“El gobierno es la gran ficción por la que todos tratan de vivir a expensas de los demás” Frederic Bastiat
El título de esta nota no me pertenece, ya que la imaginó algún ingenioso argentino en marzo, cuando arreciaban los episodios violentos de esa justicia por mano propia que, gracias a Dios, parece que hemos dejado de practicar.
La Iglesia descerrajó sobre el Gobierno, el jueves, un documento que hizo volar por los aires todas las fantasías generadas por los amables almuerzos que SS Francisco compartió con la señora Presidente; hace más de un año que todos los oficialistas, y algunos opositores, vuelven del Vaticano informando que la última recomendación papal que oyeron fue: “Cuiden a Cristina”.
La Conferencia Episcopal Argentina, siguiendo los lineamientos fundamentales que surgen de San Pedro casi a diario, pegó fuerte contra la violencia y enumeró entre sus mayores causas la corrupción gubernamental y el narcotráfico; pese a que, creo, no lo menciona, gran parte de los recursos que provienen de esos males son metabolizados por la industria del juego, tan facilitador del lavado de dinero. El oficialismo, como era de esperar, negó que la Argentina estuviera enferma, como dijeron los obispos, y con ello anunció que no habrá cambio alguno en la conducta, o en la falta de ella, del régimen imperante.
El Jefe de Gabinete, que se ha transformado en la caricatura de quienes lo imitan desde la televisión, fue sometido a un interrogatorio durísimo por parte del Senador Sanz, y quedó sumergido más allá del ridículo, aquella región de la que resulta imposible volver. Sus esfuerzos por ocultar la realidad detrás de números y porcentajes inútiles enumerados a la velocidad del rayo, fueron vanos y únicamente sirvieron para confirmar las cifras de pobreza e indigencia que informan tanto el Observatorio Social de la UCA cuanto la CGT Azopardo.
Me pareció extraño que el expulsado Coscia se negara a aceptar una embajada tras dejar la Secretaría de Cultura, ya que más temprano que tarde lo veremos desfilando por Comodoro Py por sus inveteradas trapisondas presupuestarias, pero más me lo pareció que, para ocupar el nuevo Ministerio del área, fuera designada Teresa Parodi, cuya primera producción musical fuera auspiciada por el Gobernador militar de Corrientes durante el Proceso. Parece que el Gobierno, del cual están empezando a fugar secretarios de toda índole como ratas por tirante, no encuentra ahora tantos candidatos a bonzos dispuestos a incinerarse, con la obvia excepción de los “pibes para la liberación” millonarios de La Cámpora o aquellos intérpretes musicales que sienten asco y tanto han lucrado durante este período nac&pop.
Todo este cuadro de descomposición me sigue rebotando en el cerebro, ya que pienso en el costo que el país y sus habitantes deberán aún pagar, simplemente porque la Corte Suprema, ahora con seis miembros por la muerte de Carmen Argibay, no está dispuesta a asumir su rol como poder del Estado. Esta semana, el máximo Tribunal de la República, ante la más que demostrada desobediencia del Poder Ejecutivo a sus reiteradas sentencias a favor de los jubilados, 90% de los cuales ya pasa hambre, sólo atinó a instar a la señora Presidente a indicarle al titular de la ANSES, ese otro “pibe para la liberación” de apellido Bossio, que debe cumplir con sus sentencias.
La Diputada Lilita Carrió hizo bien en denunciar al Presidente de la Corte por incumplimiento de los deberes a su cargo, ya que debió ordenar la inmediata detención del funcionario –y de tantos otros, incluida Alicia Kirchner- por desacato, amén de pedir el juicio político de doña Cristina al Congreso, como hubiera debido hacer ya en los casos del Procurador General de Santa Cruz, de la Juez amenazada por la Policía Federal que comandaba Anímal Fernández, del reparto de la torta publicitaria, y varios etc..
Pero, en realidad, es pedirle peras al olmo, ya que el mismo Dr. Lorenzetti se permitió decir antaño y públicamente que la pseudo política de derechos humanos llevada adelante por la familia Kirchner desde 2003 había sido “consensuada” con la sociedad, y permitió las parodias de juicios que hoy mantienen a mil seiscientos anciandos en la cárcel, donde ya han muerto otros doscientos por falta de atención médica; ahora ha descripto al Poder Judicial como “articulador”. Como ello ha negado el rol que la Constitución le adjudica, o sea, ser el intérprete último de su texto y la barrera más importante contra los abusos del Estado sobre los particulares.
El viernes, en Parque Norte, se reunió el nuevo directorio de esa organización ilícita, el P.J. S.A., preparada para conservar el poder y, desde arriba, continuar robando. La foto que reunió a Ottavis, Insfrán, Gioja, Scioli, Urtubey, Uribarri, De Pedro, Randazzo, Caló, Kunkel, Fellner, Rojkes de Alperovich, Tomada, Abal Medina, Navarro, Bossio, Rossi, Anímal, Capitanich, etc., y hasta Zannini, no deja lugar a dudas, ya que confirma –por si fuera necesario- que la inmunda alianza entre el kirchnerismo más rancio y lo peor de los señores feudales de las provincias no tiene nada que ver con la ideología sino con el dinero público, al que todos han sido tan afectos.
Por mi parte, sigo intentando imaginar el país del futuro. Esta semana invité a “Un País Distinto”, el programa que conduzco por el canal Toda La Verdad Primero (canaltlv.com), a uno de los mayores especialistas en comunicaciones con que contamos, el Dr. Henoch Aguiar. Si asiste a dicha emisión haciendo click en https://www.youtube.com/watch?v=l9Nui18J8oc, verá que no sólo hablamos de telefonía e Internet sino que, de su mano, nos adelantamos en el camino que Argentina debería comenzar a recorrer para evitar desaparecer. Si se ha perdido alguno de los cinco programas anteriores, hágamelo saber y le enviaré el link de acceso.
El próximo martes encararemos el difícil y áspero tema de la estructura tributaria que padece nuestro país, de los impuestos regresivos y de la necesidad de recuperar el federalismo fiscal; ya ha comprometido su asistencia el Dr. Guillermo Sandler y estoy aguardando la confirmación de otro especialista que se sumará a la mesa.
Mientras tanto, deberemos continuar transitando por este verdadero calvario al que el kirchnerismo nos ha llevado, y que ha sido tan bien descripto por la Iglesia al señalar que, si no cambiamos el rumbo, el narcotráfico y la corrupción confirmarán que nos hemos convertido en un país inviable. Sólo de nosotros depende evitar ese final.
Bs.As., 11 May 14
Enrique Guillermo Avogadro
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