideicomiso a favor del Grupo Clarín. Esta doble operación sirvió para que el empresario mexicano y ciudadano de EE.UU., David Martínez, vendiera el 25% de Cablevisión al Grupo Clarín.
La nueva composición accionaria de uno de los dos principales operadores de la Argentina quedaba compuesta así:
• 50% del fondo Fintech (representado en la Argentina por David Martínez).
• 25% del HMT&F (en sociedad con Citibank y el ex banquero Raúl Moneta).
• 25% del Grupo Clarín (la pata “nacional” de la sociedad).
El acuerdo que permitió el traspaso fue firmado en Nueva York “entre el Grupo Clarín SA, compañía organizada y existente de acuerdo a la leyes de la República Argentina, como ‘fideicomitente’, y los señores David Camering y William Bogan como ‘fideicomisarios’, es decir, entre “Fintech Media LCC y Vistone en su carácter de sucesora del ‘fideicomitente’ (el Grupo Clarín)”.
En una de las cláusulas se establecía que una vez levantada la medida cautelar que lo afectaba, el “fideicomitente” (Grupo Clarín) podía adquirir la firma Vistone y, por ende, “el control e influencia directos sobre Cablevisión SA al estar en los términos del contrato parasocial entre accionistas”.
En septiembre de 2006 se materializaría la fusión. El Grupo Clarín y Fintech adquirieron el 25% de las acciones que el grupo HM Capital (ex HMT&F) tenía en Cablevisión. Finalmente, el Grupo Clarín se quedó con el 60% del paquete accionario de Cablevisión, que incluía al resto de las empresas (Prima y Fibertel) y Fintech se quedó con el 40% de las acciones.
El dictamen Nº 637 de la Secretaría de Defensa de la Competencia rubricó la fusión el 7 de diciembre de 2007 y fue firmado por Néstor Kirchner apenas tres días antes de la asunción de Cristina Fernández. El Estado aceptó que Clarín y Fintech concentraran más del 60% de los abonados al cable del país. Casi todas las relaciones económicas y políticas que sostuvieron ese entramado parecen hoy estar en crisis. Fuente: Publicado en chequeando
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