sábado, 14 de febrero de 2015

Cuatro años para reconstruir las ruinas

El gobierno kirchnerista está haciendo hasta lo imposible para llegar a diciembre. El problema es que si logran su objetivo dejarán un país en ruinas. ¿Cómo hacer para levantar un país de sus cenizas?
ImageEl 10 de diciembre de 2015 Cristina Fernández de Kirchner entregará la banda presidencial a otro argentino. Un nuevo presidente se hará cargo del país. Si nada extraño ocurre durante los próximos meses, este nuevo presidente ya no será kirchnerista. Con Néstor Kirchner muerto, el sueño de tener un matrimonio presidencial al poder en forma eterna se esfumo. Y su hijo Máximo no parece capacitado para seducir a muchos argentinos.
La única esperanza de los kirchneristas de seguir en el poder de alguna manera es con Daniel Scioli como presidente. Es el único de los candidatos afines al oficialismo con chances de ganar. Salvo un milagro, ningún otro candidato promovido por Cristina podría ganar. Y aún si ganase Scioli, no está muy claro que tan leal al partido gobernante terminaría siendo el actual gobernador de Buenos Aires.
Por lo tanto, todo hace pensar que el próximo presidente, sea Daniel Scioli, Sergio Massa o Mauricio Macri, no va a seguir la línea de gobierno actual. Eso de por si es una muy buena noticia. Pero no es suficiente. La pregunta que pasa a ser fundamental ahora es con que situación se encontrará el nuevo presidente cuando asuma el mando del país.
Lo mas probable es que el próximo presidente tenga que gobernar un país en ruinas. ¿Le parece que estoy exagerando? Aquí le presento los 21 grandes problemas que tendrá que afrontar el próximo gobierno:
1. Déficit fiscal descontrolado: El gobierno argentino gasta mucha más plata que la que recauda. En 2014 el exceso de gasto combinado entre la nación y las provincias fue equivalente al 5% del PBI. Se estima que este año este exceso de gasto representará entre el 7% y 8% del PBI.
2. Default: En el pasado, el gobierno argentino tomaba deuda para pagar este exceso de gasto. El gobierno de Menem utilizó este mecanismo. Pero hoy el gobierno no puede hacer esto porque está nuevamente en default.
3. Reservas en rojo: El gobierno dice que tiene U$ 31.000 millones de reservas. Pero la realidad es que no habría mas de U$ 13.000 millones de dólares líquidos. Y lo preocupante es que a fines de año va a quedar mucho menos que ese monto.
4. Alta inflación: Estos excesos provocan alta inflación. El año 2014 la inflación llegó a casi el 40%. Se estima que en 2015 este en orden al 30%. En el mundo la inflación no sobrepasa el 5% anual.
5. Recesión: El gobierno optó por enfriar la economía para que la inflación y el tipo de cambio no se disparen. Esto implica que la economía es cada vez más pequeña. Y cada vez se genera menos dinero y empleo.
6.Tipo de cambio atrasado: Mientras el dólar se fortalece en todo el mundo y nuestros socios comerciales devalúan, la argentina quiere mantener sin grandes variaciones el tipo de cambio. Si sumamos esta situación externa a la alta inflación argentina llegaremos a fin de año con la Argentina cara en términos de dólares nuevamente.
7. Corralito cambiario: Hoy los argentinos no pueden disponer de su dinero como lo desean. No pueden enviar su dinero al exterior, no pueden viajar libremente, no pueden comprar otras monedas. Para crecer es necesario salir de este chaleco de fuerza y esto no será fácil.
8. Mercado de capitales inexistente: La Bolsa de Comercio en la Argentina es un recuerdo del pasado. Mientras el resto de los países de la región fortalecieron este vehículo que ayuda a una economía a crecer, en la argentina la bolsa esta semidestruida. Sólo queda el edificio, adentro no hay nada.
9. Los fondos jubilatorios se evaporaron: Hoy casi no queda dinero para pagar las jubilaciones futuras. Cuando el gobierno estatizó las antiguas AFJPs se apropió de este dinero y lo usó para financiar los gastos corrientes del estado. Hoy la mayoría de estos fondos se transformaron en bonos del propio estado argentino. Esto es lo mismo que nada. Se trata de deuda de un estado quebrado.
10. Desempleo: Esta combinación de alta inflación, con tipo de cambio atrasado y recesión por supuesto provocará cada vez más desempleo. Sobre todo estaremos ante mucho desempleo reprimido, esto implica empleos improductivos que tienen poca vida útil.
11. Precios artificiales: El gobierno hoy regula gran parte de la vida económica de los argentinos. Esto provoca que los precios no sean reales, sino artificiales. La situación no es sostenible en el tiempo y puede desembocar en desabastecimiento generalizado. Cuando esto se destape, la inflación subirá aún más.
12. Exceso de empleo público: Una de las “soluciones” que el gobierno inventó para solucionar la falta de empleo real es crear empleos ficticios o improductivos en el gobierno. Un país no puede progresar cuando millones de personas ganan dinero por hacer tareas improductivas. El próximo presidente tendrá que eliminar estos empleos falsos.
13. Altísimos impuestos: Todos estos excesos se dan con un contexto de altísimos impuestos. Nunca en la historia los argentinos pagaron tantos impuestos. Es difícil que un próximo gobierno pueda mantener este nivel de carga impositiva.
14. Subsidios masivos: Millones de argentinos hoy subsisten gracias a los subsidios de un estado quebrado. Esto es imposible de mantener en el tiempo. ¿Cómo hará el próximo gobierno para lograr que estas millones de personas trabajen?
15. Altísima pobreza: A pesar de todas estas “ayudas” de corto plazo del gobierno, más del 30% de los argentinos es pobre. No le alcanza el dinero para vivir dignamente. ¿Se imagina cual será el porcentaje de pobres cuando todos estos parches de corto plazo no se puedan mantener más?
16. Poca energía: Luego de una década con precios para la energía controlados y artificialmente bajos todas las empresas energéticas están quebradas y su infraestructura obsoleta. Se necesitan miles de millones de dólares para tener una red energética eficiente nuevamente.
17. Justicia dependiente: Como nos dimos cuenta con el caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman, pero también mirando las sentencias de la justicia de la última década, la justicia no es independiente. Estuvo y seguramente esté aún manejada por el poder de turno. ¿Cómo va a hacer el próximo gobierno para generar confianza si no promueve una justicia independiente y eficiente?
18. Medios dependientes: Quedan muy pocos medios de comunicación independientes. El grupo Clarín y el diario La Nación son dos de los pocos grandes medios que hoy no dependen del gobierno. ¿Cómo se solucionará esta situación? ¿Se puede hacer algo para que la actividad de los medios de comunicación vuelva a ser independiente del gobierno de turno?
19. Espías enojados y con poder: La estructura de la ex SIDE es desconocida pero todo hace pensar que es enorme y que está totalmente descontrolada. ¿Como hará el próximo gobierno para controlar a estos miles de espías acostumbrados a extorsionar y asesinar personas bajo la protección del gobierno de turno?
20. Mercados globales cerrados: Paraguay y Uruguay exportan más carne que la argentina. A lo largo de los últimos cinco años Argentina se las arreglo para perder mercados en la gran mayoría de los productos. ¿Cómo haremos para abrir mercados nuevamente?
21. Alianzas con los peores países del mundo: Los mejores socios de la Argentina son Venezuela, Ecuador, Irán y China. Cuatro de los países más tenebrosos del mundo. En cambio nos peleamos con el resto del mundo libre. ¿Cómo volveremos a tener credibilidad global luego de este alocado giro?
Son veintiún problemas que el próximo gobierno deberá resolver si no quiere seguir llevando a nuestro país a la ruina total. Y estoy seguro que me estoy olvidando de varios problemas más, no deje de recordarme estos problemas que no mencioné comentando la nota haciendo clic aquí.
Si esto no es un país en ruinas me pregunto qué significará esto. Pero a pesar de lo que el tamaño del desafío puede llevar a pensar, no tendría que ser tan complicado reconstruir la Argentina. Los problemas son tan de base, son tan obvios, que estamos ante cuatro años muy duros, pero totalmente posibles.
Vamos a un ejemplo para que me entienda lo que le quiero decir. Suponga que usted está muy gordo, digamos algo muy extremo, usted está 100 kilos más gordo. Tendría que pesar 80 kilos pero pesa 180 kilos. Y se da cuenta que así no puede vivir mas, entonces va a un médico que lo ayuda a adelgazar.
Bueno, los primeros 30 kilos, por ejemplo, son relativamente fáciles de bajar. Es sólo cuestión de empezar a caminar todos los días, dejar de tomar Coca Cola y eliminar el pan. Si uno cumple esas tres medidas básicas va a poder bajar los primeros kilos. Pero luego de esos primeros 30 kilos, la cosa se empieza a complicar. Ya no será necesario sólo caminar, sino que tendrá que hacer ejercicios más sofisticados y alimentarse de una forma más eficiente.
Bueno, la Argentina enfrenta un desafío similar. Es cierto que el desafío es muy grande, pero el inicio del cambio no es complejo. Es sólo cuestión de implementar las medidas que todos los países del mundo que crecen, sin excepción, aplican. Si aplicamos esas primeras medidas básicas vamos a comenzar a ver los resultados pronto. Y luego de aplicar estas primeras medidas básicas, luego si habrá tiempo de ponerse más específicos y finos. Pero al principio el trabajo es simple y claro.
¿Qué podemos hacer entonces para reconstruir la Argentina en cuatro años? Mi propuesta es bien simple. Dado que la misión es tan importante pero que hay una sola receta para alcanzarla, ¿por qué no se arma un gobierno de coalición que se ponga de acuerdo sobre el plan de reconstrucción?
Los candidatos Sergio Massa, Mauricio Macri, el radicalismo y UNEN deberían ir a una sola gran interna. De esta interna debe salir un candidato ganador que sea apoyado por todo el resto de la oposición. Ese candidato ganador debe distribuir los cargos de un nuevo gobierno entre el resto de la alianza. Ese candidato con apoyo masivo aseguraría el triunfo en las elecciones presidenciales ante los mafiosos kirchneristas.
Y a partir de ese triunfo, se reconstruiría el país durante cuatro años de unión y trabajo en conjunto. Luego de esos cuatro años, cuando las condiciones sean relativamente “normales”, que se inicie la discusión política nuevamente. ¿Tan difícil es que algo así ocurra en nuestro país…?
Le deseo un excelente fin de semana, Federico Tessore.
FUENTE: Publicado por inversor globlal . Newsletter semanal - enviado por mail

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