DESDE EL CONGELAMIENTO TARIFARIO AL CEPO CAMBIARIO Y LA PROHIBICIÓN PARA GIRAR DIVISAS
Empresarios K, complicados por las medidas más polémicas del Gobierno
Cronista.com A pesar de haber sido los más beneficiados por el kirchnerismo con concesiones, contratos y negocios, también enfrentan decisiones que apuntalan el actual modelo económico
ANDRÉS SANGUINETTI
Cristóbal López, Alejandro Ivanissevich, Gerardo Ferreyra, Osvaldo Acosta y Lázaro Báez son algunos de los empresarios más identificados con el Gobierno. En mayor o menor medida, han logrado sacar provecho a sus vínculos con el poder incrementando negocios que permanecían en el anonimato antes de la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada. Supieron convertir su cercanía con el poder K en negocios, y representar la esencia de los empresarios más bendecidos por el oficialismo, que suma otros apellidos aunque con menor pureza en sus convicciones políticas.
Concentrados en sectores como infraestructura, obra pública, juegos de azar, medios de comunicación, energía e hidrocarburos, entre otros, fueron sumando millonarios contratos, concesiones e inversiones gracias a sus buenas relaciones.
Sin embargo, también sufren las medidas más polémicas que, mas allá de sus objetivos primarios, complicada la vida a los empresarios. Desde decisiones de larga data como el congelamiento de tarifas, a más recientes como el cepo cambiario, la imposibilidad de girar divisas al exterior, el freno a las importaciones, el retraso del Estado en el pago a sus proveedores, y hasta la Ley de Medios.
Son varios los ejemplos. Uno es el de Cristóbal López, con tentálucos ramificados en la industria petrolera, los juegos de azar y otros sectores. Sin embargo, no logra cerrar el último de los negocios encarado por consejo del kirchnerismo. La compra de los medios del Grupo Hadad. Todavía no ha logrado cerrar una operación que es abarcada por los límites establecidos por el alcance de la Ley de Medios. También se asegura que el contrato para la compra de estas radios y canales estaría afectado por el cepo cambiario.
Otro caso es el del grupo cordobés Electroingeniería. Uno de sus máximos ejecutivos admitió ayer al diario La Voz del Interior que tiene problemas para cobrar los contratos firmados con la Nación, como también lo sufren otros contratistas del Estado. Osvaldo Acosta, dueño de este holding provincial junto con Gerardo Ferreyra, reconoció ante el periódico cordobés los inconvenientes para cobrar esos contratos, así como la ralentización en la concreción de nuevos trabajos para el sector público. En parte, Electroingeniería, que también gestiona medios periodísticos como Radio del Plata, ha logrado equilibrar estos problemas financieros derivados de medidas del Gobierno gracias a negocios encarados en el exterior. Ayer se adjudicó una licitación en Uruguay para construir una central eléctrica en Montevideo por una suma de u$s 843 millones.
Un tercer ejemplo llega de la mano de la ex Emgasud, ahora rebautizada Genneia. El grupo energético, acaba de ser denunciado por un proveedor extranjero que le reclama el pago de un contrato en dólares. Creado por Alejandro Ivanissevich y con nuevos socios como el banquero Jorge Brito y el inversor mexicano David Martinez, el holding tiene el dinero para cancelar esa obligación. Pero al tener prohibido girar divisas al exterior no puede honrar una deuda de u$s 100 millones con la firma chilena Vestas, por la provisión de insumos para su parque eólico de Rawson.
También se pueden mencionar los problemas que hoy sufren las empresas de Marcelo Mindlin, propietario del Grupo Pampa. Si bien no forma parte del grupo más afin al kirchnerismo, adquirió Edenor durante estos años. La semana pasada, la distribuidora de energía anunció pérdidas por $ 350 millones afectada por los 12 años que ya llevan sin cambios las tarifas de los servicios públicos. El crecimiento de los costos, la inflación y el agotamiento de un modelo de subsidio tarifario de larga data están empujando a la firma adquirida por Mindlin por consejo del kirchnerismo al borde de la cesación de pagos. Fuente: Publicado en www.cronista.com
Concentrados en sectores como infraestructura, obra pública, juegos de azar, medios de comunicación, energía e hidrocarburos, entre otros, fueron sumando millonarios contratos, concesiones e inversiones gracias a sus buenas relaciones.
Sin embargo, también sufren las medidas más polémicas que, mas allá de sus objetivos primarios, complicada la vida a los empresarios. Desde decisiones de larga data como el congelamiento de tarifas, a más recientes como el cepo cambiario, la imposibilidad de girar divisas al exterior, el freno a las importaciones, el retraso del Estado en el pago a sus proveedores, y hasta la Ley de Medios.
Son varios los ejemplos. Uno es el de Cristóbal López, con tentálucos ramificados en la industria petrolera, los juegos de azar y otros sectores. Sin embargo, no logra cerrar el último de los negocios encarado por consejo del kirchnerismo. La compra de los medios del Grupo Hadad. Todavía no ha logrado cerrar una operación que es abarcada por los límites establecidos por el alcance de la Ley de Medios. También se asegura que el contrato para la compra de estas radios y canales estaría afectado por el cepo cambiario.
Otro caso es el del grupo cordobés Electroingeniería. Uno de sus máximos ejecutivos admitió ayer al diario La Voz del Interior que tiene problemas para cobrar los contratos firmados con la Nación, como también lo sufren otros contratistas del Estado. Osvaldo Acosta, dueño de este holding provincial junto con Gerardo Ferreyra, reconoció ante el periódico cordobés los inconvenientes para cobrar esos contratos, así como la ralentización en la concreción de nuevos trabajos para el sector público. En parte, Electroingeniería, que también gestiona medios periodísticos como Radio del Plata, ha logrado equilibrar estos problemas financieros derivados de medidas del Gobierno gracias a negocios encarados en el exterior. Ayer se adjudicó una licitación en Uruguay para construir una central eléctrica en Montevideo por una suma de u$s 843 millones.
Un tercer ejemplo llega de la mano de la ex Emgasud, ahora rebautizada Genneia. El grupo energético, acaba de ser denunciado por un proveedor extranjero que le reclama el pago de un contrato en dólares. Creado por Alejandro Ivanissevich y con nuevos socios como el banquero Jorge Brito y el inversor mexicano David Martinez, el holding tiene el dinero para cancelar esa obligación. Pero al tener prohibido girar divisas al exterior no puede honrar una deuda de u$s 100 millones con la firma chilena Vestas, por la provisión de insumos para su parque eólico de Rawson.
También se pueden mencionar los problemas que hoy sufren las empresas de Marcelo Mindlin, propietario del Grupo Pampa. Si bien no forma parte del grupo más afin al kirchnerismo, adquirió Edenor durante estos años. La semana pasada, la distribuidora de energía anunció pérdidas por $ 350 millones afectada por los 12 años que ya llevan sin cambios las tarifas de los servicios públicos. El crecimiento de los costos, la inflación y el agotamiento de un modelo de subsidio tarifario de larga data están empujando a la firma adquirida por Mindlin por consejo del kirchnerismo al borde de la cesación de pagos. Fuente: Publicado en www.cronista.com
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