6 DE ABRIL 1811. EL PRIMER GOLPE DE ESTADO EN LAS PROVINCIAS UNIDAS

Cualquier similitud con las movidas tumultuosas en la plaza de Mayo en nuestra Argentina, no es causalidad. 
Por: Dr. Rubén Emilio García

Las tareas emprendidas por los viajeros venidos de Inglaterra, San Martín, Alvear, Zapiola, no les impidieron comprender que la situación política en Buenos Aires era más tensa de lo que habían imaginado debido al durísimo enfrentamiento que mantenían los partidarios del Presidente de la Junta, Cornelio Saavedra, y el Secretario, Mariano Moreno, posicionados por disímiles conceptos con arreglo a cómo debía encararse la revolución y el sistema de gobierno que debía instalarse. Saavedra contaba con gran apoyo militar para maniobrar según su estilo de rico estanciero devenido en guerrero, como la mayoría de los militares patriotas; y, como conservador que era, consideraba que la lucha debía encararse de manera serena de acuerdo a cómo se iban presentando los acontecimientos, sin el sublime ardor y la pujanza necesarios para enfrentar al monarca español.

Moreno, por el contrario, quería la ruptura definitiva con España y la inmediata declaración de la independencia, pero obligado por la circunstancias debió renunciar como Secretario de la Junta cuando en hábil maniobra los saavedristas integraron los diputados del interior al organismo colegiado, dejándolo en minoría y sin respaldo.

Mariano, opinaba con total claridad, que los representantes provincianos debían constituir un congreso para legislar pero no integrar el ejecutivo, pues la masiva presencia le restaba agilidad al cuerpo y lo volvía burocrático. Por tal motivo se vio obligado a renunciar, y enviado a Londres como plenipotenciario, moriría en alta mar en extrañas circunstancias. Sus partidarios, sin embargo, impregnados fanáticamente de su idealismo, se reunieron en una sociedad patriótica con el fin de continuar con su proyecto y prevalecer en la lucha política, pero Saavedra, en otro golpe de audacia, conminó al jefe de los quinteros, Tomás Grigera, que reuniera el 6 de abril de 1811 a toda la gente de las orillas en la plaza de la Victoria.

Ya frente al Cabildo, la mayoría vestida humildemente permanecía silenciosa sin saber el porqué la habían convocado, en cambio los avispados punteros de Grigera pedían a viva voz la cabeza de todos los diputados y funcionarios adictos a Moreno. A raíz de ello hubo una tremenda purga de cuanto morenista había en los alrededores, entre ellos los que formaron el grupo de choque del 25 de mayo de 1810: Domingo French y Antonio Berutti.

Después, se consignaría en los anales de la historia, que esta forma de movilización colectiva dejaría inaugurada una práctica de presión a favor o en contra del gobierno de turno, generando la consabida alegría o consternación del gobernante según sea la orientación del que manejara la maniobra movilizadora. El ejemplo fue Grijera, después de su movida tumultuosa sería nombrado Alcalde de segundo voto por Saavedra.

(Del libro: "Misiones la República Utópica de los Jesuitas") 

 Reflexión: Cualquier similitud con las movidas tumultuosas en la plaza de Mayo en nuestra Argentina, no es causalidad.

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