Trenes, camiones y tractores 
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Por Alejandro BongiovanninNo se le vienen dando bien las cosas a este gobierno respecto a las ruedas. A cuatro meses de la resonante tragedia de Once, donde fallecieron 51 personas, el responsable de la empresa, Claudio Cirigliano, y Carlo Michelle Ferrari, Presidente de Trenes de Buenos Aires, ya duermen en sus sendas casas, luego de ser excarcelados el mismo día en que los familiares de las víctimas fatales y los más de 700 heridos, inauguraron un mural conmemorativo a la triste efeméride. Las obras prioritarias que el gobierno se comprometió a realizar en los trenes, todavía no pasa de mero proyecto. Los fondos no alcanzan y los subsidios al sector están más que comprometidos. En algunos años los familiares de las víctimas se enterarán si alguien finalmente irá a prisión por la tragedia o no. Mientras tanto, los pasajeros seguirán viajando en las mismas condiciones.

Los camiones, y todo lo que ande sobre ruedas, según dijo Moyano, pararon este miércoles (como la semana pasada) en pos de reclamar la eliminación de Ganancias, lo cual es interesante, si se quisiese analizar con seriedad y profundidad. ¿Debe un trabajador pagar ganancias? No obstante, los cortes, paros y marchas de Moyano no son apropiados para dirimir políticas, en una democracia que se reputa representativa. Resulta tragicómico ver tanto a oficialistas denostar al líder sindical, que antes azuzaban para que boicotee camiones de reparto de Clarín, como escuchar a opositores, como Macri o Scioli, loar a un faccioso patotero como Moyano. La política es el arte de lo posible, y este es un ejemplo hecho y derecho.

Por su parte, el campo culminó un tractorazo que duró siete días, pero advirtió que se mantiene en estado de alerta y vigilancia, sobre las medidas que tome el gobierno. "Termina una protesta pero no significa que termine la lucha ni la preocupación enorme por el sector agropecuario y la economía en conjunto´´, dijo en una conferencia de prensa Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria Argentina. Los productores cerraron el 6 de junio la comercialización de granos, carne y productos agropecuarios no perecederos, en protesta por lo que consideran una falta de respuesta del gobierno de la presidenta Cristina Fernández a sus reclamos.

El gobierno, ya sin tanto envión económico, ahora tiene necesariamente que sentarse a negociar, mostrando una cara mucho menos amigable. Las protestas sociales pasarán a ser tildadas de desestabilizadoras; los reclamos salariales serán injustos y mezquinos; las reivindicaciones económicas serán golpistas; y toda crítica una maniobra de prensa; en los próximos meses de un gobierno al que se le va acabando la nafta económica y que, al menos actualmente, no marcha sobre ruedas.
Fuente publicado en http://www.on24.com.ar/columnistas_notas.aspx?idCol=384