martes, 14 de abril de 2015

FINANZAS = 10; ECONOMÍA REAL = 2. (UNA MIRADA, DESDE EL PRIMER TRIMESTRE)

La brisa que provee la confianza en el futuro gobierno se ha transformado en un temporal alcista en las finanzas ya que, como se sabe, hay pocos Títulos y Acciones argentinos en manos del sector privado y a los países competidores, en los portafolios de inversión, no les va bien. En contraste, la industria declina, por las exportaciones, el cepo y Brasil y el agro padece caída de precios. Se salva la construcción, gracias a que hoy nadie aconseja tener dólares debajo del colchón y a que se abastece a los sectores de ingresos medios con Dólar ahorro. Las paritarias dirán si mejoramos o no en el Segundo Trimestre. Algo de soja, habrá...
Por  el Lic. Jorge Ingaramo 
Finanzas = 10.
No cabe duda que desde la activación del Swap chino, el Banco Central puede, sin perder Reservas, abastecer el Dólar ahorro; reducir la brecha cambiaria y el valor del Dólar blue y, ¿por qué no decirlo?, inducir a los inversores -sobre todo a los externos (que creen que va a ganar Macri)- a posicionares antes de que sea tarde, sabiendo que "cocodrilo que duerme ...".
La fiesta financiera comenzó a mediados de diciembre y, pese a que desde entonces el Dólar oficial subió apenas un 4%, los indicadores del posicionamiento del inversor local (que sigue indudablemente el mercado externo) son, pese al affair Griesa-Citi, claramente ¡ 10 puntos!:
- El blue bajó 8,5% mientras que el contado con liqui y el Dólar bolsa lo hicieron al 3,9 y 5,9%.
- Desde mediados de diciembre (la fecha base varía según los mínimos para cada caso) hasta el 10 de abril, los Bonos del canje, en dólares, crecieron 36,3; 28,1 y 38,7%, para el Discount, el Par y el Cupón PBI, respectivamente. El BODEN 15, que tiene menos recorrido, también recibió lo suyo: 8,9%.
- Como el Central ya no puede financiar al Tesoro, los bancos que antes compraban LEBACs, ahora asisten directamente a Hacienda. Las subas son menores, en porcentaje, porque a los rendimientos de los Bonos en pesos, en jurisdicción local, hay que descontarles la incertidumbre cambiaria y -sobre ella- hay diversas opiniones (sólo una minoría ve "saltos"). Por ende, los BONAR 2017 y 2024, crecieron 15,3 y 19,8%, desde mediados de diciembre. Las cifras revelan menor desempeño que los Bonos en dólares con jurisdicción New York que, obviamente, no involucran riesgo cambiario y, eventualmente, habrían neutralizado el riesgo-default, porque el grueso de su período de amortización se llevará a cabo con otros gobiernos, probablemente más sensatos que el actual.
- El riesgo país ha caído desde el 15 de diciembre, un 29,3%; mientras que el Merval ha subido un 45,7%. Si uno hace la inversa de este crecimiento del Merval, se llega a la conclusión que debería bajar 31,4% para volver al nivel de diciembre, como se ve una cifra muy similar a la caída del riesgo país. Siempre son más simples y más "óptimos" los arbitrajes, cuando las expectativas son positivas. Y, no sólo eso. Son, además, generalizadamente positivas.
- Los ADRs de empresas argentinas en New York, siguen siendo, incluso en abril, una nota estrella que, obviamente deslumbra a inversores y Fondos del exterior. Se sabe que, por diversas razones, quedan muy pocos Bonos de deuda externa argentina en manos de tenedores privados y que los capitales accionarios abiertos al mercado son muy escasos. Comparemos el caso argentino con la deuda de Petrobras que, por sí sola, asciende a MU$S 135.000 mientras, al 30 de junio de 2014, toda la deuda pública argentina en manos del sector privado, era de apenas MU$S 54.221. Y si uno le suma las tenencias de Organismos Multilaterales y Bilaterales, que no son exigibles en el mercado, se llega a sólo MU$S 83.855. ¡Nada!. Quiere decir que una pequeña brisa hace una gran ola, sobre todo cuando los países de América Latina, en general, están de capa caída y ya pasó el furor de México.
- Así, los ADRs (Nueva York) bancarios, en lo que va del año, crecieron 50,6; 48,1 y 30,6%, en dólares (Banco Francés, Grupo Galicia y Banco Macro). Las energéticas, como Pampa y Edenor aumentaron 81,6 y 86,0%, mientras que TGS lo hizo al 52,9%. Incluso Petrobras, creció 50,6% e YPF, -pese a que sólo colocó MU$S 500 con jurisdicción New York-, también recibió una gruesa migaja del 19,3% de mejora.
En síntesis, las finanzas, gracias a las expectativas de cambio de gobierno, la escasez de papeles disponibles y, probablemente, las dificultades de países amigos de América Latina, proveen un ventarrón que sólo lo es porque, a la brisa de la confianza, se le suma la escasa disponibilidad de alternativas líquidas. Imagínese el lector lo que sería esta ola, si nuestros ADRs tuvieran la liquidez de un papel normal de una empresa americana AAA, por dar un ejemplo.
La mustia economía real.
Está claro que la economía mundial no va a tener la trayectoria optimista que preveían los organismos internacionales.
También se confirmó, tras el reciente Informe del USDA, que la soja no tiene buenas perspectivas en los mercados mundiales y, por ende, pese a que los valores a futuro locales presentan pequeñas primas, con respecto a los disponibles, no cabe duda que -en todo el 2015- tendremos magros Términos del Intercambio Externo. Ello implica que CIARA-CEC, que cumpliera un rol destacadísimo en el primer trimestre de 2014, haya sido desplazada de dicho primer plano, por el Swap chino, la colocación de deuda de YPF y, en lo que hace al financiamiento del déficit del Tesoro, por el "paga Dios" de emitir Bonos a una tasa en pesos equivalente a la de las LEBACs (26,2% anual).
Si hubiera que encontrar una buena noticia, en los últimos días, la única "a favor de la justicia", es la revaluación del Real que, luego de haber caído 49% con respecto al Dólar, entre comienzos de setiembre de 2014 y mediados de marzo de 2015, ha comenzado a revaluarse por la aparente firmeza que muestra la Presidenta Dilma, en -defender el ajuste, -considerar que con un Dólar a 3 Reales es suficiente para la industria exportadora y -despegarse (esto no es tan fácil) de los problemas de corrupción.
El impacto de Brasil en nuestro comercio exterior, y sobre todo en la industria, es importantísimo. En el primer bimestre, nuestras ventas de origen industrial, al socio, cayeron 42% y, si solamente se consideran las de autos, lo hicieron un 52%.
Estas cifras contrastan con las ya de por sí, pronunciadas caídas en exportaciones e importaciones totales argentinas que, acumularon en el 1er. bimestre, mermas de 21 y 22%, respectivamente.
Observemos datos del sector industrial argentino:
- Para el Estudio de O. J. Ferreres, el nivel de actividad de febrero cayó 2,8% i.a., desestacionalizado, con una baja del 2,5% en la industria y de 1,6% en la inversión bruta. Para el caso del sector manufacturero, se registran caídas en todos los meses, desde marzo de 2014. Salvo Alimentos, que fue neutro, las mermas son generalizadas con dos excepciones: Papel, que creció al 2,9% i.a. y Minerales no Metálicos, que lo hizo al 9,3%. Maquinarias y Equipos, donde están los autos y sus partes, cayó al 8,2% y llamativamente, Bebidas, que suele ser un sector de consumo bastante inelástico, también declinó el 2,3%. La suba de Minerales no Metálicos se asocia al acápite siguiente.
- El INDEC publicó el Índice de la Construcción de febrero, que suele ser relativamente confiable. En dicho mes, la Construcción creció 7,9% y desestacionalizado, lo hizo al 8,3%, una cifra bastante parecida a la de Ferreres para Minerales no Metálicos. Quiere decir que la industria se está salvando de no caer más, por la construcción que, a su vez, está favorecida por la baja de los dólares timba y el mantenimiento del Oficial, que le permite a los clientes de ingresos medios comprar dólares en el mercado oficial y venderlos en el blue, consiguiendo una especie de sobresueldo que facilita los pagos de cuotas de construcciones en curso.
- La UIA presenta, para febrero, niveles de actividad con caídas del 2,7 i.a. (2,1%, desestacionalizado). Vale decir que estamos en una situación bastante clara de recesión en la mayoría de los sectores y sólo un leve impulso en la construcción que, según el ISAC del INDEC, ha mejorado en todos sus sub-rubros, desde las construcciones petroleras y la inversión pública hasta los edificios y viviendas particulares.
La economía real anda a 2 puntos, sólo impulsada por la construcción y, en una mínima medida, por el turismo.
No obstante ello, el Ejecutivo obtuvo excelentes recaudaciones en el trimestre, pese a que aún no impactó -en la renta aduanera- el aluvión de la cosecha gruesa, que comenzará a sentirse en abril. Esta puede ser una razón por la que ha mantenido el Mínimo no Imponible de Ganancias de los asalariados y ha atenuado las subas de los combustibles.
Para graficar la mejora recaudatoria, en el Primer Trimestre, Ganancias (recaudado por DGI) subió 42,9%; los Internos co-participados un 43,2% y los dos rubros más importantes de Combustibles, lo hicieron un 46,6 y 57,6%, respectivamente. Es decir que los "muchachos" se aseguraron de no tener que emitir demasiado, porque sabían que el Banco Central les iba a retacear financiamiento (estallaría su Balance) y los iba a enviar a colocar Bonos del Tesoro en reemplazo de las tradicionales LEBACs.
Se espera para abril-agosto, una mejora en las recaudaciones de Aduana, que incluyen Retenciones de Ganancias e IVA y que el menor costo de los subsidios a combustibles y transporte (por abaratamiento de los insumos importados), acomode mejor las finanzas.
Gracias a ello, la Base Monetaria, en los primeros 100 días del año, creció apenas el 0,8%, lo que induce a pensar que el Banco Central pinchó la rueda de auxilio y ahora el Tesoro tiene que andar, ocho meses con la llanta propia, mal emparchada. No le da para una nueva.
Para terminar, la terquedad en el ajuste de Ganancias para los asalariados, desata una gran incertidumbre, sobre todo para el sector industrial que, como se vio más arriba, atraviesa por un "gris bastante oscuro". Uno no puede descartar que la Presidenta guarde el anuncio de mejora para más adelante, pero, lo que hoy se ve supone, para el caso petrolero, una "trampa" que consiste en dar aumentos que no paguen impuestos.
La demanda, pensando que la inflación anual fue de aproximadamente el 32%, solicita, al menos, 40/43%, mientras que el titular de la UIA ofrece entre 15 y 20%. Por supuesto, nadie puede hacer una predicción seria sobre cómo se arreglará este intríngulis. La única que tiene la llave, en un año electoral, es la Presidenta y no debería extrañarnos que reaccione en el momento político que resulte más conveniente a su estrategia electoral. Mientras tanto, habrá riña en el gallinero ya que, como se ve, las distancias entre los porcentajes a negociar, son abismales y su solución puede ser el inicio de un mejor Segundo Trimestre o la colocación de la lápida al magro Primer Trimestre industrial.
ENVIADO POR ARTURO NAVARRO- http://www.arturonavarro.com.ar/

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