La marcha de la economía no es lo que aparentaba, desaguisados incurridos en los últimos años empiezan a pasar factura y, cada vez es más difícil esconder “la basura debajo de la alfombra”.
Por: Aldo Norberto Bonaveri
Pregon Agropecuario
La economía está expresando síntomas que no por anunciados dejan de provocar sacudones, la realidad indica que los vaticinios practicados por economistas responsables se están cumpliendo; hasta el discutible INDEC refleja el frenado de las actividades. Al respecto, el último informe oficial señala que en abril el crecimiento fue tan sólo el 0,6% con relación a marzo, en tanto que ha retrocedido 1,3% respecto a igual mes del 2011.
Para algunos especialistas estamos en presencia de una desaceleración pronunciada, en tanto otros más severos indican que este es el principio de la recesión. Mas allá del comportamiento de la economía, esta se ve jaqueada por la agudización de los conflictos sociales, los que cada vez son más notorios y complejos.
El Gobierno no menciona el problema y, en un gesto de reacción juega sus fichas con un ambicioso plan de viviendas, sin duda un anuncio esperanzador para muchos interesados en acceder a su casa propia, pero que al mismo tiempo plantea serios interrogantes en los analistas, habida cuenta que para financiarlo se recurre una vez más al ANSES, con la gran duda que genera un recupero quimérico de los recursos de los jubilados, ¿De donde saldrá la diferencia del 2% anual que pagarán los beneficiarios, con la inflación del país que ahora ronda el 25%?
El conflicto entre Balcarce 50 y Hugo Moyano cada vez alcanza mayor dimensión y, dado los últimos acontecimientos la división de la CGT parece ser el epílogo más factible. Los sindicalistas identificados con el Gobierno acudieron al Ministerio de Trabajo, solicitando la nulidad de la convocatoria del Congreso de la Central Obrera previsto para el 12 de julio. Dicha petición no amedrenta a los acólitos del líder camionero, quien redoblando la apuesta, apela a una gran movilización para el 26 del corriente, el leitmotiv de la protesta se centra en subir la suma desde la cual se tributa impuesto a las ganancias y el cobro de asignaciones familiares. Por estos días, los camioneros están efectivizando una huelga de 72 horas que ya está trayendo problemas en el abastecimiento de combustibles. Pero no solo Moyano es quien exterioriza el malestar de los trabajadores, la CTA que conduce Pablo Micheli tiene programado un paro general con movilización y cortes de ruta para el 27 de junio.
Por otra parte el diferendo entre las espadas K y Daniel Scioli está subiendo de tono. El gobernador bonaerense hace tiempo que viene perdiendo simpatías entre los kirchneristas, si bien las diferencias ideológicas y metodológicas no hicieron crisis antes, ello se debió al fuerte consenso en la opinión pública del mandatario provincial, lo que no aconsejaba electoralmente hablando un enfrentamiento previo a las elecciones de octubre pasado. Empero, la imposición de un incondicional de Cristina Fernández como Gabriel Mariotto como vicegobernador, derivó en que sea precisamente éste quien le marque la cancha al ex motonauta.
Desde la casa rosada el apriete a Scioli se materializa con la caja, ya la Nación está en mora con lo prometido. Al respecto, cabe recordar que el gobernador bonaerense fue presionado para que subiera considerablemente el revalúo rural, cuyos beneficios cosechara la AFIP, a cambio de u$s 3.000.000.000 que las arcas provinciales recibirían para enfrentar los compromisos perentorios, tal remesa aún no se produjo y por lo tanto los problemas de Buenos Aires se agudizan. Gremios estatales y docentes serían los primeros en materializar las protestas.
El diferendo con Scioli es solo el principio de tensiones que se avecinan con administraciones provinciales. José Manuel de la Sota nunca fue santo de la devoción kirchnerista; la relación de este con el matrimonio que gobierna desde el 2003 es prodigas en idas y venidas, la coyuntura los muestra en una distancia poco alentadora; hastiado ya de reclamos desatendidos el gobernador de Córdoba declaró que demandará a la Nación antes la Suprema Corte de Justicia, la deuda que el ANSES mantiene con la provincia mediterránea supera los $ 1.100.000.000. Tal retraso está complicando de sobremanera a la administración cordobesa, lo que ya se refleja con recortes que repercutieron en paralización de obras públicas y alteración en servicios esenciales.
En los discursos que la presidenta profiere por la cadena nacional no se mencionan los problemas, en tal sentido Cristina Fernández parece que sigue pensando que no existe aquello de lo que no habla. Las referencias al crecimiento sostenido durante la presidencia de su difunto esposo y suya propia, ha dado argumentos a sus prolongadas peroratas, estas le han proporcionado réditos inocultables, pero ya la credulidad de la ciudadanía no es la misma que cuando cosecho el 54% de los votos. La marcha de la economía no es lo que aparentaba, desaguisados incurridos en los últimos años empiezan a pasar factura y, cada vez es más difícil esconder “la basura debajo de la alfombra”.
El recurso de atribuirle la culpa a la situación internacional no es demasiado creíble; más allá de algunos inconvenientes coyunturales Brasil mantiene la inflación baja; semejante comportamiento con los precios internos, manteniendo un crecimiento sostenido de su economía revelan performances de otros países de la región, tales los casos de Perú, Colombia, Chile y Uruguay.
Los cacerolozos ocurridos en las últimas semanas en Buenos Aires no pueden considerarse demasiados significativos, no obstante, dan la pauta que el descontento es creciente, síntoma que se compadece con el retroceso en el índice de imagen positiva de la presidenta.
Las restricciones a la compra de dólares altera el desenvolvimiento de una sociedad habituada a tener en esa divisa la referencia de transacciones diversas. Naturalmente tales previsiones ha disparado la cotización del paralelo y, puesto que el oficial no se consigue, en una economía virtualmente dolarizada, muchos son los precios internos que se rigen por el mercado negro. Al mismo tiempo las exportaciones se liquidan por la paridad que establece el Banco Central, galimatías que las hace cada vez menos competitivas, máxime teniendo en cuenta que los insumos “treparon por el ascensor”.
FUENTE:Enviado por e-mail por su autor,de Pregon Agopecuario
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