Por el Dr. Jorge Enrique Yunes
(*)
“Se enfrían las amistades, se
deshacen las riquezas, y el que pasa nos tropieza y no nos pide perdón… Al oír
la voz del viejo el joven volviose y dijo apenado: Perdonad si he tropezado
porque al pasar no os miré… A tu edad nada se mira, joven que nada os importa,
cuando la vista se acorta es cuando se comienza a ver”.-
Este viejo relato, que escuchara
durante mi juventud de boca de mi padre, no solo me conmovió en su momento sino
que hoy puedo cavilar, sin temor a equivocarme: ¡Cuánta verdad contenida en el
mismo!
Nos damos cuenta finalmente
que la experiencia de “VIVIR”, no es igual que la mera circunstancia de
“Durar”. Durar es algo casi fenomenológico. “VIVIR”, por el contrario, es toda
una Decisión.-
Esta práctica, el “VIVIR”,
resulta invalorable para que podamos así obtener conclusiones acertadas y
apropiadas acerca de una realidad determinada, cualquiera que fuere, e intentar
corregirla si fuere menester.-
La juventud, “Divino
Tesoro”, debe comprender y valorar, de
una vez por todas, que “El saber no ocupa lugar”. Debe vislumbrar que coexisten
dos dimensiones perfectamente delimitadas y que no se repelen necesariamente
entre sí: La dimensión del “SER” y la dimensión del “TENER”.-
Debe apreciar que todo
conocimiento enriquece la esfera de nuestro “SER”, nos humaniza, y que en su
inmaterial esencia reside precisamente su propia inasequibilidad. “Las ideas no
se matan”.-
Por el contrario, todo el
mundo material, que hace precisamente a la esfera del “TENER”, es efímero y
cambiante y está fatalmente sujeto a las distintas alternativas y vaivenes que
dictan las caprichosas reglas de la circunstancia, el espacio, el tiempo y el
lugar. Asimismo respecto de las disímiles y profusas conductas de nuestro
prójimo, que modifican, voluntaria o involuntariamente, dicha esfera.-
Cuando repaso mentalmente lo
que fue nuestra Argentina varias décadas atrás, país que se preciaba de
registrar los índices más bajos de analfabetismo en su región, que disfrutaba
de una cultura del trabajo, de una cultura del esfuerzo propio, más allá de su
resultado. Cuando rememoro aquella Argentina en donde el valor de la palabra hacía
innecesario documentarla, para buscar así refugio ante el fantasma del posible
incumplimiento. Cuando la veo tan tristemente distinta de lo que fue, comienzo
a percibir que esta Argentina de hoy no es casual. Tampoco es casual la
penetración cultural foránea que poco a poco va horadando nuestra propia
identidad nacional. No es casual el alto índice de analfabetismo reinante, ni
la industria de la droga, ni la inseguridad, ni el crimen organizado, ni la
cultura de la vagancia y el facilismo. Y no es casual porque resulta mucho más
fácil dirigir y manipular al ignorante, al inculto, al inexperto, al ocioso y
al holgazán, que a un ser pensante, voluntarioso, contestatario, si se quiere,
rebelde, en el mejor sentido de la palabra. No les servimos como Pueblo, sino
como Títeres, como Esclavos, como Ganado. La ignorancia esclaviza. El
conocimiento, por lo demás, nos libera, nos personifica, nos enaltece.-
Sacudamos entonces ya mismo y
definitivamente esta abulia que nos aturde, que nos oprime y que nos desdibuja
y reconciliémonos con el hábito de la lectura, en vez de permanecer absortos,
casi parapléjicos, frente a los engañosos destellos de “la caja boba”.
Abrazemos la cultura del trabajo, privilegiemos la educación en todos sus
niveles, cultivemos la honestidad en todos sus ámbitos y volvamos a ser una
Nación íntegra, digna y respetada. Levantemos la bandera del esfuerzo propio y
llevemos a cada rincón de nuestra Patria el verdadero y genuino progreso del
hombre todo y aquella escala de valores éticos y morales que supimos tener y
que nunca debimos perder, para así poder erigirnos por fin en cabeza de
Latinoamérica y convertirnos en aquel Faro de luz que alguna vez soñaron
nuestros mayores y que de seguro nos iluminará y guiará a todos nosotros hacia
un destino de merecida grandeza nacional.-
“La enseñanza es un noble
empeño que tiene por objeto ilustrar a los hombres para hacerlos mejores y más
dichosos”. JOVELLANOS.-
(*) Dr. Jorge
Enrique Yunes; Abogado; Doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales; Analista
Político; Investigador; Precandidato a Diputado Nacional por el Distrito Santa
Fe en las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 14 de
Agosto de 2011. Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina; jeayunes@yahoo.com.ar www.pregonnacionalista.ENVIADO POR MAIL POR SU AUTOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario