martes, 18 de febrero de 2014

Un buen día despertó el Gobierno y descubrió varios frentes...

ImageEl Ejecutivo tomó una serie de medidas tendientes a proteger las reservas y devolverle la competitividad al país. Ahora se encuentra ante una encrucijada: enfrentar el verdadero problema o tomar un atajo.
 Por Ignacio Ros
Despertó del letargo. Parecería que desde 2008 -quizás antes incluso-el Gobierno durmió una profunda siesta, mientras de fondo se iban deteriorando algunas de las principales variables económicas del país.
Por supuesto que esto fue un proceso lento y progresivo. Para algunos, incluso imperceptible. Otros, no divisaron el peligro hasta hoy, dentro de los cuales podríamos ubicar a un Gobierno que despierta de su siesta y ve que tiene varios frentes que atender.
Hoy inició el sendero de sincerar las estadísticas del INDEC y de paso acerarse al Fondo Monetario Internacional (al menos así lo indica el 3,7% que trepó el IPC en enero, a través de su nueva medición). Además, subieron las tasas en pesos y en dólares, se devaluó 23% en un mes -en busca de la tan ansiada competitividad-, se flexibilizó el cepo y se le puso un límite a los bancos del 30% en sus tenencias de dólares. Ahora estamos conociendo otra medida.
En los últimos días se filtró que las empresas que deseen importar insumos -salvo contados casos- deberán conseguir sus dólares a través de créditos en el exterior o mediante sus casas matrices. La idea es que el Banco Central no esté involucrado en la proveeduría de divisas de las grandes firmas y así sacarle algo de presión a las reservas.
Mientras tanto, se ponen la lupa en los "Precios cuidados" (o "descuidados", ya que hay una variación de hasta el 70% en algunos productos de acuerdo con el barrio).
Las velas, como siempre, están prendidas a San La Soja. El Gobierno espera que -antes de culminar la primera quincena de abril- ingresen entre US$ 4.000 y $ 6.000 millones, producto de las retenciones, para fortalecer las reservas y llevar certezas al mercado cambiario.
¿La vuelta del modelo k?
Más allá de todos los ajustes de tuerca que venimos viendo, es importante que se generen las condiciones necesarias para aumentar las inversiones. Néstor, cuando concibió el modelo, estableció una ley non scripta, la de los superávits gemelos (fiscal y externo).
Hoy, ese superávit se encuentra maquillado por los aportes del BCRA al Tesoro y las trabas a las importaciones. Algunos referentes del mercado sostienen que lo que intenta el Gobierno es volver al modelo, al que tenía en mente Néstor.
Lo cierto es que las condiciones actuales, no son las de 2003, cuando otro asumió los costos políticos de la devaluación y el nivel de salarios estaba tremendamente deprimido.
Fíjese la recuperación del salario que se evidencia en el gráfico a continuación:
Siguiendo con esta misma línea, preste atención a estos datos que releva el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA):
El análisis de los salarios en los últimos años permite identificar bajo qué condiciones sería factible reeditar el "modelo" del 2003. Según datos oficiales del Ministerio de Economía:
- A finales del año 2000, el salario privado formal era de U$S 960 que, medido en pesos al nivel de precios actuales, representaban unos $7.600 mensuales.
- A finales del año 2002, la mega-devaluación había reducido el salario a U$S 300 que, medido en pesos a precios actuales, equivalían a aproximadamente $6.000.
- A finales del año 2013, se estima que el salario privado formal llegó a $10.300 que, en términos de dólares a la cotización oficial, equivalen a U$S 1.600.
Pasando en limpio, si no se generan las condiciones para que aumente la inversión y crezca la productividad de la economía argentina, entonces los salarios deberían crecer menos que la inflación y la devaluación para que el modelo pueda volver.

Los costos sociales de esa estrategia serían muy elevados. Será difícil que los gremios arreglen por debajo y el Gobierno ya rechazó la posibilidad de una suma fija y patear la discusión para más adelante.
Llegó el momento de dar un paso más y empezar a generar las condiciones para atraer inversiones. Por supuesto que eso tiene que ver con cerrar el tema Repsol, llegar a un acuerdo con el Club de París y brindar certezas, desde una administración que perdió mucha credibilidad.
Como ejemplo, en un mercado como el energético, donde es necesario la llegada de jugadores con know how, Apache se fue del país. Vendió sus negocios a YPF y Pluspetro. ¿Se acuerda cuando Kicillof criticó que Repsol hasta importaba la arena para sus explotaciones y resultó que era una arena específica que sólo se encuentra en algunas partes del mundo y que no alteraba para nada los balances de la empresa? Necesitamos menos de esas impericias y abrir el juego a los que saben, monitoreando por supuesto que se produzca la reinversión y no la sustracción de recursos sin más.

¿Esta vez tomaremos el atajo o iremos por la solución correcta?
@IgnacioRos.

 FUENTE: El Inversor Global - Newsletter Semanal - Envíado por mail

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ARCHIVOS DE TEMAS DEL BLOG

Buscar articulos