miércoles, 20 de junio de 2012

Los médicos debatieron sobre las causas de la muerte de Belgrano
Sociedad / Según los profesionales, el reuma o la sífilis precipitaron su deceso, aunque también está la hipótesis de que sufrió una insuficiencia cardíaca. La ficha médica del creador de la bandera.
ElArgentino.com
Sionnoticias
El Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires realizó un ateneo anátomo-clínico donde se discutió cómo falleció Manuel Belgrano, el 20 de junio de 1820.
La primera idea la aportaron el doctor Daniel López Rosetti y el historiador Felipe Pigna, quienes contextualizaron y detallaron los diferentes síntomas que padeció el prócer durante su vida. Junto a unos 100 especialistas evaluaron el caso clínico para dar un diagnóstico de las causas de su muerte, entre las cuales prevaleció la de una insuficiencia cardíaca progresiva.

La ficha del paciente.
- Actividad: periodista, economista, abogado, político, militar.
- Examen físico: estatura media, delgado, tez blanca rosada, pelo rubio, ojos azules.
- Perfil personal: persona disciplinada, aplicada, hiperactiva, exigente, con condiciones de liderazgo, que dormía pocas horas y tenía la voz aflautada.

El diagnóstico. El primer elemento de diagnóstico que analizaron los médico fue un cuadro de depresión que padeció Belgrano en 1794, a los 24 años, cuando llegaba de España para ser el secretario perpetuo del Consulado de Buenos Aires. Tuvo un motivo concreto, según Pigna: “Venía a un organismo que se dedicaría a fomentar el desarrollo industrial, y cuando llegó lo que se encuentra es un grupo de contrabandistas que se dedicaban a la trata de esclavos".
"Algunos nombres de compañeros de Belgrano en el consulado: Martínez de Hoz, Anchorena”, describe Pigna. Ese mismo año sufrió otra patología que determinaría a futuro su delicada salud: el protomedicato del Río de la Plata le diagnostica sífilis, enfermedad que padecerá, al menos, hasta 1810.

“Casi el 50% de la población padecía enfermedades venéreas. Obviamente, no existían profilácticos de látex, solamente había unos muy caros de intestino de carnero, que tenían la característica de ser incómodos y reutilizables”, comentó López Rosetti.
En 1800, Belgrano sufrió una afección ocular en su ojo izquierdo “de gran importancia clínica”, según remarcó Rosetti, lo cual, “muy probablemente, le haya dejado una fístula”. Doce años más tarde y en pleno Éxodo Jujeño, el creador de la Bandera padeció fenómenos descriptos de dispepsia, con frecuentes dolores de estómago.
“Hay antecedentes de su intolerancia a la carne de llama o al caldo de perdiz”, acotó el médico. Hacia fines de mayo de 1813, Belgrano escribió al gobierno de Buenos Aires: “Estoy atacado de paludismo-fiebre terciana, que me arruinó a términos de serme penoso aún el hablar”.
Tras pasarle el mando a San Martín, irá de licencia en un viaje a Inglaterra en 1815; por lo que se sabe, hasta entonces le duró esa afección. En Londres, conoció a su médico de cabecera, el doctor Joseph Readhead, que lo acompañó hasta el último día.
El 7 de abril de 1819, Belgrano consignó en una carta a Ignacio Álvarez Thomas estar afectado “del pulmón y del pecho”, y además “del muslo y la pierna derechos”, por lo que debían ayudarlo a desmontar. Es el primer testimonio de la enfermedad final.
Un año después, lo ratificará en una nota a Manuel de Sarratea, gobernador de Buenos Aires, en la cual especifica que su enfermedad “comenzó el 23 de abril de 1819”. En esa misiva prevalecen los reclamos de sueldos atrasados. Belgrano falleció en su sillón el 20 de junio de 1820 a las 7, el mismo día que Buenos Aires tuvo tres gobernadores.
“Por supuesto, ningún periódico se ocupó de la muerte, salvo uno del padre Castañeda”, contó Pigna. El patólogo Juan Sullivan, que practicó la autopsia del prócer, señaló que sacó gran cantidad de agua; que encontró el hígado y el bazo aumentados en volumen; los riñones desorganizados; los pulmones colapsados y del tamaño de una mano; el corazón hipertrofiado; tejido duro por la cirrosis portal “que suele asociarse”; ictericia y ascitis.
Según Arturo Cagide, jefe del Instituto de Medicina Cardiovascular, a su endeble estado de salud, se le agregaba el poco desarrollo de la medicina local: “En esos años, se iniciaba el estudio del diagnóstico clínico en Francia, y la información aquí llegó bastante después, fragmentada y de forma precaria". Y agregó que el único tratamiento formal que se le practicó fue “el barrenamiento, que serían las punciones de líquido abdominal”, agregó.
Como un guiño al destino, uno de los rasgos más significativos que mostró la autopsia de Manuel Belgrano fue el gran tamaño de su corazón. Así lo escribió Sullivan: “Era de un volumen que pocas veces se encuentra en investigaciones anatómicas. Experimenté un deseo vehemente de separarlo y prepararlo. Lo propuse a la persona que concurrió conmigo; lo desaprobó, y no hallándome autorizado por la familia, abandoné con sentimiento los restos de este ilustre y experimentado patriota”.
FUENTE:Publicado en http://uol.elargentino.com/nota-183270-De-que-murio-Manuel-Belgrano-Especialistas-debaten-sobre-el-deceso-del-procer.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos