viernes, 10 de enero de 2014

LA EXPERIENCIA VIVIDA Y CONTRAPOSICIONES MANIFIESTAS GENERAN LÓGICOS INTERROGANTES

Estar de acuerdo con las metas y coincidir con su factibilidad no exime de plantear interrogantes, los que surgen naturalmente por las contradicciones que contiene el programa con lo realizado por este Gobierno, razón por la cual corresponde cotejar la predica con lo ocurrido.

 Por: Aldo Norberto Bonaveri
En la antevíspera, el Poder Ejecutivo Nacional, encabezado por el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich y la participación de los ministros: Axel Kicillof (Economía), Débora Giorgi (Industria), Carlos Casamiquela (Agricultura, Ganadería y Pesca) y Héctor Timerman (Relaciones Exteriores), lanzó el Programa de Aumento y Diversificación de las Exportaciones “PADEx”.
La presentación de marras contempla metas de exportación que para el año en curso prevé u$s 94.000 millones, estimando que para el 2015 ascenderán a u$s 101.000 millones. Partiendo de la suposición de que las ventas al exterior realizadas en el año recientemente fenecido sumarán u$s 84.000 millones, si se cumplen los objetivos el 2014 registraría un crecimiento en la materia del 6%.
Los funcionarios vislumbran que la colocación de nuestros productos se concretará con 24 países, generalizando que se estimularán las ventas con mecanismos de reintegros y devoluciones de impuestos, asimismo de promover ferias y misiones comerciales.
El PADEx consta de una primera selección basada en un ranking de potencialidad, apuntando a afianzarse en los países emergentes dinámicos, puntualmente: Nigeria, Angola, Sudáfrica, Turquía, China, Indonesia, India, Vietnam, Rusia, Kazajstán, Qatar, Emiratos Árabes y Qatar; como así también en Brasil y México (ambos con fluido intercambio, pero no por ello exento de roces).
Una segunda clasificación de destinos prioritarios concebida en función de países latinoamericanos con mercados en expansión que incluye: Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay y Perú.
La nómina de principales productos a promocionar son: Carne bovina, carne aviar, leche en polvo, quesos, aceites vegetales, jugos preparados y conservas de fruta, preparaciones para alimentación animal, preparaciones para alimentación infantil, artículos de confitería, chocolates y galletas dulces, medicamentos, agroquímicos, bombas y compresores, tuberías y accesorios de plástico, construcciones y partes de hierro o acero, preparaciones capilares de belleza y anexos, grifería, tableros, consolas y anexos para distribución de electricidad, maquinaria agrícola, azúcar, vinos, aceite de oliva, productos forestales, mieles, manzanas, naranjas, mandarinas, limones, tabaco, ajo, arroz, algodón, maníes, pescados y mariscos, y otros.
Para el financiamiento se prevén aportes de: Fondo para el Desarrollo Económico Argentino $ 10.000 MM, Líneas de Créditos para la Inversión Productiva del BCRA $ 100.000 MM. Aplicaciones desde líneas vigentes de FONAPYME, BNA y BICE.
Entre sus aseveraciones el Jefe de Gabinete puntualizó: "La Argentina tiene una potencialidad muy grande para sustituir importaciones, para agudizar el proceso de reindustrialización del país y para fomentar exportaciones tradicionales y no tradicionales", afirmación con la que no se puede disentir; tampoco cabe discrepar con el propósito enunciado; por el contrario, precisamente este cronista viene cuestionando a este Gobierno las improvisaciones recurrentes y, reclamando justamente la implementación de políticas programadas de incentivos a las exportaciones.
Estar de acuerdo con las metas y coincidir con su factibilidad no me exime de plantear interrogantes, los que surgen naturalmente por las contradicciones que contiene el programa con lo realizado por este Gobierno, razón por la cual corresponde cotejar la predica con lo ocurrido. Por cierto que siempre es posible y plausible corregir el rumbo equivocado, pero no es precisamente autocrítica lo que están practicando, inversamente a ello continúan jactándose de la “década ganada”
Entre los objetivos específicos puntualizan:
“Incrementar las exportaciones tradicionales”: Si de este tópico hablamos nadie puede desconocer que el trigo y la carne son las más emblemáticas del país.
En el primer caso, merced al inadmisible y obstinado intervencionismo reiterado invariablemente desde 2006, en varias zonas del país el cultivo quedó relegado a un segundo plano. La exigua producción de las dos últimas cosechas por debajo de las 10.000.000 toneladas, marcan la involución respecto a la zafra 2007/8 con 16.400.000 toneladas y, más distante aún de las 20.000.000 que con reglas claras podrían producirse. Cabe consignar que una década atrás Argentina participaba con el 9% del mercado mundial, en el trienio 2010/2012 retrocedimos al 3,2%.
Con la ganadería en general y la carne en particular ningún gobierno antes implementó políticas más nefastas, sólo basta recordar que el rodeo nacional perdió 12.000.000 de cabezas, en tanto que desde el puesto 3° en el mundo en exportaciones de carne bovina, retrocedimos al 11° lugar.
“Contribuir al desarrollo económico de las economías regionales”: Sin lugar a duda concretar este propósito es tan importante como necesario y posible. No obstante es exactamente lo opuesto a lo que está aconteciendo actualmente; las distintas actividades fueron perdiendo competitividad a partir del gradual retraso cambiario y la manifiesta inflación en dólares que de un año a esta parte ha convertido en inviable a la frutihorticultura, olivicultura y demás rubros que redujeron la colocación en el mercado externo, ocasionando la caída de los valores en el interno.
La actual administración nos demuestra que es pródiga en materia de anuncios, pero que prevalece la inopia en sus concreciones. La experiencia vivida y contraposiciones manifiestas generan lógicos interrogantes
http://www.pregonagropecuario.com/cat.php?txt=4884#y6FVx5CsQCePurO4.99 ENVIADO POR SU AUTOR

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