martes, 5 de mayo de 2015

OTOÑO PARA INVERSORES Y PRODUCCIÓN ALGO MÁS TIBIA.

Reservas crecientes y base monetaria declinante, dan calma cambiaria. Encuestas menos optimistas respecto al futuro gobierno cortan tres meses de eufóricas inversiones en "papeles". Cosechones ayudados por el clima, mejoras en las ventas externas (que permiten importar) y dólar planchado mueven "alguito" la economía real. Sugerencia: no hacer nada, desde el Ejecutivo. "Dejad hacer, dejad pasar".
Por el Lic. Jorge Ingaramo.
Moneda y Reservas.
En los últimos dos meses, el Banco Central, por imposibilidad fáctica, -a partir del exceso de financiamiento al Estado y su impacto sobre la situación patrimonial-, convenció al Ejecutivo para que se "las rebusque" por su cuenta. No puede negarse que, si bien la necesidad tiene cara de hereje, fue una decisión acertada y, si se me permite el eufemismo, "virtuosamente monetarista": sin llegar a respetar al peso, lo hacen menos indeseable.
Así, al 24 de abril, la Base Monetaria nominal había caído, en lo que va del año, 2,2%; principalmente 1) por el tradicional factor contractivo (LEBACs), que justificó una baja de la liquidez primaria por M$ 24.367 y 2) por la venta de divisas (presumiblemente Dólar ahorro) que lo hizo por M$ 3.182. Hay dos factores expansivos que merecen comentarse:
a) se ampliaron los pases al sistema financiero, lo que es bueno y debería haber ocurrido siempre, por M$ 7.506; y
b) en los primeros "casi" cuatro meses, el Sector Público fue expansivo por M$ 11. 393, pero "el viraje" que comentáramos, medido en números, arroja una contracción de M$ 10.546, en los meses de marzo y abril (luego del fatal desborde de febrero).
El otro beneficio del cambio en el modelo de financiamiento del déficit público, se ve en Reservas record (del año), por MU$S 33.900, por compras netas (a exportadores), la incorporación del resultado de la venta de Bonos y el ingreso de algo menos de MU$S 900, provenientes de los MU$S 1.500 que colocara YPF (hubo que pagar algo por compras de energía, porque si no hubiera sido mejor el resultado).
En una palabra, el Banco Central está haciendo lo que hay que hacer. Lo único lamentable es que, si lo hubiera hecho antes (hace un año) y la Señora Presidenta hubiera aceptado la solución "privada" para el tema buitres (30/7/14), ni el Tesoro ni YPF pagarían más de 600 puntos de riesgo país, como lo están haciendo.
Cambió el clima, en los hechos, porque en las palabras y en los nombramientos de funcionarios, todo sigue como antes, aunque con más apuro y mucha más soberbia.
Inversores en otoño.
A mediados de diciembre, se inició una ola de compras de Títulos y Acciones argentinos, por parte de inversores, que descartaban la posibilidad tanto de un arreglo con los buitres y/o de una fuerte represalia, que afectara a los intereses del país. Este entusiasmo creció, justamente por lo comentado en el acápite anterior, es decir cuando se vio que, dada la escasez "real" de capital accionario abierto al mercado y de tenencias particulares de Títulos de la deuda pública, las nuevas emisiones eran bienvenidas y, en general, los inversores sobre-ofertaban, por dos razones: a) la falta de alternativas ante la mencionada escasez y b) los formidables rendimientos obtenidos.
Todo empezó a cambiar a mediados de marzo y, si uno hace un balance de abril, los resultados demuestran que hubo tres meses de veranito y ahora llegó el otoño inversor por dos razones: a) hay un crowding-out por el Tesoro e YPF, que afecta al sector privado, porque están chupándose -con endeudamiento- los recursos líquidos y b) comenzaron a aparecer encuestas electorales, adjudicándole al oficialismo al posibilidad de retener el poder después del 10 de diciembre o, por lo menos, sembrando algo más que dudas sobre lo que haría el nuevo gobierno.
Como consecuencia de lo mencionado, tenemos los siguientes resultados, para los 30 días de abril:
- Dólar planchado: el Peso se devaluó el 1% en el mes, lo que insinúa que el Dólar de "cambio de mando" estaría por debajo de $ 9,70. Adicionalmente, el contado con liqui creció 0,6% y el blue, lo hizo al 1,9%. Las brechas no se modificaron sustantivamente y, finalmente, el Dólar bolsa cayó 1,6%.
- Los Títulos Públicos en pesos cayeron 4,7 y 1,7% (BONAR 2017 y 2024). Los bonos del canje (en dólares, Nueva York) cayeron 1,1 y 3,2%, para Discount y Par, respectivamente. El cupón PBI se apreció 0,7%. Como se ve, la mayor oferta de colocaciones tuvo su consecuencia en los Títulos con jurisdicción local. La venta de MU$S 495 de Dólar ahorro, no sólo contribuyó a la calma cambiaria sino que desalentó la compra de títulos dolarizados, por lo cual, como se dijo, el contado con liqui está más planchado todavía que el oficial. Como consecuencia, el riesgo país sufrió una leve suba del 1,5%, aunque permanece por debajo de los 600 puntos.
- El comportamiento de los ADR de empresas argentinas en Nueva York fue disímil. Sólo se salvaron las acciones vinculadas al petróleo. El combustible creció en abril 22,5%, alcanzando los U$S 59,6 por barril WTI a fin de mes. Por eso, la Acción de YPF creció 10,0% y la de Tenaris lo hizo 11,9%. Para ellas, siguió el verano, al revés de lo que ocurrió con las bancarias y las vinculadas a la electricidad en La Argentina. En este último caso, también puede haber influido las expectativas menos optimistas de los inversores por el cambio de gobierno. Así, EDENOR y Pampa Energía cayeron 12,8 y 6,4%, respectivamente. A los bancos tampoco les fue bien, pese a que siguen registrando fuertes subas en el cuatrimestre. Perdieron, en abril, 8,5; 6,4 y 5,0 el Grupo Galicia, Macro y Francés. Finalmente, el Merval registró un interesante crecimiento del 11,2%, favorecido también por la suba en el precio del crudo.
Síntesis: el mercado ya no es tan optimista con respecto al futuro gobierno y está empezando "a respetar" el sustento provisorio (hasta las elecciones) del nuevo modelo de financiamiento del Tesoro, que trae calma cambiaria y aumento de las Reservas, con Base Monetaria declinante en términos nominales.
La mejora en la economía real.
Está claro que los principales sectores vienen de situaciones muy negativas. También lo está que, a partir del mes de marzo, prácticamente los más relevantes experimentan alguna clase de mejora: a) porque crecen, como el caso de los resultados de los tres cultivos principales de la cosecha gruesa o b) porque declinan a tasas inferiores a la que lo venían haciendo (la industria).
Los indicadores del Estudio de Ferreres dan alguna pauta al respecto:
a) El Índice de Actividad de marzo es idéntico al de febrero, desestacionalizado, pero cae 1,5% con respecto a marzo de 2014, un nivel inferior al 2,3% de baja trimestral. La industria, según la misma fuente, cae 1,4% en marzo, cuando en el trimestre lo hizo al 1,9%. La Inversión sube en marzo 4,5% mientras que en el trimestre lo hizo sólo al 1,4%. En síntesis, la mejora en la Inversión, producto de las posibilidades de importar, está empujando a una leve reactivación o por lo menos, a una merma en la tasa a la cual caía la actividad económica, entre ellas la industrial. Recordamos que en marzo, hubo casi MU$S 1.000 de aumento de exportaciones e importaciones, en relación a febrero. Y eso significa para la industria, un "volver a vivir".
b) Para FIEL, la industria creció 1,5%, cuando en el trimestre cae 4,5%. Tomando en cuenta índices con estacionalidad, marzo está 17,1% por encima de febrero. En Bienes de Capital, se registra la primera mejora, en marzo, luego de un largo período de declinación, acompañando a las mejores posibilidades de importar. Los Bienes de Uso Intermedio, ya venían mejorando y vuelven a crecer en marzo. Finalmente, considerando el primer trimestre, los Bienes de Consumo no Durable aumentan 2,4%, mientras que continúa la declinación en los de Consumo Durable (-15,8%), muy afectados por Metalmecánica y en particular el Sector Automotriz.
c) En lo que hace al agro, el clima ayudó mucho y se consiguió finalmente un aumento del 5% en la producción de trigo y del 19% en la de girasol. No están concluidas las cosechas de soja y maíz, pero permanentemente se elevan las estimaciones de volumen, por lo cual, para la Bolsa de Cereales, ambos cultivos alcanzarían los niveles muy altos de MT 60 y 25, respectivamente. El potencial reactivador de estos altos rindes, es muy relativo, ya que lamentablemente los precios internacionales han caído, tal como lo reflejan las declaraciones de divisas de CIARA - CEC: 1) en la última semana, cerrada al 24 de abril, la caída interanual es del 40,6% y 2) en el acumulado anual, la merma es del 31,4%. No hay buena onda para la inminente siembra de trigo: sería 7% menor a la de 2014, pese a que se cosecha con nuevo gobierno.
d) La tranquilidad del Dólar y de las brechas, redunda en una reactivación de la Construcción, bastante perceptible tanto a partir de fuentes privadas como del INDEC. Los valores nominales de los insumos estarían creciendo menos, al calmarse las expectativas devaluatorias, mientras que los tenedores del billete verde, observan que cada día que pasa su poder de compra, medido en metros cuadrados, se está deteriorando. Mejor no dormirse...Según el INDEC (ISAC: Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción), la actividad de marzo superaría en 10,2% a la de febrero y, si se la desestacionaliza, lo haría en un 1,6%. Por su parte, si la comparación -desestacionalizada- toma en cuenta marzo de 2014, la mejora es del 6,9% y acumula un 5,3% de crecimiento en el trimestre enero-marzo. Todos los rubros, salvo las obras viales, registran mejoras interanuales, particularmente Edificios para Vivienda, que mejora 9,9%. Finalmente, considerando insumos críticos, sólo cae 7,3%, en el trimestre, la venta de hierro redondo, en tanto se registran subas del 7,2 y del 4,6% en Cemento y Ladrillos y del 16,7 y 3,3% en Pinturas y Pisos y revestimientos. .
En una palabra, la calma en el Dólar y la posibilidad de importar, al aumentar las exportaciones (respecto a febrero), están mejorando las inversiones en bienes de capital industriales y en casi todos los rubros de la construcción. Lamentablemente, los precios internacionales impiden que se aproveche el efecto espectacular del clima en las principales cosechas pampeanas.
Se nota que el segundo trimestre será mejor que el primero, por lejos, aunque partiendo de una base muy mala. Resta aún conocer el impacto que tendrá en el consumo de bienes durables, la decisión de los aumentos paritarios que se cobrarán seguramente durante el presente trimestre.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO - http://www.arturonavarro.com.ar/

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