lunes, 4 de mayo de 2015

Ciudadanos 2.0

Maria Celsa Rodriguez MercadoPor María Celsa Rodríguez
La democracia nos da los políticos que tenemos y los ciudadanos nos servimos de ellos. Hoy los medios digitales nos permite ser protagonistas, opinar, debatir y participar en las campañas políticas, no solo desde adentro de los partidos. Ahora también lo hacemos desde afuera, haciéndonos escuchar a través de las redes sociales. Somos los ciudadanos del siglo XXI, activos participantes 2.0. La era de la “democracia tecnológica”. Donde  se crean  páginas, se abren blogs, donde somos activos comentaristas en los medios digitales, flexibles, abiertos, nos mantenemos informados, debatimos en Facebook, opinamos en 140 caracteres en twitter. Algunos con alguna especialidad y mayor conocimiento se convierten en operadores de noticias y toman la iniciativa de participar activamente desde una  sencilla página, con muy buenos columnistas de opinión. Que aportan y enriquecen el pensamiento, sin ningún interés económico, pero con elevado interés por ayudarnos  a pensar.  Google hace posible que los ciudadanos del siglo XXI seamos activos instrumentos de la democracia tecnológica.
Ya sea teniendo una cuenta en facebook, en twitter, en youtube o  en blogger, se puede formar parte de la platea  virtual donde todos tenemos la palabra.

Gustavo Gabriel Poratti  escribió  que “los ciudadanos  desde sus computadoras harán llegar en  tiempo real todos sus problemáticas…”. Ya que “los ciudadanos desde internet podrán opinar sobre cualquier tema por ejemplo: economía, medio ambiente, salud, educación, desempleo, calidad de vida. Valiéndose de las nuevas tecnologías, los ciudadanos podrán ingresar información, que será clasificada automáticamente por tema y zona geográfica. También tendrá  la posibilidad de presentar deseos, hacer propuestas políticas de gobierno y hacer cualquier tipo de reclamos.... Esta información obtenida en tiempo real, será un termómetro que mide los deseos de los ciudadanos"[1]

Sergio Sepúlvera piensa que “los ciudadanos del tercer milenio deberán tener  un buen conocimiento y mucha práctica en proceso de gestión del conocimiento, lo cual incluye: rediseño de procesos, elaboración de planes de sistemas  de información, conocimientos sobre plataformas tecnológicas  y de telecomunicaciones, familiaridad  con procesos de integración  de sistemas transaccionales, generación de sistemas de soporte  a la decisión.

Nuestra alegoría a los ciudadanos funcionales para el tercer milenio demanda perentoriamente un sistema de educación formal y no formal, capaz de quebrar los paradigmas tradicionales y adentrarse en propuestas que permitan comprobar que quienes se han comprometido a liderar los cambios sepan propiciar la participación amplia para construir un nuevo sistema abierto, flexible y comprensible.
Procesos continuos de aprendizajes, actualización y modernización  de habilidades y destrezas, independientemente de la edad, o del espacio real o virtual en que se socialice la información”[2]

No se trata de intelectualizar la política, se trata de tener ideas, de fomentar cambios, de innovar, de ser creativos, de poner el oído a los problemas del ciudadano. Dejar un poco de mirar espejos ajenos, recurriendo constantemente a  la crítica, porque esto no es positivo, al contrario, es una estrategia infantil. La solución está en presentar alternativas, y hablar con claridad.

Dice Fernando Savater “ Ignorantes no son aquellos que desconocen datos, sino quienes no saben pensar, ni expresan lo que piensan, ni entender un discurso, ni hacer entender sus demandas  sociales o ver las demandas sociales de los otros”.  Aquellos que se dejan usar por los políticos, que son rehenes de sus voluntades, siendo usados en cada elección y acarreados como ganados a las escuelas, que con la boleta del candidato colocada en el bolsillo, y unos cuantos pesos, son dejados en la puerta del cuarto oscuro bajo la atenta vigilancia del puntero.
“Estos ignorantes creen que la política es un error, solo para que los hijos tengan un puesto de trabajo [reciban algún plan, beneficio o ayuda], y los demás proyectos  y problemas compartidos de la humanidad, les tienen sin cuidado” piensa Savater. 
Y estos tipos de ciudadanos, en el juego de la política, son los electores más deseados.

Es que los políticos creen que para ser un buen político hay que  saber mentir, y que para ganar elecciones hay que prometer mucho, hacer alianzas y acuerdos. No importa si se está capacitado o no, total la gente cree que si se candidatea es porque sabe lo que va a hacer en caso que gane. Pero lo cierto es que no saben nada, no están capacitados, solo se aventuran. Prometen terminar con la pobreza, con la desocupación y la mala calidad de la educación y la salud. Viven con la mirada puesta sobre el pasado a quien culpa de todos los males presentes. Siguen ellos insistiendo en llenar al Estado de súper poderes y engrosar el gasto. Y no saben que es ese estatismo, de intenso control y de exceso de gasto publico, el que  va debilitando la economía y empobreciendo a la población. 
El aumento de impuestos, los gastos sociales, la emisión monetaria y  las deudas contraídas contribuyen al aumento inflacionario, al desempleo y la crisis. En esto el ciudadano del siglo XXI tiene su protagonismo, y ya no se deja engañar por los índices que “dibuja” el Indec, ni por las declaraciones del ministro de economía ni del jefe de Gabinete. Y ni mucho menos por las palabras de la Presidente, que por cadena nacional nos dice que vivimos en el mejor de los mundos y que somos la envidia de otros países.
-------------------------------------------------------------------
Referencias  
[1] EL SHOCK DEL SIGLO XXI ¿Por qué el mundo va hacia una crisis? ¿Como haremos para salir de ella? By Gustavo Gabriel Poratti

[2] “Ciudadanos funcionales para el desarrollo sostenible. Agricultura del siglo XXI”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos