Ley de medios ¿A quien le interesa su legitimidad? 
Durante más de nueve años el gobierno se manejó con modelo propio, interpretaciones legales propias, desprecio por la Constitución y la legitimidad propias, y con la colaboración cada vez mayor de jueces funcionales propios. 
Por Ernesto Bobek Cáceres 

El hostigamiento al Poder Judicial, fue de cuño de NK, pero CFK tomó esa práctica como una doctrina Nac & Pop fundamental, incrementando la violación sistemática a la división de poderes. Así, disponemos del Consejo de la Magistratura en su versión “composición K”, que constituye una afrenta a la democracia misma. 

El 8 de noviembre para CFK fue una trascendental fecha por las elecciones que se produjeron en China. Una poco elegante manera de ningunear la marcha del 8N que movilizó a multitudes. Lo que más debería preocupar a la presidente y su entorno, es que en esa marcha que repicó por todo el país y varias ciudades del extranjero, también había ciudadanos que otrora la votaron y no volverán a hacerlo. Lo sabe. 

El tan mentado 54 % de los votos con que ganó la última elección comienza a diluirse por groseros errores en el manejo de lo público. Hay menor recaudación y menor cantidad de exportaciones, lo que afecta en forma directa y frontal la disponibilidad de dinero del Estado Nacional para afrontar la infinidad de compromisos locales y foráneos que se avecinan. Simultáneamente tenemos crisis energética y de combustibles que limitarán cualquier expectativa de crecimiento.

Ya nomás tenemos vencimientos de deuda externa. No nos sentamos siquiera a dialogar con el Club de París. La fragata y nuestro honor, siguen secuestrados por irresponsabilidad exclusiva y excluyente de funcionarios del gobierno. Se lanzó un parche la excepción del impuesto a las ganancias al próximo aguinaldo. El paliativo no sirve a los contribuyentes, ni soluciona la fractura con el ex aliado Moyano, ni siquiera con la CGT oficial de Caló. 

Algunos funcionarios sentencian que si se modifica el mínimo no imponible no habrá fondos suficientes para la coparticipación. Parece que no pueden distinguir orquídeas de rulemanes. El problema real es que hubo y hay un derroche irresponsable y doloso de recursos. Fueron no solo mal, sino arteramente distribuidos. Se incrementó el presupuesto para propaganda oficial, para el fútbol, y para sueldos de miles y miles de inútiles que no producen absolutamente nada. Eso sí: ¡Qué bien aplauden ché! Y no olvidemos que también votan.

Sinceren que la asignación de partidas responde exclusivamente a conveniencias políticas. Vamos a poner temas en contraste: Es políticamente correcto aumentar la cantidad de empleados públicos y aumentar disposición de fondos para temas que no revisten utilidad ni tienen urgencia. Del otro lado, pese al fallo de la Corte Suprema, los jubilados no pueden acceder al 82 % móvil que les otorga la ley y ratificó el superior tribunal, “porque no hay suficientes fondos y el país entraría en default”. Tampoco hay una distribución justa ni lógica de los fondos coparticipables. Reciben más los gobernadores e intendentes que sintonizan con las expresiones de la cadena oficial. Los demás quedan en ablande hasta ver si “entran en razón”. 

Bajo estos parámetros no se permite que “se roben los goles” y todos acceden a ver los partidos del más popular deporte. Esto es nacional y popular. Que haya niños, jóvenes y adultos subalimentados y sin trabajo ni futuro en muchas regiones del país parece que resulta un avatar de las políticas progresistas que se aplican. 

Se ha perdido la noción y la conciencia de lo apremiante y lo conveniente para la sociedad. El Estado no solo no se hace cargo de sus funciones elementales, como la seguridad, la salud, la educación y la economía, entre otras, sino que además mienten todos los índices. Hace pocas horas, las madres de 4 jóvenes víctimas de la inseguridad salieron al cruce de Nilda Garré que sigue hablando de “sensaciones” generadas por los medios. Esos chicos asesinados no cuentan para el modelo. Se los debe considerar una “contingencia menor”, producto de malas noticias como hay en todos lados. 

Al oficialismo no le tembló el pulso para despejar de los Tribunales a cualquier funcionario judicial que pueda fallar contra sus intereses y conveniencias, aún cuando el fallo que pudiera dictar fuera ajustado a derecho. Siguen lanzando denuncias infundadas contra camaristas, jueces y fiscales. La independencia judicial atenta contra el Relato.

Toda norma o fallo que complique la profundización del Modelo del fracaso y la miseria es soslayado, ignorado o criticado con nombre y apellido. Cualquier contrariedad se le adjudica al grupo Clarín. Según el Relato, el mismo Diablo parece el Chavo del 8 al lado de Magnetto. A éste no lo conozco ni es mi amigo, pero no se puede caer en la imbecilidad de echarle la culpa hasta de las condiciones climáticas.

Así como se ignoran leyes y la misma Constitución Nacional, se toman de la Ley de Medios como si representara la Verdad Revelada, en un arranque de “legalidad” que no supera el estándar mínimo de legitimidad requerida. La ley está siendo objeto de revisión judicial, especialmente el famoso artículo 161. Se derrochan millones de pesos por día en repetir que hay una ley y hay que cumplirla, obviando referir que previamente la Justicia deberá expedirse con absoluta independencia, ya que lo que está en juego es nada menos que la libertad de prensa y la libertad de expresión.

Han convertido la controversia por la famosa ley en la madre de todas las batallas. Me permito dudar que la Suprema Corte dé curso al per saltum, ya que no está presente el elemental requisito de “gravedad institucional” que requiere el instituto. Si llegara el  día en que se consideren delitos de lesa humanidad aquéllos cometidos desde la función pública en perjuicio del país, con penas de prisión efectiva, tal vez entonces tendríamos la posibilidad de ver un cambio sustancial en las conductas de quienes dicen representarnos. Abogado (Justa Causa). Fuente: Infonews