viernes, 16 de mayo de 2014

El...100 años...Ella 89 ... ¿.Donde están sus Derechos Humanos?

Por Ricardo Bustos
Con aquel fatídico mensaje de Domingo Cavallo, entonces Ministro de Economía de la Nación..... "Ramal que para...ramal que se cierra", ocurrió así y en 1993 para un pujante pueblo Mendocino que vió privatizado el Ferrocarril San Martín y lo dejó al borde del abismo.
El pueblo se llama "Palmira" en el centro-noreste de la Provincia de Mendoza y luego de aquella decisión gubernamental, quedó como uno de los lugares con mayor tasa de desocupación, pero fueron los microemprendimientos y las PyMES quienes dieron vida nuevamente con su trabajo y comenzaron a sacar a Palmira de la crisis a inicios de este siglo.
Palmira era el nombre de la mujer que atendía una posta ubicada en la orilla del río Mendoza. Hasta allí llegaba la ruta desde Buenos Aires y en ese lugar se cruzaba el río, camino obligado para alcanzar la ciudad de Mendoza o zonas vecinas.
Hasta aquí, al menos por hoy, sabiendo que no conozco un costado ateo en mis principios de creencias, venía convencido que la vida tenía colores, aromas, sentimientos, angustias y alegrías, pero jamás y a mi edad, hubiera pensado que algo tan cruel, repugnante, que no merece ni un juzgamiento para darle la oportunidad a defenderse a quien o quienes cometieron semejante acto incalificable desde todo punto de vista.
En esa histórica "Palmira", ayer sucedió lo increible. Un matrimonio de jubilados fue asaltado, maniatado y golpeado con brutalidad por un delincuente que ingresó a la fuerza a su casa. El hombre, llamado Mario Vacarone, tiene 100 años y su Esposa, 89. Un ladrón (porque de alguna manera debemos llamarlo) los golpeó en la cabeza, inmovilizó con alambre y se llevó lo poco que les quedaba de su jubilación. Cerca de las 9 de ayer, la señora que los cuida, los encontró. Los abuelos habían quedado toda la noche maniatados y no pudieron pedir ayuda.
El hijo del matrimonio, Mario Del Pier, contó que primero golpearon a su madre para que confiese si tenía la plata de la jubilación. "Ella les dijo que sí, pero que habían ido al supermercado, que mucho dinero no tenían", comentó.
No tenían ahorros ni cosas de valor, por lo que el asaltante entró en furia. "Fue un solo hombre, más o menos robusto. Afuera habría quedado otro, porque mi papá me contó que hablaba con alguien por teléfono", comentó el hijo. En la casa quedaron las manchas de sangre y todo revuelto. Los abuelos fueron trasladados a una clínica privada, donde les hicieron las curaciones y chequeos. "Los médicos confirmaron que sufrieron traumatismos en la cabeza", dijo el hijo. Quedaron internados en observación.
Y bien...respetadas Damas y vehementes Caballeros defensores de los Derechos Humanos....de ustedes...tienen algo que decir?, se puede justificar esta barbarie? o es que de una vez por todas debemos convencernos que existen varias clases de Derechos Humanos en Argentina. Están los que defienden a Cuba, Venezuela, Irán o bien cualquier país que tenga similitudes con su dictatorial forma de dirigir sus discursos a la hora de hacerse cargo de los desastres que están provocando con su mentirosa libertad cueste lo que cueste, encarcelando a quien no opine como quienes gobiernan y si no pueden hacerlo, enviándole el "tanque de la DGI" que es casi lo mismo... o peor,también están los Derechos Humanos de Don Eugenio Raul Zaffaroni, quien no quiere mas cárceles en el país y si por El fuera liberaría a todos quienes están detenidos o bien los otros Derechos Humanos encubiertos, que protegen a los Fariña, Elaskar, Zanini, Baez, Uberti, Jaime, Boudu, Bonafini, Shoklender y la lista es muyyyy larga pero son quienes casualmente con sus instrumentos, integran la misma orquesta que hace muchos años tiene la misma batuta, solo que una vez allá por el 2007, cambió de mano pero no de atril.
Soy de los humildes ciudadanos, quizá el mas humilde literalmente hablando y no por pecar de serlo, pues parafraseando a El Chavo del 8, casi no me queda ni la intemperie para llegar a los últimos días de la semana, ya no del mes.
Se que mi voz no será escuchada por quienes pretendo, pero al menos al escribir lo que veo o me entero, libero en parte esa pena tremenda que me produce ver a mi querida Argentina, minuto a minuto, destruida por las ideologías que solo lucran con los que sufren y se ufanan de ser "grandes Gobernantes" como si sus nombres alguna vez vayan a quedar en el bronce. Hoy son solo ídolos de barro y como ocurrió desde que el mundo es mundo...algún día volverá a llover y mucho y se van a desarmar de a poco hasta convertirse en pasto para las vacas o las ovejas pero no quedarán en la historia...la historia los demandará.

Acá hay tres clases de gente: las que se matan trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse. Mario Benedetti
Ricardo Bustos   Desde Capiovi   Misiones
ENVIADO POR SU AUTOR

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