sábado, 30 de junio de 2012

En sólo un año el peso se encareció 28% frente al real y 8% frente al dólar
Cronista.com  La inflación local, la devaluación del real y la emisión en los EE.UU. encarecen 19% a la Argentina frente al mundo. El dólar sube precio, pero se abarata en términos reales
Por  MATÍAS BARBERÍA
Mientras que las economías de la región se desaceleran –pero al mismo tiempo tratan de abaratar sus monedas para reactivar la actividad–, la Argentina se encarece. A pesar de que el Banco Central dejó deslizar al dólar en torno a 10% en los últimos doce meses, el peso se apreció 28% frente al real brasileño y 8,2% respecto del dólar estadounidense en ese período. La suba del peso es en términos reales, es decir, calculando la capacidad de compra de cada moneda, y es la medida de la competitividad del tipo de cambio que supo ser un pilar del modelo kirchnerista.
Mientras las principales economías del mundo tratan de superar las turbulencias globales a través de una carrera devaluatoria que el ministro de hacienda de Brasil, Guido Mantega, bautizó como “guerra de monedas”, la dinámica inflacionaria interna y el férreo control sobre el mercado cambiario dejó a la Argentina a contramano.
La devaluación gradual del tipo de cambio nominal contrarresta un poco la tendencia hacia la apreciación del peso, pero el alza constante de los precios internos a una velocidad de más del doble de la tasa de depreciación vuelve a ese movimiento apenas paliativo.
Tratando de alcanzar al mundo, desde julio el Central dejó que el peso se devaluara 7,54% frente al dólar. Pero un ritmo de aumento de precios que llegó al 23% en el mismo período según la medición privada que publica el Congreso se comió buena parte del retroceso nominal.
En el mismo período, Brasil recortó su tasa de referencia en 4 puntos porcentuales, trabó el ingreso de capitales y, de esa manera, logró que el real se devaluara 23% frente al dólar para tratar de reactivar su economía.
En los mismos 12 meses, el banco central de los EE.UU., la Reserva Federal, no se quedó atrás y expandió su balance –es decir, emitió dinero– en u$s 500.000 millones, con el mismo objeto de impulsar la actividad.

Mientras los EE.UU. devaluaban su moneda para salir de la crisis sub prime, en 2008, los emergentes como Brasil dejaban que sus monedas se apreciaran para controlar la inflación, mientras que la Argentina optó por alta inflación y tipo de cambio nominal alto”, explicó Federico Furiase, de Bein & Asociados.
“Ahora la tendencia se invirtió, luego de el empeoramiento de la crisis europea esas mismas monedas revirtieron el proceso y ahora se devalúan frente al dólar y la Argentina, que se quedó sin herramienta cambiaria, ve como se corrige su tipo de cambio real a una mayor velocidad”, dijo Furiase, aunque aclaró que “el tipo de cambio real con Brasil aun se ubica un 92% por arriba de diciembre de 2001, el multilateral un 63%”.
Según Ramiro Castiñeira, de Econométrica, el gobierno perdió el control de la variable cambiaria y también el “colchón cambiario” con el que podía sostener el crecimiento. “La economía consume más dólares de los que produce déficit en cuenta corriente, y la diferencia se financia con deuda externa. Esa es la definición de atraso cambiario, claro que la Argentina no tiene la opción de salir a financiarse”, dijo. “Eso se paga con menor actividad, nosotros recortamos nuestra previsión de crecimiento para este año al 1%”, añadió.
Fuente:Publicado en www.cronista.com

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